República Peruana (1838-1839)

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República Peruana
Estado desaparecido
1838-1839




Lema: «Firme y feliz por la unión»
Himno: Himno Nacional del Perú

República Peruana de 1838.
     Área controlada por la República Peruana      Territorios reclamados y bajo influencia de la República Peruana, bajo control de la Confederación Perú-Boliviana      Territorios reclamados por la República Peruana bajo control de la Confederación Perú-Boliviana
Capital Callao
Entidad Estado desaparecido
Idioma oficial Español
Gentilicio Peruano-a
Religión Católica
Período histórico Guerra contra la Confederación
 • 30 de julio
de 1838
Independencia del Estado Nor-Peruano
 • 21 de agosto
de 1838
Batalla de Portada de Guías
 • 20 de octubre
de 1838
Alianza con la Confederación
 • 25 de agosto
de 1839
Restauración nacional
Forma de gobierno República presidencialista, unitaria
Gobernantes
• 1838

Luis José de Orbegoso
Domingo Nieto
Juan Vidal La Hoz
Precedido por
Sucedido por
Confederación Perú-Boliviana (1838)
(1839) Restauración peruana

La República Peruana fue un estado autoproclamado independiente de la Confederación Perú-Boliviana, fundada por Luis José de Orbegoso en plena Guerra contra la Confederación que existió de 1838 a 1839.

Su territorio comprendía la totalidad del Estado Nor-Peruano, y reclamaba el territorio del Estado Sud-Peruano. Más solo tenía control efectivo en ciertas áreas de Huaylas, Callao y Lima

El territorio que abarca la subdivisión confederada del Estado Nor-Peruano fue proclamada en contra de la Confederación Perú-Boliviana por Domingo Nieto y Luis José de Orbegoso el 30 de julio de 1838, posteriormente el 20 de octubre de 1838, orbegoso anuncio un nuevo entendimiento con Andrés de Santa Cruz; sin embargo Orbegoso es derrotado en el Combate de Portada de Guías por el Ejército Unido Restaurador el 21 de agosto de 1838, y el territorio pasó a ser presidido por Agustín Gamarra.[1]

Historia[editar]

Retrato de Domingo Nieto.

Establecida la Confederación Perú-Boliviana, el Protector Supremo, Andrés de Santa Cruz nombró al mariscal Luis José de Orbegoso como presidente del Estado Nor-peruano desde el 21 de agosto de 1837 hasta el 1 de setiembre de 1838. No obstante, Orbegoso se mantuvo en el cargo cuando el mismo Santa Cruz nombró en su reemplazo al mariscal José de la Riva-Agüero el 11 de julio de 1838, cargo que este ejerció, precariamente, hasta el 24 de enero de 1939.

Domingo Nieto se mantuvo fiel a la autoridad legal de Orbegoso, sin embargo, no se comprometió con el régimen confederado y se puso al servicio de la voluntad del pueblo. Finalmente, decidió alzarse contra Santa Cruz y proclamó la libertad del territorio del Estado Nor-Peruano como la República Peruana, el 30 de julio de 1838. Orbegoso, indeciso al principio, terminó por plegarse a dicha causa y lo propio hizo el general Juan Francisco Vidal.[1]

La Guerra contra la Confederación y los Restauradores[editar]

Luis José de Orbegoso encabezo junto con los detractores de la confederación una campaña militar contra Andrés de Santa Cruz y se mostraron fieles a la alianza peruana-chilena del Ejército Unido Restaurador pero ante los actos vandálicos cometidos por los chilenos en suelo nor-peruano y el poco interés que mostraron los generales chilenos. Esto provocó que la República Peruana del Norte declarara la guerra tanto a la confederación y a la alianza peruano-chileno.

Gobernantes[editar]

Habiéndose declarado la independencia de esta República, Orbegoso se proclamó presidente provisorio de la República Peruana y se refugió en Fortaleza del Real Felipe. Domingo Nieto, por otro lado hacía correrías por el norte con despachos de jefe supremo expedido por Orbegoso, compartiendo el cargo entre ambos.

Retrato de Juan Vidal La Hoz.

Juan Vidal La Hoz, quien en 1836, con el grado de general de división había asumido la prefectura del departamento de Huaylas, se proclamó jefe supremo de Huaylas, respaldando la secesión del Perú de la Confederación Perú-Boliviana.

El 21 de agosto de 1838, se enfrentaron al Ejército Restaurador y fueron derrotados, Nieto y Orbegoso se refugiaron en El Callao. El primero partió luego al autoexilio; el segundo se dirigió a Supe para reorganizar sus fuerzas; y Vidal, herido, retornó a Huaylas.[2]

Combate de Portada de Guías[editar]

Antigua Portada de Lima, dibujo de mediados del siglo XIX. Hasta los años 1870, Lima estuvo cercada por la antigua muralla colonial.

Las fuerzas restauradoras continuaron su avance hacia Lima y se encontraron con las fuerzas peruanas comandadas por Orbegoso, Domingo Nieto y Juan Francisco de Vidal en las afueras de Lima. La diferencia numérica era abrumadora: unos 4.800 “restauradores” frente a unos 1.300 peruanos “orbegosistas”. Pese a ello se produjo el encuentro, llamado Batalla de Portada de Guías (llamado así por haberse realizado frente a una portada de la ciudad, situada en el actual cruce de las avenidas Túpac Amaru y Caquetá), del cual los restauradores se saldaron con la victoria (21 de agosto de 1838). Estos ocuparon Lima, donde se dedicaron al pillaje y al incendio.[3]

Orbegoso permaneció oculto en Lima durante unos días, hasta que se dirigió disfrazado al Callao, siendo reconocido. Recibido a balazos, se ocultó en la orilla del mar, donde lo envolvió una ola y estuvo a punto de morir, hasta que al día siguiente, empapado y friolento, halló refugio en el puerto.

Alianza con la Confederación[editar]

Retrato de Luis José de Orbegoso.

Orbegoso se refugió en la fortaleza del Real Felipe del Callao. Desde allí calificó al ejército chileno como invasor y declaró que se proponía hacerle la guerra con el mismo empeño que al ejército de Santa Cruz; y que solo deseaba favorecer la reunión de un congreso que decidiese libremente la suerte del país. No obstante, se negó a tratar con Agustín Gamarra, cuando este le ofreció formalizar un compromiso para batir juntos a Santa Cruz.

Santa Cruz, haciendo gala de su típica astucia, convenció a Orbegoso para que lo apoyara, prometiéndole que reuniría el Congreso luego de arrojar a los invasores. Orbegoso lo creyó y anunció el 20 de octubre de 1838 su nuevo entendimiento con Santa Cruz.[4]

Es así que Santa Cruz en su astucia logró mantener al estado rebelde como una república autónoma al ponerlo en contra de los aliados restauradores, provocando la inminente invasión del norte confederado y poniendo en su lugar al gobierno provisional peruano de Gamarra desconociendo al régimen de Orbegoso. Al año, los confederados lanzaron una campaña de reconquista en el norte provocando la huida de los restauradores y reanexándose el territorio del norte peruano.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b Vargas Sifuentes, José Luis (16 de noviembre de 2019). «Los siete presidentes». Diario Oficial del Bicentenario: El Peruano. 
  2. Vargas Sifuentes, José Luis (16 de noviembre de 2019). «Los siete presidentes». El Peruano, Diario Oficial del Bicentenario. 
  3. Tamayo, José (1985). Nuevo Compendio de Historia del Perú. Editorial Lumen. pp. 255-256. 
  4. Modesto Basadre, "Diez años de historia política del Perú, 1834-1844", p. 68