Diferencia entre revisiones de «Chilango»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
m Revertidos los cambios de 189.173.45.6 a la última edición de 189.143.26.71
Línea 1: Línea 1:
El carlos es guacho(chilango) pereo es guacho muy guacho, demasiado guacho
Su papa dice que es doctor solo para alejarse de el lo mas posible





La [[Real Academia Española]], así como de la [[Academia Mexicana de la Lengua]], definen el término de ''chilango'' como un [[gentilicio]] de [[uso coloquial]] perteneciente a la [[Ciudad de México]] o del Distrito Federal.
La [[Real Academia Española]], así como de la [[Academia Mexicana de la Lengua]], definen el término de ''chilango'' como un [[gentilicio]] de [[uso coloquial]] perteneciente a la [[Ciudad de México]] o del Distrito Federal.



Revisión del 19:35 28 may 2009

La Real Academia Española, así como de la Academia Mexicana de la Lengua, definen el término de chilango como un gentilicio de uso coloquial perteneciente a la Ciudad de México o del Distrito Federal.

Sin embargo, para los chilangos la palabra suele describir a una persona nacida en otro estado del país y que emigra a la Ciudad de México, este apelativo tiene un sentido peyorativo para los nativos de la Ciudad de México.[cita requerida]

Aspecto social

Debido principalmente al desmedido crecimiento de la Ciudad de México en las últimas tres décadas del siglo XX, las diferencias entre la capital y el resto del país se acrecentaron hasta dar nuevo ímpetu a ciertos rencores históricos -algunas veces válidos, y otras infundados- entre los mexicanos. En la actualidad, la visión que ambos grupos tienen el uno del otro en masa, puede resumirse en que para los provincianos o habitantes de provincia, el defeño es agresivo, mal educado, socialmente mal visto, de manera racista como gente mal parecida, deshonesto y manipulador, de hecho, es recordable y aun usada una frase lamentable "haz patria, mata a un chilango";[cita requerida] mientras que para los defeños, el chilango-provinciano es retrógrada, ignorante y manipulable, buscando una mejor vida en la capital. Sin embargo, a nivel personal el contacto entre personas de ambos grupos suele ser generalmente pacífico y nada se opone al surgimiento de vínculos de genuina amistad y respeto.

En años recientes los defeños han aprendido a usar el gentilicio con orgullo, aunque siguen considerando que su uso por parte de los "provincianos" tiene connotaciones despectivas.

Dos términos menos utilizados para designar a un residente de la Ciudad de México son "defeño" y "capitalino", los cuales pueden ser utilizados tanto en sentido positivo como negativo, aunque el segundo es generalmente aceptado como neutral. Además de esto, ambos gentilicios, defeño y capitalino, no producen una identificación propia con la Ciudad de México, capitalino puede referirse a cuaquier capital y defeño no se usa porque no es un gentilicio real y el término D.F. tampoco se usa; esta es la razón por la que ambas palabras han sido poco contagiosas.[cita requerida]

Ahora se tiene conceptualizado como que todo el que vive en la Ciudad de México es chilango, principalmente si se es nativo, al grado de que ahora incluso se edita una revista con ese nombre dirigida a los habitantes de la misma.

Algunas personas que se consideran "defeños" o "capitalinos" ponen como ejemplo el término "jarocho" haciendo mención que estos son los que viven el puerto de veracruz y por lo tanto, ni todos los "defeños" o "capitalinos" son "chilangos" ni todos los veracruzanos son "jarochos".


Aspecto demográfico

Un fenómeno interesante tiene que ver con el crecimiento del D.F. en general. Según un estudio de la UNAM publicado por el Banco Mundial en 2005 (Tendencias recientes en el crecimiento de la Ciudad de México, *) la población de la zona tiende a estabilizarse demográficamente pero también a expandirse geográficamente. Hasta el año 2000, 59 municipios de las entidades federativas aledañas (Hidalgo y Estado de México) se encontraban conurbadas al D.F. Falta que pase el tiempo para saber si estas zonas serán algún día también consideradas como parte de la Ciudad de México.

Etimologías

Mucho se ha especulado sobre su origen etimológico, afirmándose con frecuencia que en un principio, designaba a los mexicanos que de cualquier lugar del país, emigraban a la capital. De manera paralela, el mismo término se utilizaba en otros Estados de la República para designar al mexicano que provenía del Distrito Federal.

El ensayista mexicano Gabriel Zaid en su artículo "Chilango como gentilicio" escribe que "chilango" es una variación que se realizó en el Estado de Veracruz de la palabra chilango que proviene del maya xilaan que significa desgreñado. En el mismo artículo se hace referencia a César Corzo Espinosa quien propuso que la palabra "chilango" tiene un origen náhuatl en la palabra chilan-co que significa "donde están los colorados" y que hace alusión al color de piel de los habitantes de la Ciudad de México.

En Yucatán se da un caso particular, ya que ahí se les llama "huaches", esto es debido a que a mediados de la década de 1910, el ejército del Gral. Salvador Alvarado entró en la ciudad de Mérida, Yucatán, y la mayoría de los que militantes del contingente calzaban huaraches y es ahí donde derivó la palabra "huach" para referirse a dichos extraños. Sin embargo, con el paso de los años el vocablo se empleó para designar a los "defeños" y por extensión a los demás que no son originarios de la Península de Yucatán. Otro posible origen es la expresión "uá-paach" (alto y delgado) que utilizaban los antiguos mayas al referirse a los aztecas. Se emplea al calificativo de yuca-huach (con un tono despectivo) al yucateco que adquiere modales o costumbres propias de la gente de la capital del país

Se dice también que el término fue utilizado por primera vez en Veracruz. En tiempos pasados, la mayoría de los delincuentes condenados eran enviados al DF para concentrarlos y posteriormente enviarlos a la Cárcel de San Juan de Ulúa en Veracruz. Al llegar al puerto, los presos eran atados de manos y formados en hilera en forma similar, decían ellos, a una chilanga, conocida en ese entonces, como un atado de chiles. De ahí que el chilango se asocie con aquellos "delincuentes" provenientes del DF.

Véase también