Juan Nepomuceno de Justiniano y Arribas

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Juan Nepomuceno de Justiniano y Arribas (Sevilla, 1821-Badajoz, 1901) fue un escritor y militar español

Biografía[editar]

Nacido en Sevilla el 2 de septiembre de 1821, recibió el bautismo en la parroquia del Sagrario.[1][nota 1]

Hermanando las armas con las letras, fue coronel de caballería, miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y dos veces benemérito de la patria.[1]​ Galardonado con la cruz y placa de San Hermenegildo y la de San Fernando, obtenidas por méritos de guerra, falleció en Badajoz el 20 de febrero de 1901.[1]

Publicó Poesías (Sevilla, 1862), el Romancero de Guzmán el Bueno, la introducción y canto primero del poema Hernán Cortés, otro poema titulado Colón y otro Roger de Flor.[1]​ Su profundo sentido religioso resaltaría en las estrofas de las odas A Dios y A la Santa Cruz.[1]​ También escribió El Poeta y ensayos épicos.[1]​ El Roger de Flor contiene según Méndez Bejarano «muchas bellezas, singularmente en los episodios, y caracteres de extremada delicadeza, como el de Zayra, destinada a expirar sobre la tumba de su amado».[1]​ En el tomo iv de la Revista de Ciencias, Literatura y Arte, de Sevilla, se halla un estudio del poema.[1]

Notas[editar]

  1. Méndez Bejarano transcribe su partida de bautismo de la siguiente manera: «En lunes, tres de Septiembre de mil ochocientos veintiún años, yo el Dr. Pedro Peraza, Cura del Sagrario de esta Santa Patriarcal Iglesia de Sevilla, bauticé a Juan Nepomuceno, Francisco de Paula, Ramón, Rafael, Trinidad, Esteban, Manuel, Francisco, Lorenzo, Justiniano; que nació el día dos de este dicho mes y año; hijo legítimo de don Manuel Justiniano y de doña María de la Salud Arribas, naturales de esta ciudad; abuelos paternos Don Francisco Antonio Justiniano y Doña Manuela López de Gamarra y Rojas; abuelos maternos, Don Domingo Arribas, natural de Salduero, en la provincia de Soria, y Doña Francisca Romero y Reina, que lo es de esta de Sevilla, como asimismo los abuelos paternos, naturales de esta dicha ciudad; fué su padrino Don Lorenzo Justiniano, vecino de esta población, a quien advertí el parentesco espiritual y sus obligaciones, y en fe de ello lo firmé, fecha ut supra.—Dr. D. Pedro Peraza, Cura».[1]

Referencias[editar]

  1. a b c d e f g h i Méndez Bejarano, 1922, pp. 354-355.

Bibliografía[editar]