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==== Forma asociada a otra patología ====
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== Características cualitativas de la experiencia ==
== Características cualitativas de la experiencia ==

Revisión del 20:09 15 nov 2017

La pesadilla, por Henry Fuseli (1781) representa la interpretación folclórica de la parálisis del sueño: un incubo o duende que oprime el pecho del durmiente.

La parálisis del sueño, llamada también síndrome de la bruja vieja (del inglés Old Hag Syndrome),[1]​ es una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar durante el periodo de transición entre el estado de sueño y el de vigilia.[2]​ Puede ocurrir en el momento de comenzar a dormir o en el de despertarse y suele acompañarse de una sensación de gran angustia.[3][4][5][6]​ Su duración suele ser corta, generalmente entre uno y tres minutos, tras los cuales la parálisis cede espontáneamente. Durante el episodio, la persona está totalmente consciente, con capacidad auditiva y táctil, pero es incapaz de moverse o hablar, lo que puede provocar gran ansiedad. Sin embargo, no existe peligro alguno para la vida, pues los músculos respiratorios siguen funcionando automáticamente.[7]​ Este trastorno está recogido en la Clasificación internacional de los trastornos del sueño dentro del grupo de las parasomnias.

Epidemiología

Se considera que ocurre por lo menos una vez en la vida a un porcentaje muy alto de la población: entre el 50 % y el 60 % según los diferentes estudios que se han realizado.[7]

Causas

Se cree que ocurre cuando la persona se encuentra bajo mucha presión o estrés, y al momento de dormir el cuerpo aún sigue estando alerta sobre la amenaza (estrés), lo que dificulta la posibilidad de recuperar el organismo. Algunos circuitos neuronales siguen sobreexcitados y producen algunas pesadillas que la persona puede sentir que son reales, se despierta abruptamente para defenderse, pero el organismo no responde rápidamente. Esta falta de respuesta se debe a que el organismo está en momento de profunda relajación.

Características clínicas

Le Cauchemar (La Pesadilla), según Eugène Thivier (1894).

Si la parálisis del sueño se produce en la fase de adormecimiento, se denomina forma predormicional o hipnagógica, y si tiene lugar al despertar, es la forma posdormicional o hipnopómpica.[8][9]​ La mayor parte de las personas afectadas presentan únicamente episodios aislados a lo largo de su vida, sin embargo el trastorno puede tener lugar de forma repetida y asociarse a otros síntomas, como crisis de sueño a lo largo del día y pérdidas bruscas del tono muscular (cataplexia). En este caso, la parálisis del sueño es considerado uno de los síntomas de la enfermedad denominada narcolepsia.[7]

Tipos

Se reconocen tres tipos: las formas aisladas, las asociadas a otra patología y las de tipo familiar.

Formas aisladas

Puede aparecer de manera aislada en individuos sanos. En estos puede asociarse a niveles altos de estrés y ansiedad, o a un sueño demasiado fragmentado y un horario irregular de descanso.[10]​ Los casos aislados ocurren más frecuentemente al levantarse, mientras que en la forma familiar y en la asociada a narcolepsia, la parálisis es más común al inicio del sueño[8]​ (forma hipnagógica).

Forma familiar

La parálisis del sueño de tipo familiar sin que existan otros síntomas acompañantes como ataques de sueño o cataplexia es poco frecuente, con solo unas pocas familias descritas en la literatura. Se produce cuando varios miembros de una familia sufren del mismo trastorno.

Forma asociada a otra patología

SIGANME EN TWITTER @_PLSNOPROMISES_ Puede estar asociada a otra patología, principalmente narcolepsia. Entre el 40 y el 50 % de las personas que sufren narcolepsia presentan episodios de parálisis del sueño.[7]

Características cualitativas de la experiencia

Análisis factorial

A partir de los relatos de las experiencias de los encuestados, se pueden destacar tres factores cualitativos:

  • Factor intruso: sensación de una presencia, que se identifica como un «intruso» y sensación de temor; suele ir acompañado de alucinaciones visuales, auditivas y táctiles.
  • Factor incubus: sensación de ser tocado o presionado en alguna parte del cuerpo (con frecuencia en el pecho), con dificultad para respirar (asfixia), dolor y pensamientos de muerte inminente. Se denomina así como metáfora del relato arquetípico de los íncubos. (Véase también efialtes).
  • Experiencia de movimiento ilusorio: experiencias que incluyen sensaciones de movimiento como caer, volar, flotar, y experiencia extracorpórea.[11]

Tipos de experiencia

Son seis las experiencias típicas que suceden durante el transcurso de la parálisis:

  • Sensación de presencia: sensación de una o varias presencias en la casa a las que se considera como «intrusos». Es una impresión neutra acompañada de aprehensión y temor. Se presupone la presencia sin necesidad de corroborarlo sensorialmente. En algún momento sienten que la presencia se mueve, entra en la habitación, puede acercarse a la cama, incluso sentir presión en el colchón. La mitad de las personas relatan que saben que son observados fijamente, pero no saben identificar desde dónde.
  • Presencia amenazante: los encuestados interpretan que la naturaleza de la presencia y el ambiente que la rodea es peligrosa o malévola, y que intenta la posesión (a veces el rapto o abducción, en el caso de los visitantes de dormitorio). Se acompaña de un fuerte sentimiento de terror, peligro y urgencia; necesitan despertarse lo más pronto posible. Este estado de pavor no siempre se asocia a la posibilidad de sufrir daño físico, sino más bien al sentido misterioso particular de la maldad que desprende la entidad. Se siente la amenaza de fuerzas sobrenaturales y demoníacas que buscan robar el alma o poseer el cuerpo del durmiente.
  • Alucinaciones visuales: más o menos vívidas, inconstantes, vagas e indefinidas, cercanas a la pseudoalucinación; el estímulo externo percibido se reconoce como real. En el caso de la presencia, esta queda fuera de la vista, o en la periferia del campo de visión, o camuflada entre las sombras de la habitación; en algunos casos se relatan imágenes detalladas de objetos y seres como fantasmas, figura oscura a los pies de la cama, esqueletos, calaveras, etc.
  • Alucinaciones auditivas: al igual que en las visuales, se tiene la convicción de que los sonidos son reales y que provienen del exterior más que de su mente. Son sonidos elementales, mecánicos e intensos, como zumbidos, rumores, siseos, correteos, rugidos, campanadas, golpes, vibraciones, silbidos, chillidos, rechinadas y gimoteos. En otros casos son sonidos identificables concretos como timbres de teléfono, sirenas, herramientas, motor eléctrico, golpes de puerta, arrastrar de muebles, vidrios o vajilla que se rompe, música extraña, sonido de radio con ruido blanco o que recibe varias estaciones, sonidos de viento, rugido de olas del mar, etc.; las voces humanas son el sonido más frecuente en un 37 por ciento de los casos, en forma de griterío o leves susurros, sin mensaje identificable ni claro.
  • Alucinaciones táctiles: comunes y relacionadas con la presencia intrusiva; incluye la sensación de que el colchón se hunde, que alguien se sienta, que le retira las sábanas o que la agarra de las manos.
  • Dificultades respiratorias: sensaciones de presión en el pecho, dificultad para respirar, estrechez alrededor del cuello como si fuera estrangulado, y sensaciones de sofocación y asfixia; estas percepciones pueden explicarse por la parálisis de los músculos voluntarios; el estado de sofocación produce gran angustia, pánico y temor de morir asfixiado.[11][12][13]​ Coloquialmente en algunos lugares, la gente llama a esta alteración como «subida del muerto».[14]

Tratamiento

Para poder moverse, se recomienda relajarse y no perder la calma, ya que se trata de un proceso temporal, en el que en realidad no corremos ningún peligro. Dado que la respiración se produce automáticamente, la persona solo necesita percibir que está respirando con normalidad para entender que se encuentra en una fase temporal de parálisis del sueño.

Puede ser útil intentar mover zonas del cuerpo lentamente, como las piernas, manos o brazos; también abrir los ojos. Tras vencer el episodio de parálisis, es conveniente levantarse de la cama y procurar estar despierto unos minutos, antes de volver a acostarse, para evitar que aparezca de nuevo el episodio.[15]​ En algunos casos el médico puede recomendar la utilización de antidepresivos tricíclicos, por su acción inhibidora de la fase de sueño REM.[16]

La terapia de meditación-relajación (MR) para parálisis del sueño

Baland Jalal, neurocientífico de la Universidad de Cambridge ha publicado un tratamiento directo para la parálisis del sueño llamado meditación-relajación o terapia MR.[3][17]​ El tratamiento está basado en su investigación de la parálisis del sueño en varios países.[4][6][5][18][19][20]​ El tratamiento se deriva parcialmente de su teoría neurocientífica con el neurocientífico Vilayanur S. Ramachandran.[2][21]​ La terapia MR está basada en cuatro pasos aplicados durante parálisis de sueño:

  • 1) Reevaluación del significado del ataque (reevaluación cognitiva): implica que uno cierre los ojos, evite el pánico y reevalúe el significado del ataque como benigno.
  • 2) Distanciamiento psicológico y emocional (regulación de la emoción): el sujeto que duerme se recuerda a sí mismo que considerar catastrófico el evento (miedo y angustia) lo empeorará y lo prolongará.
  • 3) Meditación interna focalizada en la atención: enfocar la atención internamente en un objeto saliente emocionalmente positivo.
  • 4) Relajación muscular: relajación de los músculos, evitar controlar la respiración y evitar el intentar moverse.

Hay informes de casos preliminares apoyando este tratamiento.[3]

Mitología

Desde el punto de vista mitológico, la parálisis de sueño es atribuida a diversos sucesos paranormales tales como:

Véase también

Referencias

  1. Parálisis del sueño
  2. a b Jalal, Baland; Ramachandran, Vilayanur S. (2017). «Sleep Paralysis, “The Ghostly Bedroom Intruder” and Out-of-Body Experiences: The Role of Mirror Neurons». Frontiers in Human Neuroscience (en inglés) 11. ISSN 1662-5161. doi:10.3389/fnhum.2017.00092. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  3. a b c Jalal, Baland (2016). «How to Make the Ghosts in my Bedroom Disappear? Focused-Attention Meditation Combined with Muscle Relaxation (MR Therapy)—A Direct Treatment Intervention for Sleep Paralysis». Frontiers in Psychology (en inglés) 7. ISSN 1664-1078. doi:10.3389/fpsyg.2016.00028. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  4. a b Jalal, Baland; Hinton, Devon E. (1 de septiembre de 2013). «Rates and Characteristics of Sleep Paralysis in the General Population of Denmark and Egypt». Culture, Medicine, and Psychiatry (en inglés) 37 (3): 534-548. ISSN 0165-005X. doi:10.1007/s11013-013-9327-x. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  5. a b Jalal, Baland; Hinton, Devon E. «Sleep Paralysis Among Egyptian College Students». The Journal of Nervous and Mental Disease 203 (11): 871-875. doi:10.1097/nmd.0000000000000382. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  6. a b Jalal, Baland; Simons-Rudolph, Joseph; Jalal, Bamo; Hinton, Devon E. (1 de octubre de 2013). «Explanations of sleep paralysis among Egyptian college students and the general population in Egypt and Denmark». Transcultural Psychiatry (en inglés) 51 (2): 158-175. doi:10.1177/1363461513503378. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  7. a b c d A.I. Yagüe Alonso, C. De Gregorio González: «Parálisis del sueño: ¿síntoma o enfermedad?» Psiquiatría Pública. Vol. 11. Núm. 3. Mayo-Junio 1999. Consultado el 15 de septiembre de 2011.
  8. a b American Academy of Sleep Medicine: International Classification of Sleep Disorders. Consultado el 15 de septiembre de 2011
  9. J. Iriarte, E. Urrestarazu, M. Alegre, C. Viteri, J. Artieda: «Parasomnias: episodios anormales durante el sueño.» Rev Med Univ Navarra. Vol 49, Nº 1, 2005, 46-52. Departamento de Neurología. Clínica Universitaria. Facultad de Medicina.
  10. Huamani C. «Calidad y parálisis del sueño en estudiantes de medicina». 
  11. a b Allan Cheyne J.A. (mayo de 2001). «The Ominous Numinous. Sensed presence and 'other' hallucinations». Journal of Consciousness Studies 8 (5-7): 133-150. Consultado el 16 de mayo de 2016. 
  12. J. A. Cheyne (2003). «Sleep Paralysis and the Structure of Waking-Nightmare Hallucinations». Consciousness and Cognition 13 (3): 163-179. doi:10.1023/A:1025373412722. 
  13. J.Allan Cheyne, Steve D. Rueffer, Ian R. Newby-Clark (septiembre de 1999). «Hypnagogic and Hypnopompic Hallucinations during Sleep Paralysis: Neurological and Cultural Construction of the Night-Mare». Consciousness and Cognition 8 (3): 319–337. doi:10.1006/ccog.1999.0404. 
  14. http://www.eluniversal.com.mx/articulo/ciencia-y-salud/salud/2015/11/28/por-que-se-te-sube-el-muerto
  15. Ryan Hurd. «The sleep paralysis report. Symptoms, Causes, and How to Treat It Naturally». Consultado el 15 de septiembre de 2011. 
  16. Dra. Julia Santin y Dr. Jaime Godoy (1992). Diagnótico diferencial de las hipersomnias XX. Cuadernos de Neurología. Universidad católica de Chile. 
  17. Jalal, Baland (2017). «Response: Commentary: How to Make the Ghosts in my Bedroom Disappear? Focused-Attention Meditation Combined with Muscle Relaxation (MR Therapy)—A Direct Treatment Intervention for Sleep Paralysis». Frontiers in Psychology (en inglés) 8. ISSN 1664-1078. doi:10.3389/fpsyg.2017.00760. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  18. Jalal, Baland (19 de octubre de 2016). «A Comparison of Self-Report and Interview Methods for Assessing Sleep Paralysis: Pilot Investigations in Denmark and the United States». Journal of Sleep Disorders: Treatment and Care (en inglés) 03 (01). doi:10.4172/2325-9639.1000131. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  19. Jalal, Baland; Hinton, Devon E. (1 de junio de 2016). «Lifetime presence and rates of sleep paralysis in Denmark of ethnic Danes and non-ethnic Danes». Psychiatry and Clinical Neurosciences (en inglés) 70 (6): 253-253. ISSN 1440-1819. doi:10.1111/pcn.12385. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  20. Jalal, Baland; Romanelli, Andrea; Hinton, Devon E. (1 de diciembre de 2015). «Cultural Explanations of Sleep Paralysis in Italy: The Pandafeche Attack and Associated Supernatural Beliefs». Culture, Medicine, and Psychiatry (en inglés) 39 (4): 651-664. ISSN 0165-005X. doi:10.1007/s11013-015-9442-y. Consultado el 10 de junio de 2017. 
  21. Jalal, Baland; Ramachandran, Vilayanur S. (1 de diciembre de 2014). «Sleep paralysis and “the bedroom intruder”: The role of the right superior parietal, phantom pain and body image projection». Medical Hypotheses (en inglés) 83 (6): 755-757. ISSN 0306-9877. doi:10.1016/j.mehy.2014.10.002. Consultado el 10 de junio de 2017. 

Enlaces externos