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Expedición Amundsen

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Roald Amundsen, Helmer Hanssen, Sverre Hassel y Oscar Wisting (derecha a izquierda) en «Polheim», la tienda erigida en el Polo Sur el 16 de diciembre de 1911. La bandera en lo alto es la de Noruega; mientras que la de abajo lleva el nombre de «Fram». Fotografía de Olav Bjaaland.

La primera expedición en llegar al Polo Sur fue liderada por el explorador noruego Roald Amundsen. Él, junto a cuatro de sus miembros que integraron la expedición, llegaron al Polo el 14 de diciembre de 1911,[nota 1]​ con cinco semanas de antelación con respecto al grupo liderado por el inglés Robert Falcon Scott, de la Expedición Terra Nova. Amundsen y su equipo regresaron sanos y salvos a su base, siendo informados, más tarde, de que Scott, junto a cuatro compañeros más, habían muerto en el viaje de regreso.

En un principio, la idea de Amundsen era llegar al Ártico y conquistar el Polo Norte, para ello utilizó un navío preparado con al de navegar entre el hielo. Obtuvo la licencia para tripular y comandar el Fram, el navío de exploración polar de Fridtjof Nansen, y consiguió recoger una gran cantidad de dinero para financiar su proyecto. Sin embargo, en 1909, sus rivales norteamericanos, Frederick Cook y Robert Peary, anunciaron, cada uno de ellos, que habían llegado al Polo Norte, dejando, por los suelos, el emprendimiento de Amundsen. Este decidió, en tanto, alterar sus planes e iniciar la preparación para una expedición al Polo Sur; sin tener la certeza de si el público y sus apoyantes se mantendrían a su lado, mantuvo en secreto su nuevo objetivo. Cuando partió, en junio de 1910, la mayor parte de su tripulación acreditaba que era el inicio de un viaje hacia el Ártico.

Amundsen estableció su base, «Framheim», en la Bahía de las Ballenas en la barrera de hielo de Ross. Tras meses de preparación, el establecimiento de los depósitos junto a una salida nula casi terminaron en desastre, él y su grupo partieron al Polo en octubre de 1911. Durante el transcurso, descubrieron el Glaciar Axel Heiberg, que los ayudó en su ruta hasta la Meseta Antártica y, finalmente, hacia el propio Polo Sur. La experiencia en el uso de esquís y trineos tirados por perros, hizo que su viaje fuese relativamente rápido y sin problemas mayores. Otros objetivos de esta expedición incluyeron la primera exploración de la Tierra del Rey Eduardo VII y una vasta exploración oceanográfica.

A pesar de que la expedición fue exitosa y fuertemente aplaudida, el trágico destino de Scott opacó su conquista. Por otro lado, el hecho de que Amundsen hubiese decidido mantener en secreto la alteración de sus planes, fue bastante criticado. Los historiadores modernos reconocen la elevada capacidad y coraje de Amundsen y su grupo; la estación de investigación científica en el Polo Sur recibió su nombre junto al de Scott.

Contexto

Amundsen nació cerca de Christiania (actualmente Oslo), Noruega, en 1872, siendo hijo de un propietario de barcos.[3]​ En 1893, abandonó los estudios médicos en la Christiania University y se enroló como marinero del boque foquero Magdalena en un viaje al Ártico. Tras participar en una serie de viajes similares fue promocionado a segundo oficial. Cuando no estaba en el mar, Amundsen desarrolló sus habilidades como esquiador en el ambiente duro de Hardangervidda (Noruega).[4]​ En 1896, inspirado por las proezas polares de su conciudadano Fridtjof Nansen, Amundsen se unió a la Expedición Belga del Antártico como oficial, a bordo del Bélgica, bajo las órdenes de Adrien de Gerlache.[5]​ A principios de 1898 el barco se quedó atrapado por la banquisa en el mar de Bellingshausen donde se quedó durante casi un año. La expedición se convirtió así, involuntariamente, en la primera en pasar un invierno completo en aguas del Antártico, un periodo marcado por la depresión, la inanición, la locura y el escorbuto entre los miembros de la tripulación.[6]​ Amundsen permaneció desapasionado, registrando todo y utilizando la experiencia como educación en todos los aspectos de técnicas de exploración polares, especialmente asistencia, vestimenta y dietas.[7]

El viaje del Bélgica[8]​ marcó el comienzo de lo que posteriormente se conocería como la Edad heroica de la exploración de la Antártida y fue sucedida por una serie de expediciones patrocinadas por el Reino Unido, Suecia, Alemania y Francia. Sin embargo, en su regreso a Noruega en 1899, Amundsen desvió la atención hacia el norte. Seguro de sus habilidades para encabezar una expedición, planeó una travesía a través del paso del noroeste, la vía marítima desconocida en aquel tiempo entre el Atlántico y el Pacífico a través del laberinto de islas del norte de Canadá. Habiendo alcanzado el grado de capitán, Amundsen compró un pequeño sloop, el Gjøa, que servía a las necesidades del viaje por el océano Ártico. Habiéndose asegurado el patrocinio de Oscar II de Suecia, el apoyo de Nansen y ayuda financiera, Amundsen comenzó la expedición en junio de 1903 con una tripulación de seis hombres.[8]​ El viaje duró hasta 1906 y consiguió su propósito de conquistar el paso del noroeste.[9]​ A la edad de 34 años, Amundsen se convirtió en un héroe nacional.[8]

Las expediciones polares tanto en el Polo Norte como en el Polo Sur eran muy activas durante este periodo. En noviembre de 1906 el americano Robert Peary volvió de su última travesía infructuosa al Polo Norte, afirmando que había llegado al «paralelo 87», una marca discutida por historiadores posteriores,[10]​ e inmediatamente comenzó la recogida de fondos para otro intento.[11]​ En julio de 1907, Frederick Cook, un anterior compañero de Amundsen en el Bélgica, zarpó hacia el norte en el que, aparentemente, era un viaje de cacería pero que se rumoreaba que realmente era un intento de expedición al Polo Norte.[12]​ Un mes más tarde la Expedición Nimrod, liderada por Ernest Shackleton zarpó hacia la Antártida, mientras Robert Falcon Scott preparaba otra expedición (Terra Nova) en caso de que Shackleton fracasara.[13]​ Amundsen no veía ninguna razón para ceder prioridad a los británicos en el Polo Sur, y afirmó públicamente sobre las perspectivas de dirigir una expedición Antártica, aunque su objetivo preferido seguía siendo el Polo Norte.[14]

Preparación

Nansen y el Fram

En 1893, Nansen había conducido su barco, el Fram, a través de la banquisa ártica de la costa del norte de Siberia poniendo rumbo hacia Groenlandia, esperando que por esta ruta podríase llegar al Polo Norte, aunque su acometido resultó infructuoso.[15]​ El intento de Nansen y Hjalmar Johansen de llegar a pie fue igualmente fallido.[16]​ Sin embargo, la estrategia de Nansen se convertiría en la base de los planes árticos de Amundsen. Este creía que si entraba en el océano Ártico a través del estrecho de Bering, al este del punto de partida de Nansen, el barco conseguiría un rumbo más septentrional y pasaría cerca o a través del polo.[17]

Amundsen consultó a Nansen, quien insistió que el Fram era el único barco capaz de asumir tal compromiso. El Fram había sido diseñado y construido entre 1891 y 1893 por Colin Archer, el constructor e ingeniero naval más prestigioso de Noruega, de acuerdo con las especificaciones exactas de Nansen para resistir una prolongada exposición a las más duras condiciones del Ártico.[18]​ El rasgo más distintivo del barco era su buque redondeado que, según Nansen, permitía al barco «resbalar como una anguila escapándose de los abrazos del hielo».[19]​ Además el buque se encontraba forrado de Chlorocardium sudamericano, la madera más dura disponible, y vigas elásticas de punta a punta.[19]​ La anchura del buque era de 10,9 metros por 39 de ancho, lo cual le daba una apariencia marcadamente rechoncha. Esta forma mejoraba su fuerza en el hielo pero afectaba su actuación en el mar abierto, donde se movía con dificultad y se inclinaba de forma incómoda.[20]​ Sin embargo, su aspecto, velocidad, y las cualidades de navegación eran secundarios en relación con el hecho de proporcionar un refugio seguro y caliente para la tripulación durante un viaje que podría prolongarse durante varios años.[21]

El Fram había emergido virtualmente ileso de la expedición de Nansen después de casi tres años en el hielo polar. En su regreso se había reparado,[20]​ para una expedición de cuatro años bajo el mando de Otto Sverdrup, destinada a describir y explorar unos 260.000 km2 de territorio inhabitado en las islas del Norte de Canadá.[22]​ Tras el fin del viaje de Sverdrup, en 1902, el Fram llegó a Christiania.[17]​ Aunque el barco era técnicamente propiedad del estado, estaba tácitamente admitido que Nansen tuviera la primera opción de reclamarlo. Tras su regreso del Ártico en 1896 había aspirado a utilizar el Fram en una expedición antártica, pero por 1907, tales esperanzas se habían desvanecido.[17]​ En septiembre de ese año, Amundsen fue llamado a casa de Nansen donde se le comunicó que podía disponer del barco.[23]

Pasos iniciales

Amundsen hizo públicos sus planes el 10 de noviembre de 1908, en una reunión de la Sociedad Geográfica Noruega. Llevaría el Fram a rodear el Cabo de Hornos, ubicado en el océano Pacífico, y, tras pasar por San Francisco, el barco seguiría hacia el norte, a través del estrecho de Bering hasta la Punta Barrow. Desde aquí pondría rumbo directamente a través del hielo para comenzar un viaje que duraría unos cuatro o cinco años. La parte científica del viaje sería tan importante como la exploración geográfica. Las continuas observaciones que se llevarían a cabo deberían servir para tratar un cierto número de problemas sin resolver. El plan fue recibido con entusiasmo, y al día siguiente el Rey Haakon abrió una lista de patrocinadores con un regalo de 20.000 coronas noruegas. El 6 de febrero de 1909, el Parlamento Noruego aprobaba una subvención de 75.000 coronas para reparar el barco. El recaudamiento de fondos y la dirección comercial de la expedición se ponía en manos del hermano de Amundsen, Leon, de modo que el explorador se pudiera concentrar en los aspectos más prácticos de la organización.

En marzo de 1909 se anunció que Shackleton había llegado a una nueva máxima latitud sur 88°23' (unos 160 km del polo), como Amundsen mismo admitió, ya sólo quedaban unos pocos pasos para conquistar la meta. El logro de Shackleton fue tan elogiado que se le denominó como el equivalente del sur a Nansen en el norte. Siguiendo la misma línea, Robert Falcon Scott inmediatamente confirmaba su intención de encabezar una expedición (que se convertiría en la Expedición Terra Nova) que completaría los «pocos pasos» pendientes y reclamaría el premio para el Imperio Británico.

Personal

Amundsen escogió a tres lugartenientes navales como oficiales de su expedición: Thorvald Nilsen, un explorador que sería el segundo de a bordo; Hjalmar Fredrik Gjertsen y Kristian Prestrud.[24]​ Gjertsen, a pesar de carecer de estudios en medicina, sería doctor de expedición, y se le envió a un «curso relámpago» en cirugía y odontología.[25]​ Un artillero naval, Oscar Wisting, fue aceptado por recomendación de Prestrud porque podría dejar en sus manos la mayoría de las tareas. Aunque tenía poca experiencia previa en trineos de perros, Amundsen escribió que Wisting desarrollaba «una manera de ser propio» con ellos y se convirtió en un veterinario aficionado muy útil.[26][27]

La primera elección para la expedición era Olav Bjaaland, un campeón de esquí que era también carpintero especializado y fabricante de esquís.[28]​ Bjaaland era de Morgedal, ubicada en la provincia de Telemark en Noruega, una región célebre por el coraje de sus esquiadores y pionera en las técnicas modernas de Sondre Norheim.[29]​ Amundsen compartía la opinión de Nansen que los esquís y los perros de trineos proporcionaban, por mucho, el método más eficiente de transporte ártico, y estaba decidido a reclutar a los conductores de perros más hábiles. Helmer Hanssen, que había demostrado su valor en la expedición del Gjøa, aceptó viajar con Amundsen otra vez.[30]​ Le acompañó Sverre Hassel, un experto en perros y veterano de la expedición Sverdrup a bordo del Fram (1898-1902) que inicialmente pretendía sólo viajar con Amundsen hasta San Francisco.[31]​ Consciente del valor de un cocinero competente, Amundsen se aseguró los servicios de Adolf Lindström, otro veterano de Sverdrup que había sido cocinero a bordo del Gjøa.[24]

De sus experiencias a bordo del Bélgica y el Gjøa, Amundsen había aprendido la importancia de contar con compañeros estables y compatibles,[26]​ y con todo este personal experimentado sentía que había completado el corazón de la expedición. Continuó reclutando hombres durante todo 1909; contratando hasta 19. Todos estos, excepto uno, Hjalmar Johansen, eran elecciones personales de Amundsen, que se contrataba a instancias de Nansen. Desde su viaje con Nansen, Johansen había sido incapaz de establecerse en la vida normal y a pesar de los esfuerzos de Nansen y otros para ayudarle, su vida se convirtió en una espiral de alcoholismo y deuda.[32]​ Nansen deseaba dar una oportunidad final a su camarada para demostrar que era todavía un trabajador capaz en su campo. Sintiendo que no podría rechazar los deseos de Nansen, Amundsen aceptó la colaboración de Johansen.[26]

Entre los otros miembros de la tripulación del Fram se encontraba Alexander Kucha, un estudiante de oceanografía y discípulo del profesor Bjorn Helland-Hansen que, navegando con el Fram, se convertiría en el primer ruso en pisar la tierra de Antártida (Faddey Bellingshausen y Mikhail Lazarev descubrieron el continente en 1820, pero nunca lo pisaron). Mientras que la expedición de Amundsen se iba al polo Sur, Kucha permaneció en el barco, completando un estudio oceanográfico del océano Antártico. Tenía que volver a Noruega con otro barco desde Buenos Aires, transmitiendo los materiales oceanográficos obtenidos por la expedición a Helland-Hansen, pero poco después moriría en un intento desafortunado de cruzar a través del paso del noreste que emprendió junto con Vladimir Rusanov.[33]

Cambio de rumbo

En septiembre de 1909 la prensa hizo eco del hecho de que Cook y Peary habían llegado por separado al Polo Norte, Cook en abril de 1908 y Peary un año más tarde. Preguntado sobre el caso, Amundsen evitó dar su aprobación a cualquiera de los dos, pero afirmó que «probablemente algo quedaría por hacer». Aunque evitaba la controversia sobre las reclamaciones respectivas de Cook y Peary, Amundsen vio inmediatamente que sus propios planes se verían seriamente afectados. Sin el atractivo de la captura del polo, lucharía por mantener el interés público y la financiación necesarias. «Si la expedición se salva [...] no queda nada para mí aparte de intentar resolver el gran problema, el Polo Sur». Así Amundsen decidía irse hacia el sur; la expedición ártica podría esperar «un año o dos» hasta que el Polo Sur se hubiera conquistado.

Amundsen no hizo público su cambio de planes. Como señala el biógrafo de Scott, David Crane, la financiación pública y privada de la expedición se reservaba para el trabajo científico en el Ártico y no había ninguna garantía de que los partidarios entendieran o aceptaran el cambio de planes. Además el cambio de objetivo podría hacer que Nansen revocara el uso del Fram, o que se propusiera detener la expedición por temor a entorpecer a Scott y ofender a los británicos. Amundsen ocultó sus intenciones a todos, excepto a su hermano Leon y su segundo de abordo, Nilsen. Este secreto llevó ciertas dificultades, ya que Scott había enviado a Amundsen instrumentos para permitir que las dos expediciones, en ambos extremos del planeta, hicieran pruebas científicas comparadas. Cuando Scott, llegó a Noruega para probar sus trineos de perros, llamó a Amundsen para hablar de cooperación entre las dos expediciones, pero este evadió la conversación.

El calendario de la expedición, revisado en privado, exigía que el Fram zarpara de Noruega en agosto de 1910 y navegara hasta Madeira, en su única escala. Desde allí el barco seguiría directamente hacia el mar de Ross en Antártida, dirigiéndose a la bahía Ballenas, una entrada en la barrera de hielo de Ross (entonces conocida como la «Gran barrera de Hielo») donde Amundsen pretendía establecer el campo base. La bahía Ballenas era el punto más meridional en el mar Ross al que podría penetrar un barco, más cercano al polo que la base de Scott en el estrecho de McMurdo. A pesar de que entre 1907 y 1909 Shackleton había considerado que el hielo de la bahía Ballenas era inestable, después de haber estudiado los registros de Shackleton, Amundsen decidió que la barrera se asentaba en un banco de arena o rocas y que era idónea para una base segura y estable. Tras el desembarco, el Fram se dedicó a realizar trabajos de investigación oceanográfica en el Atlántico antes de poner rumbo al polo a principios de 1911.

Llegada y primer mes

El 14 de enero de 1911 instaló su campamento base, llamado Framheim (literalmente «Hogar del Fram»), en la bahía de las ballenas, en la barrera de hielo de Ross. La bahía de las ballenas ya había sido rechazada por Shackleton como base potencial. Visitando el lugar en 1907, observó que la bahía interior era utilizada por los cetáceos como lugar para dar a luz. Más tarde rechazó la bahía por considerarla demasiado inestable para instalar el campamento. Amundsen, después de haber leído los textos de Shackleton sobre la expedición de éste, observó que el emplazamiento y la forma de la bahía habían cambiado poco desde que fue descubierta por James Clark Ross setenta años antes, en 1841. Sostuvo que la geografía del lugar era lo suficientemente estable para su expedición y pensó que la banquisa de la región estaba situada sobre las pequeñas islas. Amundsen comentó que si Shackleton hubiese llegado unos días más tarde habría podido escoger la bahía de las ballenas como base. La banquisa donde está situado Framheim se desprendió en el año 2000 y va a la deriva en el mar.[34]

La elección de la bahía de las ballenas dio a Amundsen una ventaja inmediata sobre Scott, que escogió el estrecho de McMurdo. La bahía de las ballenas se encuentra 96 km más cerca del Polo Sur que el cabo Evans, lugar donde se encontraba la base de la expedición de Scott (los campamentos de Amundsen y Scott distaban 700 km). Scott se dirigió hacia el Polo Sur atravesando el glaciar Beardmore para llegar a la meseta Antártica; esta fue la ruta que utilizó Shackleton en 1908.[35]​ Amundsen, sin embargo, tomó una ruta muy diferente a la de las expediciones precedentes.

Él y su equipo crearon depósitos de víveres a los 80º, 81º, y 82ºS, en línea recta hacia el Polo. Este proyecto comenzó el 10 de febrero. Los depósitos servirían para almacenar víveres, necesarios para el viaje al Polo, que había sido planificado para la primavera austral siguiente. Estos viajes para crear los depósitos dieron a Amundsen una buena idea de las condiciones en la barrera de hielo de Ross, y además la ocasión de probar el material. La barrera de hielo de Ross se mostró como una excelente superficie para usar los esquíes y los trineos tirados por perros, el medio de transporte escogido por Amundsen. Los depósitos creados contenían aproximadamente 2.750 kg de víveres para el largo viaje al Polo.

Durante el invierno austral Amundsen y sus hombres se prepararon para el viaje al Polo de la primavera. Se ocuparon de mejorar el material, principalmente los trineos. Estos trineos era del mismo modelo y fabricante que los de Scott y pesaban 75 kg cada uno. Durante el invierno Olav Bjaaland redujo su peso a 22 kg. Las tiendas y las botas también se mejoraron.

Cuando el Terra Nova, el barco de Scott, penetró en la bahía de las ballenas el 4 de febrero de 1911 y visitó Framheim, los británicos quedaron impresionados por la calidad de la expedición noruega, la experiencia de los hombres y sobre todo por la cantidad de perros que tenía Amundsen (ciento dieciséis).

La falsa salida

Amundsen durante la expedición.

Amundsen realizó una salida falsa hacia el Polo el 8 de septiembre de 1911. La temperatura había subido, dando la impresión de que llegaba la primavera austral. Los hombres escogidos para el viaje fueron ocho: el propio Roald Amundsen, Olav Bjaaland, Helmer Hanssen, Sverre Hassel, Oscar Wisting, Jørgen Stubberud, Hjalmar Johansen y Kristian Prestrud. Poco después de su partida la temperatura cayó hasta los -51 °C. El 12 de septiembre decidieron ir hasta el depósito situado a 80 °C, y dejar allí la mayor parte de los víveres cogidos para el viaje y regresar a Framheim a esperar que hubiera mejores condiciones. Llegaron al depósito el 15 de septiembre y regresaron rápidamente a Framheim. Prestud y Hansen sufrieron congelación en los talones durante el viaje de regreso. El último día del viaje de regreso, estuvo según Amunsen, desorganizado. Johannsen llevó a Prestrud durante dos horas en una tormenta de nieve. Su experiencia, su buena salud y un poco de suerte salvó sus vidas. Una de vez de regreso en Framheim, Johansen (que tenía mucha experiencia en trineos debido a sus experiencias en el pasado en el Ártico junto a Nansen) sugirió públicamente que Amundsen no había reaccionado bien yéndose por su cuenta y abandonando a Prestrud y a él a su suerte, en medio de una tormenta y temperaturas de -60 °C. Amundsen respondió reorganizando el equipo para el viaje al Polo, reduciendo el número de hombres. Prestud, Johansen y Stubberud fueron enviados a explorar la península de Eduardo VII. Esto separó a Johansen del equipo que fue al Polo; fue humillado por Amundsen cuando colocó a Prestrud, poco experimentado, a la cabeza de esta expedición subsidiaria. A su regreso a Noruega le impidieron desembarcar con el resto del equipo, que fueron recibidos por los reyes noruegos.[35]​ Se suicidó en 1913.

El viaje al Polo

El nuevo equipo escogido para ir al Polo lo formaron Bjaaland, Hanssen, Hassel, Wisting y Amundsen. Salieron el 19 de octubre de 1911, llevándose cuatro trineos y cincuenta y dos perros. Etah, una hembra de samoyedo, fue colocada en cabeza.

La ruta se dirigía hacia el sur desde Framheim, cruzando la barrera de hielo de Ross. El 23 de octubre llegaron al depósito de víveres situado a los 80ºS, y el 3 de noviembre al de los 82ºS. El 15 de noviembre llegaron a la latitud 85ºS, donde reposaron un día al pie de los montes trans-antárticos. Iniciaron la ascensión a la meseta Antártica el día 17, tomando una ruta hasta entonces desconocida pasando por el glaciar Axel Heiberg. Sin embargo, la ascensión se reveló más fácil de lo que pensaban, sin ser simple. Tras cuatro días de ascensión, llegaron al borde de la meseta Antártica. Acamparon en un lugar que llamaron la "la carnicería", donde sacrificaron veinticuatro perros. Algunas de las carcasas fueron dadas a los perros restantes.;[36]​ los hombres comieron también, pero guardaron el resto para el viaje de vuelta, enterrando muchas carcasas en la nieve para conservarlas.[35]​ La decisión de matar a los perros le valió posteriormente a Amundsen una gran polémica, profundamente irritado por estas críticas.[37]

En la "carnicería" se encontraron tres días de tormentas de nieve, y tuvieron que permanecer recluidos en sus tiendas.[37]​ La larga marcha al Polo Sur sobre la meseta comenzó el 25 de noviembre, pero se encontraron con nueve días consecutivos de niebla,[37]​ y la impaciencia empezó a dominar al equipo. El mal tiempo ralentizó los progresos en la región llamada "la sala de baile del Diablo", con una superficie llena de grietas. Llegaron a los 87ºS el 4 de diciembre. El 7 de diciembre llegaron al punto más austral de la expedición de Shackleton, 88º23'S (a 180 km del Polo). En ese momento Hansen colocó una bandera noruega sobre su trineo.[37]​ Sobre los esquíes y con los perros, avanzaban a una velocidad media estimada de 5,5 km/h.[37]

La expedición a su llegada al Polo Sur.

Llegada

El día 14 de diciembre de 1911, a las tres de la tarde, alcanzaron el Polo Sur. Scott se encontraba entonces a una distancia de 572 km. Necesitó treinta y cinco días para recorrer la distancia. Amundsen montó un refugio en este punto, el Polheim ("casa del polo") y se encargó de dejar rastros en la zona para que su hazaña fuese incontestable. Luego renombró la meseta Antártica como meseta del rey Haakon VII.

Amundsen y sus hombres estuvieron de regreso en la bahía de las ballenas el 25 de enero de 1912 (antes de salir de Noruega Amundsen había previsto estar de regreso en Framheim ese mismo día,[38]​), después de una distancia de 2.824 km que recorrieron en 94 días (56 de ida y 38 de vuelta) con una media de 30 km diarios. Aún les quedaban 11 perros, y la buena organización del viaje permitió a los hombres hacer caso omiso de algunos depósitos de víveres.[38][35]

La expedición de Scott alcanzó el Polo el 17 de enero de 1912 y descubrieron una tienda y dos cartas que había dejado Amundsen, una para el rey Haakon VII y la otra para Scott. Muy debilitados físicamente y profundamente abatidos, iniciaron el viaje de vuelta, que acabaría trágicamente.

Amundsen en 1913.

La gran experiencia de Amundsen en exploraciones polares, su planificación detallada y el uso de buenos perros de trineo (casi todos perros de Groenlandia, o Grønlandshunden), marcaron la diferencia. En contraste con las desventuras de Scott, el viaje de Amundsen fue particularmente rápido y sin incidentes destacables. Amundsen, sin embargo, tendía a destacar las dificultades encontradas.

El éxito de su misión fue anunciado públicamente el 7 de marzo de 1912, cuando llegó a Hobart (Tasmania). El mismo año, el Club de los exploradores, con sede en Nueva York, aceptó a Amundsen como Miembro honorario. El viaje debió reportarle mucho dinero a Amundsen, pero la mayor parte del dinero lo donó a la familia de Scott, por su heroísmo.

Fuentes

Notas y referencias

Notas

  1. Algunas fuentes dan la fecha del 15 de diciembre. Como los hemisferios este y oeste se encuentran en el Polo Sur, ambas fechas pueden ser consideradas correctas, aunque Amundsen da el 14 de diciembre, ambos en su primer informe telegrafiado a la llegada a Hobbart, y en su informe completo.The South Pole.[1][2]

Referencias

  1. Huntford (The Last Place on Earth), 1985, p. 511.
  2. Amundsen ,, Vol. I.
  3. Langner,, pp. 25–26.
  4. Huntford (The Last Place on Earth), 1985, pp. 43–57.
  5. Langner,, p. 41.
  6. Crane,, pp. 74–75.
  7. Huntford (The Last Place on Earth), 1985, pp. 64–74.
  8. a b c Langner,, pp. 78–80.
  9. Maxtone-Graham,, pp. 230–36.
  10. Herbert,, pp. 191–201.
  11. Fleming,, pp. 348–49.
  12. Fleming,, p. 351.
  13. Barczewski,, pp. 60–62.
  14. Langner,, pp. 82–83.
  15. See Scott, J.M.,, pp. 140–94 for a summary account of Nansen's Fram expedition.
  16. Huntford (The Last Place on Earth), 1985, p. 194.
  17. a b c Huntford, 2001, pp. 547–49.
  18. Huntford, 2001, pp. 183–86.
  19. a b Nansen ,, Vol. I.
  20. a b The Fram Museum,.
  21. Fleming,, p. 240.
  22. Fairley,, pp. 260–61.
  23. Scott, J.M.,, pp. 244–45.
  24. a b Huntford (The Last Place on Earth), 1985, pp. 205–07.
  25. Amundsen ,, Vol. I.
  26. a b c Huntford (The Last Place on Earth), 1985, pp. 247–51.
  27. Amundsen ,, Vol. I.
  28. Amundsen ,, Vol. I.
  29. Weinstock, J. "Sondre Norheim: Folk Hero to Immigrant",.
  30. Huntford (The Last Place on Earth), 1985, pp. 90 and 248.
  31. Huntford (The Last Place on Earth), 1985, pp. 276–77.
  32. Huntford, 2001, pp. 518–19, 542.
  33. Barr, 1985.
  34. (en inglés) Ranulph Fiennes; Captain Scott; 2003
  35. a b c d Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas novaresio
  36. (en inglés) Roald Amundsen; The South Pole; volumen II; capítulo XI
  37. a b c d e Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas historia
  38. a b Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas victor

Bibliografía

Libros
  • Amundsen, Roald; Nilsen, Thorvald; Prestrud, Kristian; Chater, A.G. (tr.), (1976) [1912]. The South Pole: An Account of the Norwegian expedition in the Fram, 1910–12 (Volumes I and II). London: C. Hurst & Company. ISBN 0-903983-47-8.  First published in 1912 by John Murray, London.
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