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Revisión del 21:27 8 oct 2006

Sitio de Belgrado
Fecha 4 de julio al 6 de agosto de 1456
Lugar Belgrado, (Serbia)
Conflicto Guerras otomanas en Europa
Resultado Victoria húngara
Combatientes
Imperio Otomano Reino de Hungría
Comandantes
Mehmed II
János Hunyadi
Fuerzas
Alrededor de 100.000 Alrededor de 75.000
Bajas
Alrededor de 50.000 Alrededor de 10.000

Después de la caída de Constantinopla en 1453, el sultán otomano Mehmed II estaba planeando someter el Reino de Hungría. Su objetivo inmediato fue el fuerte (húngaro végvár) fronterizo de la ciudad de Belgrado (en antiguo húngaro Nándorfehérvár). János Hunyadi, un noble húngaro y señor de la guerra proveniente del linage valaquiano, que peleó en muchas batallas contra los otomanos en las dos anteriores décadas, esperaba que ocurriera dicho ataque.

El asedio finalmente se convirtió en una gran batalla, durante la cual Hunyadi dirigió un repentino contraataque que arrasó el campamento turco, obligando al herido sultán Mehmed II a levantar el asedio y retirarse. El asedio de Belgrado "decidió el destino de la Cristiandad".

Las campanas de medianoche ordenadas por el Papa Calixto III conmemoran la victoria en el mundo cristiano hasta el día de hoy.

Preparación

A finales de 1455, tras una reconciliación pública con todos sus enemigos, Hunyadi comenzó los preparativos. Utilizando sus propios recursos armó y provisionó la fortaleza, y dejando en ella una guarnición fuerte bajo el mando de su cuñado Mihály Szilágyi y de su propio hijo primogénito László, procedió a formar un ejército de liberación y una flota de doscientas corbetas. Dado que no hubo ningún otro barón dispuesto a ayudar (temiendo más al poder cada vez mayor de Hunyadi y no tanto la amenaza otomana), tuvo que depender enteramente de sus propios recursos.

Su aliado era el fraile franciscano Giovanni da Capistrano, que predicó una cruzada con tanta eficacia que los campesinos y milicianos, mal armados (la mayor parte estaban armados solo con hondas o guadañas) pero con una moral muy alta, se reunieron bajo el estandarte de Hunyadi, consistiendo el núcleo de su ejército en un grupo pequeño de mercenarios de temporada y algún grupo de jinetes nobles. En total, Hunyadi podía reunir una fuerza de 25 mil a 30 mil hombres.

El asedio

Sin embargo, antes de que éstas hubieran podido reunirse, el ejército invasor de Mehmet II (160.000 hombres según las fuentes antiguas, 60-70.000 según las últimas investigaciones) llegó a Nándorfehérvár. El 4 de julio de 1456, el asedio comenzó. Szilágyi sólo podía contar con una fuerza de 5 mil a 7 mil hombres en el castillo. Mehmet instaló su ejército en el cuello del cabo y comenzó a disparar a las murallas el 29 de junio de 1456. Ordenó a sus hombres en tres secciones: El cuerpo rumeliano (de origen europeo) tenía la mayoría de sus 300 cañones, y su flota de aproximadamente 200 barcos fluviales tenía el resto. Los rumelianos fueron colocados en el ala derecha y el cuerpo compuesto por el ejército de Anatolia en el ala izquierda. En el centro estaba la guardia personal del sultán, los jenízaros, y su puesto de mando. Las tropas de Anatolia y los jenízaros eran ambas tropas de infantería pesada. Colocó sus barcos fluviales principalmente al noroeste de la ciudad para patrullar los pantanos y para cerciorarse de que la fortaleza recibiese refuerzos. También vigilaban el Sava, al sudoeste, para evitar que la infantería fuese flanqueada por el ejército de Hunyadi. El Danubio, al este, era vigilado por el Spahi, el cuerpo de caballería ligero del sultán, para evitar ser flanqueados por la derecha. Ante esta fuerza formidable se enfrentaban solamente cerca de 7.000 hombres en la fortaleza, aunque los civiles servios también ayudaron a resistir los ataques de los musulmanes.

El sitio de Belgrado de 1456 (imagen de un manuscrito turco del siglo XV).

Cuando Hunyadi se enteró de esto, se encontraba en el sur de Hungría, reclutando caballerías ligeras adicionales para el ejército con quien él pensaba levantar el sitio. Aunque pocos de los nobles habían estado dispuestos a proporcionar ayuda, ocurría que los campesinos estaban más que dispuestos a hacerlo. El Vaticano había enviado al Cardenal Giovanni Capistrano a Hungría para predicar contra los herejes, como los cristianos ortodoxos griegos, y para predicar la cruzada contra los otomanos. Logró sin embargo levantar un ejército de campesinos bastante grande, aunque mal entrenado y equipado, y se dirigió con él a Belgrado. Los dos ejércitos viajaron juntos, pero comandados por separado. Entre los dos tenían aproximadamente de 40.000 a 50.000 hombres.

Los defensores, excedidos en número, confiaron principalmente en la fuerza del formidable castillo de Belgrado que era en ese entonces uno de las mejores obras de ingeniería de los Balcanes. Como Belgrado fue elegido para ser el capital del principado servio por el Déspota Stephan Lazarevic en 1404 después de la batalla de Angora, se había hecho un importante trabajo para transformar el viejo castillo Bizantino en una capital bien fortificada. Dado que se esperaban las incursiones de los otomanos después de que se recuperaran de la grave derrota ante los Mongoles, se utilizaron avanzadas técnicas bizantinas y árabes de construcción y diseño de frotalezas, técincas que se habían aprendido durante el período del conflicto que asoló la zona a mediados del siglo XI con los seldjuk y las operaciones militares de los otomanos que transformaban el Cercano Oriente.

El castillo fue diseñado en la forma más elaborada como tres líneas de defensa, castillo interno con el palacio y Donjon enorme, el blanco superior de la ciudad los campos militares principales con cuatro puertas y una pared doble y la ciudad más baja con la catedral en el centro urbano y un puerto en el Danubio, fueron separados hábilmente por los fosos, las puertas y las paredes altas. El esfuerzo era uno de los logros militares elaborados de la arquitectura de la Edad Media. Después del sitio los húngaros hicieron cumplir el del norte y lado del este con una puerta adicional y varias torres, una de las cuales, la torre de Nebojsa, fue diseñado para los propósitos de la artillería.

El 14 de julio de 1456 Hunyadi llegó a la ciudad totalmente cercada con su flotilla en el Danubio, mientras que la marina de guerra turca se encontraba en el río. Rompió el bloqueo naval el 14 de julio, hundiendo tres grandes galeras otomanas y capturando cuatro grandes navíos y unos 20 más pequeños. Tras destruir la flota del sultán, Hunyadi pudo transportar sus tropas y las provisiones a la ciudad. Con ello reforzó la defensa de la fortaleza.

Sin embargo, Mehmet II no estaba dispuesto a levantar el sitio y después de una semana del bombardeo pesado de la artillería, empezó a abrir brechas en las paredes de la fortaleza por varios lugares. El 21 de julio Mehmet II ordenó un asalto total que comenzó en el ocaso y continuó durante toda la noche. El ejército atacante entró en tromba en la ciudad, y después comenzó su asalto a la fortaleza. Siendo éste el momento más crucial del sitio, Hunyadi ordenó a los defensores lanzar madera cubierta de alquitrán, y otro material inflamable, y después lo prendió fuego. Pronto una pared de llamas separó a los jenízaros que luchaban en la ciudad de sus camaradas que intentaban entrar en la parte más alta de la ciudad a través de las brechas abiertas. La feroz batalla entre los soldados jenízaros cercados y los de Szilágyi en la parte alta de la ciudad se inclinaba a favor de los cristianos y los húngaros lograban repeler el asalto frontal desde fuera de las murallas. Masacraron a los jenízaros que quedaban dentro de la ciudad, mientras que las tropas turcas que intentaban practicar una abertura en la parte alta de la ciudad sufrieron graves pérdidas. Cuando un soldado turco casi había logrado fijar la bandera del sultán encima de un bastión, un soldado llamado Titus Dugović (Dugovics Titusz en húngaro) lo agrarró y juntos cayeron desde la muralla. (Por este acto heroico el hijo de Juan Hunyadi, el rey húngaro Matías Corvino, nombró noble al hijo de Titus tres años más tarde).

La batalla

La día siguiente sucedió algo inesperado. Según algunos relatos, los cruzados campesinos comenzaron una acción espontánea, y obligaron a Capistrano y a Hunyadi a hacer uso de la situación. A pesar de las órdenes de Hunyadi de no intentar saquear las posiciones turcas, algunas de las unidades se arrastraron hacia fuera de los terraplenes derruidos, tomaron posiciones a través de la línea turca, y comenzaron a acosar los soldados enemigos. La caballería turca intentó sin éxito dispersar a los soldados enemigos y en seguida se unieron más crisitanos a los que habían salido de la ciudad. Lo que comenzó como un incidente aislado pronto se convirtió en una batalla a gran escala.

Juan de Capistrano intentó al principio llamar al orden a sus hombres, y refugiarles dentro de las murallas, pero pronto se encontró rodeado por unos 2.000 cruzados. Entonces comenzó a dirigirles contra las líneas otomanas gritando: "¡El Dios que lo comenzó se encargara de terminarlo!"

Capistrano dirigió a sus cruzadps a la retaguardia del ejército turco, a través del río Sava. Al mismo tiempo, Hunyadi comenzó una desesperada carga desde el fuerte para tomar las posiciones de artillería del campamento turco.

Tomados por sorpresa en este extraño giro de los acontecimientos y, según cuentan algunso cronistas, paralizados por un miedo inexplicable, los turcos huyeron. El cuerpo compuesto por la guardia personal del sultán, de unos 5.000 Janissaries, trató desesperadamente de controlar la situación, terminar con el pánico, y recapturar el campamento, pero para ese momento el ejército de Hunyadi se había unido también a batalla, y los esfuerzos turcos se hicieron desesperados. El sultán mismo avanzó a la batalla y mató a un caballero en combate sigular, pero luego recibió un flechazo y cayó inconsciente. Tras la batalla, los exploradores húngaros recibieron al orden de pasar la batalla tras los muros de la fortaleza y estar alerta a un posible contraataque turco, aunque éste nunca llegó a producirse.

Protegidos por la oscuridad los turcos se retiraron rápidamente, llevando a sus heridos en 140 vagones. En la ciudad de Sarona, el sultán recobró la consciencia. Tras enterarse de la noticia de que su ejército había sido vencido, casi todos sus líderes muertos y su equipamiento abandonado, costó mucho evitar que el dirigente de 24 años se suicidase tomando veneno. Por ello, durante la noche un derrotado Mehmed se retiró con sus tropas supervivientes y volvió a Constantinopla.

Los húngaros acabarían, sin embargo, pagando cara su victoria. Una plaga brotó del campamento, durante la misma el propio Hunyadi murió, tres semanas más tarde (11 de agosto de 1456).

Dado que el diseño de la fortaleza demostró funcionar bien durante el asedio, los húngaros le añadieron algunos refuerzos adicionales. Las paredes más débiles del este, donde los otomanos habían logrado abrir la brecha, se reforzaron con la puerta Zidan y la pesada torre Nebojsa. Esta fue la última gran modificación de la fortaleza hasta 1521, cuando el Sultán Süleyman finalmente la capturó.

Eventos posteriores

La victoria cortó el avance del Imperio Otomano hacia la Europa católica durante 70 años, si bien hubo alguna otra incursión, como la toma de Otranto en 1480-1481 y la incursión en Croacia y Siria en 1493.

Durante el asedio, el Papa Calixto III ordenó que sonasen las campanas a medianoche, para llamar a los creyente a rezar por los defensores. Sin embargo, dado que las noticias de la victoria tardaron más en llegar a algunos lugares que a otros, se transformó en una conmemoración de la victoria, y el Papa no retiró la orden. Las campanas de medianoche siguen sonando hoy en día.

Una vez se hubo cortado el avance de los Otomanos por Europa, Serbia y Bosnia fueron integradas en el Imperio. Otros estados cercanos se convirtieron en estados vasallos. No está claro por qué el sultán no atacó Hungría y por qué decidió no seguir avanzando tras el fracaso del asedio de Belgrado. Puede que los acontecimientos le indicasen que el Imperio no podría expandirse más sin antes convertir Serbia y Bosnia en una base de operaciones segura. Además, el poder político y militar de Hungría bajo Matthias Corvinus sin duda tuvo que ver con sus dudas.

Recientemente se ha comentado la posibilidad, posiblemente cierta, de que Mehmet II no estuviera interesado en ocupar Hungría, y que fijase el Danubio y el Sava como las fronteras definitivas de su Imperio. El objetivo de Mehmet era simplemente convertir los Balcanes en una parte orgánica del Imperio. Desde esta perspectiva el sitio de Belgrado de 1456 no se vería como el primer paso de la ocupación de Hungría, sino que buscaba privar a los Húngaros de su principal base de operaciones para ataques contra los Balcanes. Al mismo tiempo, la fortaleza también era la base más apropiada para dirigir ataques contra Hungría: su pérdida dejaba al país expuesto a la invasión. En cualquier caso, una cosa era cierta: el balance de poder se había girado definitivamente en favor de los Oromanos; expulsarles de Europa era ahora ya algo imposible. Incluso Matthias abandonó el conepto de una gran guerra contra los turcos, porque sentía que su propia fuerza era insuficiente y que difícilmente podría contar con ayuda externa.

En la Batalla de Mohacs en 1526 los turcos recapturaron los cañones perdidos por Mehmed II.