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El dolor pélvico es un dolor en el área de la pelvis. El dolor agudo es más común que el dolor crónico. Si el dolor dura más de seis meses, se considera dolor pélvico crónico. Puede afectar tanto a mujeres como a hombres.

Las causas comunes incluyen: endometriosis en las mujeres, adherencias intestinales, síndrome del intestino irritable y cistitis intersticial. La causa también puede ser un número de enfermedades poco entendidas que pueden representar una función psiconeuromuscular anormal.

Terminología

El síndrome de dolor pélvico crónico urológico (SDPCU) es un término genérico adoptado para su uso en la investigación de síndromes de dolor asociados con la pelvis masculina y femenina. No es para un uso como diagnóstico clínico. El síntoma distintivo de la inclusión es el dolor crónico en la pelvis, el suelo pélvico o los genitales externos, aunque a menudo se acompaña de síntomas del tracto urinario inferior [1]

El dolor pélvico crónico en los hombres se conoce como prostatitis crónica/síndrome de dolor pélvico crónico (PC/ SDPC) y también se conoce como prostatitis no bacteriana crónica. Los hombres en esta categoría no tienen infección conocida, pero tienen un dolor pélvico extenso que dura más de 3 meses.[2]

Causa

Mujeres

Muchas enfermedades diferentes pueden causar dolor pélvico, incluyendo:  

Ginecológica
  • Dismenorrea — dolor durante el período menstrual
  • Endometriosis — el dolor causado por tejido uterino que se encuentra fuera del útero.  La endometriosis se puede confirmar visualmente mediante laparoscopia en aproximadamente el 75% de las adolescentes con dolor pélvico crónico que es resistente al tratamiento, y en aproximadamente el 50% de las adolescentes con dolor pélvico crónico que no es necesariamente resistente al tratamiento.[3]
  • Anomalías Müllerianas
  • Enfermedad inflamatoria pélvica — dolor causado por daño producido por infecciones
  • Quistes ováricos: el ovario produce un quiste grande y doloroso que puede romperse
  • Torsión ovárica — el ovario se tuerce de manera que interfiere con el suministro de sangre
  • Embarazo ectópico — un embarazo implantado fuera del útero
Abdominal

Diagnóstico

Mujeres

El examen para el diagnóstico comienza con una historia y un examen cuidadosos, seguidos de una prueba de embarazo. Algunas mujeres también pueden necesitar análisis de sangre o estudios de imágenes adicionales, y unas pocas también puede beneficiarse de una revisión quirúrgica.

La ausencia de patología visible en los síndromes de dolor crónico no debe formar la base para buscar explicaciones psicológicas o cuestionar la realidad del dolor del paciente. En cambio, es esencial abordar la complejidad del dolor crónico desde una perspectiva psicofisiológica que reconoce la importancia de la interacción mente-cuerpo. Algunos de los mecanismos por los cuales el sistema límbico impacta sobre el dolor, y en particular el dolor miofascial, han sido aclarados por los hallazgos de la investigación en neurología y psicofisiología.

Hombres

En el dolor pélvico crónico no hay pruebas de diagnóstico estándar en hombres; el diagnóstico es por exclusión de otras enfermedades.

El dolor pélvico crónico (categoría IIIB) a menudo se diagnostica erróneamente como prostatitis bacteriana crónica y se trata innecesariamente con antibióticos, exponiendo al paciente a un uso inapropiado de antibióticos e innecesariamente a efectos adversos con poco o ningún beneficio en la mayoría de los casos. Dentro de un estudio búlgaro, donde por definición todos los pacientes tenían resultados microbiológicos negativos, se encontró una tasa de reacciones adversas del fármaco del 65% para los pacientes tratados con ciprofloxacina en comparación con una tasa del 9% para los pacientes con placebo. Esto se combinó con una tasa de curación más alta (69% v 53%) encontrada dentro del grupo placebo.[4]

Tratamiento

Muchas mujeres obtienen beneficio consultando con un fisioterapeuta, mediante un ensayo con medicamentos antiinflamatorios, terapia hormonal o incluso agentes neurológicos.

A veces se realiza una histerectomía.[5]

La estimulación de la médula espinal ha sido explorada como una posible opción de tratamiento por algún tiempo, sin embargo, aún falta consenso sobre dónde debe apuntar la ubicación óptima de la médula espinal. Como la inervación de la región pélvica proviene de las raíces nerviosas sacras, los tratamientos previos se han dirigido a esta región; los resultados han sido mixtos La estimulación de la médula espinal dirigida a la región torácica media - alta de la médula espinal ha producido algunos resultados positivos. [6]

Hombres

La terapia multimodal es la opción de tratamiento más exitosa en el dolor pélvico crónico[7]​ e incluye  α-bloqueantes,[8]fitoterapia y protocolos destinados a calmar los nervios pélvicos a través de la liberación miofascial del punto desencadenante con reentrenamiento psicológico para el control de la ansiedad.[9][10]​ Los antibióticos no son recomendados. [11][12]

Epidemiología

La mayoría de las mujeres, en algún momento de sus vidas, experimentan dolor pélvico. A medida que las niñas ingresan a la pubertad, el dolor pélvico o abdominal se convierte en una queja frecuente. El dolor pélvico crónico es una afección común con una tasa de dismenorrea entre el 16.8 y el 81%, dispareunia entre el 8 y el 21.8% y dolor no cíclico entre el 2.1 y el 24%. [13]

Según el CDC, el dolor pélvico crónico (DPC) representó aproximadamente el 9% de todas las visitas a ginecólogos en 2007.[14]​ Además, el DPC es la razón del 20-30% de todas las laparoscopías en adultos. El dolor de la cintura pélvica es frecuente durante el embarazo..[15]

Implicaciones sociales

En la búsqueda de mejores resultados para las personas, se han encontrado problemas en los procedimientos actuales para el tratamiento del dolor pélvico crónico. Estos se relacionan principalmente con respecto a la dicotomía conceptual entre una génesis "orgánica" de dolor, donde se presume la presencia de daño tisular, y un origen "psicógeno", donde el dolor se produce a pesar de la falta de daño al tejido. Los tratamientos del DPC en entornos multidisciplinarios han demostrado altas tasas de éxito para las personas para quienes la patología 'orgánica' no ha sido útil

Investigación

En 2007, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (INDEDR), parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, comenzó a usar SDPC como un término para referirse a síndromes de dolor pélvico crónico, principalmente síndrome de cistitis intersticial/dolor de vejiga (CI/SDV) en mujeres y prostatitis crónica/síndrome de dolor pélvico crónico (PC/SDPC) en hombres [16][17]

Red de investigación MAPP

En 2008, el INDEDR estableció la Red de Investigación EMEDPC (Enfoque Multidisciplinario para el Estudio del Dolor Pélvico Crónico) para ayudar a comprender mejor las causas subyacentes, reconociendo que había una falta de comprensión y manejo de estos síndromes de dolor y también que frecuentemente se asociaron con trastornos de dolor crónico en otras partes del cuerpo. Los objetivos son "descubrir nuevos conocimientos clínicamente relevantes que pueden conducir a mejores opciones de tratamiento y una mejor atención del paciente".

Los resultados de la investigación de la Red de Investigación EMEDPC incluyen:

  • Las personas con síntomas dolorosos de vejiga (llenado doloroso o urgencia dolorosa) tienen síntomas de SDPCU más severos, una presentación más sistémica de los síndromes y una peor calidad de vida.[18]

Referencias

  1. «Update on Urologic Pelvic Pain Syndromes». Reviews in Urology 13 (1): 39-49. January 2011. PMC 3151586. PMID 21826127. 
  2. Luzzi GA (2002). «Chronic prostatitis and chronic pelvic pain in men: aetiology, diagnosis and management». Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology : JEADV 16 (3): 253-6. PMID 12195565. doi:10.1046/j.1468-3083.2002.00481.x. 
  3. Janssen, E. B.; Rijkers, A. C. M.; Hoppenbrouwers, K.; Meuleman, C.; d'Hooghe, T. M. (2013). «Prevalence of endometriosis diagnosed by laparoscopy in adolescents with dysmenorrhea or chronic pelvic pain: A systematic review». Human Reproduction Update 19 (5): 570-582. PMID 23727940. doi:10.1093/humupd/dmt016. 
  4. J. Dimitrakov. «A Prospective, Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled Study Of Antibiotics For The Treatment Of Category Iiib Chronic Pelvic Pain Syndrome In Men». Third International Chronic Prostatitis Network. Consultado el 4 September 2009. «The results of our study show that antibiotics have an unacceptably high rate of adverse side effects as well as a statistically insignificant improvement over placebo...»  |autor= y |apellido= redundantes (ayuda)|autor= y |apellido= redundantes (ayuda)
  5. «Predictors of hysterectomy use and satisfaction». Obstet Gynecol 115 (3): 543-51. March 2010. PMID 20177285. doi:10.1097/AOG.0b013e3181cf46a0. 
  6. Hunter, C; Davé, N; Diwan, S; Deer, T (Jan 2013). «Neuromodulation of pelvic visceral pain: review of the literature and case series of potential novel targets for treatment.». Pain Practice 13 (1): 3-17. PMID 22521096. doi:10.1111/j.1533-2500.2012.00558.x. 
  7. Potts JM (2005). «Therapeutic options for chronic prostatitis/chronic pelvic pain syndrome». Current Urology Reports 6 (4): 313-7. PMID 15978236. doi:10.1007/s11934-005-0030-5. 
  8. «The effect of alpha-adrenergic antagonists in chronic prostatitis/chronic pelvic pain syndrome: a meta-analysis of randomized controlled trials». J. Androl. 27 (6): 847-52. 2006. PMID 16870951. doi:10.2164/jandrol.106.000661. «...treatment duration should be long enough (more than 3 months)». 
  9. «Integration of myofascial trigger point release and paradoxical relaxation training treatment of chronic pelvic pain in men». J. Urol. 174 (1): 155-60. 2005. PMID 15947608. doi:10.1097/01.ju.0000161609.31185.d5. 
  10. «Sexual dysfunction in men with chronic prostatitis/chronic pelvic pain syndrome: improvement after trigger point release and paradoxical relaxation training». J. Urol. 176 (4 Pt 1): 1534-8; discussion 1538-9. 2006. PMID 16952676. doi:10.1016/j.juro.2006.06.010. 
  11. «Ciprofloxacin or tamsulosin in men with chronic prostatitis/chronic pelvic pain syndrome: a randomized, double-blind trial». Ann. Intern. Med. 141 (8): 581-9. 2004. PMID 15492337. doi:10.7326/0003-4819-141-8-200410190-00005. 
  12. «Levofloxacin for chronic prostatitis/chronic pelvic pain syndrome in men: a randomized placebo-controlled multicenter trial». Urology 62 (4): 614-7. 2003. PMID 14550427. doi:10.1016/S0090-4295(03)00583-1. 
  13. «WHO systematic review of prevalence of chronic pelvic pain: a neglected reproductive health morbidity». BMC Public Health 6: 177. 2006. PMC 1550236. PMID 16824213. doi:10.1186/1471-2458-6-177. 
  14. «National Ambulatory medical Care Survey: 2007 Summary». Centers for Disease Control. 3 November 2010. Consultado el 1 September 2013. 
  15. Hall, Helen; Cramer, Holger; Sundberg, Tobias; Ward, Lesley; Adams, Jon; Moore, Craig; Sibbritt, David; Lauche, Romy (2016). «The effectiveness of complementary manual therapies for pregnancy-related back and pelvic pain». Medicine 95 (38): e4723. PMC 5044890. PMID 27661020. doi:10.1097/MD.0000000000004723. 
  16. UCPPS Society
  17. J Quentin Clemens, Chris Mullins, John W Kusek, Ziya Kirkali, Emeran A Mayer, Larissa V Rodríguez, David J Klumpp, Anthony J Schaeffer, Karl J Kreder, Dedra Buchwald, Gerald L Andriole, M Scott Lucia, J Richard Landis, Daniel J Clauw, The MAPP Research Network Study Group (1 August 2014). «The MAPP research network: a novel study of urologic chronic pelvic pain syndromes». BMC Urology 14 (57). PMC 4134515. PMID 25085007. doi:10.1186/1471-2490-14-57. 
  18. «Painful Bladder Filling and Painful Urgency Are Distinct Characteristics in Men and Women with Urologic Chronic Pelvic Pain Syndromes – A MAPP Research Network Study». The Journal of Urology 194 (6): 1634-1641. December 2015. PMC 4669971. PMID 26192257. doi:10.1016/j.juro.2015.05.105. 

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