Diferencia entre revisiones de «Onfalitis del recién nacido»

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Mientras tiene lugar el proceso mediante el cual se separa el cordón umbilical, existe una probabilidad de infección mayor. Ello se debe a que al quedar los vasos sanguíneos expuestos los mismos se pueden constituir en una vía de entrada de [[germen|gérmenes]] al organismo.
Mientras tiene lugar el proceso mediante el cual se separa el cordón umbilical, existe una probabilidad de infección mayor. Ello se debe a que al quedar los vasos sanguíneos expuestos los mismos se pueden constituir en una vía de entrada de [[germen|gérmenes]] al organismo.


== Síntomas ==
Un primer [[síntoma]] de ocurrencia es que el ombligo posea un [[olor]] desagradable. Otros síntomas son que el [[cordón umbilical]] se encuentre anormalmente húmedo, con secreciones purulentas o turbias. También se puede producir un [[eritema]] del ombligo, enrojecimiento de la [[piel]] alrededor del ombligo y [[edema]]. En casos severos puede registrarse [[fiebre]] y señales de toxicidad.


En promedio la onfalitis se presenta hacia el tercer día de vida del bebé. La infección puede causar [[supuración]] y ser potencialmente peligrosa, principalmente a causa de la elevada pemeabilidad del tejido umbilical. Entre los factores de riesgo identificados de esta dolencia se encuentran: peso reducido del bebé al nacer, bebé de sexo masculino, trabajo de parto prolongado y ruptura anticipada de membranas.

'''1. El ombligo y el cordón umbilical
'''
El ombligo (del latín umbilicus; en griego ónfalos) es la cicatriz que queda tras la rotura del cordón umbilical en el bebé.

El cordón umbilical, lo que queda de él y que en unos días se convierte en el ombligo, requiere unos cuidados higiénicos, para terminar de caerse correctamente. Debe estar limpio, seco y protegido de la orina y otras humedades.


'''2. Causas'''
Ombligo. La onfalitis es una infección del cordón umbilical.

Suele ser debida a la infección por gérmenes del tipo Staphilococcus aureus y Streptococcus beta hemolítico, los cuáles pueden diseminar la infección por los vasos linfáticos y sanguíneos de la zona.

Durante el proceso de separación del cordón umbilical del abdomen, la posibilidad de infección es alta porque los vasos sanguíneos quedan expuestos y esto constituye una puerta de entrada de gérmenes al organismo.

7. Prevención
Consiste en una adecuada higiene del ombligo.

La mejor cura es la de mantener el cordón limpio y seco; pero ante la posibilidad de infección, podemos recurrir a los antisépticos, entre los cuales, contamos con: el Alcohol de 70º o la Clorhexidina, de la que hay diferentes presentaciones (alcohólica al 0,5% o acuosa al 1%). Es líquido y no produce dolor ni toxicidad al contacto con la herida. Es el más recomendado por la Asociación Española de Pediatría.

'''también es muy importante un correcto lavado de manos por parte del personal de salud que esta al cuidado de los bebes.'''


== Manifestaciones clínicas ==
== Manifestaciones clínicas ==

Revisión del 17:58 15 feb 2013

Onfalitis
eMedicine ped/1641

Se denomina onfalitis a una infección del ombligo de los bebés recién nacidos. La ocurrencia de la onfalitis es baja, siendo de aproximadamente el 0.7% en los bebés nacidos en países desarrollados y elevándose hasta el 2.3% en el caso de países en desarrollo. [1]

Mientras tiene lugar el proceso mediante el cual se separa el cordón umbilical, existe una probabilidad de infección mayor. Ello se debe a que al quedar los vasos sanguíneos expuestos los mismos se pueden constituir en una vía de entrada de gérmenes al organismo.

Síntomas

Un primer síntoma de ocurrencia es que el ombligo posea un olor desagradable. Otros síntomas son que el cordón umbilical se encuentre anormalmente húmedo, con secreciones purulentas o turbias. También se puede producir un eritema del ombligo, enrojecimiento de la piel alrededor del ombligo y edema. En casos severos puede registrarse fiebre y señales de toxicidad.

En promedio la onfalitis se presenta hacia el tercer día de vida del bebé. La infección puede causar supuración y ser potencialmente peligrosa, principalmente a causa de la elevada pemeabilidad del tejido umbilical. Entre los factores de riesgo identificados de esta dolencia se encuentran: peso reducido del bebé al nacer, bebé de sexo masculino, trabajo de parto prolongado y ruptura anticipada de membranas.

Manifestaciones clínicas

Tal como numerosas infecciones bacterianas, la onfalitis suele ser más común en aquellos pacientes que poseen una deficiencia o debilidad de su sistema inmunológico o que se encuentran hospitalizados y son tratados mediante procedimientos invasivos. Por lo tanto, los bebés prematuros, enfermos con otras infecciones tales como infección de la sangre (sepsis) o neumonía, o con inmuno deficiencias posee un riesgo más elevado. Los bebés con sistemas inmunológicos normales se encuentran en riesgo si han tenido un nacimiento muy prolongado, el nacimiento se complicó por infección de la placenta (corioamnionitis), o han tenido catéter umbilical.

Desde un punto de vista clínico, los neonatos con onfalitis dentro de las dos primeras semanas de vida muestran signos y síntomas de infección (celulitis) alrededor del cordón ombilical (enrojecimiento, aumento de la temperatura, hinchazón, dolor), salida de pus del cordón umbilical, fiebre, ritmo cardíaco elevado (taquicardia), baja presión sangüínea (hipotensión), somnoliencia, dificultades para alimentarse, y piel amarillenta (ictericia). La onfalitis puede evolucionar rápidamente a sepsis y convertirse en una infección grave con amenaza para la vida. En efecto, aun en casos de onfalitis sin presencia de infecciones más serias tales como fascitis necrotizante, la mortalidad es elevada (del orden del 10%).

Prevención

Un elemento muy importante de prevención es la correcta desinfección del ombligo. Aun así no está del todo claro que sea adecuado aplicar antisépticos directamente al ombligo del recién nacido. Incluso recientemente hay estudios que recomiendan no aplicar ningún producto y dejar secar y caer el cordón de manera natural.

Por ello es importante mantener el cordón umbilical limpio y seco, enrollándolo con una gasa limpia todos los días o cada vez que se ensucie y tomando precaución para evitar se contamine con orina o heces. El cuidado se debe prolongar algunos días después de que se cae el cordón umbilical hasta que el ombligo cicatrice completamente.

Tratamiento

Por lo general los casos leves son tratados con tópicos, mientras que en aquellos casos de infecciones de cierta magnitud se suele recurrir a antibióticos endovenosos.

Referencias

http://www.promocion.salud.gob.mx/dgps/descargas1/cartillas/Manual_Salud_ok.pdf www.farmacologiavirtual.org http://www.hospitaluniversitarioneiva.com.co/dotnetnuke/LinkClick.aspx?fileticket=70U4W63tJHY%3D&tabid=342&mid=814&language=es-CO y su bibliografia es BIBLIOGRAFÍA


Véase también