Luis Quinn

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Padre Luis Quinn. El Protector de los Pobres.

Luis José Quinn Cassidy (Newcastle, Inglaterra, 12 de enero de 1928 - Fort Lauderdale, Florida, 11 de octubre de 2007). Llamado el "Protector de los Pobres".[1]

Vida[editar]

St. Michael's College School en Toronto, Ontario, Canadá

El padre Luis Quinn nació en Newcastle, Inglaterra, el día 12 de enero del año 1928. De niño se mudó a Toronto, Canadá. Mientras estudiaba en el St. Michael`s College School, sintió el llamado del sacerdocio misionero. Ingresó en el seminario San Francisco Javier, de los misioneros Scarboro (OFS, por sus siglas en inglés). Fue ordenado sacerdote por el cardenal James McGuigan en diciembre del año 1952, y designado sacerdote misionero en República Dominicana en el año 1953.

Entre los años 1953 y 1965 estuvo asignado como párroco en varias localidades dominicanas. Regresó por un tiempo a Canadá, donde se preparó en liderazgo y desarrollo comunitario, cooperativas y asociaciones de crédito en el Coady International Institute en el condado de Antigonish de la provincia canadiense de Nueva Escocia.

En el año 1965 asumió la dirección de la parroquia San José, de San José de Ocoa (Ocoa), un pueblo de República Dominicana, donde vivió durante los siguientes 42 años, hasta su muerte. Durante ese tiempo vivió en la "casa parroquial", una casita de madera junto a la parroquia, que había encontrado al llegar al pueblo en 1965, cuyas puertas estuvieron siempre abiertas. Allí el padre Luis recibió, sin excepción, a la innumerable cantidad de personas que pasó a visitarle: desde los presidentes de República Dominicana hasta el más humilde campesino.

Muerte[editar]

Mausoleo de Luis Quinn, en la parroquia San José, Ocoa, RD.

El padre Luis Quinn murió el jueves 11 de octubre del año 2007, a los 79 años de edad, en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos de América, después de una cirugía de corazón abierto.

La muerte lo encontró aquejado de múltiples achaques: una dolencia cardíaca por la que ya se había operado a corazón abierto, una dolorosa dolencia en la columna vertebral y el mal de Parkinson que, según bromeaba, era lo que más tenía en común con el papa Juan Pablo II.

Sus últimas palabras, expresadas en español, fueron: "¡Tengo que vivir, amo a mi pueblo!".

Fue su voluntad que le sirviera de ataúd una caja de pino, como las que los campesinos pobres de República Dominicana utilizan para sepultar a sus muertos. Sus restos se trasladaron a Ocoa.

Con motivo de su entierro, el presidente dominicano en ese momento, Leonel Fernández Reyna, aprobó el Decreto 588-07 declarando Día de Duelo Oficial en República Dominicana la fecha del 18 de octubre del año 2007.[2]

Durante dos días, alrededor de 25.000 personas pasaron delante de su ataúd para decirle adiós, velar sus restos y rezar por él, desde las más humildes familias de las montañas de Ocoa, hasta los senadores y diputados, el Presidente de la República y los jueces de la Suprema Corte de Justicia, el nuncio papal y representantes del gobierno de Canadá en República Dominicana.[3]

La misa funeral fue celebrada conjuntamente por el obispo Freddy Bretón y el padre Jack Lynch, superior general de los Misioneros Scarboro. El 19 de octubre fue sepultado en el templo parroquial de San José de Ocoa.

Obra[editar]

Museo Padre Luis Quinn, San José de Ocoa, RD.

En los 42 años que vivió en San José de Ocoa, el padre Luis Quinn organizó, dirigió y fue el responsable de las siguientes iniciativas, entre muchas otras:

  1. Construcción de acueductos.[4]
  2. Colocación de sistemas de potabilización de agua.[4]
  3. Instalación de piscifactorías.[4]
  4. Creación de apiarios.[4]
  5. Instalación de invernaderos.[4]
  6. Construcción y pavimentación de 600 kilómetros de carreteras.
  7. Instalación de 60 kilómetros de sistemas de riego
  8. Construcción de caminos vecinales.[5]
  9. Construcción de 2000 viviendas.[4][5]
  10. Reparación de otras 7000 viviendas.
  11. Plantación de 13 millones de árboles para la reforestación,[4]​ incluyendo la plantación de árboles frutales en 126 mil tareas de tierra.[4]
  12. Conservación de suelos extendida a 220 mil tareas de tierra.[4]
  13. Producción de alimentos orgánicos en ocho mil tareas de tierra.[4]
  14. Construcción de 69 escuelas.[4][5]
  15. Construcción de 11 establecimientos sanitarios (clínicas).[4][5]
  16. Construcción de 13 centros comunitarios.
  17. Diseño y construcción de letrinas.[4]
  18. Excavación de pozos de agua.
  19. Construcción y puesta en marcha de estaciones hidroeléctricas de pequeño y mediano tamaño.
  20. Electrificación de zonas rurales.[4]
  21. Construcción de centros artesanales.[5]
  22. Conclusión de innumerables proyectos educativos para adultos, niños y jóvenes en alfabetización, economía doméstica, carpintería, artesanía, joyería, confección textil y otras habilidades técnicas.[4]
  23. Organización de cooperativas entre los campesinos.
  24. Organización de ferias agropecuarias para la exhibición y venta de los productos agropecuarios ocoeños.
  25. Conclusión de programas de prevención y erradicación del trabajo infantil en 40 comunidades rurales con 4090 niños prevenidos y 2365 niños retirados del trabajo infantil e insertados en la educación formal.[4]
  26. Terminación de programas de entrenamiento de maestros.[4]
  27. Conclusión de programas de preparación de técnicos y especialistas en diversas áreas que luego ponían en práctica esos conocimientos en los proyectos comunitarios y en las actividades productivas de San José de Ocoa.
  28. Apoyo de emprendimientos económicos individuales y colectivos que ayudaron a dinamizar la economía ocoeña.
  29. Jornadas de atención médica.

La Junta[editar]

Para llevar a cabo esta labor, el padre Luis dirigió la Asociación para el Desarrollo de San José de Ocoa (ADESJO), llamada "la Junta", una organización sin fines de lucro a través de la cual canalizó el trabajo de más de 20.000 voluntarios, especialmente jóvenes estudiantes y profesionales canadienses que viajaban a República Dominicana con el fin de tenderles una mano a los ocoeños.

Voluntariado[editar]

El auxilio del voluntariado constituyó una clave importante del servicio de Luis Quinn.

Año tras año, Ocoa acogía voluntarios de diversas partes del mundo. Generalmente llegaban en grupos de jóvenes, adultos o profesionales, pero también solían aparecer solos o en familias. Se quedaban por unos días o durante semanas, se integraban en trabajos específicos y luego se iban.

La mayoría de los voluntarios procedían de Canada, no solamente de la población anglófona; la provincia de Quebec mantuvo lazos permanentes de solidaridad con el pueblo ocoeño a través del padre Luis.

Los estudiantes de Polyvalente Deux-Montagnes eran voluntarios asiduos en las montañas ocoeñas. Otros que también acudían eran los estudiantes de los programas DREAMS y CLIP de Hamilton, Ontario, Canadá.

También era constante e flujo de voluntarios de Japón y otros países.

La comunidad[editar]

A los voluntarios extranjeros se sumaron decenas de miles de campesinos de las zonas rurales beneficiarias, jóvenes voluntarios de los grupos de jóvenes de la parroquia de Ocoa, las hermanas Hospitalarias de San José, otros sacerdotes misiones de la orden Scarboro, catequistas, técnicos contratados para proyectos específicos, organismos internacionales y el personal de "la Junta".

Las razones que convierten el trabajo del padre Luis en una hazaña pueden explicarse por el hecho de que muchas veces tuvo que trabajar con escaso o ningún recurso económico.

En ocasiones, sus proyectos se iniciaban sin recursos y se concluían por la combinación de la creatividad y del aprovechamiento del voluntariado y de las donaciones de personas y colectivos canadienses.

Con el tiempo, sus esfuerzos concitaron el apoyo de organismos internacionales, como la GTZ de Alemania, la Canadian International Development Agency (CIDA), la Unión Europea, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros, que llegaron a financiar muchos de sus proyectos.

Para un pueblo eminentemente rural, como Ocoa, de un país pobre como República Dominicana, su obra y su legado son invaluables.

El padre Luis combinaba el duro trabajo cotidiano con su misión pastoral; además de estar a cargo de la parroquia, debía oficiar liturgias en localidades rurales del pueblo de Ocoa.

Su derroche de energía, su carisma y su vida dedicada a las demás personas y al trabajo eran conocidos y admirados de todos, y en el imaginario popular llegaron a adquirir connotaciones míticas que suscitaron leyendas y anécdotas, unas más verificables que otras, acerca de un hombre incansable, de fuerza sobrehumana, a quien, por eso, muchas personas bautizaron con el nombre de "Guayacán" (árbol americano de apariencia humilde y hasta endeble, pero de madera muy dura, tenaz resistencia y difícil de quebrar).

Durante muchos años, el padre Luis puso al servicio de la comunidad una increíble fuerza física y una gran determinación; no solo podía ensamblar una excavadora, sino que a menudo él mismo conducía los aparatos mecánicos pesados que se utilizaban en los trabajos que dirigía.[6]

Sus homilías eran emotivas e inspiradoras: invitaba al trabajo honrado y sacrificado, al desprendimiento material, a la solidaridad, a la justicia y, en general, "al amor y la esperanza" y a "los caminos de la paz". Y predicaba con su ejemplo.

Era un líder religioso y comunitario, que antes prefería estar al lado de los más pobres que de los más ricos. El resultado es que durante su vida llegó a gozar de la admiración, cariño y respeto de la sociedad ocoeña: ricos y pobres por igual.

Se convirtió en un árbitro imparcial y objetivo en quien buscaban apoyo los grupos locales económicos, políticos y sociales. El respeto y agradecimiento hacia su persona era compartido por católicos y evangélicos, creyentes, no creyentes y agnósticos. Era imposible asociarlo únicamente a la religión católica de la que él era ministro, o a una ideología específica, porque su humildad y sensibilidad humana, y el profundo amor que sentía por su pueblo, lo habían colocado por encima de cualesquiera intereses que no fueran los de los pobres y campesinos que defendió hasta su muerte.

Yo volveré a cantar[editar]

Después del trabajo duro en el campo, el padre Luis regresaba al pueblo al atardecer para oficiar las misas, en las que a veces tocaba la guitarra para cantar las canciones que tanto le gustaban.

Una de sus canciones favoritas era "Yo volveré a cantar", que escuchamos en su voz en este video del grupo musical Padre Luis Quinn.[7]

Reconocimientos[editar]

Reconocer la labor del padre Luis a nivel local, nacional e internacional se convirtió en una costumbre. Los ocoeños no dejaban pasar una ocasión para dedicarle un diploma y un aplauso.

En el año 1984, un día 27 de junio, el Ayuntamiento Municipal de San José de Ocoa declaró a Luis Quinn Hijo Adoptivo de dicho municipio. Para entonces el sacerdote llevaba 19 años en el pueblo y su prestigio, que había trascendido la frontera dominicana, no dejaría de crecer.

Una de las distinciones más importantes otorgadas al padre Quinn es el Premio Clarence H. Moore 1991. El premio lo otorgan en conjunto la Fundación Panamericana de la Salud y Educación (PAHEF) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La entrega se materializó en mayo del año 1992.

Entre los reconocimientos que dan cuenta del impacto de su trabajo figura la Orden de Canadá, honor que se le concedió el día 19 de octubre del año 1994 y del que fue investido el día 1 de marzo del año 1995. Este es el máximo reconocimiento del pueblo canadiense a sus ciudadanos.

El Papa Juan Pablo II condecoró al padre Luis Quinn con la Medalla Pro Ecclesia et Pontifice del día 10 de diciembre del año 2004. Esta distinción incluyó al sacerdote domínico-canadiense en el selecto grupo de personas que la han recibido desde su creación por el Papa León XIII el día 17 de julio del año 1888.

El día 24 de enero del año 2001, el entonces presidente de República Dominicana, Hipólito Mejía Domínguez, honró al padre Luis Quinn con la condecoración de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Comendador,[8]​ la cual constituye el máximo reconocimiento del Estado dominicano a una persona.

El padre Luis recibió también la distinción de "Padre Protector de la Provincia San José de Ocoa", el día 19 de noviembre del año 2002, reconocimiento que el Senado de República Dominicana le otorgó con motivo de la conversión de Ocoa en provincia (antes era municipio), gracias en parte al trabajo de desarrollo del padre Luis.[9]​ Años antes, el día 8 de julio del año 1999, la Cámara de Diputados de República Dominicana había expedido un reconocimiento al padre Quinn por su trabajo.

Además recibió la Cruz Suprema del Vaticano en el año 2005 y fue nominado al Premio Nobel de la Paz el mismo año.

El día 5 de marzo del año 1987, el padre Luis Quinn fue distinguido con el Premio APEC de Filantropía Doctor Heriberto Pieter 1987.[10]

Mediante Resolución 2005-248 del día 25 de agosto del año 2005, la Universidad Autónoma de Santo Domingo otorgó la padre Luis Quinn el título de Profesor Honorario de la Facultad de Humanidades de esa universidad.

Después de su muerte se han bautizado con su nombre algunas obras públicas y proyectos de iniciativa privada.

Parque Nacional Padre Luis Quinn[editar]

Mediante el Decreto 571-09, durante el tercer período de gobierno del presidente Leonel Fernández Reyna, se creó el Parque Nacional Luis Quinn,[11]​ establecido en la Cordillera Central, la región montañosa donde se localiza San José de Ocoa.

El parque tiene una extensión de 197.28 kilómetros cuadrado. Contiene la loma La Tachuela, que con 1545 metros de altura es la más alta del extremo oriental de la Cordillera Central.

En el parque Nacional Luis Quinn nacen el río Baní y el arroyo Jigüey, y están ubicadas las presas de Jigüey y Aguacate en el río Nizao.

De acuerdo con el párrafo I del artículo 10 del Decreto 571-09, el Parque Nacional Luis Quinn se destina "al uso público, al desarrollo del ecoturismo y la investigación científica, entre otras actividades" que se pueden realizar en esta área rica en recursos naturales, "entre los que se encuentran múltiples saltos, manantiales, cursos de agua embalses, manaclares,[12][13]​ bosques ribereños" y "una gran diversidad florística y faunística".

Véase también[editar]

Escuela de Nizao-Las Auyamas[editar]

En octubre del año 2008, la escuela de educación básica del distrito municipal Nizao-Las Auyamas fue bautizada con el nombre de Padre Luis José Quinn.[14]

Huellas de Luis[editar]

En mayo del año 2012, el grupo musical Padre Luis Quinn, bautizado con ese nombre en memoria del sacerdote, lanzó la producción musical "Huellas de Luis."[15]

Notas y referencias[editar]

  1. "Padre Luis" Quinn - Priest of the Poor (1928-2007" [online] [citado el 25 de mayo de 2011]. Disponible en: http://www.scarboromissions.ca/News/docs/nov07_fr_quinn_obituary.pdf Archivado el 13 de mayo de 2013 en Wayback Machine.
  2. República Dominicana (Promulgado el día 17 de octubre del año 2007). «Decreto 588-07, que declara el día 18-10-2007, día de la inhumación de los restos de Luis Quinn, de Duelo Oficial en el país». Gaceta Oficial 10444. Consultado el día 15 de diciembre del año 2022. 
  3. Jack Lynch: “Priest of the poor”, Scarboro Missions Magazine, enero/febrero de 2008 [online] [citado el 28 de mayo de 2011]. Disponible en: http://www.scarboromissions.ca/Scarboro_missions_magazine/Issues/2008/Jan_Feb/priest_to_the_poor.php
  4. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p Marte, German (día 21 de junio del año 2006). «Comunidades de Ocoa inauguraron 45 obras». Periódico Hoy (República Dominicana). Consultado el día 15 de diciembre del año 2002. 
  5. a b c d e Estrella Veloz, Santiago (día 17 de agosto del año 1984). «Comunidad se opone a traslado del padre Quinn». Listín Diario (Santo Domingo de Guzmán, República Dominicana). p. 4. 
  6. John Graham: “A life lived in service”, Scarboro Missions Magazine, enero/febrero de 2008 [online] [citado el 28 de mayo de 2011]. Disponible en: http://www.scarboromissions.ca/Scarboro_missions_magazine/Issues/2008/Jan_Feb/lived_in_service.php
  7. Yo Volveré a Cantar ( En honor al Padre Luis Quinn). Cover Grupo Musical Padre Luis Quinn, consultado el 13 de diciembre de 2022 .
  8. República Dominicana (Enero del año 2001). «Decreto 147-01 promulgado el 24-1-2001 por el que se concede la condecoración de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Comendador, a Luis Quinn, Gaceta Oficial 10071». Gaceta Oficial 10071. Consultado el 14 de diciembre de 2022. 
  9. Veinticuatro de los treinta y dos senadores dominicanos hicieron el viaje de 104 kilómetros (trayecto de hora y media) desde la capital, Santo Domingo de Guzmán, hasta el pueblo de Ocoa para entregar el reconocimiento en la casa parroquial, donde los recibió el padre Luis.
  10. Manzueta, Ninoska (día 9 de marzo del año 1987). «Padre Luis Quinn recibe Premio APEC». Periódico La Noticia (Santo Domingo de Guzmán, República Dominicana). p. 33. 
  11. República Dominicana (Promulgado el día 7 de agosto del año 2009). «Decreto 571-09 que crea varios parques nacionales, etcétera». Gaceta Oficial 10535. Consultado el 14 de diciembre del año 2022. 
  12. El Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española define la manacla como una "palma de hasta 15 m de altura, con flores blancas agrupadas en racimos colgantes, y frutos de color negro brillante". Una manaclar es un campo sembrado de manaclas.
  13. «Manacla». 
  14. Hernández Reinoso, Nimio (llamado padre Julián) (octubre del año 2012). Padre Luis Quinn: sacerdote ante todo. San José de Ocoa, República Dominicana: edición del autor. p. 526.
  15. Hernández Reinoso, Nimio (llamado padre Julián) (octubre del año 2012). Padre Luis Quinn: sacerdote ante todo. San José de Ocoa, República Dominicana: edición del autor. p. 527. 

Bibliografía[editar]

Hernández Reinoso, Nimio -llamado padre Julián-. Padre Luis Quinn: sacerdote ante todo. San José de Ocoa, República Dominicana: edición propia, octubre del año 2012. ISBN 978-9945-00-519-6.

Enlaces externos[editar]