Estilo dedálico

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El torso de Eleuterna, escultura de estilo dedálico del siglo siglo VII a. C. Se conserva en el Museo Arqueológico de Heraclión.
Esculturas del templo A de Priniás.

En escultura se denomina como Estilo dedálico a una corriente que se produce dentro de la escultura arcaica griega, la cual toma el nombre mítico del inventor Dédalo, y que se desarrolló principalmente desde el segundo cuarto del siglo VII a. C. hasta finales de ese mismo siglo. A este estilo pertenecen algunas de las primeras grandes estatuas en piedra del mundo griego.[1]

Esta escuela recoge la influencia de las antiguas imágenes de madera (llamadas xoana), destinadas al culto y también la de los modelos egipcios transmitidos a través de los vínculos comerciales que mantuvieron los griegos con Egipto, lo que derivó en la presencia de asentamientos griegos en el área del Nilo.[2]

Las estatuas representadas en este estilo observan una estricta frontalidad. Una de sus características más singulares es la representación de los cabellos: largos y bien peinados, con mechones, divididos en pisos y que a la vez se dividen en dos partes en forma de triángulo a los lados de la cabeza mientras el resto cae por la espalda. Por otra parte, se representa el rostro en forma de triángulo invertido, la nariz larga y recta, la frente estrecha y el cráneo plano.[1]

Son ejemplos de esta escuela la Dama de Auxerre, el torso de Eleuterna y las estatuas del templo A de Priniás.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b Carmen Sánchez, Una nueva mirada al arte de la Grecia antigua, pp.161-162, Madrid: Cátedra (2006), ISBN 84-376-2328-6.
  2. Tom Flynn, El cuerpo en la escultura, p.27, Madrid: Akal (1998), ISBN 84-460-1154-9.