Baibiene venía de una derrota táctica en San Gregorio, pero contaba con tropas más numerosas, sumando 4.000 hombres entre infantes y jinetes contra los 3.000 de Sosa; estas, a su vez, estaban mejor pertrechadas. Los revolucionarios lograron dispersar la caballería leal atacándola por el flanco; la infantería resistió y presentó una batalla encarnizada y cruenta, que no concluyó hasta que la falta de munición obligó a Baibiene a capitular. Entre los 150 caídos se contó Juan Lagraña, ministro de justicia de Justo.