Guerra de Reforma

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     Conservadores

     Liberales

     Independientes

Fecha 1858-1861
Lugar México
Resultado Victoria liberal
Consecuencias Segunda Intervención Francesa en México
Beligerantes
Liberales Conservadores
Comandantes
Santos Degollado
Jesús González Ortega
Ignacio Zaragoza
Servando Canales
Miguel Miramón
Felix Zuloaga
Leonardo Márquez
Fuerzas en combate
70,000 50,000
Soldados de la guerra reformista

La Guerra de Reforma, también conocida como la Guerra de los 3 años, fue una guerra civil que aconteció en México del año de 1858 al 10 de enero de 1861.[1]​ La nación estaba dividida en dos grandes grupos: Liberales y Conservadores; ambos luchaban por sus ideales. Se le atribuye la transformación mexicana por la transición de la estructura política en la cual se buscó establecer el sistema capitalista democrático y terminar con el que había desde la Colonia y el Imperio. En este nuevo sistema, se formó un Estado nacional basado en el orden constitucional, en la necesidad del pueblo mexicano por una reestructuración al intentar terminar con los privilegios de las clases dominantes (igualdad ante la ley), la reactivación de la economía y la restauración del trabajo.[2]​ Por un tiempo, los liberales y conservadores tuvieron gobiernos paralelos, con la sede del gobierno conservador en la Ciudad de México y los liberales en Veracruz.[3]​ Con el transcurso de los años, la guerra se hizo más sangrienta y polarizó a la gente en la nación. La guerra terminó con la derrota definitiva de los conservadores en la Batalla de Calpulalpan, Estado de México[4]​ en 1861, y con Benito Juárez instalando su administración en la Ciudad de México. Una vez que el Congreso Constituyente había cumplido con su tarea de elaborar una nueva constitución, se hizo la convocatoria para realizar elecciones tanto de los poderes federales como los de los estados. Se reunió así el primer Congreso, que trabajaría ya bajo los principios de la Carta Magna de 1857. El país había sido endeudado por ambos bandos, esta situación llevo a la suspensión del pago de la deuda extranjera, lo que sumado a los intentos del partido derrotado de conseguir apoyo en Europa y los intereses de distintas potencias europeas llevo a la creación de la Convención de Londres, lo que a su vez desemboco en la Segunda intervención francesa.

Pintura al óleo de Benito Juárez

Tanto los conservadores como los liberales estaban de acuerdo en que, para superar la crisis política, se debía promover el cambio.[5]​ La Revolución de Ayutla, comandada por Juan Álvarez en el año de 1854 fue la revuelta a consecuencia del nacimiento de las nuevas formas de pensamiento con el objetivo de establecer un gobierno liberal y del hartazgo de la sociedad mexicana ante el régimen de Antonio López de Santa Anna.[6]

Una de las leyes que entraron en vigor en 1856, La Ley Lerdo es el sobrenombre con el que se le conoce a la Ley de Desamortización de las Fincas Rústicas y Urbanas de las Corporaciones Civiles y Religiosas de México, también conocida como Ley Modesto Flores, fue expedida el 25 de junio de 1856 por el presidente sustituto Ignacio Comonfort.​ Esta ley causó un enorme descontento entre la mayor parte de los mexicanos, pues atacaba a la religión católica apostólica y romana, que era la creencia de la mayoría del país. El Plan de Tacubaya dirigido por Félix Zuloaga en el que se estipulaba que cesaba de regir la Constitución y que Ignacio Comonfort seguiría al frente del poder Ejecutivo, limitado por los conservadores para que derogara las reformas liberales, a lo cual se negó; convocaba a un congreso extraordinario que redactaría una nueva constitución de acuerdo con la voluntad nacional, cesando entre tanto a todas aquellas autoridades que no secundasen este plan. Parte de su equipo de colaboradores renunció a sus puestos, mientras que Benito Juárez, presidente de la Suprema Corte, Isidro Olvera, presidente del Congreso y algunos diputados fueron conducidos a prisión.[7]​ Comonfort trató de buscar una reconciliación con el partido liberal; encarceló a Juárez y llevó a cabo enfrentamientos armados contra los conservadores, en los cuales saldría mal librado. Ante lo inútil de su resistencia decidió no continuar en la lucha y abandonó el país dejándolo inmerso en una guerra civil.

Guerra Civil

En consecuencia, se dan dos gobiernos paralelos. El liberal encabezado por Benito Juárez que en su calidad de presidente de la Suprema Corte debía ocupar el Ejecutivo en caso de que el presidente se ausentara, secundado por Melchor Ocampo, Santos Degollado, Guillermo Prieto, Manuel Doblado y José María Arteaga; y el otro presidido por Félix Zuloaga, a quien una junta de representantes había electo presidente, secundado por Miguel Miramón y Tomás Mejía.[8]​ El primero defendería el orden constitucional, mientras el segundo se encaminaría a su destrucción. Juárez estableció su gobierno, en un primer momento, en Guanajuato, mientras Zuloaga en la capital gobernaba con las llamadas Cinco Leyes, que de hecho derogaban algunas de las reformas liberales como la Ley Lerdo, la Ley Iglesias y la Ley Juárez entre otras. Las diversas entidades del país tomarían una posición y defenderían a uno de estos dos gobiernos. El ejército y el gobierno liberal irían sufriendo severas derrotas a manos de los conservadores, en Puerto de Carretas, Atenquique, Ahualulco y Barranca de Beltrán, bajo el mando, en la primera batalla, de Luis G. Osollo y del general Miguel Miramón tras la muerte de aquel, derrotas que llevaron a Juárez a convertir su mandato en itinerante. Con todo y las penalidades a que se vio sujeto, este continuó dictando una serie de disposiciones legislativas que simbolizaron una postura aún más radical que la manejada en el congreso constituyente de 1857. La legislación dictada en Veracruz modificó sustancialmente diversos aspectos centrales de la vida nacional.

Leyes de Reforma (1859)

Las leyes decretadas por Juárez en México en 1859 y 1860, mientras se encontraba situado dicho puerto, conocidas como Leyes de Reforma son consideradas por algunos autores como el punto de quiebre de esta guerra. Establecieron al fin la separación de la Iglesia y el Estado. El 12 de julio de 1859 se promulgó la Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos; el 23, la Ley del Matrimonio Civil; el 28 la Ley Orgánica del Registro Civil y la Ley sobre el Estado Civil de las Personas; el 31, el decreto que declaraba que cesaba toda intervención del clero en cementerios y camposantos. El 11 de agosto se reglamentaron los días festivos y se prohibió la asistencia oficial a las funciones de la Iglesia. Un año más tarde, el 4 de diciembre de 1860, se expidió la Ley sobre libertad de cultos.[9]​ Este conjunto de leyes fueron el inicio de una nueva era en la política, la economía y la cultura. Pero mientras esos ordenamientos se convertían en realidad, la guerra civil había agotado y empobrecido al país.

Intervención extranjera

Ambos grupos, liberales y conservadores, entraron en negociaciones con distintos países, entre ellos, Estados Unidos, Gran Bretaña y España.[10]​ El gobierno conservador redactó el Tratado Mon-Almonte en 1859 junto con el representante de la corona de España en México, en el cual, se reconocía las deudas mexicanas a causa de daños de súbditos españoles antes y durante la guerra, esto como parte del proyecto monarquista que había sobrevivido en la facción conservadora desde el destronamiento de Iturbide (de hecho dicho proyecto nunca incluyó a Agustín I) pues se esperaba todavía que un monarca europeo gobernara como soberano mexicano. Aunque oficialmente este tratado tampoco entró nunca en vigor, materialmente Miramón había conseguido el apoyo de naves de guerra españolas para atacar la ciudad de Veracruz donde se encontraba Juárez. Dichas naves siendo de procedencia española evitaron usar su correspondiente bandera en sus maniobras para no desencadenar algún problema diplomático mayor, por eso el gobierno juarista clamó la movilización de la marina estadounidense invocando un antiguo tratado de mutua cooperación para combatir la piratería. Los barcos que apoyaban a la reacción al no usar banderas fueron repelidos por la marina norteamericana dándole al gobierno liberal la oportunidad de resistir el sitio de Miramón. El mismo año, los liberales negociaron el Tratado MacLane-Ocampo, encabezado por Melchor Ocampo por el cual se cedían a algunas de las exigencias estadounidenses a cambio de una alianza militar defensiva y ofensiva entre las dos naciones. Sin embargo, este tratado tampoco entró en vigor.

Consumación

Después de tres años de guerra civil, las fuerzas liberales encabezadas por el general Jesús González Ortega, enfrentaron la última batalla contra las fuerzas conservadoras dirigidas por Miramón el 22 de diciembre de 1860. Los liberales vencieron a los debilitados conservadores definitivamente en la Batalla de Calpulalpan en el Estado de México el 22 de diciembre de 1860, y finalmente el 1 de enero de 1861, Juárez hizo su entrada triunfal a la capital.[11]

Poco tiempo antes de que esto sucediera, pero convencido ya de la victoria de las fuerzas liberales sobre las conservadoras, Juárez expidió el 6 de noviembre de 1860, una convocatoria para las elecciones de diputados al Congreso de la Unión y para Presidente constitucional de la República en un plazo de dos meses.[12]​ El presidente había venido gobernando con facultades extraordinarias, por lo cual le era apremiante restablecer la legalidad del gobierno a través del Congreso.

Tras una votación muy cerrada, el gobierno juarista apenas pudo triunfar con unos votos de diferencia. El Congreso declaró presidente constitucional a Benito Juárez y a González Ortega presidente de la Suprema Corte de Justicia, cargo que llevaba implícito ser el sustituto legal del presidente. Las sesiones en la cámara transcurrieron en medio de una gran tensión política, la cual obligó al presidente a suspender algunas de las garantías individuales consignadas en la Constitución. Una vez que se restableció el orden constitucional a nivel nacional, se buscó la manera de sostener las leyes dictadas en Veracruz y se expidieron algunas nuevas, como el decreto por el que quedan secularizados los hospitales y los establecimientos de beneficencia, emitido en diciembre de 1861.

Estos nuevos ataques a los intereses conservadores provocaron levantamientos por parte del ejército reaccionario. A pesar de haber sido derrotado por los liberales, Zuloaga hizo un nuevo pronunciamiento declarándose presidente de la República. La inquietud política se volvió a desatar y produjo fuertes enfrentamientos partidistas, incluso contra el presidente Juárez, que se esforzaba por mantenerse dentro del orden constitucional.

Sin embargo, las ejecuciones de Melchor Ocampo y de Santos Degollado, en 1861 llevados a cabo por las fuerzas conservadoras, contribuyeron a que la situación política, económica y social se tornara crítica. El gobierno juarista decidió suspender pagos, buscar la forma de allegarse recursos por cualquier medio y mantener la suspensión de garantías. Estas medidas resultan insuficientes para resolver los problemas financieros existentes y lograr la pacificación del país.

Véase también

Referencias

  1. «La Guerra de Reforma, Historia de México». Explorando México. Consultado el 20 de noviembre de 2016. 
  2. Secretaría de la Defensa Nacional (ed.). «La Guerra de Reforma». Consultado el 20 de noviembre de 2016. 
  3. Portal Académico CCH (ed.). «La Guerra de Reforma». Consultado el 20 de noviembre de 2016. 
  4. Instituto Nacional de Estudios históricos de las Revoluciones de México (ed.). «Batalla de Calpulalpan». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2016. Consultado el 21 de noviembre de 2016. 
  5. Portal Académico CCH (ed.). «La revolución de Ayutla». Consultado el 21 de noviembre de 2016. 
  6. González Lezama, Raúl (19 de noviembre de 2014). Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, ed. «La Revolución de Ayutla». Consultado el 22 de noviembre de 2016. 
  7. Carmona, Doralicia. Memoria Política de México, ed. «Es proclamado el Plan de Tacubaya, con el que los conservadores pretenden derogar la Constitución de 1857». Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 23 de noviembre de 2016. 
  8. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (ed.). «Guerra de Tres Años y Leyes de Reforma» (pdf). Consultado el 24 de noviembre de 2016. 
  9. «Leyes de Reforma». Archivado desde el original el 19 de noviembre de 2016. Consultado el 25 de noviembre, 2016 editor=Museo de las Constituciones. 
  10. Romero Pérez, Juan Francisco. Archivo General Municipal e Histórico de Tepatitlán, ed. «La Guerra de los Tres Años» (pdf). Consultado el 25 de noviembre de 2016. 
  11. Cámara de Diputados, H. Congreso de la Unión (ed.). «Guerra de Tres Años, Intervención y República Restaurada» (pdf). Consultado el 26 de noviembre de 2016. 
  12. Dublán y Lozano. Memoria Política de México, ed. «1860 Circular del Ministerio de Justicia. Convocatoria para elecciones de diputados y presidente de la República» (html). Consultado el 26 de noviembre de 2016. 

Bibliografía

  • Revueltas, V., Silvestre (2008). Antología de textos. La Reforma y el Segundo Imperio (1853-1867). Instituto de Investigaciones Históricas. ISBN 978-970-32-4910-7. 
  • Batres, C., Oscar (1960). Leyes de Reforma y Etapas de la Reforma en México. 
  • Lira, Andrés y Staples, Anne (2010). "Del desastre a la reconstrucción republicana 1848-1876" en El Colegio de México. Nueva Historia general de México, pp. 444-464.