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'''·''' En la lepra lepromatosa aparecen numerosas máculas eritematosas, pápulas o nódulos. Existe extensa destrucción de tejidos, como por ejemplo cartílago nasal y orejas, apareciendo en fases avanzadas la típica "facies leonina". También hay afectación difusa de los nervios periféricos con pérdidas sensoriales.
'''·''' En la lepra lepromatosa aparecen numerosas máculas eritematosas, pápulas o nódulos. Existe extensa destrucción de tejidos, como por ejemplo cartílago nasal y orejas, apareciendo en fases avanzadas la típica "facies leonina". También hay afectación difusa de los nervios periféricos con pérdidas sensoriales.
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== Contagio ==
== Contagio ==

Revisión del 23:20 8 sep 2009

Lepra

Lesiones de la lepra en la piel
Especialidad infectología

La lepra es una enfermedad infecciosa de nula transmisibilidad, producida por la bacteria Mycobacterium leprae, descubierta como agente causal del mal por el médico noruego Gerhard Armauer Hansen, debido a lo cual se los denomina, respectivamente, enfermedad de Hansen a una, y bacilo de Hansen a la otra. La lepra fue históricamente incurable, mutilante y vergonzante, al punto de que, entre otras medidas, se decretó en 1909, por demanda de la "Sociedad de Patologías Exóticas, «la exclusión sistemática de los leprosos» y su reagrupamiento en Leproserías como medida esencial de profilaxis.

Se sabe que la lepra afecta a la humanidad desde al menos el 600 a. C., y fue bien diagnosticada en las civilizaciones de la Antigua China, Antiguo Egipto e India.[1]​ En 1995, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaba que entre dos y tres millones de habitantes seguían permanentemente discapacitados por lepra.[2]​ Aunque las forzadas cuarentenas o segregación de pacientes es infundada e innecesaria —y es considerada no ética— aún se mantienen leprosarios en países como India, Japón, Egipto, Vietnam y República Dominicana. Actualmente se sabe fehacientemente que muchas de esas personas que fueron segregadas en esas comunidades, y presumidos de tener lepra, en realidad acusaban sífilis, que sí es altamente contagiosa. La lepra, que no es contagiosa, tiene a aproximadamente al 95% de la población con inmunidad, y luego de sólo unos días de tratamiento no se sufre más la infección.

El estigma social-religioso que se asoció con las formas avanzadas de lepra continúa en muchas regiones, y sigue siendo el mayor obstáculo a la autodenuncia y tratamientos tempranos. Esos tratamientos efectivos recién aparecen a fines de 1930 con la introducción de la sulfona dapsona y derivados. Sin embargo, aparecieron cepas del bacilo de la lepra resistentes a la dapsona, hasta la aparición de la terapia multidroga (MDT) en los 80.


Su difusión es muy vasta, pero es más frecuente en los países tropicales o templados. Presenta dos tipos principales: la lepra tuberculoide, que produce grandes manchas hiperestésicas y más tarde anestésicas, y la lepra lepromatosa, que origina grandes nódulos en la piel (lepromas). La progresión de las lesiones es causa de grandes deformaciones. Durante la Edad Media fue una enfermedad muy difundida. El tratamiento de la enfermedad, hoy en día, varía entre seis meses y dos años, según las formas, y se basa en la administración de sulfonas. La última leprosería de Europa se encuentra en Vall de Laguart, en la provincia de Alicante, es el Sanatorio de San Francisco de Borja, más conocido como el Sanatorio de Fontilles.

Historia

Leproso haciendo sonar su campana para advertir de su presencia (página de un manuscrito del siglo XIV)
Un enfermo de lepra
de 24 años de edad
1886

El The Oxford Illustr.Companion to Medicine afirma que la primera mención a la lepra, así como su cura ritual, fue descripta en el texto hindú Atharva-veda.[3]​ escrito en la Encyclopedia Britannica 2008, Kearns & Nash (2008) anotan que la 1ª mención a la lepra se describe en el tratado médico hindú Sushruta Samhita (s. VI a. C.)[4]La Enciclopedia Cambridge de Paleopatología Humana (1998) dice: "El Sushruta Samhita de la India describe la condición patológica muy bien y aún ofrece sugerencias terapéuticas hacia 600 a. C."[5]​ El cirujano Sushruta que prosperó en la ciudad de Kashi hacia el s. VI a. C.,[6]​ y el texto médico Sushruta Samhita—atribuyen su aparición durante el 1er milenio a. C.[4]​ Material escrito rescatado de excavaciones que contiene la obra de Sushruta es el Manuscrito de Bower—datado en el s. IV, a lo sumo un milenio después de la obra original.[7]


La Biblia contiene pasajes en referencia a la « lepra », tanto en el Antiguo Testamento y en el Nuevo. No podría saberse si se trata de la misma peste : ese término en efecto se utilizó para numerosas enfermedades de la piel de orígenes y de gravedad muy variables. Un Metzora, sería una persona atacada de tzara'at ("lepra") en el libro del Levítico. La ley israelí hacía obligatorio para los Kohen (servidores del Templo) de saber reconocer la lepra (Lv.14: 1-57).

Patogenia e inmunidad

La clínica del paciente depende de su reacción inmune a la bacteria. La bacteria produce citoquinas que inducen y median la activación macrofágica y fagocitosis.

La semiología de la lepra es función de la reacción inmune del paciente, y puede tomar dos formas: tuberculoide o lepromatosa.


· Los pacientes con lepra tuberculoide tienen una fuerte reacción celular pero baja humoral (baja titulación de anticuerpos): presentan por lo tanto reacción positiva a la lepromina. Los tejidos infectados típicamente tienen muchos linfocitos y granulomas, pero relativamente pocas bacterias.

· En la lepra lepromatosa aparecen numerosas máculas eritematosas, pápulas o nódulos. Existe extensa destrucción de tejidos, como por ejemplo cartílago nasal y orejas, apareciendo en fases avanzadas la típica "facies leonina". También hay afectación difusa de los nervios periféricos con pérdidas sensoriales.

Contagio

Es de difícil contagio. Según la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), la transmisión es "de persona a persona" por un contacto directo y prolongado, calculado en aproximadamente de 3 a 5 años.[8]​ Se produce entre un enfermo con posibilidad de transmitir la enfermedad (ya que no todos los que padecen lepra eliminan bacilos fuera de su organismo) y una persona sana susceptible. Es decir que debe mediar una predisposición especial para poder enfermar. La mayoría de las personas posee resistencia natural al Mycobacterium leprae.[cita requerida]

Epidemiología

Distribución de la lepra, 2003

Se estima que entre dos a tres millones de personas están permanentemente discapacitadas debido a la lepra.[2]India tiene el mayor número de casos, en segundo lugar Brasil y Birmania tercero.

En 1999, la incidencia epidemiológica mundial de la lepra era estimada en 640.000 (con 108 casos en EE.UU.); en 2000, 738.284, señalando para 2000, la Organización Mundial de la Salud (OMS) listaba 91 países con lepra epidemiológicamente endémica. India, Birmania y Nepal con el 70% de los casos. En 2002, 763.917 nuevos casos se detectaron mundialmente, y para ese año la OMS listó a Brasil, Madagascar, Mozambique, Tanzania y Nepal con el 90% de casos de mal de Hansen.

De acuerdo a recientes estadísticas de la OMS, están decreciendo en aproximadamente 107.000 casos (o el 21 %) desde 2003 a 2004. Y decrece consistentemente en los siguientes tres años. Los casos registrados de MH fue 286.063; y 407.791 nuevos casos detectados en 2004.

En EE.UU. se cree que hay subregistros, ausencia de denuncias y aumento de casos; allí se articula con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).[9]​ Aunque el número de casos continua cayendo, hay bolsones de alta prevalencia en ciertas áreas como Brasil, Sudese Asiático (India, Nepal), partes de África (Tanzania, Madagascar, Mozambique) y el oeste del Pacífico.

Para contener esta enfermedad, países como Estados Unidos destinaron ciertas áreas geográficas para el confinamiento de los enfermos. Un ejemplo de ello es la ísla Culión, situada en Filipinas.

Tratamiento

Se administra por vía oral Dapsona (DDS) 50 a 100 mg/día. La posibilidad de resistencia a DDS se reduce si se administra simultáneamente rifampicina 10 mg por Kg por día. Si hay fiebre, granulocitopenia o ictericia, se interrumpe la DDS y se administra Clofazimina 1 a 4 mg por Kg por día bucales. La talidomida es útil para el tratamiento del eritema nudoso de la lepra (ENL en mujeres embarazadas y se administra de 100 a 400 mg/día. Los corticosteroides también son útiles. La atención quirúrgica a las extremidades puede evitar deformidades. Cabe recordar que los fármacos se administrarán con precaución y en dosis lentamente crecientes y suprimirse cuando originan una reacción llamada "reacción de la lepra" con fiebre, anemia progresiva con leucopenia o sin ella; síntomas gastrointestinales graves, dermatitis alérgica, hepatitis, trastornos mentales o eritema nudoso. Los tratamientos por lo general se prolongan por años, ya que al suprimirlo es posible que se presente un recrudecimiento

Prevención

La prevención consiste en evitar el contacto físico cercano con personas que tengan esta enfermedad y que no hayan sido sometidas a tratamiento. Las personas afectadas con un tratamiento con medicamentos a largo plazo se vuelven no infecciosas (no transmiten el organismo que causa la enfermedad).

Referencias

  1. «Leprosy». WHO. Consultado el 22 de agosto de 2007. 
  2. a b WHO (1995). «Discapacitaciones por Lepra : magnitud del problema». Weekly Epidemiological Record 70 (38): 269-75. PMID 7577430. 
  3. Lock etc., p. 420
  4. a b Kearns & Nash. 2008
  5. Aufderheide, AC; Rodriguez-Martin, C & Langsjoen, O (1998). The Cambridge Encyclopedia of Human Paleopathology. Cambridge University Press. ISBN 0-521-55203-6. p. 148.
  6. Dwivedi & Dwivedi (2007)
  7. Kutumbian, P. 2005. Medidina Antigua de la India. Orient Longman. ISBN 81-250-1521-3. pp. XXXII-XXXIII.
  8. «Web oficial de la Sociedad Argentina de Dermatología». 
  9. Levis W (20 de mayo de 2007). «Leprosy rising». CNN. 
  • "Microbiología Médica" 5ª ed. Murray PR, Rosenthal KS, Pfaller MA. Ed. Elsevier-Mosby
  • Jacinto Convit: el lado humano de la medicina, Melanny Hernández R.

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