Motril (pastor)
El motril era un muchacho de 8 a 12 años que ayudaba a cuidar rebaños de ovejas merinas trashumantes solo durante el verano, en los puertos de montaña.[1]
Descripción
[editar]No era un pastor profesional. Era un niño, aprendiz de pastor.
Ayudaba habitualmente al compañero o al persona, en el cuidado del retazo –porción menor del rebaño cuando se divide, constituido por unas 500 ovejas–.
Funciones
[editar]Ayudaba al pastor veterano en todo lo que este le mandaba, en general las tareas que exigían menos destreza: ir por agua, soltar o recoger las ovejas, coger leña para el fuego…
Servía, además, de recadero, desplazándose en burro hasta el pueblo o hasta la ropería en busca de pan y de otros artículos necesarios.[2]
No bajaba a las dehesas extremeñas. Se quedaba en el pueblo, acudiendo a la escuela y ayudando a su familia.
Salario
[editar]Se le contrataba solo para el verano y se le pagaba poco más de "lo comido por lo servido".
El personaje
[editar]El motril era un personajillo entrañable en los pueblos de la montaña de León. Un niño que recorría caminos y montañas, con frecuencia grandes distancias, habitualmente solo o acompañado por un burro, que insistentemente no le obedecía. Tenía que solicitar ayuda de unos y otros, no pocas veces con lágrimas en los ojos.
Referencias
[editar]- ↑ Álvarez Rodríguez, Bonifacio (1998). Memorias de un zagal. Un viaje a la Extremadura leonesa. Ediciones Leonesas S. A. ISBN 978-84-8012-191-0
- ↑ Rodríguez Pascual, Manuel y Gómez Sal, Antonio (1992). Pastores y trashumancia en León. Caja España. Ediciones Leonesas S. A. ISBN 978-84-8012-022-3
Bibliografía
[editar]- Martínez Pérez , Enrique. La trashumancia: mundo de pastores (II). Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2015.