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Diferencia entre revisiones de «Rectorragia»

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La palpación abdominal podrá objetivar masas o puntos dolorosos. La inspección anal y el [[tacto rectal]] valorarán la existencia de sangre o tumor en recto o hemorroides externas.
La palpación abdominal podrá objetivar masas o puntos dolorosos. La inspección anal y el [[tacto rectal]] valorarán la existencia de sangre o tumor en recto o hemorroides externas.
* '''Pruebas complementarias:''' El [[hemograma]], [[pruebas de coagulación]] y [[función renal]], junto con las constantes vitales permiten estimar la gravedad de la rectorragia. La [[colonoscopia]] urgente se hará en los casos de hemorragia moderada o grave y podrá realizarse de forma diferida en el resto de los casos.
* '''Pruebas complementarias:''' El [[hemograma]], [[pruebas de coagulación]] y [[función renal]], junto con las constantes vitales permiten estimar la gravedad de la rectorragia. La [[colonoscopia]] urgente se hará en los casos de hemorragia moderada o grave y podrá realizarse de forma diferida en el resto de los potos.


[[Categoría:Coloproctología]]
[[Categoría:Coloproctología]]

Revisión del 14:17 11 mar 2013

La rectorragia (o rectorajado) es un tipo de hemorragia que consiste en la pérdida de sangre roja o fresca a través del ano, bien sola o asociada a las heces. El origen de este sangrado suele localizarse en el colon descendente y en el recto.

La hemorragia digestiva baja incluye tanto a la rectorragia como a la hematoquecia que es un sangrado rectal de color rojo oscuro mezclado con las heces, lo que sugiere que la causa del sangrado está localizada en el intestino grueso o en el recto. La rectorragia es bastante frecuente (más del 10% en algunas series), siendo mayor la incidencia en personas de edad avanzada.

Etiología de la rectorragia

Las causas de rectorragia son diversas, dependiendo sobre todo en la edad del paciente.

Diagnóstico de la rectorragia

El diagnóstico causal de la rectorragia se establece con la combinación de la anamnesis, exploración física y realización de pruebas complementarias.

  • Anamnesis: El médico suele realizar un interrogatorio sobre la medicación previa consumida como los antiinflamatorios, antecedentes de enfermedad neoplásica como el cáncer colorrectal, episodios previos de sangrado y sobre todo los síntomas acompañantes.
  • Exploración física: En primer lugar hay que valorar el estado general del paciente para saber la gravedad de la rectorragia dependiendo de la tensión arterial, frecuencia cardíaca, la coloración de piel y mucosas y estado de conciencia. Ante una tensión arterial menor de 100 mmHg, una frecuencia cardiaca de más de 100 latidos por minuto o palidez cutánea, el paciente presenta una rectorragia grave que requiere valoración y tratamiento en urgencias de un hospital.

La palpación abdominal podrá objetivar masas o puntos dolorosos. La inspección anal y el tacto rectal valorarán la existencia de sangre o tumor en recto o hemorroides externas.

  • Pruebas complementarias: El hemograma, pruebas de coagulación y función renal, junto con las constantes vitales permiten estimar la gravedad de la rectorragia. La colonoscopia urgente se hará en los casos de hemorragia moderada o grave y podrá realizarse de forma diferida en el resto de los potos.