Monoteísmo

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El monoteísmo es la creencia en la existencia de un solo Dios. El término proviene de dos palabras griegas: μόνος monos que significa "solo" y θέος theos que significa "Dios".

En el monoteísmo, "Dios" significa algo supremo, relacionado con ideas y conceptos filosóficos, distinto un ser personal con atributos antropomórficos, nombres, e incluso etnia. El monoteísmo contrasta con el politeísmo que es la creencia en la existencia de varios dioses. Las religiones monoteístas suelen oponerse abiertamente al politeísmo.

Concepto general

Las religiones monoteístas más extendidas son, en orden estimado de seguidores, el cristianismo, islam, sijismo, judaísmo y zoroastrismo.[1]​ En Occidente, el monoteísmo suele estar dominado por el concepto de Dios de las religiones abrahámicas y el concepto neoplatónico de Dios expresado por el Pseudo Dionisio Areopagita. Existen ejemplos históricos de cultos monoteístas, como el culto a Atón en el antiguo Egipto liderado por el faraón Akenatón, o a Marduk en Mesopotamia.

En el cristianismo

En el cristianismo existe una notable polémica debida a que el concepto de la Trinidad es siempre considerado por otros monoteístas, en general, como politeísmo encubierto, algo que los trinitarios niegan.

Según algunos, el Nuevo Testamento declara explícitamente el monoteísmo. Pablo de Tarso escribe:

para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

Dentro de los que se denominan cristianos, existen puntos de vista divergentes en cuanto a la naturaleza de la Deidad, que se han hecho presentes durante la historia. Sin embargo, existen tres principales corrientes de interpretación: el Trinitarismo, Unicidad de Dios y Unitarismo. Los creyentes de la Unicidad de Dios, al igual que el unitarismo, consideran que el trinitarismo debilita el monoteísmo estricto enseñado por la Biblia e insisten en que la Deidad no puede dividirse en personas y que Dios es absolutamente uno.

En el Islam

El monoteísmo (árabeتوحيد; Tauhid) en el Islam consiste, además de creer en un solo Dios, en adorarlo únicamente a Él. Para los musulmanes, los actos de adoración son todas aquellas palabras o acciones que complacen a Dios interna o externamente.

Entre los actos de adoración internos, está la sinceridad, esperanza, anhelo, temor, miedo, amor, confianza, ayuno, búsqueda de refugio, de protección, etc. Los externos son la oración, la peregrinación, el ayuno, la limosna y la profesión de fe.

Por lo tanto, para los musulmanes, el que una persona solamente crea en Dios no lo hace ser monoteísta, sino que tiene que adorarlo únicamente a Él. Es por esto que los musulmanes para estudiar el monoteísmo lo hacen desde dos perspectivas:

Actos de Dios

1.- Que la persona que cree no será castigada eternamente 21:23}}</ref>[2]

Actos de la persona ser fiel.

2.- Que la persona solamente suplique a Allah sin intermediarios, ore, rece, sacrifique, se postre o incline únicamente a Él. Por esto, es que en el Islam está prohibido pedirles a los Profetas aun así sin adorarles, ángeles, usar talismanes, jurar por otro que no sea Dios, etc.

Para los musulmanes, todos los Profetas eran portadores de este mensaje y Mahoma fue su sello.[3][4][5][6][7]

En el judaísmo

El judaísmo fue la primera religión claramente monoteísta (hebreo: מונותאיזם). El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un único Dios soberano absoluto, justo, omnisciente, omnipotente, amoroso y providente, que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para revelarle los preceptos contenidos en los Diez Mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y cuarto de la Torá. Consecuentemente, las normas derivadas de tales textos y de la tradición oral constituyen la guía de vida de los judíos, aunque la observancia de las mismas varía entre los diferentes grupos de practicantes. [2]

Para el Judaísmo Moisés (hebreo: מֹשֶׁה) es el mayor, principal e insuperable profeta de todos los tiempos.[8]

Una de las características del judaísmo, que lo diferencia de las otras religiones monoteístas, radica en que se considera no sólo como una religión, sino también como una tradición y una cultura. Las otras religiones trascienden varias naciones y culturas, mientras que el judaísmo se considera la religión y la cultura concebida para un pueblo específico. El judaísmo no exige de los no judíos unirse al pueblo judío ni adoptar su religión, aunque los conversos son reconocidos como judíos en todo el sentido de la palabra.

Asimismo el judío ha sido comisionado por sus escrituras a ser "luz a las naciones" y propagar el Monoteísmo Ético por todo el mundo. [3] La religión, la cultura y el pueblo judío pueden considerarse conceptos separados, pero están estrechamente interrelacionados. La tradición y la cultura judía son muy diversas y heterogéneas, ya que se desarrollaron de modos distintos en las diferentes comunidades, y cada comunidad local incorporó elementos culturales de los distintos países en los que vivieron los judíos a partir de la dispersión.

Ciertos textos judíos son considerados canónicos:[9]

  • El Tanaj, aquella parte de la Biblia llamada Antiguo Testamento por los cristianos, se compone de 24 libros:
    • La Torá, literamente "la Doctrina",o Pentateuco o cinco primeros libros de la Biblia de los cristianos, considerada de origen divino, y denominada por la tradición como "Torá Escrita" (Torá she-bijtav - תורה שבכתב);
    • Los Neviim o Libro de los Profetas.
    • Los Ketuvim (literalmente "Los Escritos").
  • La Mishná, recolección de las tradiciones orales y exégesis de la Torá, entregadas según la creencia directamente a Moisés por Yaveh en el Monte Sinaí, transmitidas oralmente de generación en generación, y compiladas al cabo de los siglos por el rabino Yehuda Hanasí, en el siglo II.
  • El Talmud, formado por un voluminoso corpus de interpretaciones y comentarios atribuidos a los amoraim, estudiosos que vivieron en el siglo IV. Comúnmente, por Talmud se entienden también a los comentarios posteriores cuyo origen remonta a la medievales, entre los que destaca Rabí Shelomó Yitzjaki («Rashi», por sus iniciales en hebreo).
  • El Shulján Aruj, compilación y codificación de toda la Halajá por temas, obra del rabino Yosef Karo de Safed en el siglo XVI, cuya normatividad es aceptada prácticamente por la totalidad de los judíos.
  • El Mishné Torá de Maimónides, llamado en hebreo Moshé Ben Maimón (o incluso Rambam, por sus iniciales). Los judíos yemenitas prefieren a éste último antes que al Shulján Aruj.

Cabe destacar también la importancia del libro fundamental de la Cábala judía:

La plegaria más solemne de la religión judía, que plasma la esencia misma de la creencia monoteísta, aparece en el quinto y último libro de la Torá: "Oye, Israel, el señor es nuestro Dios, el señor es Uno" (שְׁמַע יִשְׂרָאֵל, ה' אֱלֹהֵינוּ, ה' אֶחָד; Shemá Israel, Adonai Eloheinu, Adonai Ejad Deuteronomio 6:4). Los creyentes la recitan dos veces por día, en las oraciones matutinas (שַׂחֲרִית, Shajarit) y de la noche (עַרְבִית, Arvit). [4]

En el zoroastrismo

El monoteísmo en el Zoroastrismo consiste en creer en un solo Dios; adorarlo únicamente a Él. Para los zoroastrianos o mazdeistas son los actos los que harán progresar al humano, todas aquellas acciones de progreso, evolución, perfección y felicidad que acercan Ahura Mazda. Ahura Mazda es el creador increado, omnisciente, abstracto y trascendente, sin imagen concreta, por lo cual no es representable. Ahura Mazda es el comienzo y el fin, el creador de todo, el que no puede ser visto, el Eterno, el Puro y la única Verdad.[10]

Ahura Mazda es el Intelecto Supremo, el creador del universo y el Señor de la Vida y la Sabiduría, así como Ferdowsi, el gran Poeta Épico Persa describió a Ahura Mazda con las mismas palabras en el Sáname -el Libro de los Reyes. Él es el único Dios, supremo y único. Él no tiene atributos físicos pero es un amigo genuino, un compañero permanente de hombres y mujeres en su larga vida de lucha contra el mal.

Los Gathas dicen que el bien y el mal son dos fuerzas opuestas en el mundo y son el producto de la mente. Los Buenos Pensamientos o Spenta Mainyu están opuestos a los Malos Pensamientos o Angra Mainyu (Ahriman). Esta es la descripción filosófica de los procesos del pensamiento del hombre. No tiene nada que ver con el dualismo de creer en dos Dioses en el Zoroastrianismo. Ahriman no es una suprema entidad que compite contra Ahura Mazda. Ahura Mazda es el supremo creador monoteísta del universo. (Los Gathas 30-3,4,5)

Cuando Te percibí. Oh Mazda, como el Primero y el Último. Como el más Adorable, como el Padre del Buen Pensamiento, como creador de la Verdad y de lo Justo, como el Señor Juez de nuestros actos en la vida, entonces hice un lugar para Ti en mis propios ojos. (Yasna,31-8)

Así anuncio al Más Grande de todos, elaboro mis cantos de alabanza a Él a través de la Verdad, que ayuda y beneficia a todos los seres vivientes. Permitan que Ahura Mazda los oiga con Su Espíritu Sagrado, ya que la Buena Mente me instruyo como adorarlo, Su Sabiduría me enseñará lo que es mejor. (Yasna 45-6)

Véase también

Referencias

  1. «Major Religions Ranked by Size». Consultado el 2009. 
  2. Quien se aparte de Satanás y crea en Allah, se habrá aferrado al asidero más firme [el Islam], que nunca se romperá. Y Allah es Omnioyente, Omnisciente.
  3. Por cierto que enviamos a cada nación un Mensajero [para que les exhortase a] adorar a Allah y a evitar la idolatría
  4. Tu Señor ha ordenado que adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis: ¡Uf! Y háblales con dulzura y respeto.
  5. Por cierto que en las mezquitas sólo se de adora a Allah, así pues no invoquéis a nada ni a nadie junto con Allah.
  6. Y recuerda [¡Oh, Muhammad!] cuando Abraham le dijo a su padre y a su pueblo: Yo soy inocente de aquello que adoráis. Yo sólo adoro a Quien me creó, y Él me guiará. Allah hizo que esta fe [monoteísta] perdurara en su descendencia; para que retornaran [a la fe en Allah, toda vez que se apartasen].
  7. Y si les preguntas [¡Oh, Muhammad! a los idólatras:] quién creó los cielos y la Tierra, te responderán: Allah. Diles: ¿Acaso no observan que aquello que invocáis en vez de Allah [carece de poder]? ¿Si Allah quisiera azotarme con algún daño, acaso ellos [vuestros ídolos] me librarían de él? ¿O si deseara cubrirme con Su misericordia, podrían ellos impedirlo? Diles [¡Oh, Muhammad!]: Me es suficiente con Allah. Que a Él se encomiendan quienes verdaderamente confían en Allah.
  8. [1]
  9. Singer / Zlotowitz (1992). Our Sacred Texts. UAHC Press. p. 91-109. 978-0807404799.
  10. “Hay solo un camino y ese es el Camino de la Rectitud. Cumplir con esto lleva a lo mejor de la vida.” (Los Gathas 43-9)

Enlaces externos

  • Suárez., Alfonso M. (2007). «Lo que Creemos». Pentecostales del Nombre de Jesucristo.