Usuario:De un millón/Taller

De Wikipedia, la enciclopedia libre

He aquí una minúscula y diminuta pequeñita enciclopedia, la Repipipedia, de la que no va de algo exactamente, sino de alguna cosa: la iniciación al mundo y sus rollos y embrollos y escollos y pollos.

Véase la calidad con la que se puede escribir vagamente un poema retórico (con polisíndeton y todo); eso me habría sido imposible sin la civilización y su culta cultura culturista. La paradoja es que seguiría habiendo una civilización estable, hecha de gente que no tiene ni puñetera idea de lo que es eso. Y eso, desafortunadamente (o afortunadamente depende del punto de vista uuuu) es nuestro caso. ¿Por qué una civilización hecha de nada y aún así capaz de todo?¿Cómo una societá puede ser ciega de las diversas coyunturas que aporta sus propias invenciones, ignorarlas, pero seguir adelante con lo establecido, aunque algunas cosas sean erróneas o más bien defectuosas? EEEEEEEE quieto parado... No se lo voy a escudriñar ahora, que la respuesta me la sé y no se la voy a decir así por así porque este texto va de desvariar, montarse en rodeos y no contar argumentos sólidos y discretos. Mientras tenga el culo apretado, le seguiré contando datos, un poquito de toda la historia universal, y al final la conclusión no será satisfactoria para que se fastidie, y este texto sólo le haya servido para conocer una par de datos sueltos. Venga al grano.

Él seguía pensando y pensando con el Cristo enfrente, sin saber lo que se le venía...

En cuanto a las últimas cuestiones, millones de listillos, miles de eruditos, y varios empollones de élite catedráticos de su propia ciencia han intentado resolverlas sin dar palo al agua, porque siempre se desvían por las cuestiones de si Dios, si el Estado, si por el equilibrio ecológico con los demás seres vivos del ecosistema y su respeto mutuo y no agresivo en contra del ideal de la selección natural para desempeñar la competencia entre especies... Blaise Pascal ―cuyo nombre le sonará a esas aburridísimas clases de física que tuvo mientras dibujaba las eses esas en el margen de su libreta, por si ya se memorizaba de una repajolera vez cómo se hacían sin hacerse un lío topológico-euclídeo en el papel―, que parecía ser la salvación a dicho dilema, tras terminar sus estudios científicos se puso a filosofar, dijo «¡Oh, aciaga ventura corpórea! ¿Cuál es la naturaleza del hombre?», y la palmó. Sí sí, justo. Quizás Dios le musitase «Macho, estate quieto de una vez por Dios de la Virgen», pero no estamos seguros de si fue otro, u otro más, o más generalmente, si fue (ño éste sí que me quedó bien).

Y todavía seguimos con respuestas atrevidas y vagas, sobre todo porque a nadie le interesa profundizar en el tema, puesto que ¿qué interesa resolver algo que, mediante acción presente, parece que lo tengamos solucionado ya? De este mundo no nos quejamos; muchos lo están gozando ahora mismo, y por eso esos quebraderos de cabeza les resbalan. Pero para los que no: los que no estén gozando, los que carecen de acción presente, o incluso, los que tenían acción presente y dejaron de gozar justamente por eso, a los iniciados en este viaje n-dimensional de un solo filo basado en observaciones lejos de la crítica, se les es otorgado este remediavagos con el más sumo honor. A los que han perdido el norte, se les meterá aquí para entender por qué no entienden, y por qué no entienden los que entienden, y si lo que hacen los entendidos es entendible. Por ahora, uno se dirá «no entiendo ni leches», y yo le diré «oooo pues claggo si no te entiendes ni a ti mismo...». En el siguiente mamotreto texto se le enseñará cosas paradójicas como que la pesca es algo epistemológicamente bueno pero gnoseológica y socialmente malo, y ante todo, a hacer susodichas cosas bien por sí solos (madres, guárdense el instinto de ayuda incondicional, que la cartulina la compren ellos solitos...), a través de variopintos ejemplos. Ahora es cuando me callo, visualizas una pausa mental, te vuelves a la página principal de talleres, y lees el título del siguiente apartado con voz de Artur Mas, ¿vale?