HMS Royal George (1756)

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HMS Royal George
Banderas
Bandera del Reino Unido
Historial
Astillero Astillero De Woolwich
Tipo Navío de línea
Operador Marina Real británica
Autorizado 29 de agosto de 1746
Botado 18 de febrero de 1756
Asignado 1756
Baja 1782
Destino Echado a pique en Spithead
Características generales
Desplazamiento 2.079,8 t
Eslora 54.3 m (cubierta de cañones)
Manga 15,5 m
Calado 6,6 m
Cubiertas 4
Aparejo 3 mástiles, aparejo en cruz.
Armamento 100 cañones:
Cubierta baja: 28 cañones de 42 libras
Cubierta media: 28 cañones de 24 libras
Cubierta alta: 28 cañones de 12 libras
Cubierta superior: 12 cañones de 6 libras
Castillo de popa: 4 cañones de 6 libras
Propulsión vela
Tripulación 850

El HMS Royal George fue uno de los seis primeros navíos de línea construidos para la armada británica entre 1750 y 1790. El Royal George estaba destinado a recibir el nombre de Royal Anne en 1746, pero al ser un gran buque fue llamado como el rey regente por entonces.

Historial[editar]

Encargado en 1746, a comienzo de la guerra de los siete años, paso casi todo ese período en el bloqueo de Brest.

El 20 de noviembre de 1759, era el buque insignia del almirante Hawke cuando la escuadra británica salió de ese destino y regresó de su refugio de Torbay para enfrentarse a 21 barcos de la línea francesa bajo las órdenes del vicealmirante conde de Conflans. Los franceses intentaron regresar a Brest, pero Hawke los siguió hasta la bahía de Quiberon y los obligó a luchar. El Royal George atacó al buque insignia francés Solei Royal, de 80 cañones, y hundió al Superbe, que se interpuso ante el Royal George, en un demoledor ataque.

Atracado después de la guerra y puesto en servicio de nuevo en 1778, cuando el almirante Sir George Brydges Rodney lo utilizó en el puerto de Gibraltar, donde capturó a dos convoyes españoles. Estuvo en servicio activo hasta el 29 de agosto de 1782. Durante ese día, cuando se le estaba escorando para repararlo en Spithead, volcó y, entrándole agua por las troneras de los cañones inferiores, se hundió, lo que provocó el ahogamiento de unas 800 personas, entre ellos 300 mujeres y 60 niños que estaban visitándolo en ese momento. Más tarde, se rescataron 30 cañones del Royal George, pero los restos del naufragio explotaron durante la década de 1840, con el consiguiente peligro para la navegación.