Cantares gallegos

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Cantares Gallegos es una obra poética de Rosalía de Castro (1837-1885) publicada en 1863, en Vigo

Fue el marido de Rosalía, Manuel Murguía, quien gestionó, sin el permiso de su mujer, la publicación de este poemario que fija el comienzo de una nueva etapa para la poesía gallega.

En el prólogo, la autora confiesa su idea de desarrollar las cantigas populares gallegas emulando el Libro de los cantares de Antonio Trueba, pues su quehacer poético está constituido por glosas de cantares o dichos populares. Así pues, todos los poemas, excepto dos (Campanas de Bastabales y Como chove Miúdiño), son glosas de cantares, procedimiento este que también aparecerá, aunque con poca relevancia, en Follas Novas. Algunas glosas están escritas en metros populares ("Miña casiña"; "Vivir para ver"; "¡Padrón...!, ¡Padrón!"...) y otras no ("Cada cousa no seu tempo"; "Eu por vos"...).

Todos los críticos consideran que Cantares Gallegos supera los riesgos de la paráfrasis, manteniendo el encanto de la copla glosada sin convertirse en un texto inexpresivo.

Temas de Cantares Gallegos

Los textos de Cantares Gallegos son clasificables atendiendo a los siguientes temas:

  • Poemas costumbristas: Presentan carácter descriptivo y narrativo.
  • Poemas amorosos: "Quíxente tanto meniña", "Cantan os galos pró día"...
  • Poesía cívico-social: Poemas reivindicativos referidos frecuentemente a la emigración como "Adios ríos, adios fontes" o "Castellanos de Castilla".
  • Poesía intimista: solo aparece el yo poético de Rosalía en dos poemas, "Campanas de Bastabales" y "Como chove miudiño". En ellos se avanza la profundidad que tendrá su obra posterior. Con todo, también se pueden observar los sentimientos íntimos de Rosalía en "Un repoludo gaiteiro", cuando habla de "... pobres palomas, buscaban a luz que as ía queimar...

Métrica y estilo

Evolución poética

El primer poemario de Rosalía, La Flor (1857), escrito en español, está inscrito en la atmósfera romántica esproncediana aportando una poética que parte, predominantemente, del pesimismo propio del "yo" romántico, rodeado de un ambiente tétrico caracterizado con el léxico, los recursos estilísticos (acumulación de adxetivos y participios; abundancia de exclamativos y frases cortadas por "ay",...) y las formas estróficas (tercetos encadenados; octava real; sextilla de pie quebrado) propias de la época.

En 1863 escribe Rosalía Follas Novas, poema que, aunque con influjo romántico, aproxima lo que será posteriormente Cantares Gallegos. Es un texto breve, de vocabulario reducido, de doce versos divididos en dos estrofas y de composición simétrica.

En esa época, además de composiciones esproncedianas, se puede encontrar una poesía lapidaria que se caracteriza por:

  • Ausencia de verbosidad y grandilocuencia.
  • Brevedad.
  • Concisión.
  • Predominio de los sustantivos y de los verbos. Sobriedad y concisión
  • Empleo de procedimientos propios de la literatura popular: la repetición, la oposición o antítesis, el paralelismo...

Esta mutación estilística (el cantar, la seguidilla, el terceto octosilábico, el romance con versos de cinco a ocho sílabas y la muñeira), con origen en la poesía popular, produce que las formas y técnicas de Cantares Gallegos sean exitosas y muy diferentes de las presentes en La Flor. Solo permanecen comunes a los dos textos la quintilla y la redondilla.

Con el paso del tiempo, Rosalía primará un ritmo y una expresión más flexible, alejada de la rigidez y grandilocuencia esproncediana.

El estilo de Cantares Gallegos

En Cantares encontramos dos sistemas métricos diferenciados:

  • el primero está basado en la acentuación posibilitando un marcado ritmo de muñeira gracias a cuatro acentos tónicos en cada verso y un fluctuante número de sílabas (”Has de cantar”;” a vernos, Marica, nantronte viñeras”,...)
  • en el otro sistema predominan las formas populares de arte menor (romances, sobre todo). El verso de arte mayor se reduce al endecasílabo.

Una excepción es el caso de la ”Alborada”, composición polimétrica por exigencia de la melodía a la que se adapta.

Dos de los procedimientos más importantes utilizados por Rosalía en esta obra, además de la antítesis, son la repetición y el paralelismo, los cuales son de carácter muy variado:

  • Fónicos: Repetición del esquema de las vocales tónicas /á....é/:
Canta, si queres
rapaza do demo;
canta, si queres;
Dareiche un mantelo.
  • Repetición léxica:
meiguiño, meiguiño, meigo,
meigo que me namoraste...
  • Anáfora mediante palabras de escaso contenido semántico:
Tras da calada visera
que hai uns ollos feridores
que nos miran, se dixera;
que nos din: todo é quimera
neste mundo de dores.
Paralelismos por inversión:
e que chovera ou ventara
e que ventara ou chovera

o sustitución:

camiño do mar salado,
camiño do mar sen fin

Cantares gallegos y el "Día das Letras Galegas"

No está confirmada la fecha exacta de la publicación de Cantares Gallegos, pero se toma como tal la fecha expresada por Rosalía en la dedicatoria del poemario a Fernán Caballero, firmada el 17 de mayo de 1863.

A principios de los años sesenta, Francisco Fernández del Riego propuso la institución de una celebración anual que potenciase la lengua gallega, al estilo del Día del Libro que se celebraba en España con motivo del aniversario de la muerte de Cervantes, el 23 de abril. Inmediatamente pensó en situarla en la fecha de publicación de Cantares Gallegos, por su significado en el renacimiento de la literatura gallega. Tras proponerlo, la Real Academia Galega aprobó en 1963 convocar el Día das Letras Galegas el 17 de mayo de cada año, celebrándose ese mismo año en honor de Rosalía.

Referencia