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Gigantes y Cabezudos Zaragoza
[editar]La comparsa de gigantes y cabezudos de Zaragoza es un espectáculo lúdico de gran tradición y expectación en las fiestas populares de Zaragoza, sobre todo entre el público infantil. Participa en su máximo esplendor en las Ferias de finales de agosto, pero también la podemos encontrar en las fiestas patronales y en el Centro de la ciudad, así como en los pueblos de los alrededores y en concentraciones giganteas, La actual Comparsa Zaragozana se mantiene activa, casi ininterrumpidamente, desde su creación por el Ayuntamiento en el año 1902 Es un elemento lúdico e identificativo de las fiestas. Es un evento con carácter centenario en la ciudad, aunque debido a las continuas transformaciones y apariciones en los diversos espectáculos, han provocado un gran desgaste de las figuras a lo largo de su historia, lo que nos impide disfrutar en la actualidad de los personajes y gigantes originales, teniendo el más antiguo en torno.
Historia
[editar]En Zaragoza los pasacalles están documentados desde el año 1860 se creo la comparsa En 1651 el Ayuntamiento de Zaragoza encargó cuatro nuevos "gigantones" (así se denominaban entonces) y una "gigantilla" Bravo. En 1658 se amplió la comparsa con una nueva pareja, obra del mismo artesano y pintada por Francisco de Goya. Así, la comparsa de Zaragoza estaba compuesta, además de la gigantilla, por tres parejas de reyes (rey y reina) españoles, turcos y negros; que representaban a tres continentes: Europa, Asia y África. Los gigantes, junto con la tarasca, siendo unos elementos básicos de este festejo, ya que se interpreta su presencia como un símbolo del reconocimiento de Jesucristo en todo el mundo.
Con la Ilustración se cuestionó la presencia de los gigantes, la tarasca y las danzas en los festejos religiosos, considerándolos elementos irreverentes y contrarios a la fe. Hasta que, una real orden de Carlos III en 1780 los prohibió definitivamente.
Siglo XX
[editar]Con el fin de dotar a las fiestas de la ciudad de un espectáculo infantil digno, y que tuviera una buena y amplia acogida por parte del público, se decidió crear una comparsa de gigantes y cabezudos para las ferias del año 1902. Esa primera comparsa estuvo compuesta por tres personajes que representaban a Don Quijote de la Mancha, su escudero Dulcinea.
Desde entonces desfilaron todos los días de ferias, acompañados de música popular a base de dulzaina y tamboril. Compañeros inseparables de los gigantes siempre fueron los cabezudos, siendo los más populares el “Tío negro”, la “Pelines” o “Marí pelos”, el “Aragonés” y el “Señorito” o el “Pollo pera”. Tuvo una gran aceptación y se convirtió, desde entonces, en un desfile imprescindible en los actos festivos de Zaragoza Los gigantes, tras superar la Guerra civil española, sufrieron cambios en sus personajes. Se mantenía el "Negro con moño"; mientras que el gigante que representaba a