Niños expósitos en Guipúzcoa

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Archivo:Casa Cuna de Fraisoro.jpg
Niños abandonados en Fraisoro

Los niños expósitos de la provincia española de Guipúzcoa (País Vasco) eran abandonados principalmente por ser concebidos fuera del matrimonio. Otras causas eran la pobreza extrema familiar y la falta de lactancia materna.[1]​ La creación de la Casa Cuna de Fraisoro en 1903 supuso un avance significativo en el enfoque de este problema social.[2]

Historia

En los siglos XVI, XVII y XVIII el número de niños ilegítimos en Guipúzcoa ( oficialmente Gipuzkoa) era elevado, pero el de abandonos era muy reducido representando solo entre el 0.1 y el 0.5 % de los bautizados en el siglo XVIII. Una explicación a este hecho podía ser que al no existir en la provincia ningún centro de acogida a expósitos hasta el siglo XIX y estando el más cercano en Pamplona, morían prácticamente el 100% en el traslado o inmediatamente del ingreso con lo que se podía considerar un infanticidio. Hubo un cambio social importante imponiéndose una moral más estricta a partir del siglo XVIII lo que hizo disminuir los niños ilegítimos pero aumentó los abandonados en la primera década del siglo XX.[1][3]

Hasta el siglo XVIII la modalidad más frecuente de abandono era la exposición abandonando la criatura en las iglesias, en caseríos, en casa del médico o del alcalde, etc. Esta modalidad fue desapareciendo paulatinamente.[4]​ El índice de niños recuperados tras el abandono era muy bajo, a pesar de que muchas veces llevaban notas indicando que los recuperarían. Entre 1825 y 1832 se recuperaron en Guipúzcoa el 2.3% de los bebes abandonados. Entre 1886 y 1890 en Donostia-San Sebastian se recuperaron el 4,9% y en Fraisoro entre 1932 y 1933 fue del 11.8%. Normalmente era su madre natural que habitualmente seguía soltera. Mucho más frecuente era el prohijamiento por las nodrizas. Por último los niños enfermos o díscolos que no eran recogidos y sobrevivían, acababan en la Misericordia y terminaban en humildes oficios como el servicio doméstico, servicio militar, etc.[1]

En 1804 la provincia de Gipuzkoa adoptó la primera medida de acogida a niños abandonados creando ese año seis casas de expósitos en San Sebastian, Tolosa, Mondragón, Motrico, Azcoitia y Azpeitia. En 1844 se suprimieron las de Azcoitia, Mondragon y Motrico añadiendose la de Vergara.[4]

La Diputación de Guipúzcoa se planteó en 1819 la necesidad de dar un apellido a los niños y desde entonces hasta 1884 se les designó con el topónimo del pueblo de procedencia.[1]​ A partir de entonces se optó por ponerles dos apellidos vascos inventados.[1]

A mediados del siglo XIX se crearon salas de maternidad en las Misericordias de Tolosa y San Sebastián donde ingresaban las mujeres en el séptimo mes de embarazo para dar a luz y abandonar posteriormente el hijo. Esta forma de actuar fue aumentando con el tiempo.[4]​ En San Sebastián entre 1856 y 1865 el 7% de los niños abandonados procedían de la maternidad. En la siguiente década era el 29% y a final de siglo era del 43%.[1]

En el siglo XIX se crearon en la provincia cuatro casas torno o exiguos locales en San Sebastián , Tolosa, Bergara y Azpeitia donde llevaban los niños abandonados y permanecían el menor tiempo posible hasta que una nodriza externa remunerada se lo llevaba a su hogar y normalmente a los 7 años optaban por prohijarlos.[1]​ Estas nodrizas eran generalmente mujeres casadas, de entre 25 y 40 años, campesinas y con otros hijos en la unidad familiar. La motivación principal para acoger un niño era la económica.[5]​ El índice de mortalidad en estas casas-torno era muy elevado representando el 52% de fallecidos en la casa-torno de San Sebastián según un estudio del Dr Galo Aristizabal entre 1886 y 1891.[1]

En vista del mal resultado que habían dado las mujeres contratadas en las casas-torno de Gipuzkoa, la Diputación dispuso que cesaran éstas en sus cargos siendo reemplazadas por las Hermanas de la Caridad que continuarían en la Casa Cuna de Fraisoro en una comunidad de 11 religiosas junto con 25 o 30 nodrizas internas, un médico-director, dos lavanderas, dos criadas, una cocinera, una costurera, un sereno y un demandadero.[1]

La figura de la nodriza, o Ama de crianza era importantísima ya que hasta los años cuarenta del siglo XX la leche materna era el único alimento bien asimilado por los recién nacidos utilizándose en su defecto sustitutos que en muchas ocasiones producían graves intolerancias. A mediados del siglo XX con la aparición de leches artificiales de calidad desaparecieron las nodrizas.[6]

En 1958 hubo un cambio legislativo importante que favoreció la adopción como fue el hecho de conceder la adopción plena a los padres adoptivos de un niño abandonado por sus progenitores durante más de tres años. En 1970 se redujo a seis meses. [7]

Casa Cuna de Fraisoro

Entre 1903 y 1910 se completó la construcción de la Casa Cuna de Fraisoro en el municipio de Cizurquil impulsado por la Diputación Foral de Gipuzkoa y con la colaboración de la Caja de Ahorros Provincial. Con ello se centralizó en Fraisoro la maternidad y la acogida infantil de los expósitos de la provincia clausurándose las casas-torno en 1910.[4]​ En 1913 se eliminó el torno de Fraisoro con lo que desapareció este modo de abandono en Gipuzkoa. Con esta institución, dotada con las más modernas instalaciones, pasó la provincia de Guipúzcoa de un atraso ancestral a ser un territorio puntero en el cuidado del niño abandonado.[4][8][9]

En los primeros años del siglo XX se abandonaban aproximadamente unos 150 niños de ambos sexos al año en Gipuzkoa [10]​ y en las primeras décadas habitaban en Fraisoro entre 250 y 300 niños siendo aún mayor el número de niños acogidos por nodrizas externas en pueblos de la provincia. Estas mujeres eran remuneradas por la Diputación y habitualmente prohijaban al niño tras 7 años.[11]​ Normalmente se quedaban en la Casa Cuna los niños más débiles.

La Diputación envió a Fecamp en 1902 a un ingeniero experto en química agrícola para estudiar el procedimiento e instalar en Fraisoro el proceso de maternización de la leche de vaca.[1]​ Fue el segundo Centro en España que lo utilizó tras la Gota de Leche de Barcelona.[12]​ Además del análisis de las leches y de las preparaciones de microscopios, se practicaba la prueba de Wassermann para el diagnóstico de la sífilis que evitaba contagios en el momento de lactar a las nodrizas por parte de un recién nacido enfermo asintomático.[13]​ Según el historiador Serapio Múgica, Fraisoro fue la primera Institución en España que instauró este test descubierto en 1906 evitando este tipo de contagios.[1]

En la Casa Cuna de Fraisoro se atendieron 3500 partos y pasaron 12000 niños [14]​ con una mortalidad infantil muy reducida [15]​ obteniendo mucho reconocimiento en su época.[16][17]​ La maternidad estuvo operativa desde 1913 hasta 1960 en que se derivaron los partos al Hospital Provincial de Guipúzcoa. La mayoría de mujeres que dieron a luz en la Casa-Cuna eran mujeres de entre 15 y 25 años, solteras que abandonaban definitivamente al hijo. Posteriormente el 50% volvían a sus hogares y el resto se colocaban de nodrizas, en el servicio doméstico y una minoría ingresaba en una orden religiosa.[18]​ . Respecto a la acogida infantil de menores de 5 años era mayoritario el abandono temporal recuperando al niño tras solucionar las dificultades planteadas.[19]​ Con la clausura del Centro en 1994 terminó su actividad.

En abril del año 2011 se editó el libro "Fraisoroko amak, Fraisoroko haurrak" donde su autora narra la historia y diversas anécdotas del Centro.[20]

Véase también

Referencias

  1. a b c d e f g h i j k Múgica Zufiria, Serapio (1918). Expósitos. «Geografía de Gipuzkoa, La Provincia y su Organización. Beneficencia y Sanidad». Ingeba.org. p. 413. Consultado el 30 de agosto de 2020. 
  2. Urkia Etxabe, José María (1999). 100 años de medicina en Gipuzkoa. Casa Cuna de Fraisoro. Colegio de Médicos de Gipuzkoa. p. 167. 
  3. Valverde Lamfus, Dolores (1991). «Legitimidad e iligitimidad en la inclusa de Pamplona». Publications de l,Ecole francaise de Rome: Pg 1185. 
  4. a b c d e Valverde Lamsfus, Dolores. «Niño, niña (el niño abandonado)». http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/. Consultado el 30 de agosto de 2020. 
  5. Valverde Lamfus, Dolores. Los Niños Expósitos y sus Nodrizas en el Pais Vasco. p. 240. 
  6. Soler, Elena (2013). «Nodrizas, madres y hermanos de leche en España». ResearchGate. 
  7. Varillas Martín, Mª del Mar. «Breve historia de la Casa de Expósitos de Vizcaya». Eusko Ikaskuntza. 
  8. Perez Moreda, Vicente (2005). «La Infancia abandonada en España». Real Academia de la Historia: Pg 83. 
  9. Maceiras Rey, Carmen (2018). «Las Niñas abandonadas». Tesis Doctoral. Univ. Complutense de Madrid: Pg 597. 
  10. Barrena Osoro, Elena (1995). Hemen. Fundación Social y CulturalKutxaJ. p. 134. ISBN 84-7173-273-4. 
  11. Alústiza Martínez, Carlos. «Casa Cuna de Fraisoro». Auñamendi. Consultado el 31 de agosto de 2020. 
  12. Martínez Martín, María Ascensión. «Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa». Enciclopedia Auñamendi. 
  13. Revuelta Eugercios, Bárbara (2011). «Los usos de la Inclusa de Madrid a principios del siglo XX». Tesis Doctoral Univ Complutense: 322. 
  14. Garcia Magriña, Eva. «Fraisoro vio nacer 12000 niños». Diario Vasco. Consultado el 31 de marzo de 2011. 
  15. Alústiza Martinez, Carlos (29 de enero de 2020). «Acogida Infantil en la Casa Cuna de Fraisoro». Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa. 
  16. «Los niños de la Inclusa». ABC. 2 de marzo de 1927. 
  17. Iparraguirre, Antton (2017). «El estigma de los expósitos». Diario Vasco. 
  18. Uribe-Etxebarria Flores, Aranzazu (2002). «Hechos Históricos. La Casa Cuna de Fraisoro.». Hik Hasi. 
  19. Ferreira Iñarra, Edurne (2017). «Estudio de la posible victimización de menores». Univ. del Pais Vasco: Pg 73. 
  20. García Magriña, Eva (6 de abril de 2011). Fraisoroko amak, Fraisoroko haurrak. Manuel Larramendi Kultur Bazkuna.