Hialuronato de sodio

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Cuando hablamos de hialuronato de sodio nos estamos refiriendo a la sal de sodio del ácido hialurónico. Y es que en ocasiones estos dos términos se confunden, siendo el primero un derivado del segundo aunque con algunas diferencias entre ambos. El hialuronato de sodio (SH) es un polímero estable de la sal sódica del Ácido hialurónico, que se encuentra naturalmente en los organismos vivos, aunque en menor medida que la sal potásica de dicho ácido, el hialuronato de potasio. Fisiológicamente se encuentra en órganos como los huesos, el corazón, los ojos, los pulmones y principalmente en la Piel. Podemos encontrar ácido hialurónico sal sódica en nuestro propio organismo, más concretamente en las articulaciones, el cabello, los ojos y la piel. Se trata de una sustancia líquida que se produce de forma natural y que forma parte del colágeno. A medida que pasan los años, la cantidad de ácido hialurónico de nuestro cuerpo disminuye. Esto suele manifestarse en la piel, dejándola menos hidratada y dando lugar a rugosidades y flacidez. Sin embargo, aunque la piel es la principal vía mediante la cual estos signos son más evidentes, el ácido hialurónico sal sódica también se localiza en el líquido articular o sinovial. Gracias a ello las articulaciones están correctamente lubricadas y así pueden funcionar de forma apropiada. Teniendo en cuenta lo primero que se ha mencionado, no es complicado suponer el uso que se le da al ácido hialurónico. Así, el campo donde más se emplea es el de la medicina estética, donde se dirige a tratamientos y cremas para frenar los signos de la edad, especialmente en el rostro. Esta sustancia hidrata profundamente la piel y ayuda a recuperar volumen y densidad en el que es el órgano más grande del cuerpo. Pero no olvidemos lo segundo que hemos nombrado. Y es que también presenta una función médica cuanto menos interesante, para tratar y mejorar problemas articulares. Eso sí, una inyección de ácido hialurónico debe realizarse cuando el cartílago conserve un mínimo de sus propiedades. Las articulaciones que más suelen recurrir a la aplicación de dicha sustancia son las rodillas, la cadera o los dedos pulgares.

Características[editar]

Se trata de un derivado del primero, en concreto, es una de las formas de sal del ácido. Y es que, si bien es cierto que el ácido hialurónico sal sódica se encuentra dentro del propio cuerpo, no es considerado un “ingrediente natural”. Esta sustancia alberga un peso molecular elevado, lo que hace que la penetración en la piel sea algo más compleja cuando se apuesta por tratamientos de aplicación tópica, como por ejemplo cremas. Con tal de facilitar este proceso de absorción, se suele extraer la sal de sodio que contiene, obteniendo así hialuronato de sodio. Este último cuenta con mayor estabilidad y con un peso molecular más ligero que el ácido hialurónico, por lo que resulta más sencillo que se absorba a través de los poros de la piel. Por ende, es capaz de llegar a las capas más profundas de esta. Las soluciones que contienen ácido hialurónico sal sódica, a menudo son algo confusas en sus porcentajes. En relación a ello, el hialuronato de sodio no se presenta en forma pura, sino de solución, habitualmente entre un 1% o 2%. El resto es agua. Y es que si un compuesto contiene más de un 4%, puede acabar provocando el efecto contrario, es decir, resecar la piel.

El hialuronato de sodio y la carboximetilcelulosa (SH-CMC) existen en forma de anión en forma de abanico en pH fisiológico. La cadena de polímero mantiene el estado líquido, fácilmente en solución acuosa siendo mezclado con CMC, y es presentado en forma de solución de sal isotónica para evitar daño celular media. El hialuronato de sodio tiene una alta propiedad hidrófila, no genera respuesta inmune y tiene capacidad visco-elástica. Puede mostrar una propiedad lubricante cubriendo la superficie del tejido.

Tiempo de vida[editar]

El hialuronato de sodio y la carboximetilcelulosa (SH-CMC) actúan en la superficie por un periodo de siete a veinte (7-20) días, posterior a ese tiempo la totalidad del producto es absorbido naturalmente por el cuerpo, sin generar una respuesta inmunológica.