Diferencia entre revisiones de «Parménides de Elea»

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#El ser es ''inmóvil'', pues, de lo visto anteriormente queda claro que no puede llegar a ser, ni perecer, ni cambiar de lugar, para lo que sería necesario afirmar la existencia del no ser, del vacío, lo cual resulta contradictorio. Tampoco puede ser mayor por una parte que por otra, ni haber más ser en una parte que en otra, por lo que Parménides termina representándolo como una esfera en la que el ser se encuentra igualmente distribuido por doquier, permaneciendo idéntico a sí mismo.
#El ser es ''inmóvil'', pues, de lo visto anteriormente queda claro que no puede llegar a ser, ni perecer, ni cambiar de lugar, para lo que sería necesario afirmar la existencia del no ser, del vacío, lo cual resulta contradictorio. Tampoco puede ser mayor por una parte que por otra, ni haber más ser en una parte que en otra, por lo que Parménides termina representándolo como una esfera en la que el ser se encuentra igualmente distribuido por doquier, permaneciendo idéntico a sí mismo.
#El ser al que se refiere Parménides es ''material'', por lo que difícilmente puede ser considerado éste el padre del idealismo. El hecho de que [[Platón]], posteriormente, aceptando los postulados parmenídeos, identificara a ese ser con la [[Idea]], no debe ser extrapolado históricamente hasta el punto de llegar a afirmar que Parménides interpretaba el ser como algo no material. La afirmación de que el ser es Uno, finito, parece indicar claramente una concepción material del ser.
#El ser al que se refiere Parménides es ''material'', por lo que difícilmente puede ser considerado éste el padre del idealismo. El hecho de que [[Platón]], posteriormente, aceptando los postulados parmenídeos, identificara a ese ser con la [[Idea]], no debe ser extrapolado históricamente hasta el punto de llegar a afirmar que Parménides interpretaba el ser como algo no material. La afirmación de que el ser es Uno, finito, parece indicar claramente una concepción material del ser.
#Por lo demás, la asociación de la vía de la ''verdad'' con el pensamiento ''racional'' y de la vía de la ''opinión'' con la ''sensación'' parece poder aceptarse, aunque sin llegar a la claridad de la distinción que encontramos en Platón. Efectivamente, Parménides afirma en el ademas de eso es muy importante decir ke COLOMBIA es uno de los paises mas reconociadas por su participacion en la definicion del SER y no SER [Unico pais latinoamaericano] poema la superioridad del conocimiento que se atiene a la reflexión de la razón, frente a la vía de la opinión que parece surgir a partir del conocimiento sensible. Pero el conocimiento sensible es un conocimiento ilusorio, de apariencia. Podemos aceptar pues que Parménides introduce la distinción entre razón y sensación, entre verdad y apariencia.
#Por lo demás, la asociación de la vía de la ''verdad'' con el pensamiento ''racional'' y de la vía de la ''opinión'' con la ''sensación'' parece poder aceptarse, aunque sin llegar a la claridad de la distinción que encontramos en Platón. Efectivamente, Parménides afirma en el poema la superioridad del conocimiento que se atiene a la reflexión de la razón, frente a la vía de la opinión que parece surgir a partir del conocimiento sensible. Pero el conocimiento sensible es un conocimiento ilusorio, de apariencia. Podemos aceptar pues que Parménides introduce la distinción entre razón y sensación, entre verdad y apariencia.
#Tradicionalmente se ha asociado este poema con la crítica del ''movimiento'', del ''cambio'', cuya realidad había sido defendida por el pensamiento de [[Heráclito]]. Es probable que Parménides hubiera conocido el libro de Heráclito, pero también que hubiera conocido la doctrina del movimiento de los [[pitagóricos]], contra la que más bien parece dirigirse este poema. Especialmente si consideramos la insistencia que hace Heráclito en la unidad subyacente al cambio, y en el papel que juega el ''Logos'' en su interpretación del movimiento. Obviamente, en la medida en que Heráclito afirma el devenir, las reflexiones de Parménides le afectan muy particularmente, aunque Heráclito nunca haya afirmado el devenir hasta el punto de proponer la total exclusión del ser.
#Tradicionalmente se ha asociado este poema con la crítica del ''movimiento'', del ''cambio'', cuya realidad había sido defendida por el pensamiento de [[Heráclito]]. Es probable que Parménides hubiera conocido el libro de Heráclito, pero también que hubiera conocido la doctrina del movimiento de los [[pitagóricos]], contra la que más bien parece dirigirse este poema. Especialmente si consideramos la insistencia que hace Heráclito en la unidad subyacente al cambio, y en el papel que juega el ''Logos'' en su interpretación del movimiento. Obviamente, en la medida en que Heráclito afirma el devenir, las reflexiones de Parménides le afectan muy particularmente, aunque Heráclito nunca haya afirmado el devenir hasta el punto de proponer la total exclusión del ser.



Revisión del 20:59 26 abr 2009

Plantilla:Ficha de filósofo

Parménides (en griego Παρμενίδης), (Elea Magna h. 510 a. C. - 450 a. C.), filósofo griego, nació, de acuerdo con Apolodoro, en la ciudad de Elea, colonia griega del sur de Magna Grecia (Italia). Es considerado por muchos eruditos como el miembro más importante de la escuela eleática, e incluso de todos los Filósofos presocráticos.

Biografía

Según Diógenes, Parménides fue discípulo de Jenófanes, pero no le siguió en su doctrina. Soción -según el mísmo Diógenes- afirma que el que lo convirtió a la vida contemplativa fue Aminias.

Plutarco, Estrabón y Diógenes -siguiendo el testimonio de Espeusipo- coinciden en afirmar que Parménides participó en el gobierno de su ciudad, organizándola y dándole un código de leyes admirable.

Platón, en su diálogo Parménides relata que, acompañado de su discípulo Zenón de Elea, visitó Atenas cuando tenía aproximadamente 65 años de edad y que, en tal ocasión, Sócrates, entonces un hombre joven, dialogó con él.

De sus escritos sólo se han conservado 160 versos, pertenecientes a 19 fragmentos de un poema didáctico, intitulado Sobre la naturaleza.

En este tratado, considerado el primero sobre el Ser, abogaba por la existencia del “Ser totalitario”, cuya no existencia declaraba inconcebible, pero cuya naturaleza admitía ser también inconcebible, ya que el “Ser absoluto” está disociado de toda limitación bajo la cual piensa el ser humano. Mantenía que los fenómenos de la naturaleza son sólo aparentes y debidos, en esencia, al error humano; parecen existir, pero no tienen entidad real. Sostenía también que la realidad, “Ser verdadero”, no es conocida por los sentidos, sino que sólo se puede encontrar en la razón. Esta creencia le convirtió en un precursor de la Teoría de las Ideas de Platón. La teoría de Parménides de que el ser no puede originarse del no ser, y que el ser ni surge ni desaparece, fue aplicada a la materia por sus sucesores Empédocles y Demócrito, que a su vez la convirtieron en el fundamento de su explicación materialista del Universo.

Frase famosa de este gran filósofo griego es, "El ser es y el no-ser no es". Para Parménides existían dos seres: el ser absoluto y el ser relativo. La diferencia de estos dos seres es que el ser absoluto es algo que no es ni puede llegar a ser y el ser relativo es algo que no es pero puede llegar a serlo.

Parménides dice que el fundamento de todo es el ente inmutable, único y permanente, el ente “es”, simplemente, sin cambio ni transformación alguna.

Sobre la naturaleza

Parménides. Detalle de "La Escuela de Atenas" de Rafael

Parménides escribió un poema filosófico en hexámetros del que conservamos la mayoría de los versos a través de Simplicio (Citas del poema según la versión de Alberto Bernabé, De Tales a Demócrito, Madrid, 1988). Texto tomado de webdianoia.com.

  • Pensamiento:
  1. En dicho poema, luego de un premio de carácter religioso, en el que el autor realiza una serie de invocaciones para conseguir el favor de una diosa no identificada con el objeto de poder acceder al verdadero conocimiento, Parménides nos expone su doctrina: la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio. El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones.
  2. El poema expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento.
  3. La vía de la opinión parte, dice Parménides, de la aceptación del no ser, lo cual resulta inaceptable, pues el no ser no es. Y no se puede concebir cómo la nada podría ser el punto de partida de ningún conocimiento. ("Es necesario que sea lo que cabe que se diga y se conciba. Pues hay ser, pero nada, no la hay"). Por lo demás, lo que no es, no puede ser pensado, ni siquiera "nombrado". Ni el conocimiento, ni el lenguaje permiten referirse al no ser, ya que no se puede pensar ni nombrar lo que no es. ("Y es que nunca se violará tal cosa, de forma que algo, sin ser, sea"). Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues, la vía de la verdad. Esta vía está basada en la afirmación del ser: el ser es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es.
  4. Afirma Parménides en estas líneas la unidad e identidad del ser. El ser es, lo uno es. La afirmación del ser se opone al cambio, al devenir, y a la multiplicidad. Frente al devenir, al cambio de la realidad que habían afirmado los filósofos jonios y los pitagóricos, Parménides alzará su voz que habla en nombre de la razón: la afirmación de que algo cambia supone el reconocimiento de que ahora "es" algo que "no era" antes, lo que resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación del cambio supone la aceptación de este paso del "ser" "al "no ser" o viceversa, pero este paso es imposible, dice Parménides, puesto que el "no ser" no es.
  5. El ser es ingénito, pues, dice Parménides ¿qué origen le buscarías? Si dices que procede del ser entonces no hay procedencia, puesto que ya es; y si dices que procede del "no ser" caerías en la contradicción de concebir el "no ser " como "ser", lo cual resulta inadmisible. Por la misma razón es imperecedero, ya que si dejara de ser ¿en qué se convertiría? En "no ser " es imposible, porque el no ser no es... ("así queda extinguido nacimiento y, como cosa nunca oída, destrucción").
  6. El ser es entero, es decir no puede ser divisible, lo que excluye la multiplicidad. Para admitir la división del ser tendríamos que reconocer la existencia del vacío, es decir, del no ser, lo cual es imposible. ¿Qué separaría esas "divisiones" del ser? La nada es imposible pensarlo, pues no existe; y si fuera algún tipo de ser, entonces no habría división. La continuidad de el ser se impone necesariamente, y con ello su unidad. Igualmente, ha de ser limitado, es decir, mantenerse dentro de unos límites que lo encierran por todos lados.
  7. El ser es inmóvil, pues, de lo visto anteriormente queda claro que no puede llegar a ser, ni perecer, ni cambiar de lugar, para lo que sería necesario afirmar la existencia del no ser, del vacío, lo cual resulta contradictorio. Tampoco puede ser mayor por una parte que por otra, ni haber más ser en una parte que en otra, por lo que Parménides termina representándolo como una esfera en la que el ser se encuentra igualmente distribuido por doquier, permaneciendo idéntico a sí mismo.
  8. El ser al que se refiere Parménides es material, por lo que difícilmente puede ser considerado éste el padre del idealismo. El hecho de que Platón, posteriormente, aceptando los postulados parmenídeos, identificara a ese ser con la Idea, no debe ser extrapolado históricamente hasta el punto de llegar a afirmar que Parménides interpretaba el ser como algo no material. La afirmación de que el ser es Uno, finito, parece indicar claramente una concepción material del ser.
  9. Por lo demás, la asociación de la vía de la verdad con el pensamiento racional y de la vía de la opinión con la sensación parece poder aceptarse, aunque sin llegar a la claridad de la distinción que encontramos en Platón. Efectivamente, Parménides afirma en el poema la superioridad del conocimiento que se atiene a la reflexión de la razón, frente a la vía de la opinión que parece surgir a partir del conocimiento sensible. Pero el conocimiento sensible es un conocimiento ilusorio, de apariencia. Podemos aceptar pues que Parménides introduce la distinción entre razón y sensación, entre verdad y apariencia.
  10. Tradicionalmente se ha asociado este poema con la crítica del movimiento, del cambio, cuya realidad había sido defendida por el pensamiento de Heráclito. Es probable que Parménides hubiera conocido el libro de Heráclito, pero también que hubiera conocido la doctrina del movimiento de los pitagóricos, contra la que más bien parece dirigirse este poema. Especialmente si consideramos la insistencia que hace Heráclito en la unidad subyacente al cambio, y en el papel que juega el Logos en su interpretación del movimiento. Obviamente, en la medida en que Heráclito afirma el devenir, las reflexiones de Parménides le afectan muy particularmente, aunque Heráclito nunca haya afirmado el devenir hasta el punto de proponer la total exclusión del ser.

Juicios de la posteridad acerca de Parménides

Platón, por medio de los personajes de sus diálogos, lo llama "el grande" (Sofista 237 a), "padre" (241 d), hace decir a Sócrates que Parménides es "venerable y temible a la vez (...) se me reveló en él una magnífica y muy poco frecuente profundidad de espíritu" (Teeteto 183 e).

Aristóteles reconoce, en la Metafísica y en la Física que Parménides tiene una posición especial dentro de los primeros filósofos, y no le da el nombre de "fisiólogo" -como hace con el resto- puesto que su pensamiento torna imposible el saber acerca de la φυσις.

Hegel dice de él: "Con Parménides comienza el filosofar auténtico; en él hay que ver el ascenso de lo ideal." (Lecciones sobre la historia de la filosofía, en Werke in zwanzig Bände, vol. 18, p.290).

Heidegger ha reconocido la intelección de Parménides como el comienzo de la historia de la metafísica, esto es, el encubrimiento del principio de la metafísica (Was heisst Denken?, p. 98).

Según el filólogo Diels, autor de Die Fragmente der Vorsokratiker junto con Kranz, los fragmentos conservados de Parménides representan aproximadamente un 90% de su obra, hecho único en el conjunto de los pensadores llamados presocráticos.

El juicio de la posteridad acerca de la importancia de su obra, a pesar de lo variado de las razones, es unánime: Parménides es una figura de primer orden en el panorama de la filosofía griega y de todo el pensamiento occidental.

Bibliografía

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  • Copleston, Frederick C., Historia de la Filosofía. Tomo 1/I: Grecia y Roma, Editorial Ariel: Barcelona, 2004 [4 volúmenes en cartoné: 1ª edición, 1ª impresión]. ISBN 84-344-8770-5.
  • Eggers Lan, Conrado y Juliá, Victoria E. (Introducciones, traducciones y notas): Los filósofos presocráticos, Vol. I, Editorial Gredos: Madrid, 2000 [1ª edición, 4ª impresión]. ISBN 84-249-3511-X.
  • Guthrie, W.K.C., Historia de la Filosofía Griega. Vol. II: La tradición presocrática desde Parménides a Demócrito, Editorial Gredos, Madrid, 1994 [1ª edición, 3ª reimpresión]. ISBN 84-249-1032-X.
  • Heidegger, Martin: Parménides, Ediciones Akal, Madrid, 2005. Trad. de Carlos Másmela. Título original:Gesamtausgabe, Bd. 54: "Parmenides". Curso de Friburgo, semestre de invierno de 1942-1943. Vittorio Klostermann, Frankfurt a. M. Edición de Manfred S. Frings (1982).
    • ¿Qué significa pensar?, (1954), II Parte, Editorial Nova, Buenos Aires, 2ª edición, 1964. Traducción de Haraldo Kahnemann / Editorial Trotta, Madrid, 2005. Traducción de Raúl Gabás Pallás. Título original: Was heißt denken?. Gesamtausgabe, Bd. 8 (GA, 8). Edición de Paola-Ludovika Coriando. Vittorio Klostermann, Frankfurt a. M. 2002.
  • Kingsley, Peter, En los oscuros lugares del saber, Ediciones Atalanta: Girona, 2006. ISBN 84-934625-7-8.
  • Kirk, G.S., Raven, J.E. y Schofield, M.: Los filósofos presocráticos. Historia crítica con selección de textos. Edición revisada. Tapa dura. Editorial Gredos: Madrid, 2008. ISBN 978-84-249-3567-2.
  • Ortega y Gasset, José: Historia como sistema, Revista de Occidente en Alianza Editorial, Madrid, 1981. Edición de Paulino Garagorri.
    • Origen y Epílogo de la Filosofía, Revista de Occidente en Alianza Editorial, Madrid, 1981. Edición de Paulino Garagorri.
  • Platón (2003). Diálogos. Obra completa en 9 volúmenes. Volumen V: Parménides. Teeteto. Sofista. Político. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1279-6. 

Véase también

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