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=== La Ensoñación Excesiva como un Desorden Disociativo ===
=== La Ensoñación Excesiva como un Desorden Disociativo ===
Los personas que padecen la ensoñación excesiva informan que su actividad fantaseante implica un enfoque intenso y absortivo en "mundos privados" espontáneos pero mantenidos y elaborados de fantasía, que se menciona en la literatura como "paracosmos" (MacKeith, 1983). De hecho, las experiencias de soñar despierto y de absorción se han identificado durante mucho tiempo como algo disociativo en la naturaleza. El factor de implicación de absorción-imaginativo de la Escala de Experiencias Disociativas (DES) se compone de experiencias benignas comunes, como estar absorto en una película o perder parte de una conversación (Carlson & Putnam, 1993). Estudios factoriales DES (por ejemplo, Ross, Joshi & Currie, 1991) muestran que los elementos de absorción / imaginación son mucho más comunes que los de los otros factores en la escala. Esta se debe principalmente a los elementos DES que buscan abordar la absorción / imaginativa la participación no representa experiencias inherentemente patológicas. Esto es verdadero incluso cuando el puntaje en un elemento individual es alto.
Los personas que padecen la ensoñación excesiva informan que su actividad fantaseante implica un enfoque intenso y absortivo en "mundos privados" espontáneos pero mantenidos y elaborados de fantasía, que se menciona en la literatura como "paracosmos" (MacKeith, 1983). De hecho, las experiencias de soñar despierto y de absorción se han identificado durante mucho tiempo como algo disociativo en la naturaleza. El factor de implicación de absorción-imaginativo de la Escala de Experiencias Disociativas (DES) se compone de experiencias benignas comunes, como estar absorto en una película o perder el hilo de una conversación (Carlson & Putnam, 1993). Estudios factoriales DES (por ejemplo, Ross, Joshi & Currie, 1991) muestran que los elementos de absorción / imaginación son mucho más comunes que los de los otros factores en la escala. Esta se debe principalmente a los elementos DES que buscan abordar la absorción no representan experiencias inherentemente patológicas. Esto es verdadero incluso cuando el puntaje en un elemento individual es alto.


La evidencia muestra que la absorción está asociada con la hipnotizabilidad (Smyser y Baron, 1993). La ausencia de una versión psicopatológica de la absorción ha llevado a afirmar que la absorción no está relacionada con el trauma, forma no clínica de disociación Es un rasgo de personalidad asociado con lo normal, experiencias benignas relacionadas con la capacidad de estar inmerso en un solo estímulo, ya sea externo (por ejemplo, un libro) o interno (por ejemplo, soñar despierto), mientras descuidar otros estímulos en el medio ambiente (Kihlstrom, 2005). Los sueños desadaptados pueden representar el final patológico de la absorción experiencias de espectro. Recientemente, Somer, Lehrfeld, Jopp y Bigelsen (2016) han proporcionado más evidencia sobre la relación entre la Escala inadaptada de soñar despierto (MDS) y disociación.
La evidencia muestra que la absorción está asociada con la hipnotizabilidad (Smyser y Baron, 1993). La ausencia de una versión psicopatológica de la absorción ha llevado a afirmar que la absorción no está relacionada con el trauma, forma no clínica de disociación Es un rasgo de personalidad asociado con experiencias normales benignas relacionadas con la capacidad de estar inmerso en un solo estímulo, ya sea externo (por ejemplo, un libro) o interno (por ejemplo, soñar despierto), mientras descuida otros estímulos en el medio ambiente (Kihlstrom, 2005). Los ensoñaciones excesivas pueden representar el final patológico de la absorción de experiencias de espectro. Recientemente, Somer, Lehrfeld, Jopp y Bigelsen (2016) han proporcionado más evidencia sobre la relación entre la Escala de Ensoñación Excesiva (MDS) y la disociación.


La correlación significativa entre el puntaje total del DES y el MDS puntaje (r .55, p <.01) demostró que la actividad desadaptada inadaptada era similar al fenómeno más general de disociación. Un más cuidadoso examen de los puntajes de la subescala reveló que los ítems de absorción de los DES fueron más responsables de esta relación (r .63, p <.01) que amnesia (r .24, p <.01) o elementos de despersonalización (r .39,p <.01). Este patrón de asociaciones se corresponde con nuestro entendimiento ese MD es ante todo un proceso de absorción total en el interior mundo. MD parece tener fuertes propiedades disociativas caracterizadas principalmente por una propensión hacia la absorción.
La correlación significativa entre el puntaje total del DES y el MDS puntaje (r = .55, p < .01) demostró que la actividad desadaptada inadaptada era similar al fenómeno más general de disociación. Un examen más cuidadoso de los puntajes de la subescala reveló que los ítems de absorción de los DES fueron más responsables de esta relación (r = .63, p < .01) que de la amnesia (r = .24, p < .01) o de los elementos de despersonalización (r = .39,p <.01). Este patrón de asociaciones se corresponde con nuestro entendimiento de que la Ensoñación Excesiva es un proceso de absorción total en el mundo interior. La Ensoñación Excesiva parece tener fuertes propiedades disociativas caracterizadas principalmente por una propensión hacia la absorción.


== Diagnóstico ==
== Diagnóstico ==

Revisión del 08:39 15 ene 2018

La ensoñación excesiva (en inglés, maladaptative daydreaming) es un trastorno psicológico, caracterizado por una actividad fantasiosa excesiva que reemplaza la interacción humana e interfiere con el trabajo, las relaciones y las actividades generales.[1]​ Quien padece esta patología, sueña despierto o fantasea excesivamente, asumiendo roles y personajes en escenarios creados a su gusto. Las personas que padecen de ensoñación excesiva son conscientes de que los escenarios y personajes de sus fantasías no son reales y tienen la capacidad de determinar lo que es real, elementos que los diferencia de quienes padecen esquizofrenia.

Algunas personas con este trastorno han reportado que el fantasear se siente como una adicción y que tiene un impacto negativo en sus vidas.[2]​ Estas personas experimentan fantasías muy vívidas y complicadas y podrían desarrollar emociones hacia los personajes de sus fantasías; la mayoría de ellos mantiene en secreto esta conducta.[3]​ El término maladaptive daydreaming fue acuñado por Eli Somer,[4]​ y fue descrito en 2009 por Cynthia Schupak y Jesse Rosenthal, [5]​ quienes publicaron los resultados de un estudio basado en cuestionarios vía electrónica en 2011.[3]

Antecedentes

El acto de soñar despierto desde hace tiempo se ha considerado como producto de material tácito o inconsciente (Bollas, 1992, Kahn, 1963, McDougall, 1978, Singer, 1978, Winnicott, 1971). Freud (1908, 1962) sugirió originalmente que el soñar despierto representaba un intento de solución a un estado de privación o conflicto subyacente en el individuo y que la fantasía surgida en la conciencia podría representar un término medio entre un deseo frustrado y los requisitos de ajuste social o restricciones morales de la sociedad. Los desarrollos posteriores en el psicoanálisis han enfatizado en los desarrollos libres de conflicto de la mente. Hartman (1958), por ejemplo, sugirió que la fantasía en sí misma no tiene que surgir solo de la frustración o la gratificación diferida, sino que puede servir para funciones adaptativas para el organismo desde el principio. Klinger (1971) sugirió que la mayor parte de las fantasías, tanto soñar dormido como la ensoñación diurna son una representación de las "preocupaciones actuales".

No obstante, las ensoñaciones no han sido reconocidas como temas significativos de investigación psicoanalítica o psicoterapia. Barth (1997), quien también notó este fenómeno, lo atribuyó al hecho de que los sueños diurnos raramente se mencionan espontáneamente en la terapia. Ella postuló que los sueños diurnos han permanecido inexplorados en la psicoterapia porque los terapeutas no preguntan por ellos, a pesar de ser un medio útil para ayudar a los pacientes a obtener acceso a su mundo interno. En su libro seminal, "Daydreaming", Singer (1966) informó que el 96% de los adultos estadounidenses presumiblemente normales, educados, se involucraron en alguna forma de ensoñación. Se informó que esta actividad mental se produce principalmente cuando uno está solo (por ejemplo, en la cama antes de dormir) y se dice que se enfoca principalmente en la planificación de acciones futuras y la revisión de contactos interpersonales. Existen pocos datos sobre la cantidad de sueños diarios normales. En consecuencia, no existe información normativa sobre lo que constituye una ensoñación patológicamente elaborada o anormalmente extensa. Por otro lado, ha habido un esfuerzo fructífero para cuantificar los rasgos asociados con soñar despierto. En el contexto de un estudio de excelentes sujetos hipnóticos, Wilson y Barber (1981, 1983) descubrieron casualmente un grupo de ávidos soñadores que luego se caracterizaron como "personalidades propensas a la fantasía". Se decía que estos individuos compartían la tendencia a "vivir gran parte del el tiempo en un mundo creado por ellos mismos, en un mundo de imágenes, imaginación y fantasía "(Wilson y Barber, 1981, p.31). Los autores calcularon que la propensión a la fantasía se manifestaba en hasta un 4% de la población, y observaron que caracterizaba experiencias generalmente adaptativas, fantasías y rasgos de la personalidad.

Se obtuvo un amplio apoyo para la construcción de Wilson y Barber por Lynn y Rhue y sus colaboradores (p. Ej., Lynn y Rhue, 1988; Lynn, Rhue , & Green, 1988; Rhue y Lynn, 1989; Rauscenberger y Lynn, 1995). Wilson y Barber (1981) afirmaron que las personas propensas a la fantasía están, en general, bien adaptadas. Han argumentado que un mando 14% (Rhue, Lynn, Henry, Buhk y Boyd, 1990). Dos tercios de Rauscenberger y la muestra no clínica propensa a la fantasía de Lynn cumplían con los criterios del diagnóstico del Eje I pasado o presente del DSM-III-R (Asociación Psiquiátrica Americana, 1987). Informaron que, en comparación con los no eran fantasiosas, los fantaseadores eran significativamente más propensos a la depresión (1995). Este hallazgo estaba en línea con los datos informados previamente (por ejemplo, Giambara & Traynor, 1978; Singer, 1966, 1975). Concluyeron que para ciertos individuos, la propensión a la fantasía podría estar asociada con una psicopatología significativa. Gold, Gold, Milner y Robertson (1986) mostraron datos consistentes con la teoría de que las ensoñaciones de sujetos angustiados sirven como parte de un ciclo de retroalimentación negativa (Gold & Minor, 1983; Starker, 1982). Decidieron que las personas psicológicamente sanas usaran sus ensoñaciones de una manera que realza sus buenos sentimientos acerca de sí mismos mientras que las personas angustiadas interpretan sus ensueños como otro signo de debilidad o insuficiencia.

Se ha llevado a cabo una extensa serie de estudios de cuestionarios altamente estructurados con individuos normales para establecer el patrón de los procesos del flujo de conciencia. Este tipo de esfuerzo de investigación resultó en el desarrollo de subescalas específicas psicométricamente robustas (por ejemplo, Singer & Antrobus, 1963, 1972, Wilson y Barber, 1981) que permitieron una mayor investigación sobre varios tipos de ensoñación excesiva y variables de la personalidad relacionadas (por ejemplo, Giambara, 1977, Rauscenberger y Lynn, 1995). La ensoñación excesiva se define como una actividad de fantasía extensa que reemplaza la interacción humana y / o interfiere con el funcionamiento académico, interpersonal o vocacional. Poco se sabe sobre la experiencia y los contenidos de la ensoñación excesiva. Aunque la metodología cualitativa podría arrojar algo de luz sobre estos temas, que yo sepa, no se han publicado estudios cualitativos en el campo.

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Análisis Ontológico

La Ensoñación Excesiva como un Desorden Disociativo

Los personas que padecen la ensoñación excesiva informan que su actividad fantaseante implica un enfoque intenso y absortivo en "mundos privados" espontáneos pero mantenidos y elaborados de fantasía, que se menciona en la literatura como "paracosmos" (MacKeith, 1983). De hecho, las experiencias de soñar despierto y de absorción se han identificado durante mucho tiempo como algo disociativo en la naturaleza. El factor de implicación de absorción-imaginativo de la Escala de Experiencias Disociativas (DES) se compone de experiencias benignas comunes, como estar absorto en una película o perder el hilo de una conversación (Carlson & Putnam, 1993). Estudios factoriales DES (por ejemplo, Ross, Joshi & Currie, 1991) muestran que los elementos de absorción / imaginación son mucho más comunes que los de los otros factores en la escala. Esta se debe principalmente a los elementos DES que buscan abordar la absorción no representan experiencias inherentemente patológicas. Esto es verdadero incluso cuando el puntaje en un elemento individual es alto.

La evidencia muestra que la absorción está asociada con la hipnotizabilidad (Smyser y Baron, 1993). La ausencia de una versión psicopatológica de la absorción ha llevado a afirmar que la absorción no está relacionada con el trauma, forma no clínica de disociación Es un rasgo de personalidad asociado con experiencias normales benignas relacionadas con la capacidad de estar inmerso en un solo estímulo, ya sea externo (por ejemplo, un libro) o interno (por ejemplo, soñar despierto), mientras descuida otros estímulos en el medio ambiente (Kihlstrom, 2005). Los ensoñaciones excesivas pueden representar el final patológico de la absorción de experiencias de espectro. Recientemente, Somer, Lehrfeld, Jopp y Bigelsen (2016) han proporcionado más evidencia sobre la relación entre la Escala de Ensoñación Excesiva (MDS) y la disociación.

La correlación significativa entre el puntaje total del DES y el MDS puntaje (r = .55, p < .01) demostró que la actividad desadaptada inadaptada era similar al fenómeno más general de disociación. Un examen más cuidadoso de los puntajes de la subescala reveló que los ítems de absorción de los DES fueron más responsables de esta relación (r = .63, p < .01) que de la amnesia (r = .24, p < .01) o de los elementos de despersonalización (r = .39,p <.01). Este patrón de asociaciones se corresponde con nuestro entendimiento de que la Ensoñación Excesiva es un proceso de absorción total en el mundo interior. La Ensoñación Excesiva parece tener fuertes propiedades disociativas caracterizadas principalmente por una propensión hacia la absorción.

Diagnóstico

La Escala de Ensoñación Excesiva (del inglés Maladaptive Daydreaming Scale) es un instrumento de autoinforme de 14 ítems diseñado para medir las fantasías anormales. Es una medida estadísticamente válida y confiable de la Ensoñación Excesiva que diferencia bien entre quienes poseen la patología y quienes no.[7]

Los diagnósticos de salud mental sólo se determinan con base en entrevistas estructuradas administradas por un profesional.[8][9]​ Por lo tanto, no se ha desarrollado ninguna herramienta oficial de diagnóstico para diagnosticar la Ensoñación Excesiva. La ensoñación excesiva es frecuentemente diagnosticada erróneamente como esquizofrenia, desorden mental caracterizado por un comportamiento social anormal y la incapacidad de reconocer lo que es real.[10]​ La esquizofrenia es considerada una psicosis,[11][12][13]​ mientras que la Ensoñación Excesiva no es considerada como tal, porque la Escala de Ensoñación Excesiva tiene poca relación con una medida de psicosis.[7]​ La diferencia fundamental entre ambas patologías es que los pacientes con Ensoñación Excesiva son conscientes de que los personajes de sus fantasías no son reales y tienen la capacidad de diferenciar entre lo que es real y lo que no.[10]​ Los pacientes con Ensoñación Excesiva no oyen voces ni ven a personas que no son reales, mientras que los pacientes con esquizofrenia si tienen estos síntomas.[14]

No existe un diagnosis oficial para la Ensoñación Excesiva, pero las personas que la sufren coinciden en que es una forma intensa y prolongada de soñar despierto que interfiere con su trabajo, relaciones y actividades generales. Las personas que tienen esta forma de ensueño tienen dificultades para volver a sus actividades cuando se sumergen en un pensamiento. Los síntomas reportados han indicado una dificultad en el desplazamiento de la atención en lugar de dificultades para mantener la atención, ya que parecen mantener su atención lo suficientemente bien como para estar sumergidos en una fantasía durante horas. El desplazamiento de la atención es la capacidad de desplazar la atención apropiadamente de un objeto a otro. Más concreto, redirigiendo el foco de atención de una fijación (es decir, un ensueño), hacia un enfoque diferente de atención (es decir, la tarea que se necesita hacer). Estos actos de soñar despierto son muchas veces reportados como involuntarios, altamente inmersivos y repetitivos, por lo que los pacientes con Ensoñación Excesiva pueden experimentar algo similar a la "preservación de pensamiento" observada en las personas con Trastorno Obsesivo-Compulsivo y las dificultades de cambio de atención experimentadas por las personas con Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Al igual que las personas con problemas de desplazamiento de la atención hacen (es decir, ADHD), las personas con Ensoñación Excesiva tienden a cambiar constantemente e involuntariamente su atención hacia el interior durante las actuaciones monótonas. La diferencia es que las personas que sufren de TDAH no informan tener fantasías tan inmersivas o prolongadas, dada su menor capacidad de atención. Los pacientes con Ensoñación Excesiva parecen tener la capacidad de mantener y llamar la atención (atención sostenida) y por lo tanto su incapacidad para concentrarse en una tarea importante en lugar de su ensueño puede deberse a una dificultad en dirigir la atención, volver a la tarea consciente y premeditada (desplazamiento de la atención).

Dada su naturaleza privada, es difícil formar una definición generalmente acordada de soñar despierto. La connotación más común es que el soñar despierto representa un cambio de atención lejos de alguna tarea física o mental primaria fijada, o lejos de mirar directamente o escuchar algo en el ambiente externo. La ensoñación normal o fantasía consciente parece más probable que ocurra en condiciones similares a las del sueño nocturno. Una persona que está sola en una situación en la que hay muy poca estimulación externa, quizás la mayoría de las veces justo antes de irse a dormir, es probable que se encuentren involucrados en un ensueño extenso o en un monólogo interior. Soñar despierto tiene mucho que ver con el concepto de "mente vagando" y hay más estudios realizados bajo este concepto, que bajo el ensueño. En los estudios, la mayoría de los sujetos no estaban conscientes de que su propia mente vagaba, lo que sugiere que la vagancia de la mente es más pronunciada cuando carece de meta-conciencia. Lo que se puede sacar de estos estudios es que la detección de conflictos y el control cognitivo son necesarios para traer la atención de nuevo, por lo que las personas que tienen una alta tendencia a vagar mentalmente, podría muy probablemente tener dificultades con esto. Más investigación debe hacerse en torno a los aspectos neurobiológicos que hacen que una persona sueñe de esta manera. Todos nos obsesionamos con las cosas en diversos grados, hay un valor real en quedar atrapados en los ensueños y sobreenfocados, pero algunas personas sufren de esto a tal grado que interfiere con su capacidad para desenvolverse normalmente.

Los síntomas más comunes son:[15]

  1. Las experiencias individuales son altamente inmersivas
  2. El individuo puede desarrollar un vínculo emocional con los personajes
  3. Tienden a expresar emociones sin darse cuenta mientras sueñan despiertos: por ejemplo, hablan, ríen, lloran, sonríen o fruncen el ceño durante su ensueño.
  4. A menudo existe una relación entre la ensoñación y la música: o bien el individuo utiliza la música con el fin de causar los ensueños, o se sienten incapaces de parar cuando escuchan música.
  5. El soñar despierto es compulsivo y al individuo le resulta difícil dejarlo, incluso en detrimento de otras actividades y comportamientos.
  6. A menudo hay un tic o movimiento / comportamiento que el individuo realiza de forma inconsciente mientras sueña despierto, tales como tocar un lápiz, comerse las uñas o mover su pierna hacia arriba y hacia abajo.
  7. En algunos casos, las personas dicen sentirse mareadas o experimentar dolores de cabeza después de sus ensoñaciones.
  8. Algunos exhiben síntomas similares al síndrome de Asperger, trastorno de déficit de atención (e hiperactividad) y trastorno obsesivo compulsivo. Algunas personas con ensoñación excesiva padecen también ansiedad social y/o depresión.

Tratamiento

En Enero de 2018, el Dr Eli Somer publicó un artículo académico denominado "Maladaptive Daydreaming: Ontological Analysis, Treatment Rationale; a Pilot Case Report", el cual aborda un tratamiento para esta enfermedad.[16]

Otros términos

En Japón se utiliza un término para describir a las personas que tienen los mismos síntomas a la ensoñación excesiva, se trata de Chūnibyō (中二病? lit. Síndrome de Segundo Grado), es un nombre acuñado por el comediante japonés Hikaru Ijūin en 1999 para una sección de su programa de radio Hikaru Ijuin's UP'S, cuyo término debe su significado a que es experimentado en su mayoría por los estudiantes del segundo grado de secundaria, algunas veces en el segundo de preparatoria, contando la escuela, sería el octavo grado, los niños lo cursan entre los 13 y 14 años y comienzan a alejarse de la infancia para entrar en la adolescencia e iniciar la búsqueda de su identidad. El término se utiliza para referirse a adolescentes que tienen delirios de grandeza, superioridad y actitudes llamativas o infantiles respecto a los demás, adoptando comportamientos extraños y en ocasiones creyendo vivir en un mundo imaginario. Si bien, este término no es oficial, se ha extendido en parte y es tratado de la misma manera que, la ensoñación excesiva, que posee los mismos actos, dicho término es mayoritariamente usado solo en el manga y/o anime.

Véase también

Referencias

  1. Somer, Eli (2002). «Maladaptive Daydreaming: A Qualitative Inquiry». Journal of Contemporary Psychotherapy. Consultado el 15 de enero de 2018. 
  2. «Wild Minds Network». A network of individuals seeking to advance the psychological community through our own personal journeys. 
  3. a b Bigelsen, Jayne; Schupak, Cynthia (1 de diciembre de 2011). «Compulsive fantasy: Proposed evidence of an under-reported syndrome through a systematic study of 90 self-identified non-normative fantasizers». Consciousness and Cognition 20 (4): 1634-1648. doi:10.1016/j.concog.2011.08.013. Archivado desde el original el 17 de marzo de 2012. 
  4. Somer, Eli (2002). «Maladaptive Daydreaming: A Qualitative Inquiry». Journal of Contemporary Psychotherapy (Springer) 32 (2-3): 197-212. Archivado desde el original el 19 de octubre de 2012. 
  5. Schupak, Cynthia; Rosenthal, Jesse (20 de junio de 2007). «Excessive daydreaming: A case history and discussion of mind wandering and high fantasy proneness». Consciousness and Cognition 18 (1): 290-292. doi:10.1016/j.concog.2008.10.002. Archivado desde el original el 25 de octubre de 2012. 
  6. Claros ejemplos son Chūnibyō Demo Koi ga Shitai!, el cual gira en torno a quienes "padecen" esto, y Yahari Ore no Seishun Love Come wa Machigatteiru, donde el personaje Zaimokuza Yoshiteru es tal cual.
  7. a b Somer, Eli. «Maladaptive Daydreaming: Development and validation of the Maladaptive Daydreaming Scale (MDS)». Elsevier. Elsevier. Consultado el 26 de febrero de 2016. 
  8. Steiner, JI. «A comparison of the structured clinical interview for DSM-III-R and clinical diagnoses». J Nerv Ment Dis 183: 365-9. PMID 7798084. 
  9. Shear, MK (April 2000). «Diagnosis of nonpsychotic patients in community clinics». Am J Psychiatry 157: 581-7. PMID 10739417. doi:10.1176/appi.ajp.157.4.581. 
  10. a b «Schizophrenia Fact sheet N°397». WHO. September 2015. Consultado el 3 de febrero de 2016. 
  11. American Psychiatric Association, 1994 The Diagnostic and Statistical Manual Revision IV (DSM-IV)
  12. Gelder, Michael G; Mayou, Richard; Geddes, John (2005). Psychiatry. New York: Oxford University Press. p. 12. ISBN 978-0-19-852863-0. 
  13. Yuhas, Daisy. «Throughout History, Defining Schizophrenia Has Remained a Challenge (Timeline)». Scientific American Mind (March 2013). Consultado el 2 de marzo de 2013. 
  14. Carson VB (2000). Mental health nursing: the nurse-patient journey W.B. Saunders. ISBN 978-0-7216-8053-8. p. 638.
  15. http://www.healthguidance.org/entry/15944/1/Can-Maladaptive-Daydreaming-Be-Treated.html
  16. Somer, Eli (2018). «Maladaptive Daydreaming: Ontological Analysis, Treatment Rationale; a Pilot Case Report» (PDF). Frontiers in the Psychotherapy of Trauma and Dissociation (McLean, Virginia, Estados Unidos): 123-128. ISSN 2523-5125. doi:10.XXXX/ftpd.2017.0006. Consultado el 15 de enero de 2018.