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Anexión de Tarija, Salta y Jujuy a la Confederación Perú-Boliviana

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Anexión de Tarija, Salta y Jujuy
por la Confederación Perú-Boliviana

Mapa del Estado Boliviano de la Confederación Perú-Boliviana. Incluye los territorios anexados.
Localización
País Estado Boliviano y Confederación Argentina
Lugar Tacna, Confederación Perú-Boliviana
Datos generales
Estado Finalizado
Tipo anexión y disputa territorial
Ámbito Guerra entre las confederaciones Argentina y Perú-Boliviana
Suceso Andrés de Santa Cruz anexa a la Confederación Perú-Boliviana, el territorio reclamado por la Confederación Argentina como la antigua Provincia de Tarija, parte de los territorios de la Provincia de Salta y Provincia de Jujuy; bajo dependencia del Departamento de Tarija (actual Tarija, Salta y Jujuy) del Estado Boliviano.
Participantes Archivo:Flag of the Peru-Bolivian Confederation.png Confederación Perú-Boliviana
Provincia de Tarija
Histórico
Fecha 1838

La anexión de Tarija, Salta y Jujuy a la Confederación Perú-Boliviana, fue el proceso de incorporación de la provincia de Tarija,[1]​ —reclamada como el Departamento de Tarija del Estado Boliviano[2]​− así como la ocupación e incorporación de territorios de las provincias de Salta y Jujuy a la Confederación Perú-Boliviana[3][4]​, durante la guerra contra la Confederación Argentina.

En 1838, Andrés de Santa Cruz anexa a la Confederación Perú-Boliviana, parte del territorio argentino de las Salta y Jujuy, en el que se hallan las poblaciones de Santa Catalina, Yavi, Santa Victoria, Cangrejillos, Pueso, Abra Pampa, Cochinoca, Pastos Chicos, y otras. Lo puso bajo dependencia del Departamento de Tarija.[5]

Antecedentes

Andrés de Santa Cruz, Supremo Protector de la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839)
Juan Manuel de Rosas, Encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina (1835-1852)

Cuestión de Tarija

El 24 de septiembre de 1831 el presidente de Bolivia, Andrés de Santa Cruz, promulgó la ley que erigió a la Provincia de Tarija en Departamento, ya que hasta entonces era parte del Departamento de Potosí, nombrando como su primer prefecto a Bernardo Trigo, aunque recién en 1839 tales medidas se hicieron efectivas. En febrero de 1833, Juan Manuel de Rosas, realizó gestiones para reclamar la devolución del Departamento de Tarija, que era reclamada como la Provincia de Tarija de la Confederación Argentina.[6]

Cuestión de los Unitarios

Hasta 1837, tanto Tarija, como Montevideo, se habían convertido en una base de operaciones de los argentinos unitarios, quienes eran enemigos del partido federal que gobernaba a la Confederación Argentina; los cuales realizaron al menos cuatro incursiones desde el sur de Bolivia a las provincias del norte argentino en los años previos a la guerra entre confederaciones. Rosas sospechaba que Santa Cruz usaba a los unitarios, en alianza con el presidente uruguayo Fructuoso Rivera, para apoderarse de las provincias del noroeste argentino, como lo había hecho en el Perú, para conformar la Confederación Perú-Boliviana.

En septiembre de 1836 el agente confidencial chileno Francisco Javier Rosales le mostró a Rosas documentos en ese sentido, que confirmaban los rumores de que el unitario Juan Galo Lavalle estaba en tratos con Santa Cruz para constituir un Estado entre la Argentina y Bolivia.[7]

Tensiones fronterizas

En agosto de 1835 fuerzas argentinas ingresaron en territorio boliviano para apresar a José Antonio Reinafé y a Cornelio Moyano, lo cual agudizó las tensiones fronterizas. El 13 de febrero de 1837 se produjo un incidente fronterizo cuando una partida boliviana penetró en territorio argentino en la zona de Cochinoca en busca del coronel José Cáceres, quien se encontraba reclutando soldados y lo apresaron; el mismo día, Rosas declaró cerrada toda comunicación comercial, epistolar y de cualquier género entre los habitantes de la Argentina y los de Perú-Bolivia.

Guerra entre la Confederaciones

Otto Philipp Braun, Comandante de las operaciones en el frente sur del Ejército Unido
Alejandro Heredia, Comandante del Ejército del Norte

Santa Cruz, ante la inminente apertura de un nuevo frente de guerra en momentos en que ya enfrentaba a Chile; el 5 de abril, envió una carta amistosa a Rosas ofreciendo la total prescindencia de su gobierno en la política interna de la Confederación Argentina, pero Rosas hizo arrestar al mensajero, el general O'Brien, y culpó a Santa Cruz de instigador de las invasiones unitarias de Lavalle (asistida por Francia) y Rivera (aliado de brasileros y franceses) desde el Uruguay.

El 19 de mayo de 1837, ante las incursiones del Ejército Confederado Perú-Boliviano en las provincias de Salta y Jujuy, Rosas declaró la guerra a esa confederación.

Rosas nombró a Alejandro Heredia como comandante del Ejército del Norte, siendo sus principales subalternos los generales Gregorio Paz y Manuel Virtu, cuyas tropas estaban compuestas casi en su totalidad por bisoños soldados reclutas del noroeste.

Santa Cruz nombró a Otto Philipp Braun como comandante de las operaciones en el frente sur del Ejército Unido, secundado por los generales Francisco Burdett O'Connor, Sebastián Ágreda y Timoteo Raña. El cuartel de Braun se estableció en Tupiza en donde se concentró un ejército que no superaba los 2.400 hombres, casi todos chicheños y tarijeños

El 13 de septiembre de 1837, tropas peruano-bolivianas, al mando del alemán Otto Philipp Braun combatieron con el argentino Felipe Heredia, en Santa Bárbara cerca de Humahuaca. Asimismo, el 11 de junio de 1838, otra división argentina al mando de Felipe Heredia, fue nuevamente derrotada por las tropas al mando de Timoteo Raña en la combate de Iruya. Una fracción al mando del general Gregorio Paz fue derrotada el 24 de junio de 1838 en el combate de Coyambuyo en las serranías de Montenegro, cerca de Padcaya por las tropas al mando de Otto Philip Braun, poniendo fin de hecho a la guerra entre los argentinos y los peruano-bolivianos.

Anexión del Norte Argentino

Bandera de Tarija

En el transcurso del conflicto del Otto Philipp Braun, había logrado consolidar la soberanía del la Confederación Perú-Boliviana sobre el Departamento de Tarija, —para la confederación Argentina consistía en la ocupación de la Provincia de Tarija— asimismo había avanzado, mas al sur ocupando territorios del norte argentino de las Provincias de Salta y Jujuy.

En 1838, Andrés de Santa Cruz anexó al Estado Boliviano, los territorios que Ejército Unido Perú-Boliviano, al mando de Braun había conseguido ocupar, en el que se hallan las poblaciones de Santa Catalina, Yavi, Santa Victoria, Cangrejillos, Pueso, Abra Pampa, Cochinoca, Pastos Chicos, y otras. Lo puso bajo dependencia del Departamento de Tarija y designó autoridades bolivianas, entre las que se sucedieron Timoteo Raña, Sebastián Agreda y Bernardo Trigo.[5]

En diciembre de 1838 el nuevo gobernador de Salta, Manuel Solá, inició contactos con sus pares del norte para, a espaldas del encargado de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, llevar adelante negociaciones de paz.

Disolución de la Confederación Perú-Boliviana

El 20 de enero de 1839 las fuerzas del Ejército Restaurador Chileno-Peruano lograron la victoria en la Batalla de Yungay, luego de la cual la Confederación Perú-Boliviana se disolvió. La Confederación Argentina quedaba también victoriosa de forma indirecta, pues Santa Cruz había sido derrocado por José Miguel de Velasco, quien lo había traicionado en plena la batalla de Yungay.

José Miguel de Velasco, Presidente de la República de Bolivia (1839-1841)

El 16 de enero de 1839, Velasco, envía una carta buscando la paz y libera a los prisioneros argentinos. Luego envió luego a Clemente Usandivaras con una propuesta de paz a los gobernadores de Salta, Jujuy y Tucumán, proponiendo:

1) Que se restituiría á la Republica sin indemnización alguna todo el territorio qe había perdido en la presente guerra.

2) Que si el Gobno de Bs Ays ó algun otro pretendia invadir á las Provas contratantes, el Gobierno de Bolivia les suministraria una suma mensual de dinero y todas las armas, municiones y demas auxilios que jusgase necesario para defender y resistir.

3) Que el Gobno de Bolivia no se referiria jamas en los negocios politicos de estas provas ni directa ni indirectamente aun que deseaba vivamente verlas constituidas bajo alga forma.

Luego Velasco le propuso una entrevista a Solá, pero no se concretó, ante la negativa a las tratativas del gobernador de Santiago del Estero, general Juan Felipe Ibarra, firme partidario de Rosas. El 14 de febrero de 1839, Velasco, comunicó al gobernador de Jujuy el fin del estado de guerra y se mostró dispuesto a negociar la cuestión de Tarija.

El 26 de abril de 1839 el general Rosas puso fin oficialmente a la guerra sin aprovechar la derrota de Santa Cruz para avanzar sobre Tarija, permitiendo que los propios tarijeños decidieran la cuestión, estos se mantuvieron del lado boliviano. El territorio de la Puna de Jujuy, Iruya y otras poblaciones ocupadas, fueron devueltas por Bolivia en marzo de 1839.

Véase también

Referencias