Real Fábrica de Hojalata de San Miguel
La Real Fábrica de Hojalata de San Miguel fue la primera fábrica de hojalata de España. Se instaló en Júzcar (provincia de Málaga) debido a la abundancia de madera de la serranía de Ronda y la proximidad del río Genal, ya que tanto el carbón vegetal como el agua eran elementos indispensables para la fundición. A mediados de 1731, bajo el reinado de Felipe V, ya estaba funcionando. Para ello, fue necesario traer artesanos de Alemania, ya que la técnica era desconocida en España. Según cuenta la leyenda, dichos técnicos salieron en barriles, al estar prohibida la salida de artesanos cualificados a fin de preservar los secretos de la industria.
Hasta 200 empleados llegó a tener la fábrica, que trasportaba el material en lomos de camello, enviados por el Gobierno de Madrid, al ser animales de carga más adecuados que los mulos o burros.
La fuerte competencia asturiana y vasca motivó el quiebre de la empresa.