Economía creativa
La economía creativa o industria creativa es el sector de la economía que involucra la generación de ideas y conocimiento. El concepto abarca esencialmente la industria cultural (arte, entretenimiento, diseño, arquitectura, publicidad, gastronomía) y la economía del conocimiento (educación, investigación y desarrollo, alta tecnología, informática, telecomunicaciones, robótica, nanotecnología, industria aeroespacial).
Según autores como Florida, la importancia de la economía creativa radica en que "la creatividad humana es el mayor recurso económico".[1]
La economía creativa posee características que la distinguen:[2]
- Los productos se distinguen por sus cualidades únicas, y no solamente por su funcionalidad y precio.
- Posee una gran incertidumbre en cuanto a qué productos funcionarán y cuáles desean los clientes.
- El rápido progreso del conocimiento y la sociedad hacen que el factor tiempo sea crucial.
- Los trabajadores creativos valoran fuertemente el motivo y significado de su esfuerzo, más allá del rédito económico y social.
- La economía creativa exige un enfoque de trabajo multidisciplinario.
Para que una economía creativa disponga de trabajadores, requiere de un sistema educación eficaz y de un contexto de diversidad cultural.