Ir al contenido

Juan Núñez de Prado

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 20:00 26 mar 2013 por Technopat (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

El conquistador extremeño Juan Núñez de Prado, había nacido en Badajoz (España) y pasó al Perú en los primeros años de la década de 1540. Partidario de los Pizarro, participó en las guerras civiles en el bando de éstos. Antes de 1548 había sido nombrado alcalde de las minas de Potosí, y estando desempeñando su cargo, antes de la batalla de Jaquijaguana se había pasado al bando real, y le rebeló a don Pedro de La Gasca las estrategias militares que emplearía Gonzalo Pizarro en aquella batalla.

Terminada la contienda pizarrista, el capitán Núñez de Prado se avecindaba nuevamente en el Alto Perú, en la ciudad de Charcas o Chuquisaca. Como el triunfo de las fuerzas reales fue completo en la batalla de Jaquijaguana, en premio a sus valiosos servicios La Gasca le concedió la conquista de Tucumán (territorio de la actual Argentina). Una vez que había sido nombrado y tras haber recibido instrucciones de La Gasca para tal misión, Núñez de Prado tuvo que involucrar económicamente su patrimonio y el de algunos amigos de Chuquisaca. Reunió a 84 voluntarios y se dispusieron a partir.

A la conquista del Tucumán

Camino del Tucumán, Núñez de Prado tuvo que combatir a los indios del valle de Humauhacas, después pasó al valle de Calchaquí y con numerosas dificultades penetró en las sierras de Tucumán. Con innumerables trabajos y crudos enfrentamientos con los naturales, a mediados de junio llegó a la comarca asignada y el 24 de junio de 1550 a orillas del río Dulce, escogió el sitio que mejor le pareció y con el ritual acostumbrado, fundó la ciudad de El Barco en honor de La Gasca que había nacido en El Barco de Ávila (España).

Aquella ciudad de El Barco que se había fundado, representaba el primer asiento español en territorio tucumano. Después de su fundación, Núñez de Prado repartió solares, nombró autoridades del Cabildo y ordenó la construcción de un fortín para proteger el asentamiento de las arremetidas de los indios “calchaquíes” que atacaban frecuentemente llevando con encono la defensa de su territorio.

Como la fundación se hizo con celeridad, parece ser que el emplazamiento de El Barco no era el ideal, ni ofrecía garantías de salubridad para el desarrollo de la población, y al poco tiempo fue mudado a lugar más idóneo. Pero el pueblo no iba a perennizarse en el nuevo sitio escogido, ya que algún tiempo después fue mudado nuevamente a un tercer emplazamiento.

Al poco tiempo llegó desde Chile el capitán Francisco de Aguirre, que alegando que aquellos territorios pertenecían a la concesión chilena de Pedro de Valdivia, deponía a Núñez de Prado y lo enviaba preso a Chile. Una vez que había tomado posesión la nueva administración chilena, Aguirre tomó cartas en el asunto y la ciudad fue mudada otra vez, a pocas leguas, y rebautizada con el nuevo nombre de “Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo”, es la ciudad argentina conocida actualmente como Santiago del Estero, la primera ciudad de fundación hispánica en suelo argentino que aún pervive. Muchos de los acompañantes de Juan Núñez de Prado sumados a quienes acompañaban a Francisco de Aguirre fueron primeros vecinos de Santiago del Estero y constituyeron las cabezas de las familias criollas más antiguas de la actual República Argentina.

Ilegalidades y usurpaciones

Durante la conquista americana, se dieron varios casos de abuso entre los conquistadores, ya que por falta de señalización material o natural del límite de las concesiones, o a sabiendas de que lo hacían, algunos conquistadores fundaban ciudades en territorios vecinos, o se apoderaban de riquezas que no les pertenecían por estar fuera de los límites de las comarcas que se les habían asignado.

Estas arbitrariedades, o intromisiones involuntarias, ocasionaron infinidad de enfrentamiento y pleitos judiciales, que no siempre fueron resueltos satisfactoriamente para ambos contendientes. En el caso de El Barco, ocurrió esta anormalidad, puesto que Valdivia (involucrando voluntariamente a Francisco de Aguirre) arbitrariamente pretendía ampliar su jurisdicción chilena hacia el sur-oriente de la concesión asignada.

Como la jurisdicción de Tucumán entonces pertenecía al Perú, aclarado el problema de límites y tomadas las providencias, la Real Audiencia de Lima, apresó a Francisco de Aguirre y lo encarceló por abuso, al mismo tiempo que reclamaba la libertad de Núñez de Prado y le restituía en el cargo, pero la muerte le impidió tomar posesión y disfrutar de su antigua fundación.

Bibliografía

  • ”La epopeya de la raza extremeña en Indias”, Vicente Navarro del Castillo, ISBN 84-400-5359-2