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Transporte en la Nueva España

Antes de la llegada de los españoles a América, específicamente a Nueva España, el transporte de mercancías se llevaba a cabo por los indios tamemes. Tras la conquista española se intensificó el comercio y la necesidad de viajar de un lugar a otro fue creciendo, esto provocó la ampliación y mejoramiento de los caminos existentes, la creación de nuevas rutas y medios de transporte. La evolución de los medios de transporte no está dividida tajantemente por una fecha puesto que también fue un indicador del estatus social, así, aunque ya existían coches muy lujosos, los grupos sociales menos privilegiados no podían costearlos y seguían utilizados medios de transporte más primitivos (como las mulas).

Evolución del transporte[editar]


La evolución del transporte en la Nueva España puede describirse en tres fases: energía humana, energía animal y carretería y carrocería.

Primera fase: energía humana[editar]

Esta fase corresponde a los años previos a la conquista y a los primeros años después de la llegada de los españoles, el único medio de transporte de mercancía eran los indios tamemes, que podían cargar aproximadamente 45 kg. En Tenochtitlán el transporte también era posible por la extensa red de canales que atravesaban y rodeaban el valle, para su uso se crearon los “acallis” (una especie de canoa) construidas con tronco de roble que tenía capacidad hasta para 70 personas[1]​.

Codice Mendoza


Segunda fase: energía animal[editar]

La transición a esta fase fue posible porque los españoles trajeron consigo bestias de carga, las cuales suplieron a los indios tamemes y aumentaron la capacidad de carga que podía realizarse en un viaje. Se sustituyó la energía humana por la energía animal, fueron las recuas de mulas las que suplieron directamente a los indios tamemes para el transporte de mercancía, casi triplicando la capacidad de carga (de 45 kg que cargaba un indio tameme a 150 kg que cargaba una sola mula).

Los caballos también fueron parte fundamental de la vida colonial, su importancia y rotundo éxito se debió a la perfecta adaptación con los extensos horizontes y largos caminos tendidos entre lugares distantes. Los caballos también fungieron como un distintivo social, los había para transporte de mercancía considerado una bestia de carga, y estaban los caballos de lujo que pertenecía a los caballeros, estos constituían el centro de la vida de un caballero, con ellos galanteaban a las damas y afirmaban su abolengo.[2]

Tercera fase: carretería y carrocería[editar]


En esta fase del proceso evolutivo comenzó el uso de la rueda, se crearon diferentes tipos de carros, por ejemplo: la carreta, el carromato y los carruajes.

La carreta[editar]

La carreta fue el carro más utilizado y promovido, la primera carreta en México fue utilizada para transporte personal y perteneció a Hernán Cortés; fueron los frailes del Convento de Santo Domingo quienes le dieron el uso de transporte de carga por primera vez, esta utilización de la carreta la siguió Diego Delgadillo y el Santo Patrono de los arrieros, Sebastián de Aparicio, así en 1533 el uso sistemático de la carreta como medio de transporte de carga era un hecho.[3]

El carromato[editar]

Es un carro que comenzó a producirse en Nueva España en 1782. El propósito de los carromatos era incrementar significativamente la capacidad de carga (hacerla mucho mayor a la de las carretas) por lo que eran muy grandes, esto representó un inconveniente para los propietarios de estos móviles porque muchos de los caminos eran más angostos por lo que el paso era imposible. Su tamaño también contribuyó a sus frecuentes descomposturas, estas fallas hicieron ineficiente su uso y la real orden le indicó al virrey que los carromatos existentes debían ser transformados en carretas tiradas por bueyes.[4]

Carromato en Far West (PortAventura) . Tarragona-79


Coches y carruajes[editar]

Los coches fueron introducidos a México por el marqués de Villena en 1640, estos medios de transporte eran utilizados principalmente por los grupos más privilegiados y llegaron a ser la máxima expresión del arte barroco, de hecho se convirtieron en “tronos rodantes”, el derroche en sus acabados fue tan exagerado que las autoridades tuvieron que dictar restricciones en torno a la decoración. Al igual que los caballos, los carruajes marcaban abolengo y jerarquía, específicamente en estos móviles el número de caballos indicaba la posición de quien viajaba en el[5]​:

  • Rey: seis caballos (España).
  • Virrey: cuatro caballos (Nueva España).
  • Duque: cuatro caballos.
  • Arzobispos: seis caballos (Nueva España).


Los coches difieren de los carros por que los coches sí tenían sistema de amortiguación entre sus cajas y los ejes de sus ruedas.[6]

Golden Cart Hermitage St. Petersburg 20021009


Bibliografía[editar]

Benítez, F. (2014). De la conquista a la independencia. México: Ediciones Era.
García, V. R. (1985). El fiscal de Real Hacienda en Nueva España: Don Ramón de Posada y Soto, 1781-1793 : publicación conmemorativa del V Centenario del Descubrimiento de América. Oviedo, España: Universidad de Oviedo.

Referencias[editar]

  1. (movilidad, S. d. (06 de Noviembre de 2016). Historia del Transporte en la Ciudad de México. Obtenido de Cinco siglos de Transporte en la Ciudad de México : http://data.semovi.cdmx.gob.mx/wb/stv/cinco_siglos_de_transporte_en_la_ciudad_de_mexico_.html)
  2. Benítez, F. (2014). De la conquista a la independencia. México: Ediciones Era.
  3. Moreno, R. (06 de Noviembre de 2016). Crónica.com.mx. Obtenido de Cultura: http://www.cronica.com.mx/notas/2006/246760.html
  4. García, V. R. (1985). El fiscal de Real Hacienda en Nueva España: Don Ramón de Posada y Soto, 1781-1793 : publicación conmemorativa del V Centenario del Descubrimiento de América. Oviedo, España: Universidad de Oviedo.
  5. INAH. (06 de Noviembre de 2016). Secretaría de Cultura-INAH. Obtenido de CARRUAJES DE MÉXICO Y ESPAÑA, "TRONOS RODANTES": http://www.inah.gob.mx/es/boletines/1495-carruajes-de-mexico-y-espana-tronos-rodantes
  6. Mir, Á. R. (06 de Noviembre de 2016). UNAM. Obtenido de Anales del Instituto de Investigaciones Científicas: http://www.analesiie.unam.mx/index.php/analesiie/article/view/2427/2531