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La fauna que podemos encontrar en el término municipal es igual a la que presenta la comarca alcarreña: entre los mamíferos podemos contar: jabalíes, Corzos, Zorros, tejones, Gato montés y en menor medida: ginetas, turones y comadrejas. Son abundantes los conejos, liebres, ratones de campo, ardillas, etc…
La fauna que podemos encontrar en el término municipal es igual a la que presenta la comarca alcarreña: entre los mamíferos podemos contar: jabalíes, Corzos, Zorros, tejones, Gato montés y en menor medida: ginetas, turones y comadrejas. Son abundantes los conejos, liebres, ratones de campo, ardillas, etc…
En lo que respecta a las aves, se tratan éstas del grupo más numeroso. Dentro del grupo de las rapaces destacan: ratonero común, gavilanes, cernícalos, carabos, búhos, lechuzas y mochuelos. También destacan por su número: los córvidos, palomas, gorriones, pinzones, alondras, perdices, escribanos, carpinteros, etc.
En lo que respecta a las aves, se tratan éstas del grupo más numeroso. Dentro del grupo de las rapaces destacan: ratonero común, gavilanes, cernícalos, carabos, búhos, lechuzas y mochuelos. También destacan por su número: los córvidos, palomas, gorriones, pinzones, alondras, perdices, escribanos, carpinteros, etc.
Por último se puede destacar las aves que de forma estacional pasan por la zona, siendo posible su avistamiento: águilas, tórtolas, codornices, vencejos, estorninos, halcones, buitres, milanos, etc...
Por último se puede destacar las aves que de forma estacional pasan por la zona, siendo posible su avistamiento: águilas, tórtolas, codornices, vencejos, estorninos, halcones, buitres, milanos, etc.
El mundo de los anfibios y los reptiles se encuentra bien representado en la localidad, especialmente el de los reptiles: ranas, sapos, culebras, lagartos y lagartijas.
El mundo de los anfibios y los reptiles se encuentra bien representado en la localidad, especialmente el de los reptiles: ranas, sapos, culebras, lagartos y lagartijas.



Revisión del 21:44 22 jul 2009

Salmeroncillos
municipio de España
País  España
• Com. autónoma  Castilla-La Mancha
• Provincia  Cuenca
• Comarca Alcarria Conquense
Ubicación 40°30′08″N 2°30′55″O / 40.5021581, -2.51520545063
• Altitud 763 metros
Superficie 20,68 km²
Población 103 hab. (2023)
• Densidad 8,22 hab./km²
Gentilicio Salmeroncilleros
Código postal 16183
Alcalde (2007) Jose Antonio Ibarra Regidor
Sitio web http://www.salmeroncillos.es

Salmeroncillos, es un municipio de España, en la provincia de Cuenca, Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene un área de 20,68 km² con una población de 167 habitantes (INE 2007) y una densidad de 8,08 hab/km².


Situación

La localidad de Los Salmeroncillos se encuentra situada en la provincia de Cuenca, a 78 kilómetros de la capital, a unos 150 de Madrid, y lindando con la provincia de Guadalajara por el norte y a 86 kilómetros de su capital.

Clima

Su ubicación se establece en la comarca natural de la Alcarria, a una altitud media de 860 metros. Geográficamente, la Alcarria se caracteriza por un extenso paisaje dominado por el altiplano, en el cual el paso de los ríos ha ido configurando numerosos valles, que han aislado cerros llamados Alcarrias, de los cuales procede el nombre de esta región natural que comprende las provincias de Cuenca Guadalajara y Madrid. El término municipal de Salmeroncillos está atravesado por el río Garigay, que vierte sus aguas en el río Guadiela, ya embalsado en el pantano de Buendía. Por lo que la totalidad del término se encuentra en una zona de valle, que geológicamente, forma parte de la meseta castellana y dentro de la misma de la depresión del Tajo. Dicha depresión se formó por acumulación de materiales procedentes de los sistemas montañosos cercanos, durante el mioceno y el plioceno. Todos estos factores: orografía y altitud han determinado el clima en la zona, que se puede considerar como de tipo Mediterráneo húmedo (IV6), con un periodo anual árido, una temperatura media superior a los 14ºC, unas precipitaciones medias entre los 600 y los 1000 mm al año y una media de más de 2500 horas de sol al año.

Historia

Respecto a la historia antigua en los Salmeroncillos, cabe decir, que no existen estudios o investigaciones sobre el poblamiento en la localidad; sin embargo, lo que si es seguro es que debido a su localización se trata de una zona poblada desde antiguo. El primer poblamiento en la zona, seguramente se dió ya durante la prehistoria, pero será ya en la época del Hierro cuando se desarrollan las culturas celtíberas en el territorio en que se encuentra Salmeroncillos. En concreto, en esta zona se asienta el pueblo Carpetano, en hábitats de castros situados en puntos altos y de fácil dominio estratégico, por lo que no sería descabellado pensar en algún asientamento en el término del municipio. Con la romanización y la inclusión del espacio del término en la provincia de la tarraconense, se abre una nueva etapa en el territorio. En la zona está ampliamente documentado el yacimiento de la ciudad de Ercávica, que alcanza el estatus de municipio bajo el mandato de Augusto entre el siglo I a.C. y I d.C. La plenitud de la ciudad se produce en los siglos I y II d.C. y seguramente afectó a toda la zona circundante. Prueba de ello es la intensa red de comunicaciones que se desarrolló en torno a Ercávica. Estas comunicaciones se realizaban a través de una densa red de calzadas y caminos, de los cuales está constatado el paso por la zona conocida como "hoya del Infantado" donde se ubica Salmeroncillos, de al menos dos de ellas: Vía que unía las ciudades de Segontia y Segóbriga. Vía que unía Ercávica con Caesaragusta y que pasaba por Alcantud. A estas vías principales hay que unir los numerosos caminos y calzadas menores que unían otros núcleos entre sí. Además de la red de comunicaciones, en la zona también se han documentado restos de villas romanas, como por ejemplo en Millana o Albendea, que demuestran la importancia de la zona en época romana. Con el fin del imperio romano y la disgregación de sus provincias, se dará el desarrollo Visigodo en toda la Península Ibérica. De este periodo, tampoco tenemos constancia documental o arqueológica, pero este vacío se debe seguramente a la falta de investigaciones, en cualquier caso, si es conocida en la comarca la aparición de los primeros monasterios y santuarios rupestres, que han dejado su huella en forma de señales cruciformes sobre las rocas de las cuevas en varios puntos del territorio. Sin embargo el principal testimonio arqueológico visigodo en la Península lo tenemos a escasos kilómetros en la localidad guadalajareña de Zorita de los Canes, el enclave de Recópolis.

En el año 711, irrumpe un nuevo elemento invasor que se asentará en toda la región y por tanto también en territorio de Salmeroncillos: los musulmanes, que tras cruzar el estrecho de Gibraltar y con el ejército mandado por Tariq derrotando a los visigodos, se dispondrán a la conquista de todo el territorio. En el año 713, el ejército musulmán ya controla Toledo y se dispone a seguir marchando al norte, de forma que en estas fechas, la zona de Los Salmeroncillos ya estaría bajo control musulmán. La población de orígen árabe, es decir la procedente de la península de Arabia, es poco representativa y se encuentra muy diseminada por la región. Sin embargo, los asentamientos de grupos bereberes parece que fue mayor, así, en la zona de la provincia de Guadalajara y Cuenca, dominaban los elementos del clan de los Sinhaya o de Masmuda. Aunque se desconoce cual podría ser su peso demográfico, social o económico, la población mayoritaria será siempre de origen autóctono, ya sean muladíes o mozárabes. La organización del territorio experimentó un proceso de militarización a causa de la posición defensiva que tomo Al-Andalus, dentro de esta organización, toda la región quedará enmarcada en la denominada como Frontera media, que a su vez, se dividía en distritos, siendo el de Santaver el que ocupa la mayor parte de la provincia de Cuenca; este distrito tomaba su nombre de la ciudad de Shantabariya, en la confluencia de los ríos Tajo y Guadiela. Durante este periodo, destaca la importancia de ciudades como Toledo, Zorita, Huete o Priego, estando tres de ellas a poca distancia de Los Salmeroncillos. Con la instauración del emirato en Córdoba, las sublevaciones en la frontera media fueron numerosas: para la zona de Los salmeroncillos, se conoce el caso del bereber Shaqya Ben Abd al –Wahid que se sublevó en 768 en el distrito oriental de Santaver, controlando los sectores montañosos entre el Guadiela y el Tajo hasta el año 776. Durante el califato (a partir del año 929) es cuando el distrito de Santaver se reintegra al poder central. Durante este periodo, se mantiene la explotación agrícola cerealística, aunque se desarrollará una diversificación en los cultivos, con la modernización de las huertas gracias a la introducción de nuevas técnicas de regadío, así como una expansión del cultivo de la vid, a pesar de la prohibición coránica. En el año 1031 se crea el reino Taifa de Toledo que abracará gran parte del territorio que antes ocupaba la frontera media, este momento de esplendor no durará mucho, pues en el año 1086, el rey Alfonso VI toma su capital, dando lugar al primer dominio cristiano después de 4 siglos. A pesar de la conquista de la ciudad, se sucedieron numerosas incursiones y pérdidas de territorio por parte de los Cristianos, aunque ya el proceso reconquistador era imparable, así por ejemplo en el año 1097 los almorávides saquean la zona de Santaver y Zorita defendida por Alvar Fáñez y en 1172 los almohades asedian la comarca de Huete y la propia Cuenca (ya reconquistada en el 1110), es en estos momentos cuando los reyes cristianos conceden territorios a las órdenes de Santiago, Calatrava y Alcántara para compartir la defensa de lo reconquistado.

Con la reconquista, se inicia de forma paralela otro proceso: la colonización y repoblación de las tierras conquistadas, de nada servía la ocupación militar de tierras si luego no se podían cultivar y defender. Para ello se dan varias modalidades de repoblación, durante los reinados de Alfonso VI (1065-1109), Alfonso VII (1126-1157) y Alfonso VIII (1158-1214). Para la Alcarria conquense y los Salmeroncillos, este proceso se inicia fundamentalmente con Alfonso VII, con el cual se conquista la margen izquierda del Tajo y se inicia la repoblación, de forma que algunas adquisiciones eran conservadas por el rey, mientras que otras se distribuían entre magnates, monasterios, iglesia, órdenes de caballería, predominando las donaciones a ordenes, iglesia y monasterios. En este contexto tenemos la primera noticia acerca de la existencia de Los Salmeroncillos, se trata de un documento fechado el 20 de diciembre de 1208, por el cual, el rey Alfonso VIII, donaba al monasterio de Óvila algunas heredades:

“Dono itaque uobis totam illam hereditatem de Barassas quam fratre Clemente comparaui et totam illam hereditatem et totum illud de Palmiches de quanto erat tenedor domus Michael et uineas quas Habebat in Salmeron de Suso”.

“Además os doy toda heredad de Barajas que compré al hermano Clemente y toda la heredad de Palmiches y todo cuanto pertenecía a Don Miguel y las viñas que tenía en Salmerón de Arriba”.

Esta misma donación es confirmada en otro documento de julio de 1212, por parte del rey Fernando III “El Santo”

Es difícil saber si se refiere a la actual Salmerón o a Salmeroncillos de Arriba, en cualquier caso, la especificación de Suso, implica la existencia de otro núcleo con el mismo nombre, por lo que es clara la información acerca de la existencia de un primer núcleo en la zona.

No conocemos mucho acerca de la fundación de la localidad, pero podría tratarse de una fundación proveniente de los asentamientos cristianos de Sigüenza y de Molina de Aragón, siendo el núcleo de Arriba anterior al de Abajo. En estos primeros años de existencia, la denominación de nuestra localidad era la de:

Salmeronciellos de Suso (salmeroncillos de Abajo) • Salmeronciellos de Yuso (Salmeroncillos de Arriba)


Hemos podido conocer este dato gracias al “Libro de la Cetrería” del Infante Don Juan Manuel, realizado entre 1319 y 1325 y en el cual se realizan descripciones geográficas de lugares para la caza donde se cita la existencia de Salmeroncillos de Abajo.

"El arroyo de Salmerón nasce a la una parte sobre Castilforte é la otra desciende de la sierra de San Benito, e ayuntanse so la villa é entra en Guadiella so el monasterio de San Miguel de Alcocer; en este arroyo hai pocas ánades e malos pasos e es muy fondo pero a las veces salen ánades cabe Salmeronciello de Yuso."

"El arroyo de Salmerón por una parte nace sobre Castilforte y por la otra desciende de la sierra de San Benito, y se unen más abajo de la villa y desemboca en el Guadiela, una vez pasado el monasterio de San Miguel de Alcocer; en este arroyo hay pocas ánades y tiene malos pasos y es muy hondo pero a veces salen ánades junto a Salmeroncillo de Abajo”.


No tenemos datos acerca del primer estatus jurídico de la localidad, pero parece ser, que al menos desde el siglo XIV se incorpora a la tierra del concejo de Huete, un territorio de Realengo, es decir, que el rey tenía los derechos sobre las gentes y sus tierras. De manera que en Huete se regían aspectos de la vida jurídica, comercial, etc de todo el territorio. Se trataba de una amplia zona que para una mejor organización fue dividido en Sexmos, quedando los Salmeroncillos incluido en el Sexmillo formado además por: Albendea, Millana, Castilforte, Villaescusa y Torronteras. A este respecto podemos citar un documento datado en 1488, en el cual “el concejo, justicia y regimiento de Huete litiga con las villas de Alcocer, Salmeroncillo y Valdeolivar por el aprovechamiento de términos”. El siglo XV, es un momento de esplendor para el territorio de Huete, pero no tanto para sus territorios, cercados por las ambiciones señoriales tanto aquellas de carácter laico como las eclesiásticas; prueba de ello es la sentencia favorable al Monasterio de Monsalud acerca del pago de los diezmos de Los Salmeroncillos. Dicho documento se encuentra en el archivo Histórico Provincial de Cuenca, fechado en 1447 y reza textualmente: “Sentencia a favor de este Real Monasterio de Nuestra Señora de Monsalud sobre los diezmos de Salmeroncillos, dada por el señor Don Nicolás Martínez de la Campana, provisor de la ciudad y obispado de Cuenca, siendo obispo el Ilustrísimo Don Lope de Varrientos en el año 1447”

Con la llegada del siglo XVI, se produjo la llegada de Carlos I al trono, concretamente en 1516, un rey extranjero, que levantó grandes recelos en el reino de Castilla. Este descontento, acabó por materializarse en una revuelta antiseñorial durante los años 1520 y 1521, lo que ha venido a denominarse como “Guerra de las comunidades”, el territorio de Huete, al que pertenecía Salmeroncillos no fue ajeno a dichos movimientos. Seguramente este hecho, junto con el aumento de las apetencias señoriales y los problemas para organizar y controlar un territorio tan extenso provocaría que en años posteriores muchos de estos núcleos obtuvieran su independencia con fueros que les otorgaban el estatus de villa independiente, mientras que otros pasaron a ser vendidos como señoríos. Este es el caso de Salmeroncillos, que pasa a través de su venta a ser propiedad de Juan de Salmerón, canónigo y maestrescuela de la Catedral de Cuenca, que en 1561 funda el Mayorazgo de los Salmeroncillos, en su sobrino Juan Gómez de Haro Salmerón, es decir, una construcción jurídica feudal, para poder mantener el derecho a la continuidad y perpetuidad de la relación feudal, por la cual un señor ostentaba las rentas, pechos y derechos sobre los bienes de un territorio y sus gentes. Después de la creación del mayorazgo de los Salmeroncillos como señorío, aquí exponemos todos los documentos donde se hace referencia a los diversos propietarios que tuvo la villa con su respectivo año (año que consta en cada documento, no de herencia del señorío): En un documento sobre apeos (Documento jurídico que acredita el deslinde y demarcación) del Archivo Histórico Provincial de Cuenca, fechado en 1606 aparece reflejado Pedro Gómez de Haro Aponte como señor de las villas de los Salmeroncillos Otro documento de apeos de 1640 ya cita como señor de los Salmeroncillos a Don Francisco de Aponte y Mendoza y a la que posteriormente será su viuda Jacoba Amoraga Salcedo. En el mismo documento también figura como propietario Don Pedro de Aponte y Mendoza. No volvemos a tener noticias en las fuentes acerca de los Salmeroncillos hasta el 24 de marzo de 1648, con un documento en el que está reflejado: Doña Agustina de Mendoza Gómez de Haro como dueña de Los Salmeroncillos, esposa de Don Gonzalo de Hoces y Córdoba y propietaria del mayorazgo fundado en Juan Gómez de Haro Salmerón. A partir de estas fechas, tenemos numerosos documentos relativos en su mayoría a los derechos de ciertos personajes sobre la propiedad de la localidad, aunque parece que siempre se trata de conflictos entre los propios herederos del mayorazgo. Así en 1661, se publican en Madrid dos colecciones dramáticas tituladas Rasgos del Ocio, en cuya dedicatoria aparece Don Diego de Figueroa y Córdoba, caballero de Alcántara y Señor de los Salmeroncillos. Parece que se trata de un personaje dedicado a las letras en el Madrid del siglo XVII y que junto con su hermano Don Jose de Figueroa y Córdoba o bien por separado, escribió varias comedias de notable merito. Acerca de su vida, los datos que se conocen son escasos: Se tiene constancia de Don Diego y su Hermano concurrieron a la academia que en 1654 presidió y publicó bajo el título de Jardín de Apolo el famoso don Melchor de Fonseca y Almeyda, autor del Sueño político. Juntos concurrieron asimismo al certamen poético, celebrado en el convento de la Victoria de esta capital, en 1660, para festejar la traslación de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad a su nueva y suntuosa capilla, y los dos recibieron premio. Entre sus obras se conocen las siguientes: “La Hija del Mesonero o la ilustre Fregona”, “La lealtad en las injurias”, “La Sirena de Tinacria”, “Todo es enredos amor, y diablos sois las mujeres”. De 1668, se ha conservado otro pleito en el que María Francisca de Hoces y Córdoba se hace llamar señora de los Salmeroncillos, contra Don Diego de Figueroa y Córdoba, que como hemos citado anteriormente parece que ya desde 1661 figura como señor de las villas, por lo que podemos interpretar este pleito como un intento de hacerse con el señorío por parte de María Francisca de Hoces y Córdoba que podría tratarse de otra descendiente del matrimonio entre Doña Agustina de Mendoza Gómez de Haro y Don Gonzalo de Hoces y Córdoba. En cualquier caso, parece que dicha acusación, no fructificó, puesto que en un documento de 1670 figura Don Juan de Figueroa y Lasso de la Vega como señor de los Salmeroncillos, durante las pruebas de concesión del hábito de caballero de la Orden de Calatrava y que posiblemente se trate del primogénito de Don Diego de Figueroa y Córdoba. En 1703 aparece el siguiente documento sobre la propiedad de las villas, se trata nuevamente de un pleito, aunque esta vez Gaspar Medrano y Jaraba contra Ana y Diego Gómez de Haro por el señorío de los Salmeroncillos. Esta falta de continuidad en los apellidos y el hecho que el pleito con tres personas implicadas, podría significar que el último componente de la linea Figueroa muere sin descendencia o bien sin especificar heredero alguno, por lo que de nuevo surgirían las luchas entre otros herederos por el control del señorío. Ya que no es hasta pasados al menos 30 años que volvemos a tener noticias sobre la propiedad de la localidad, se trata de un documento de 1738, también conservado en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca, aparece Don Diego de la Guerra como dueño de las villas. A partir de este personaje, solo tenemos constancia del linaje “De la Guerra” como dueños de las villas como veremos posteriormente en el catastro del Marqués de la Ensenada de 1752 donde aparece como propietario Don Antonio de la Guerra y en las relaciones de Tomás López de 1787, en las cuales se cita a Luis de la Guerra, vecino de Escamilla como propietario.

Estos son los datos que poseemos durante los siglos XVI, XVII y XVIII en lo que respecta a la propiedad de la villa, sin embargo tenemos muchas otras referencias provenientes de otro tipo de fuentes, especialmente aquellas eclesiásticas: Siguiendo la publicación de Braulio Marcos Huerta “Tierra de la provincia y obispado de Cuenca”, en la que se recogen todos los documentos eclesiásticos relativos a Salmeroncillos. El primero de ellos se trata del llamado censo de los obispos, data de 1587 y en el se describe la existencia de una iglesia parroquial y feligresía de 60 vecinos, aclarando que pertenece a la mayordomía de Pareja. La mayordomía se trata del Estipendio o pensión procedente de rentas eclesiásticas que se daba temporalmente a los que estudiaban para sacerdotes o a los que militaban por la Iglesia, y que después se convirtió en una especie de beneficio eclesiástico. Los datos arrojados por este censo son aproximativos. Según el censo Real de Castilla recogido también por el mismo autor y que se trataría del realizado en 1591 bajo el reinado Felipe II, la localidad cuenta con un censo conjunto de 88 vecinos, de los cuales 87 serían pecheros y 1 clérigo. También ha quedado constancia del escrito del visitador eclesiástico a Salmeroncillos, en la que se cuenta que el 15 de enero de 1655 se visitaron las iglesias de Santa María de la Zarza de Salmeroncillos de Abajo y la de María Magdalena de Salmeroncillos de Arriba, encontrándose por cura al Licenciado Zerrato natural de Alcocer, pero que éste fue relevado por el Lcdo. Laurencio Izquierdo, natural de Torralba y vicario de las villas. También precisa que la población es de 70 vecinos y que pertenece a Doña Agustina de Mendoza y a su marido Don Diego de Cardona. Éste último nombre no coincide con el que aparece en el texto procedente de la Real Chancillería de Granada de 1668 y podría tratarse de un error en la transcripción. Otra de las fuentes donde se cita la localidad es en la Curia episcopal:

En el año 1661 se presenta ante la curia episcopal una petición de Alonso Vindel, vecino de los Salmeroncillos, al provisor general del obispado de Cuenca para que le suspenda las censuras que tiene impuestas a instancia del licenciado Pedro López, cura de los Salmeroncillos, para que haga el novenario por el alma de Ana de Ayora, su suegra, sin estar obligado a hacerlo por no haberlo encargado ésta en su testamento. En el año 1669 aparece una demanda del licenciado don Antonio de Ayllón, fiscal general eclesiástico del obispado de Cuenca, contra Andrés de Cárdenas, natural de Millana, molinero del molino que hay entre Salmeroncillos de Arriba y Salmeroncillos de Abajo, acusándolo de estar amancebado con dos mujeres casadas y otros escándalos. En el año 1671 el licenciado Bautista Carlos Regidor, clérigo de evangelio de Salmeroncillos de Abajo, capellán de la capellanía que en la iglesia parroquial de Salmeroncillos de Abajo, fundó el licenciado Pedro Torres Lizaga, contra el licenciado Pedro López Caja, cura de Salmeroncillos de Abajo, acusándolo de pretender el usufructo de los bienes de la capellanía, los cuales le fueron adjudicados legalmente a él, junto con la posesión y colocación de la capellanía.

Otra fuente de información importante en esta época son los censos y vecindarios, el primero del que tenemos constancia se elaboró bajo el reinado de Felipe II y es conocido como Censo Real de Castilla o Censo de Tomás González de 1591. El siguiente censo en el que aparece Salmeroncillos es en el Censo de Campoflorido o vecindario general de España de 1712 Por tratarse de un recuento de tipo fiscal, el único dato que ofrece es el número de vecinos, además los datos que proporciona debido a su carácter fiscal, la coyuntura postbélica, el todavía poco eficaz aparato administrativo, y el quedar el recuento restringido a vecinos pecheros, hacen que sus resultados sean poco dignos de confianza aunque no por ello deben desecharse totalmente. Para Salmeroncillos, la localidad cuenta con 102 vecinos y aparece integrada en el partido de Huete. Posteriormente se lleva a cabo el llamado Catastro del Marqués de la Ensenada, en 1752, se trata de de la más exhaustiva y antigua encuesta realizada sobre los pueblos de la corona de Castilla. Entre los años 1750 y 1754 todas las localidades de Castilla fueron sometidas a un interrogatorio de 40 preguntas.

Entre los años 1786 y 1787 se lleva a cabo el Censo de Floridablanca durante los años finales del reinado de Carlos III. Se trata de un censo muy completo, en el que se refleja información principalmente demográfica además de económica, aunque no fiscal. Para el caso de Los Salmeroncillos, el censo nos aclara que la localidad tiene categoría de Villa, posee Alcalde Ordinario y que su jurisdicción es señorial, que pertenece a la intendencia de Cuenca y al partido de Huete. También nos dice que la población total de Los Salmeroncillos es de 840 personas de los cuales 430 son varones y 410 mujeres. Del año 1787 tenemos conservadas en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca, las relaciones geográficas de Tomás López, , también conocidas como Diccionario Geográfico de Tomás López (1786-1789) o simplemente Diccionario de Tomás López, contienen las contestaciones al interrogatorio de 15 preguntas enviado por éste a todos los de los curas párrocos de España, sobre el nombre de la población, parroquia y patrón, distancias a los lugares vecinos, accesos, ríos o arroyos, sierras o bosques, fundadores, historia, cultivos, manufacturas y fabricas, ferias y mercados, gobierno político y económico, enfermedades comunes, demografía, aguas minerales, inscripciones sepulcrales...; solicitando también un mapa o plano de sus territorios. Las contestaciones de la localidad de Los Salmeroncillos nos informan de que el señor de las villas en estos momentos es Luis de La Guerra, residente en Escamilla. También nos explican que en el barrio de abajo habitan 150 vecinos y en el de arriba 60 y que en Salmeroncillos de abajo se encuentran las casas del ayuntamiento y la cárcel.

El siglo XIX en toda España y en los Salmeroncillos inicia con la ocupación francesa y la posterior guerra de la independencia, que supondrá un duro revés para la ya maltrecha economía española. Para el caso de la Alcarria en general, esta guerra tendrá una gran importancia, pues muchas de las operaciones militares se desarrollan en esta zona, con los consecuentes saqueos y destrucciones que infringían los franceses en las zonas por las que pasaban, así como las mismas llevadas a cabo por los guerrilleros. A este respecto cabe decir, que además en esta zona operó el guerrillero Juan Martín Díez ampliamente conocido como el empecinado. Como solución a la desastrosa economía, se recurre a la formula de las desamortizaciones, siendo dos de ellas las más importantes: Desamortización de Mendizábal de 1836 y la de Madoz de 1854. la desamortización consistió en la puesta a la venta en subasta pública de todos las tierra y bienes no productivos, afectando principalmente a la Iglesia, las órdenes religiosas o a la nobleza. Este proceso estaba encaminado en el objetivo de sanear la hacienda pública. De estos procesos desamortizadores surgen numerosos documentos relativos a pleitos y subastas producidas en la localidad y conservadas en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Otro hecho relevante del siglo XIX será la Primera Guerra Carlista (1833-1840), en la que se enfrentaron dos tendencias, la de los fernandistas moderados, que defendían la sucesión al trono de Isabel II y de perfil más liberal y los Realistas, que cerraron filas en torno a Don Carlos y que se perfilaban como conservadores. Por tanto se produce un enfrentamiento civil entre dos modelos: el estado liberal frente al antiguo Régimen). A partir de 1836, los ecos de la guerra empiezan a resonar con más fuerza en la actual región de Castilla la Mancha y por supuesto en la Alcarria. Su principal efecto sobre las villas alcarreñas fue el decomiso de alimentos y animales de transporte (mulas principalmente) amén de algunos partidarios que le siguieron. A ésta le siguió la conocida como Segunda Guerra Carlista (1846-1849) que no tuvo un gran impacto en la zona. Durante este siglo no se producen más hechos especialmente relevantes para nuestra localidad, al margen claro está de aquellos que afectarán al conjunto de la sociedad castellana y española. El censo o estudio más relevante en este siglo, es el diccionario geográfico estadístico de Pascual Madoz (1845-1850), en el cual se ofrecen datos de todas las poblaciones de España, incluido por supuesto Los salmeroncillos. En ella se arrojan datos sobre la localidad como son: pertenencia a la provincia y diócesis de Cuenca, existencia de 146 casas, el ayuntamiento también funciona como cárcel, existe un colegio al que acuden 30 niños, la producción principal de la villa es la del trigo, cebada, aceite, vino, patatas, judías y frutas, siendo la de aceite la de mayor importancia. También nos explica que en el término existen 3 molinos harineros y uno de aceite y por supuesto nos indica que su población es de 577 almas. De Salmeroncillos de Arriba nos dice que está agregada al ayuntamiento de Salmeroncillos de abajo, que su iglesia es la de María Magdalena (actual iglesia de Nuestra Señora del Pilar) y que cuenta con una población de 270 almas. De 1893 tenemos la noticia que en la población se pagaba contribución industrial por algunas actividades: “1 tienda de venta de carnes, 1 posadero, 2 abacerías, 1 batán de Ángel Abarca Soria, 3 molinos de represa de una piedra, 2 molinos aceiteros, 1 médico cirujano, 1 veterinario, 2 barberos, 1 carpintero, 1 sastre, 1 herrero, 1 zapatero, 3 hornos de pan, 2 medidores de granos y líquidos y 1 tratante de ganado vacuno” Con el inicio del siglo XX, salmeroncillos empieza a escribir las primeras líneas de su historia actual. Con la llegada de la república en 1931 se producen las primeras elecciones democráticas también en Los Salmeroncillos, de este periodo, en el archivo local conservamos numerosos documentos relativos a diferentes aspectos legales o económicos, que nos dan una idea de cómo se trata la vida cotidiana en la localidad, aquí resaltamos aquellos más interesantes: Tras la proclamación de la II república, el hecho más destacable durante estos primeros 50 años de siglo es la Guerra Civil Española, que tendrá, como en todo el país, unas consecuencias catastróficas, igualmente de estos años, en el archivo local se conservan algunos documentos de la época que nos sirven para ilustrar perfectamente como fue el transcurrir de la contienda en nuestra localidad.


Economía

Demografía

Evolución demográfica
1991 1996 2001 2004
170 190 188 176

Naturaleza y entorno

La localidad se encuentra enclavada en un medio rural, profundamente modificado por la agricultura, sin embargo, mantiene un rico patrimonio medioambiental:

Flora: La zona está caracterizada por vegetación de tipo meso y supramediterránea, es decir: encinares, retamas, espliego, coscojares, quejigares, espinares, matorrales, etc, que se extienden por cerros y parameras conviviendo junto a extensiones de cultivos domésticos: Olivos, campos de girasoles, huertas, etc.

Cauce del río Garigay, en el que destaca la densidad de la flora de ribera: Olmos, sauces y chopos.

Fauna: La fauna que podemos encontrar en el término municipal es igual a la que presenta la comarca alcarreña: entre los mamíferos podemos contar: jabalíes, Corzos, Zorros, tejones, Gato montés y en menor medida: ginetas, turones y comadrejas. Son abundantes los conejos, liebres, ratones de campo, ardillas, etc… En lo que respecta a las aves, se tratan éstas del grupo más numeroso. Dentro del grupo de las rapaces destacan: ratonero común, gavilanes, cernícalos, carabos, búhos, lechuzas y mochuelos. También destacan por su número: los córvidos, palomas, gorriones, pinzones, alondras, perdices, escribanos, carpinteros, etc. Por último se puede destacar las aves que de forma estacional pasan por la zona, siendo posible su avistamiento: águilas, tórtolas, codornices, vencejos, estorninos, halcones, buitres, milanos, etc. El mundo de los anfibios y los reptiles se encuentra bien representado en la localidad, especialmente el de los reptiles: ranas, sapos, culebras, lagartos y lagartijas.

Patrimonio

Patrimonio de carácter histórico- artístico:

Iglesia de Nuestra Señora de la Zarza: Situada en Salmeroncillos de Abajo. Dedicada a la virgen del mismo nombre, de planta de cruz latina y una sola nave recorrida por bóveda de medio cañón sobre arcos fajones. La cúpula del altar mayor es de media naranja sobre pechinas y desde ella se accede a dos capillas laterales abovedadas. Conserva el suelo de baldosa de barro original. Se trata de un edificio realizado con técnica de mampostería y sillares entre los siglos XVII y XVIII. Del edificio destaca la espadaña realizada en sillería y la interesante portada lateral de estilo neoclásico muy similar a la de Escamilla (Guadalajara), aunque seguramente conserva elementos románicos precedentes.

Iglesia de Nuestra Señora del Pilar: Situada en Salmeroncillos de Arriba. Bajo la advocación de la Virgen del Pilar. Se trata de un edificio sencillo, de una sola nave, realizado en sillería de piedra, del cual destaca su recia espadaña y la portada lateral, realizada con grandes dovelas de piedra.

Casa del Cocedero o de la inquisición: Interesante construcción, situada en Salmeroncillos de Arriba. Realizada en sillería de piedra, destaca su portada con relieves de temática heráldica.

Fuente/pilón: situado en salmeroncillos de Abajo.

Cueva de la Mora: cueva refugio de origen bereber.

Arquitectura popular: en la localidad existen interesantes ejemplos de arquitectura popular, también es de destacar el trazado medieval de sus calles.

Fiestas y tradiciones