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Usuario:Kikecastillo/Conquista catalana de Ibiza y Formentera

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Las islas de Ibiza y Formentera fueron conquistadas por las tropas del Reino de Aragón, en el año 1235, por contrato de infeudación de Jaime I.

La planificación de la conquista

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Los primeros años de la década de 1230, conquistada Mallorca y rendida Menorca en vasallaje, quedaban las Pitiusas por someter. Jaume el Conquistador estableció un contrato de infeudación con Pedro, infante de Portugal y señor de Mallorca (1231-1244) y el conde de Rossellón Nuño Sanchez en el 1231. Este contrato tenía que hacerse efectivo en un tiempo determinado, pero no lo hicieron.

Posteriormente, Guillermo de Montgrí, arzobispo electo de Tarragona y su hermano Bernardo de Santa Eugenia pidieron lo mismo al rey durante la convocatoria de Cortes en Alcañiz y el 7 de diciembre de 1234 se estableció un nuevo contrato de infeudación según costumbre de Barcelona (ad consuetudinem Barchinone), también con la condición de conquistar Ibiza en un periodo determinado. En este caso se establecía que la conquista de la isla se tenía que llevar a cabo antes del día de San Miguel (29 de septiembre del año siguiente). Se establecía también que el derecho supletorio de Ibiza serían los Usajes (como ocurría en Mallorca).

Pedro de Portugal y Nuño Sánchez, que ya habían perdido este derecho, se entrevistaron con el arzobispo y acordaron una conquista conjunta. El 12 de abril de 1235 se redactó un nuevo contrato de infeudación, en este caso de Guillermo de Montgrí a Pedro de Portugal y Nuño Sánchez, también siguiendo el derecho feudal catalán. Los dos tendrían la señoría de parte de las dos islas en función de las tropas aportadas, como vasallos de Guillermo de Montgrí. El Papa Gregorio IX otorgó a la expedición de conquista el título de cruzada en una bula del 24 de abril de 1235.[1]

La conquista

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Solo la villa de Ibiza (Medina Yebisah) estaba fortificada, de forma que la conquista de esta implicaba la caída de Ibiza y Formentera. Así, el día 8 de agosto de 1235[2]​ la flota llegó a Ibiza y desembarcaron en la zona de Soto, al costado sur de la villa. Según el Llibre dels feits, se usó un fundíbulo y un trabuquete para tirar piedras contra la triple muralla de la villa, que cayó rápidamente. Existe una crónica musulmana que habla de una conquista larga con un asedio de cinco meses (cosa muy improbable porque en abril todavía estaban firmando el contrato de infeudación los tres coseñores), pero no se le da mucho crédito y parece más realista la versión de la Crónica de Jaime I, con una victoria rápida y fácil.

Una leyenda de difícil comprobación dice que el valido de la isla mantenía relaciones con la mujer de su hermano y este se vengó abriendo una puerta a las tropas catalanas. El primero de entrar a la villa fue el leridano Joan Xicó. Al lugar por donde tradicionalmente se ha considerado que entraron las tropas cristianas hay una capilla dedicada a San Ciríaco con una placa que dice: "Capilla de San Ciríaco. Por este lugar, según la tradición, entraron las tropas cristianas a la ciudad el día 8 de agosto de 1235, festividad de Santo Ciríaco".

Después de la conquista, los tres conquistadores saquearon la isla para compensar los gastos de la campaña, como establecía el contrato de infeudación escrito entre ellos.

El reparto

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Una vez conquistadas, las dos islas fueron divididas en cuatro "quartons". Guillermo de Montgrí había aportado la mitad de las tropas para la conquista, Nuño Sánchez una cuarta parte y Pedro de Portugal la otra. Por este motivo el reparto de las dos islas se hizo con dos cuartos para Guillermo de Montgrí, uno para Nuño Sánchez y el otro para Pedro de Portugal.

Ibiza se divide quedándose el arzobispo de Tarragona el Quartó de Ses Salines y el Quartó de Balansat, Pedro de Portugal el Quartó de Santa Eulària y Nuño Sánchez el Quartó de Portmany. En cuanto a Formentera, Guillermo de Montgrí se quedó el Quartó des Carnatge y el Quartó de la Mola, el conde de Rossellón el Quartó de Portossalè y el infante el Quartó des Cabo.

Pero a la muerte de Nuño Sánchez este falló en testamento en favor de Jaime I y Guillermo de Montgrí compró las partes del conde en Ibiza y Formentera (Portmany y se Carnatge). Por otro lado, el Quartó de Santa Eulària pasó a manos directas de Jaime I y por este motivo se le conoce también como Quartó del Rey. Esta situación hacía que supuestamente Jaime I heredara las obligaciones feudales de Pedro hacia Guillermo de Montgrí, de forma que Jaime I era señor y a la vez vasallo del arzobispo por el mismo territorio, el Quartó del Rey. Por este motivo hubo muchas disputas, puesto que los arzobispos exigieron a la monarquía sus obligaciones feudales, que, evidentemente, no cumplieron nunca. La Villa de Ibiza queda como un dominio conjunto, habiendo una parte de cada coseñor y se establece el dominio conjunto del castillo y su libre uso por parte del monarca siempre que fuera necesario.

Las Salinas

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Entre otros, el contrato de infeudación de Guillermo de Montgrí a Nuño Sánchez y el intante Pedro establecía la construcción de una iglesia en honor de Jesucristo y la Virgen María y la división de las rentas producidas por las salinas de Ibiza en función de las tropas aportadas, la mitad para el arzobispo y una cuarta parte para cada uno de los otros dos coseñores. La iglesia que se construyó fue la antecesora de la actual catedral de Ibiza, dedicada curiosamente en Santa Maria de las Nieves a pesar del buen clima de la isla, debido a seguramente al hecho que era la festividad de la Virgen María más próxima al día de la conquista de Ibiza (solo tres días antes). Los tres coseñores también otorgaron a la isla el 9 de enero de 1236 una Carta de Franquezas, en gran medida copia de la de Mallorca, pero con algunas modificaciones para el provecho de los señores, como la existencia de algún mal uso como la cugúcia (lógico puesto que esta carta lo otorgan señores feudales y no el monarca como Mallorca). En cuanto a la sal, que era la mayor riqueza natural de la isla, Guillermo de Montgrí acabó cediendo los derechos sobre su explotación al pueblo de Ibiza, de forma que, al aparecer, fue el gobierno comunal de las Pitiusas, la Universidad de Ibiza, quién administró las rentas de la sal hasta que esta institución desapareció a consecuencia del Decreto de Nueva Planta (1715) y la monarquía se las quedó por derecho de conquista.

Referencias

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  1. O'Callaghan, Joseph F. (2004). Reconquest And Crusade In Medieval Spain (en anglès). University of Pennsylvania Press. p. p.92. ISBN 0812218892. 
  2. Soldevila i Zubiburu, Ferran (1962). Història de Catalunya. vol.3. Alpha. p. 333.