Disbiosis

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La disbiosis (también llamada disbacteriosis) es el desbalance del equilibrio microbiano de la microbiota normal, debido a cambios cuantitativos o cualitativos de su composición, cambios en su funcionamiento o actividades metabólicas, o bien, a cambios en su distribución.[1][2]

La disbiosis es más prominente en el tracto digestivo o en la piel, pero también puede ocurrir en algunas superficies expuestas o en la mucosa como en la vagina, los pulmones, la nariz, los senos, las orejas, las uñas o los ojos.

El término disbiosis también puede aplicarse para la pérdida de biodiversidad general en un sistema. [3]

La disbiosis también puede verse en ecosistemas perturbados crónicamente, en donde se pierde la diversidad y con ello el estado de salud de un ecosistema o un organismo. En ecología microbiana se ha observado que entre menos sea la diversidad bacteriana en un sistema, menor es su resiliencia o capacidad de repuesta ante factores estresantes en el medio[4]​.

En pequeñas cantidades las colonias microbianas se establecen en o sobre el cuerpo siendo benignas o beneficiosas en la mayoría de los casos. Este beneficioso y adecuado tamaño de las colonias microbianas realizan una series de funciones provechosas y necesarias. También protegen el cuerpo de la penetración de microbios patógenos. Estas colonias microbianas beneficiosas también compiten las unas contra las otras de modo que ninguna colonia microbiana específica domina.

La disbiosis puede ser consecuencia del efecto de los tratamientos antibióticos, estrés físico o psicológico, radiación, alteración en la peristalsis o modificaciones de la dieta.[2]

Para tratar la disbiosis con frecuencia se recurre al uso de probióticos y prebióticos. Los probióticos se definen como microorganismos vivos que se administran con el objetivo de mejorar el balance de microorganismos que conforman la flora intestinal; los principales microorganismos utilizados como probióticos son bacterias productoras de ácido láctico de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium. Los prebióticos son ingredientes alimentarios destinados a cambiar la composición y actividad de la flora intestinal del colon. Estos son fundamentalmente carbohidratos no hidrolizables por las enzimas gástricas y polifenoles, que sí van a ser utilizados por las bacterias presentes en el colon (lactobacilos y bifidobacterias), que a su vez van a producir metabolitos beneficiosos para otros microorganismos de la flora intestinal y también para los colonocitos, lo que resulta en un mejor funcionamiento del tejido intestinal.[5]

Reflexión epistemológica

Sin las "colonias microbianas benignas o beneficiosas" no podríamos los humanos vivir, el problema viene cuando las colonias no son benignas o beneficiosas.

La cita "La disbiosis no está registrada en la Clasificación Internacional y Estadística de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE). La disbiosis es, además, una enfermedad muy poco común.", puede llevar a pensar que es una enfermedad rara o bien que no requiere mayor atención de los profesionales de la salud.

Se debe notar que el CIE va ampliándose con la nueva información y también que toda enfermedad puede ser "muy poco común" hasta que alguien logra vincular "lo poco común" con otros casos más generales y extendidos.

Si alguna alerta se establece sobre lo "muy poco común", entonces empieza un proceso convergente de investigación que puede confirmar o refutar la hipótesis "enfermedad muy poco común".

Este parece ser el caso de la "Disbiosis", la consulta de tendencias para las búsquedas de Google muestra una curva creciente para el término inglés "dysbiosis" a partir de 2012[6]​ la misma consulta para el término español "disbiosis" muestra que el interés empieza aproximadamente también para la misma fecha.

Pero quizás lo que en la actualidad puede empezar a marcar la tendencia es la inclusión del término "dysbiosis" entre los Nuevos Descriptores (2014) de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.,[7]​ donde lo clasifica como preferido frente al menos frecuente "Dysbacteriosis" y se describe la dysbiosis como "cambios en la composición cuantitativa y cualitativa de la microbiota. Los cambios pueden conducir a la interacción microbiana-anfitrión con alteración o desequilibrio homeostático que puede contribuir a un estado de enfermedad a menudo con inflamación".[8]

Se debe tener en cuenta que en la actualidad se amplió considerablemente el campo de estudio de las enfermedades que se incluyen entre las que cursan con inflamación, tal como en parte se explica en la nueva evidencia del siguiente apartado.

Nueva Evidencia

Un reciente estudio canadiense indica que hay "un campo emergente" en el estudio de la salud mental que estaría relacionado con la nutrición y sus efectos en inflamación, el microbioma, el estrés oxidativo y función mitocondrial.[9]

El estudio canadiense hace foco en la relación que habría entre estas variables y la salud mental, en tal sentido es válida la pregunta "¿Pueden los parásitos alterar la conducta de sus huéspedes?" que se formuló el Lic. Carlos Omar Kaiser[10]​ encontrando impacto en casi todos los órganos que alteran su función normal. En igual sentido LabecPharma alerta varios desórdenes que traería la disbiosis, mencionando entre otros el déficit de Litio que llevaría a "desórdenes emocionales".

Tal parece que la convivencia que tenemos los humanos con nuestros "acompañantes" (bacterias, virus, parásitos, etc.), no es sencilla aún de comprender en su totalidad y su alteración tendría consecuencias todavía por establecerse, que por ahora y a partir del 2014 se empiezan a analizar como "Dysbiosis".

Referencias

  1. DeGruttola, Arianna K.; Low, Daren; Mizoguchi, Atsushi; Mizoguchi, Emiko (mayo de 2016). «Current understanding of dysbiosis in disease in human and animal models» [Entendimiento actual de la disbiosis en modelos de enfermedad humana y animal]. Inflamm Bowel Dis (en inglés) 22 (5): 1137-1150. PMID 27070911. doi:10.1097/MIB.0000000000000750. Consultado el 2 de agosto de 2017. 
  2. a b Hawrelak, Jason A.; Myers, Stephen P. (2004). «The Causes of Intestinal Dysbiosis: A Review» [Cusas de la disbiosis intestinal: una revisión]. Alternative Medicine Review (en inglés) (Thorne Research, Inc) 9 (2): 180-197. Consultado el 2 de agosto de 2017. 
  3. Egan, Suhelen; Gardiner, Melissa (21 de junio de 2016). «Microbial Dysbiosis: Rethinking Disease in Marine Ecosystems». Frontiers in Microbiology 7. ISSN 1664-302X. doi:10.3389/fmicb.2016.00991. Consultado el 24 de marzo de 2020. 
  4. Olesen, Scott W.; Alm, Eric J. (25 de noviembre de 2016). «Dysbiosis is not an answer». Nature Microbiology 1 (12). ISSN 2058-5276. doi:10.1038/nmicrobiol.2016.228. Consultado el 24 de marzo de 2020. 
  5. Álvarez Cueto, Alba (2015). «Tema 8: Introducción a la bacteriología clínica». Microbiología clínica. Consultado el 2 de agosto de 2017. 
  6. «Tendencias de Búsqueda en Google». 6 de febrero de 2015. 
  7. «Nuevos Descriptores - 2014». 
  8. «Descripción de Dysbiosis». 
  9. «El campo emergente de la salud nutricional mental». 
  10. «Enfermedad y control mental». Archivado desde el original el 6 de febrero de 2015. Consultado el 6 de febrero de 2015. 

Enlaces externos