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(Industria de defensa de Brasil - https://pt.wikipedia.org/wiki/Ind%C3%BAstria_b%C3%A9lica_do_Brasil)
Una expresiva parte de los equipamientos de de las fuerzas armadas brasileñas son desarrollados y fabricados localmente por su Base Industrial de Defensa (BID) través de industrias como Embraer, Avibras, IMBEL, Taurus, Gespi, AMRJ y otros que, además, son exportados también para otros países. Son hechos en el país las fragatas Clase Niterói, submarinos Clase Tupi, Tikuna y Clase Riachuelo, aviones de transporte como el Embraer C-390 Millennium, entrenamiento Embraer EMB 314 Super Tucano y combate A-1 AMX. También material de tierra como el Fusil IMBEL IA2, blindados VBTP-MR Guarani, lanzacohetes Astros II además de ser un de los mayores fabricantes y exportadores de municiones para pistolas y fusiles, también fabrica municiones para obuses de 90, 105, 120 y 155mm así como bombas, misiles y cohetes.
Historia[editar]
En 1762, surgieron la Casa do Trem y el Arsenal de Guerra en Río de Janeiro, con el objetivo de reparar y conservar armamentos y equipos de tropa y existentes en la época. En 1808, Don João VI creó la Fábrica de Pólvora de Lagoa Rodrigo de Freitas, en Río de Janeiro. Esta fábrica formaba parte del Ministerio del Ejército, hasta que en 1975 fue incorporada por el recién creado IMBEL.
Durante las primeras décadas del siglo XX, el capital privado tenía poco interés en el sector y la producción estatal se limitaba a armas de pequeño calibre y explosivos, y hasta el surgimiento de industrias básicas como la Companhia Siderúrgica Nacional y la existencia de excedentes de equipamiento. después de la 2ª Guerra Mundial, la dependencia externa fue grande, especialmente con el Acuerdo Militar Brasil-Estados Unidos, por lo que el armamento norteamericano predominó de 1946 a 1970, inhibiendo los proyectos nacionales. Hasta 1960 la industria nacional creció, por lo que cuando el sector militar se diversificó ya contaba con proveedores y recursos humanos a su disposición, con industrias metalúrgicas y automotrices establecidas. Esto la diferenció de la industria de guerra argentina, que se desarrolló antes y se utilizó para apalancar el crecimiento de la industria civil; en Brasil solo aprovechó la sofisticación de industrias ya articuladas.
Luego del golpe de Estado de 1964, hubo interés en modernizar las Fuerzas Armadas, librarse de presiones de proveedores externos, ganar influencia geopolítica en el Tercer Mundo, con eso, diversas empresas comenzaron a adaptarse y desarrollar proyectos totalmente nacionales, a partir de éxitos en el extranjero y con un gran desarrollo del parque industrial hasta su apogeo en la década de 1980. En la década de 1960 surgen Avibras (1961), Engesa (1963) y Embraer (1969), que representarían más del 90% de las exportaciones de armas en ese período. El crecimiento se produjo en paralelo a las restricciones estadounidenses a las exportaciones militares a Brasil en la década de 1960, seguidas de la ruptura del Acuerdo Militar en 1977. Aunque el éxito de las exportaciones brasileñas se basó en productos simples las empresas se arriesgaron a que sus clientes aceptaran un nivel tecnológico superior, lo que llevó a un aumento de los costos no reflejados en las ventas y, sumado a la reducción de las tensiones internacionales con el fin de la URSS en finales de la década de 1980 el sector entró en crisis y las tres grandes, Engesa, Avibras y Embraer iban camino de la quiebra.
Sin embargo, a partir de la década de 2000, varios proyectos para reequipar a las fuerzas armadas llevaron a la reanudación de la industria de defensa con el Ministerio de Defensa como impulso principal. El gasto militar creció en línea con el crecimiento del PIB y las compras de material en el extranjero se debieron a compensaciones y transferencias de tecnología en las importaciones de armamento, además de la conexión de la investigación y el desarrollo nacional con el sector bélico.[1][2][3][4][5]
Exportaciones[editar]
Además muchos de los produtos producidos localmente son exportados también para otros países, los principales clientes están en Oriente Medio, Asia y Sudamérica. Su industria aeronautica tiene presencia en países de la OTAN con sus Embraer EMB-312 Tucano y C-390 Millenium entre otros. Al año de 2021 los ingresos de la BID con exportaciones llegaron a US $ 2 000 millones.