Ana de Azcuénaga de Olaguer Feliú

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Ana de Azcuénaga
Información personal
Nombre completo Ana Eugenia de Azcuénaga Basavilbaso de Olaguer Feliú
Nacimiento 10 de noviembre de 1770
Bandera del Imperio español Ciudad de Buenos Aires, Gobernación del Río de la Plata, Imperio Español
Fallecimiento 2 de abril de 1845
Madrid, Bandera de España Reino de España
Nacionalidad Española
Familia
Padres Rosa Basavilbaso
Vicente de Azcuénaga
Cónyuge Antonio Olaguer Feliú
Hijos Doña María Josefa, don Antonio, don Ramón, doña Francisca, don Tomás, doña Rosa, doña María de la Concepcion, doña Ana, don Alejandro, doña Vicenta, don José Olaguer Feliú y Azcuénaga y
Manuel Olaguer Feliú y Azcuénaga.
Casa de Basavilbaso, en donde Ana de Azcuénaga vivió parte de su infancia, posteriormente sería la Aduana Vieja, ubicada en calle Belgrano entre Balcarce y el Bajo.
El Fuerte de Buenos Aires donde se encontraba el Palacio de los Virreyes, en la que vivió Ana mientras fue virreina.

Ana de Azcuénaga de Olaguer Feliú. Nació el 10 de noviembre de 1770 en la ciudad de Buenos Aires, entonces capital de la Gobernación del Río de la Plata, entidad territorial integrante del Imperio Español. Era hija de dos de las familias más distinguidas del Buenos Aires hispano, del comerciante local don Vicente de Azcuénaga, natural de San Pedro de Dima, jurisdicción de la Villa de Durango, Vizcaya y de la porteña doña María Rosa Benedicta Basavilbaso y Urtubia, hija de don Domingo de Basavilbaso. El poder económico y político de su familia la convertía en una de las más influyentes del territorio.

Ana de Azcuénaga era hermana de Miguel de Azcuénaga, futuro brigadier, héroe de las invasiones inglesas, miembro de la Primera Junta de gobierno patrio y Gobernador Intendente de Buenos Aires. Su hermanas eran María Eugenia casada con Agustín Antonio de Erézcano, comerciante vasco radicado en Buenos Aires y Flora de Azcuénaga que contrajo matrimonio con Gaspar de Santa Coloma, natural de Alava, enlazando así con otra de las más poderosas familias de la sociedad local, con lo cual el clan que ligaba a las tres familias (Azcuénaga - Santa Coloma - Basavilbaso) se convertía en el más poderosos de la ciudad. Sus otros hermanos fueron José Bruno que ingresó en el Colegio Naval al servicio del Rey y alcanzó el grado de Capitán de Fragata; Vicente que se dedicó a las milicias y Domingo de Azcuénaga y Basavilbaso que fue un comerciante, jurisconsulto y poeta bonaerense, considerado el primer fabulista argentino.

Ana y sus hermanos crecieron en la casa de sus abuelos maternos, un lujosa casona, posteriormente conocida como la Aduana Vieja, en el barrio de Santo Domingo. Estudió sus primeras letras con maestros particulares y fue una devota asistente a misa diaria. En 1779 se mudó al barrio de la Merced, en el que vivían los Balbastro, los Alvear, los Anchorena y los Sánchez de Velazco, en está ultima estaría el salón de Misia Mariquita.

El 2 de junio de 1788, en una ceremonia presidida por el Obispo de Buenos Aires, Ana de Azcuénaga contrajo matrimonio con don Antonio Olaguer Feliú, en ese momento Brigadier e Inspector General de las Tropas del Virreinato del Río de la Plata.

Sus hijos fueron: doña María Josefa, don Manuel, don Antonio, don Ramón, doña Francisca, don Tomás, doña Rosa, doña María de la Concepcion, doña Ana, don Alejandro, doña Vicenta y don José Olaguer Feliú y Azcuénaga.

En mayo de 1789 don Antonio Olaguer Feliú fue nombrado gobernador de Montevideo, y doña Ana se radica en el fuerte de esa ciudad y pasa a ser llamada la gobernadora.

En 1797 al asumir don Antonio Olaguer Feliú como Virrey del Río de la Plata, Ana de Azcuénaga se convierte en la primera Virreina criolla, representando la máximas aspiraciones de la burguesía porteña de ese tiempo, que encumbraba a una de las suyas en un sitial antes solo reservado para españolas.

Doña Ana fue la encargada de dotar de brillo y esplendor al Palacio de los Virreyes, ubicado en el Fuerte de Buenos Aires, amoblándola con finos muebles y enseres y convirtiendo a sus salones en epicentro de la actividad social y cultural de la ciudad, en donde Ana recibía el saludo de la Corte porteña, en el cual se aplicaba el protocolo ceremonial de la Corte Virreinal de Lima porque los usos de esa corte regían las normas del Río de la Plata. Era común verla en misa junto a sus 8 hijos, elegantemente vestida aunque sin arrogancia, demostrando siempre amor y piedad.

A partir de 1802 Ana de Azcuénga se muda junto a su esposo a España, y al ser nombrado este último, Secretario de Estado y del Despacho de Guerra, Ana pasa a frecuentar la Corte de Carlos IV y la Reina Maria Luisa, asistiendo a los Palacios de Aranjuez y del Escorial, tratando con los personajes más importantes del reino y recibiendo el trato de Excelentísima Señora.

En 1845 a los 74 años fallece en Madrid.

Referencias

  • D'Aloia Criado, Walter "Anita de Azcuénaga, La primera Virreina Criolla". Editorial Armerías. Buenos Aires. 2003.
  • Demaría, Gonzalo y Molina de Castro, Diego “Historia Genealógica de los Virreyes del Río de la Plata”. Editorial Junta Sabatina de Especialidades Históricas. Buenos Aires. 2001.
  • Cubero Macri, Titina y Bayá Carranza, Silvia "Las damas del Río de La Plata". Editorial Dunken. Buenos Aires. 2006.

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