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Jorge «Flaco» Canelles (Córdoba, Argentina 12 de abril de 1927- Buenos Aires 24 de julio de 2002) fue un dirigente sindical argentino del gremio de la Construcción, miembro del Partido Comunista y uno de los principales actores del Cordobazo.
Nació en Los Boulevares, zona de quintas y tierras de cultivo, entonces en las afueras de la capital que ahora integra, y fue el segundo de cuatro hermanos: Ramón Ernesto, Jorge Alberto, Ana María, y José Ángel.
Sus padres llegaron a Córdoba, provenientes de Catalunya a principios del siglo XX: Ramón Canelles Monserrat y María Leonor Monserrat Canelles, primos entre sí.
Jorge hablaba fluidamente el catalán y leía todo tipo de literatura, y disciplinas como historia y astronomía, con la marcada influencia de un familiar de militancia anarquista, combatiente durante la Guerra Civil Española, quien influyó en su compromiso con los ideales de justicia social e igualdad.
Curso estudios en la primera escuela secundaria modelo con orientación originaria en tenedores de libros contables, y peritos mercantiles, Jerónimo Luís De Cabrera.
Decidió no seguir estudios universitarios y emplearse como perito mercantil. Posteriormente, y convencido de la necesidad de “cambiar la realidad” y las condiciones de vida de la clase obrera, se volcó a la construcción, donde aprendió el oficio de pintor de obra e interiores, en el que se destacó.
Vivió la mayor parte de su vida en la ilegalidad, perseguido por su actividad sindical y luego como conocida figura del Partido Comunista. Estuvo 39 veces preso por su actividad sindical, en la que encabezó numerosas huelgas de su gremio. En 1986 fue elegido miembro Comité Central de PC, partido al que perteneció hasta su renuncia en 1990.
En la década del ’50 del siglo pasado, establece una profunda amistad con Agustín Tosco, que incluyó los lazos familiares, políticos e ideológicos, y con quién estudiaban regularmente obras de Marx, Engels, Lenin y otros autores revolucionarios.
En la última quincena de mayo de 1969 y al frente de los obreros de la construcción, Canelles le sugiere a Tosco, entonces secretario del sindicato de Luz y Fuerza de la ciudad y dirigente de la CGT de los Argentinos reunirse con Elpidio Torres, secretario general del SMATA cordobés, para convocar a un paro con movilización contra la dictadura de Onganía, finalmente una “pueblada” conocida como el Cordobazo, con base en el movimiento sindical y estudiantil.
Fue detenido durante la represión sufrió la sentencia más alta de las dispuestas por los tribunales militares impuestos por el régimen a la población civil: 10 años de prisión. Otras penas fueron de 8 años, Tosco; y de cinco años a Torres y Miguel Ángel Miró.
Condenado a muerte por el Comando Libertadores de América, expresión provincial de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), volvió a pasar a la clandestinidad luego del Navarrazo de febrero de 1974 en Córdoba, para con posterioridad al golpe de Estado de 1976 se exilió durante poco más de un año en Bulgaria, pero retornó al país, aunque no a Córdoba.
Con el retorno a la democracia siguió su actividad sindical en la Capital Federal, promovió una continuidad del enfoque "sindicalismo de liberación", inspirado en la experiencia de los gremios combativos de Córdoba, y fundó la Corriente Nacional Agustín Tosco. Falleció siendo miembro de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y delegado de los estatales por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, en la cual la sede sindical lleva su nombre.