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Cuando Rousseau tenía 10 años ([[1722]]), su padre se exilió debido a una acusación infundada y él quedó al cuidado de su tío Samuel. Fue con esta familia con quién disfrutó de una educación, calificando esta época como la más feliz de su vida. Junto a su primo, Rousseau fue enviado como pupilo la casa que el calvinista Lambercier durante dos años ([[1722]]-[[1724]]). A su vuelta en [[1725]] trabajó cómo aprendiz de relojero y, posteriormente, con un maestro grabador.
Cuando Rousseau tenía 10 años ([[1722]]), su padre se exilió debido a una acusación infundada y él quedó al cuidado de su tío Samuel. Fue con esta familia con quién disfrutó de una educación, calificando esta época como la más feliz de su vida. Junto a su primo, Rousseau fue enviado como pupilo la casa que el calvinista Lambercier durante dos años ([[1722]]-[[1724]]). A su vuelta en [[1725]] trabajó cómo aprendiz de relojero y, posteriormente, con un maestro grabador.

Revisión del 06:12 16 mar 2010

Plantilla:Ficha de filósofo

Jean-Jacques Rousseau (28 de junio de 1712, *Ginebra, Suiza - 2 de julio de 1778, Ermenonville, Francia) fue un escritor, filosofo y músico definido como un ilustrado, siendo parte de sus teorías una reforma a la Ilustración y prefigurando al posterior Romanticismo.

Las ideas políticas de Rousseau influyeron en gran medida en la Revolución francesa, el desarrollo de las teorías republicanas y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos más célebres frases, una contenida en El contrato social: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado»; la otra, contenida en su Emilio o de la Educación: «El hombre es bueno por naturaleza», de ahí su idea de la posibilidad de una educación.

Biografía

Debido a motivos religiosos, la familia Rousseau se exilió a Ginebra cuando era independiente. Allí, Suzanne Bernard (1673, Ginebra - ibídem, 1712) e Isaac Rousseau (1672, Ginebra - 1747, Nyon) tuvieron a su hijo Jean-Jacques. Nueve días después de dar a luz, Suzanne, hija del calvinista Jacques Bernard, falleció. El pequeño Rousseau consideró a sus tíos paternos cómo sus segundos padres, debido a que desde muy pequeño pasó mucho tiempo con ellos.

Cuando Rousseau tenía 10 años (1722), su padre se exilió debido a una acusación infundada y él quedó al cuidado de su tío Samuel. Fue con esta familia con quién disfrutó de una educación, calificando esta época como la más feliz de su vida. Junto a su primo, Rousseau fue enviado como pupilo la casa que el calvinista Lambercier durante dos años (1722-1724). A su vuelta en 1725 trabajó cómo aprendiz de relojero y, posteriormente, con un maestro grabador.

Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes.
El contrato social

Con un carácter inestable y difícil, Rousseau sufría una manía persecutória. Es por eso que a los 16 años (1728) abandona su ciudad natal, justificando este hecho en sus posteriores memorias con supuestas injusticias y dificultades de las que era objeto.

Tras un tiempo peregrinando, llegó y se estableció en Annecy, siendo tutlado por Madame de Warens, una dama ilustrada que le ayudó en educación y en su afición por la música. A ojos de Rousseua, la Madame sería una madre y una amante. Residió seis semanas en Montpellier por una enfermedad grave y a su regreso fue preceptor en Lyon y tuvo contacto con Fontenelle, Diderot o Marivaux. Forjando un caracter de "paseante solitario" mientras recorría kilómetros y kilómetros por los Alpes, Rousseau ejerció de periodista.

En 1745, con 33 años, vuelve a París, donde inicia un affair con Thérèse Levasseur y contacta con Voltaire, D'Alembert, Rameau o, de nuevo, con Diderot. Es en esta época cuando escribe sus escritos que le han hecho popular. Cuando la Academia Francesa, en 1750, propuso el siguiente dilema, ¿Contribuyen las artes y las ciencias a corromper al individuo?, Rousseau ganó respondiendo que sí, siendo para él las artes y las ciencias una decadencia cultural.

A partir de aquí, la fama llama a su puerta. Empieza a asistir a salones parisinos y abandona a su mujer. Ataca a Rameau y la música francesa en la Querelle des Buffons con el apoyo de los enciclopedistas y su por aquel entonces íntimo amigo Frédéric-Melchior Grimm.

Su carácter y sus opiniones, por otro lado, lo distancian de la mayoría de sus conocidos. A raíz de la aventura amorosa de Grimm con Madame d'Épinay, antigua amante suya que le había construido la casita campestre del Hermitage, Rousseau se siente traicionado y atacado, y rompe con todo el mundo.

Retrato de Jean-Jacques Rousseau, por Allan Ramsay, en el año 1766, Galería Nacional de Escocia.

La publicación del Emilio, o De la educación y de El contrato social lo hacen tremendamente impopular, hasta el punto de que le destierran de Francia; marcha a Suiza, donde es acogido como protegido de Lord Keith, pero su casa en Môtiers es apedreada por una turba furiosa en 1765.

Su amigo Hume lo acogió junto a Thérèse en Inglaterra, viviendo retirados en el campo durante dos años (1765-1767) debido a la opinión que la mayoría de ingleses tenían de él: un loco, malo y peligroso hombre que vive en pecado con Thérèse.

En 1767, con 55 años, volvió a Francia con un nombre falso. Allí se casó con su amada Thérèse un año más tarde. En 1770 se le permitió regresar oficialmente con la condición de que no publicase nada más.

Escribió sus memorias, las Confesiones, y se dedicó a vivir de sus patrones y lecturas públicas que hacía de ellas. En 1772 Mme d'Epinay, escandalizada por lo que Rousseau relata de su relación con ella, pide a la policía que prohíban tales lecturas. Con una salud mental resquebrajada definitivamente, se alejó del mundo. Aunque siguió escribiendo, su salud mental le hacía ver enemigos en todas partes y no pudo disfrutar de su fama.

Retirandose a Ermenonville, Rousseau falleció de un paro cardíaco en 1778. Murió a los 66 años.

Legado de Rousseau

Literario

Dado su alejamiento de los enciclopedistas de la época y su enfrentamiento con la Iglesia Católica, por sus polémicas doctrinas, su estilo literario cambió. Sus obras autobiográficas y de su yo, dieron un vuelco fundamental en la literatura europea; a tal punto que es considerado uno de los precursores del Romanticismo.

Entre sus obras más importantes se encuentran Emilio, El contrato social, Julia y el Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres.

Político y social

Rousseau concebía la democracia como un gobierno directo del pueblo. El sistema que defendía se basaba en que todos los ciudadanos, libres e iguales, pudieran concurrir a manifestar su voluntad para llegar a un acuerdo común, a un contrato social. En El contrato social diría que «toda ley que el pueblo no ratifica, es nula y no es ley» y que «la soberanía no puede ser representada por la misma razón que no puede ser enajenada». Como la voluntad general no puede ser representada defendía un sistema de democracia directa que inspira, hasta cierto punto, la constitución federal suiza de 1848.

Botánico

Rousseau descubre tardíamente la botánica, hacia sus 65 años, gustando de herborizar, que lo tranquilizaba, luego de tanta jornada de reflexionar, que lo fatigaba y lo entristecía, escribiendo en la séptima Ensoñación del paseante solitario. Así sus Cartas sobre la botánica le permiten continuar una reflexión sobre la cultura, en un sentido inmenso, comenzando con el Émile, su tratado de educación, y su romance La nouvelle Héloïse, donde se interroga sobre el arte de la jardinería.

El hombre, estando desnaturalizado, sin instintos, no puede contemplar la naturaleza, haciendo únicamente áreas habitables y cultivables, desnaturalizadas, «contorneadas a su modo» en «campiñas artificiales» donde si bien pueden vivir, no resulta más que en un país pobre. Y van quedando cada vez menos posibilidades de acceder a lo natural «deberían conocerse y ser dignos de ser admirados... La naturaleza semeja estar desordenada a los ojos humanos, y pasar sin atraer la mirada de los poco sensibles, y que a su vez han desfigurado... Están quienes le aman e intentar buscar y no lo pueden hallar» continua Rousseau en su romance donde va describiendo como Julie instala al fondo de su vergel un jardín secreto, jugando con lo agradable a lo útil de manera de hacer un poco de paseo que recuerde a la pura naturaleza: «es verdad, dice ella que la naturaleza hace todo, más bajo mi dirección, no habrá más quien le ordene».

Rousseau describe el jardín del hombre que concilia a la vez al humanista y al botánico, como un aspecto útil y placentero donde pueda estar sin artificios visibles, ni a la francesa, ni a la inglesa : el agua, la verdura, la sombra, y las siembras, como se ve en la naturaleza, sin usar la simetría ni alinear los cultivos y los bordes. El hombre de gusto «no se inquietará a punto de su percepción de bellas perspectivas: el gusto de los puntos de vista solo visibles a muy pocos».

El trabajo de mejorar el suelo y de hacer injertos no devolverá lo natural quitado a la naturaleza, mas, además de que no volverá, sigue extendiéndose catastróficamente nuestra civilización urbana con consecuencias, más puede forzarse otro destino. Y si el trabajo de un vergel y de campos sea una necesidad para el hombre, el jardín de «el hombre de gusto» funcionará permitiendo desahogarse, descansar de momentos de esfuerzo.

Para Rousseau, las melodías y el jardín son del orden de lo humano, de la perfectibilidad, de la imaginación y de las pasiones simples. El habla de una música de una temporalidad melódica, por lo tanto habrá procesos educativos que permitan a los humanos de esperar un devenir «todo lo que podamos ser» o hacer para que la naturaleza no nos haga sufrir.

Logró identificar y nombrar 28 nuevas especies (IPNI).

Véase también

Enlaces externos