La mujer de mi hermano (novela)
La mujer de mi hermano | ||
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de Jaime Bayly | ||
Género | Novela | |
Idioma | Español | |
Artista de la cubierta | Osckar Schlemmer | |
Editorial | Editorial Planeta | |
País | Perú | |
Fecha de publicación | 2002 | |
Formato | Impreso | |
Páginas | 336 | |
Jaime Bayly | ||
Aquí no hay poesía | La mujer de mi hermano | El huracán lleva tu nombre |
La mujer de mi hermano es la octava novela del escritor peruano Jaime Bayly. Publicada por primera vez en junio de 2002 por la Editorial Planeta.[1]
Según el propio escritor es su primera novela "no autobiográfica". La historia fue llevada al cine (con Bayly como guionista y coproductor) en 2005 y significó un éxito de taquilla recaudando más de US$ 1 millón en su primer fin de semana en los Estados Unidos.
Reseña
[editar]La historia gira en torno a las relaciones que se dan entre tres personajes principales: Ignacio y Zoe están casados desde hace nueve años, no pueden tener hijos y tienen un matrimonio bastante monótono. Ignacio y Gonzalo son hermanos, tienen una relación fría y lejana, Ignacio siente celos por la libertad y despreocupación con las que Gonzalo vive. Zoe y Gonzalo se llevan muy bien, tienen la misma edad y existe cierta atracción mutua.
La historia central
[editar]Ignacio sospecha que su mujer se está acostando con su hermano menor; toma como indicios, entre otras cosas, su mal humor y lo evasiva que está con él. Sin embargo, dichos síntomas no son causados por una infidelidad, sino por el hastío que genera en Zoe el percatarse de la monotonía y la modorra en las que ha caído su matrimonio. Ignorante de ello, Ignacio se tortura pensando en la relación que existe entre su esposa y su hermano.
Conforme avanza la historia, Zoe divaga sobre su relación con Ignacio. Cae en cuenta de que siente seguridad y estabilidad con él, pero necesita algo más, cierta alegría y energía presentes en el inicio del matrimonio y que ya no están. La vida sexual de la pareja funge como paralelo perfecto del desarrollo de la relación. Ella cree que Ignacio ya no la ama.
La historia comienza a desencadenarse cuando Ignacio escucha casualmente a través del teléfono una conversación entre Zoe y Gonzalo luego de haber hablado con su esposa hacía unos minutos y de que ella le hubo dicho que estaba con una amiga. En dicha conversación Zoe y Gonzalo intercambian un par de comentarios irónicos acerca de Ignacio. Cuando llega a casa en la noche y mientras Zoe duerme, Ignacio iracundo toma un cuadro que ella le había comprado a Gonzalo y lo arroja a la piscina. A la mañana siguiente, indignada y entristecida por el hecho, Zoe acude donde Gonzalo en quien encuentra consuelo y empatía. Esa misma noche Ignacio se disculpa con Zoe.
Días después Ignacio llama a Gonzalo buscando aclarar las cosas. Gonzalo contesta de mala manera e Ignacio adopta un carácter conciliador durante la conversación que es terminada por Gonzalo con indiferencia. Ignacio indignado y eufórico por la actitud de su hermano, lo llama de nuevo para insultarlo y amenazarlo. Gonzalo responde a esta agresión llamando a Zoe para invitarla a su apartamento, donde hablan sobre Ignacio y coquetean un poco. Para Zoe su relación con Ignacio está en un punto crítico y sólo puede pensar en cuánto desea a Gonzalo. A partir de este momento, comienza en Zoe la lucha interna entre quedarse en la comodidad y seguridad de su hogar con Ignacio, o arriesgarlo todo y vivir una aventura amorosa con Gonzalo. Ella escoge lo segundo.
Una tarde, luego de haber dormido juntos, Zoe y Gonzalo conversan sobre por qué la relación entre ella e Ignacio se había deteriorado de la forma en que lo hizo. Gonzalo lanza un comentario que repercutiría en Zoe: Ignacio es homosexual. Después de pensarlo mucho, Zoe escribe una carta en su ordenador explicándole a Ignacio sus sentimientos y diciéndole que ama a otro hombre, sin embargo, luego de hablar con Gonzalo, éste la convence de no entregársela a su esposo. Una mañana, Zoe pregunta a Ignacio si él es homosexual, él responde que no, y ella insiste repreguntando. Antes de ir al trabajo, convencido de que fue Gonzalo quien plantó esas dudas en su esposa, Ignacio va a su departamento, donde le increpa vehementemente sobre lo sucedido. Gonzalo responde a ello acusando a Ignacio de haberlo violado cuando eran niños. Ignacio lo acusa de mentiroso y se va furioso. Gonzalo rompe a llorar y recuerda todo lo sucedido.
Zoe toma una decisión: dejar a Ignacio y no ver a Gonzalo, desaparecer unos días. Empaca sus cosas y se muda a una habitación en un lujoso hotel. Deja una nota a Ignacio diciéndole que pasará unos días en casa de sus padres. Horas más tarde, al encontrar la nota (sumada a la carta escrita por Zoe que Ignacio encontró el en ordenador), Ignacio enfurece, está seguro de que Gonzalo y Zoe tienen una aventura. Ya en el hotel, Zoe pasa unos días de relajo, hasta que cae en cuenta que está embarazada. Ella se lo cuenta a Gonzalo, quien responde iracundo instándola a abortar. Ignacio se encuentra en una desayuno de trabajo en el mismo hotel donde está hospedada Zoe y, de casualidad, ve a Gonzalo salir de un elevador. Ignacio pregunta en la recepción por Zoe y descubre que ella está hospedada en ese hotel. Ignacio en forma de venganza manda a Zoe unas flores con una nota felicitando a Gonzalo y a ella (por la relación, el ignora el embarazo de Zoe).
Zoe se siente confundida. Va al departamento de Gonzalo y le trasmite su decisión de tener al bebé. Gonzalo se niega a asumir responsabilidad alguna y propone a Zoe mentirle a Ignacio diciéndole que él es el padre. Zoe, impactada por la decisión de Gonzalo regresa a su hotel. Ahí recibe un paquete de Ignacio con un teléfono celular y una nota explicando que guardados en el discado rápido del teléfono están los números de él y de Gonzalo. En su casa, Gonzalo recibe un paquete de características similares. Zoe acude a una clínica para hacerse un aborto, pero a último momento, se arrepiente.
Zoe llama a Ignacio, quien responde con naturalidad, y le pide que la visite en el hotel. Ya ahí, conversan tranquilamente e Ignacio le dice que la ama por sobre todo y que perdona su infidelidad (dentro de sí piensa que le está diciendo a Zoe lo que ella quiere oír). Ella le confiesa que ya no existe relación alguna entre ella y Gonzalo, y que está embarazada. Ignacio acoge a Zoe, sabiendo dentro de sí que el bebé no es suyo. Zoe le dice que quiere tener al bebé y que nunca más volverá con Gonzalo. Ignacio admite ante Zoe que la relación entre ellos ya no existe, pero la invita a seguir viviendo en su casa y se ofrece a ser el padre del niño.
La novela termina con el nacimiento del niño. Ignacio manda un correo electrónico a Gonzalo con las fotos del bebé contándole que por fin él y Zoe han podido ser padres y mandándole cariños. Gonzalo ignorante de todo lo que pasó pronuncia las últimas palabras de la novela: El tonto de Ignacio creyó que es su hijo.
Personajes
[editar]Zoe
[editar]Tiene 30 años y se casó muy enamorada de Ignacio hace nueve años. Su vida transcurre mayormente dentro de su baño entre los ejercicios en su gimnasio estatal, brazadas en la piscina y alguna actividad ocasional.
Ignacio
[editar]Tiene 35 años, conoció a Zoe en la universidad y se casaron cuando él tenía 26. Es muy religioso y tiene un gran respeto por su madre que no sabe con quien se fue y su fallecido padre, a quienes busca siempre complacer. Trabaja gran parte del día como gerente del banco que heredó de su padre. Es una persona apegada a los esquemas sociales y a la rutina. Considera a Zoe el gran amor de su vida y vela porque ella cuente con todas las comodidades que desee.
Gonzalo
[editar]Tiene 30 años, y vive del dinero que le corresponde como heredero del banco que fundó su padre, el cual trimestralmente Ignacio deposita en su cuenta. Es pintor y tiene una vida bohemia, despreocupada. Tiene encanto con las mujeres y va de relación en relación sin tomar ninguna en serio. Está involucrado con una joven aspirante a actriz llamada Laura. Siente cierta atracción por su cuñada, aunque la ve como un objeto prohibido, sólo fantasías.
La película
[editar]La película basada en La mujer de mi hermano fue una coproducción de Stan Jakubowicz y Jaime Bayly que se estrenó en los Estados Unidos en 2006. Tuvo como director a Ricardo de Montreuil y como actores principales a Bárbara Mori (Zoe), Christian Meier (Ignacio) y Manolo Cardona (Gonzalo). Otros actores presentes fueron Angélica Aragón, Bruno Bichir, Gaby Espino y Beto Cuevas.
Extisten algunas diferencias entre la historia narrada en la película y la que se encuentra en la novela. Una de ellas es la adición de los personajes interpretados por Bichir y Cuevas, los cuales sirven como interlocutores en lo que en la historia original eran monólogos de Zoe. Bichir interpreta al mejor amigo homosexual de la protagonista y Cuevas a un sacerdote.
El guion de esta película, al margen de pequeños cambios como el mencionado, se mantiene fiel al sentido de la historia original. Esto se debe a que en esta ocasión Bayly se encargó del guion y la coproducción, evitando así el malestar que le causó No se lo digas a nadie (versión fílmica de su primera novela) donde se cambió el final de la historia.
Véase también
[editar]Referencias
[editar]- ↑ «JAIME BAYLY Y LA MUJER DE SU HERMANO». Peru.com. 2002. Archivado desde el original el 1 de mayo de 2004. Consultado el 26 de marzo de 2022.