Energía solar espacial

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El sol sobre la Tierra

Energía solar espacial (en inglés Space-based solar power, SSP) es la conversión de energía solar en electricidad, la cual puede ser usada en el espacio o también en la Tierra. Esta energía puede ser adquirida a una distancia de la Tierra no menor que la órbita baja terrestre. Emplazamientos para esta conversión pueden ser satélites creados por el hombre en órbitas geosíncronas y heliosíncronas (orbitas siempre encarando al sol), sondas espaciales, la luna[1]​ u otros planetas.[2]​ La energía solar fotovoltaica podría emplearse para la conversión energética y las microondas para la transmisión inalámbrica desde el espacio. En la actualidad también se estan investigando sistemas termo-dinámicos de energía solar.[3]​ En el espacio el sol brilla (radia) de forma permanente y mucho más intensa que en la Tierra. Además, en el espacio no hay problemas de peso o de corrosión atmosférica. En la tierra la rotación diurna permite la adquisición energética únicamente en las horas de luz. Con todo ello, la energía solar media que se puede adquirir fuera de la atmósfera terrestre es del orden de diez veces superior que en la Tierra, e incluso mayor a medida que la recolección se aproximara al sol, si bien los problemas de mantenimiento son también mayores por el incremento de radiaciones solares.

Producir electricidad a partir de la luz solar en el espacio no es nada que se este investigando por primera vez. Cientos de satélites espaciales ya han hecho uso de ella. La novedad de este concepto es la posibilidad de capturar energía a gran escala y transmitirla a la Tierra para su consumo alli. [4]

Esta fuente de energía tiene el potencial de resolver los problemas socioeconómicos y medioambientales asociados con la dependencia de los recursos fósiles y de la energía nuclear (también limitada a las reservas de uranio). Se establecería fuera del sistema ecológico terrestre y no generaría prácticamente ningún desecho una vez estuviera en funcionamiento.

Historia

1829 & 1830: Francesco Zantedeschi publica estudios referentes a la producción de corriente eléctrica en circuitos cerrados al aproximar y alejar un imán, anticipándose de esta forma a los experimentos realizados por Michael Faraday en 1831.

1831: Michael Faraday comenzó con experimentos que llevarían al descubrimiento de la inducción electromagnética, si bien este descubrimiento podría haber sido anticipado por el trabajo de Francesco Zantedeschi. Su gran aportación llegó al envolver 2 bobinas de cable alrededor de un anillo macizo de hierro atornillado a una silla. Descubrió que cuando pasaba corriente por una bobina, ésta inducía una corriente eléctrica momentánea en la otra bobina. Descubrió que deslizando un imán a través de un anillo de cable conductor o viceversa, corriente eléctrica fluía por el cable. Se sirvió de éste principio para crear la dinamo eléctrica, lo que sería el primer generador de energía eléctrica de la historia. Propuso que fuerzas electromagnéticas se extendían en el espacio vacío alrededor del conductor, pero no terminó ese trabajo. El concepto de Faraday de cauces emanando de cuerpos cargados o de imanes ayudó a visualizar los campos eléctricos y magnéticos. Ese "modelo mental" fue crucial para el desarrollo de dispositivos electromecánicos que predominarían en el siglo XIX. La demostración de Faraday de que un cambio magnético cambiante crea un campo eléctrico, modelado matemáticamente por la Ley de Faraday, llegaría a ser una de las cuatro ecuaciones de Maxwell. Las cuales evolucionarían en la generalización de la teoría de campos.

1865: James Clerk Maxwell publica su obra maestra A Dynamical Theory of the Electromagnetic Field, en la que las ecuaciones de Maxwell demuestran que las fuerzas eléctricas y magnéticas son dos aspectos complementarios del electromagnetismo. Demuestra que los campos complementarios electromagnéticos eléctricos y magnéticos se propagan en el espacio en forma de ondas a una velocidad constante de 3.0 × 108 m/s. También propone que la luz es una especie de radiación electromagnética y que ondas de campos eléctricos y magnéticos oscilantes viajan en el vacío a una velocidad que puede averiguarse en experimentos eléctricos sencillos. Usando datos existentes concluye con una velocidad de 310,740,000 m/s y declara que "Esta velocidad es tan próxima a la de la luz que tenemos argumentos sólidos para concluir que la luz (incluyendo calor radiante y otras radiaciones de haberlas) es una disturbación electromagnética en forma de ondas que se propagan en un campo electromagnético según unas leyes electromagnéticas." Véase también su "A Treatise on Electricity and Magnetism, 1873."

1881: Nikola Tesla concibe la transmisión inalámbrica de energía y declara “El universo esta lleno de energía. Es solo una cuestión de tiempo cuando el hombre será capaz de hacer uso de ella."

1888: Heinrich Hertz demuestra la existencia de ondas electromagnéticas con la construcción de un aparato capaz de producir y detectar ondas de radio UHF (o microondas en la banda de frecuencia UHF). También descubrió que las ondas de radio se pueden transmitir en diferentes medios y son reflectadas por otras, lo que finalmente llevó a la invención del radar. Sus experimentos explicaron la reflexión, refracción, polarización, interferencia y velocidad de las ondas electromagnéticas.

1903: Konstantin Tsiolkovsky publica The Exploration of Cosmic Space by Means of Reaction Devices (La exploración del espacio cósmico mediante dispositivos de reacción), lo que podría considerarse como el primer tratado académico sobre cohetes. Tsiolkovsky calculó la velocidad de escape de la Tierra (predijó un valor de 8 Km/segundo) y que para ello sería necesario un cohete multifase con combustible de oxígeno e hidrogeno líquidos. Se le considera el creador de los viajes espaciales y el primero en concebir el ascensor espacial. Publicó 500 trabajos sobre viajes espaciales y temas relacionados, incluyendo novelas de ficción. Entre esos trabajos se encuentran diseños de cohetes con rotores directores, propulsores multifase, estaciones espaciales, cabinas despresurizadas para poder salir de una nave en el espacio, y sistemas de ciclo biológico cerrado para proveer de oxigeno y comida a las colonias espaciales. También investigó de forma exhaustiva teorías de máquinas voladoras más pesadas que el aire, de forma independiente a los estudios hechos en aquella época por los hermanos Wright (creadores del primero vehiculo volador).

1928: Herman Potočnik publica su único trabajo The Problem of Space Travel - The Rocket Motor (el problema del viaje espacial – El motor cohete), un plan para realizar un gran avance en lo referente a la presencia del hombre en el espacio. Concibió una estación espacial detallada y calculó su onda geoestacionaria. Describió el uso de naves en órbita para fines pacíficos y militares de observación de la Tierra, y describió también en que medida las condiciones en el espacio podrían ser útiles para ensayos científicos. El libro describe satélites geoestacionarios (que ya tratara Tsiolkovsky) y discute la comunicación entre ellos y la Tierra usando ondas de radio, sin llegar a predecir el potencial de los satélites para la transmisión de datos en masa (en camposo como la televisión o la telefonía).

1945: Arthur C. Clarke publica el articulo Wireless World (mundo inalámbrico) en el que concibe la posibilidad del uso de satélites de comunicaciones a gran escala. Examinó la logística del lanzamiento de satélites, posibles órbitas y otros aspectos de la creación de una red de satélites en órbita, destacando el potencial en materia de comunicaciones a alta velocidad. También sugirió que 3 satélites bastarían para cubrir todo el globo.

1957: Sputnik 1, la Unión Soviética lanza el primer satélite al espacio.

1968: El Dr. Peter Glaser introduce el concepto de un gran sistema de satélites receptores de energía solar en la órbita geosíncrona (situada a 36,000 Km del ecuador), para la adquisición y conversión de energía proveniente del sol y su transmisión a grandes antenas receptoras situadas en la Tierra para el uso nacional energético. Nace así el concepto de energía solar espacial.

1970's: DOE y la NASA estudian el concepto de energia solar en el espacio de forma exhaustiva.

1995-1997: La NASA lleva a cabo un estudio sobre el concepto de energía solar espacial y la tecnología necesaria para ello.

1998: Se hace un estudio para definir el concepto de energía solar espacial identificando tanto los conceptos comercialmente viables así como los posibles riesgos.

1999: NASA comienza el programa Space Solar Power Exploratory Research and Technology program (Programa exploratorio de investigación y tecnología sobre energía solar espacial) (véase la sección SERT más abajo).

2000: John Mankins de la NASA declara “La energía solar espacial a gran escala es un sistema integrado muy complejo que requiere numerosos avances significativos de la capacidad y tecnología actual… Se ha desarrollado una hoja de ruta en la que se incluyen diferentes opciones para alcanzar los avances necesarios – aunque durante varias décadas… Los avances actuales nos siguen acercando a nuestra meta, pero siguen siendo necesarios avances técnicos, regulatorios y conceptuales… Las actividades de la NASA en este campo han hecho contribuciones importantes para alcanzar la tecnología necesaria. Los próximos pasos necesarios han sido definidos proveyendo avances significativos de gran potencial de aplicación. Las tecnologías y los sistemas necesarios para la energía solar espacial han sido contribuciones importantes en otras áreas como ciencia espacial, robótica y exploración humana y el desarrollo del espacio... Las décadas de años necesarias para el desarrollo de la energía necesaria esta en línea con los posibles avances en nuevos sistemas de transporte espacial, mercados espaciales comerciales, etc… Los conceptos de relés de energía eléctrica parecen ser técnicamente viables pero pueden depender de una transmisión de energía eléctrica a mayores frecuencias… La viabilidad económica del uso de energía solar espacial a gran escala sigue estando abierta.” [5]

2001: El Dr. Neville Marzwell de la NASA declara "Poseemos la tecnología para hacer uso de la energía del sol a niveles de entre el 42 y el 56 por ciento… Hemos hecho grandes avances. ... Si se puede concentrar los rayos del sol mediante el uso de lentes o espejos gigantes entonces los resultados son más alentadores … Creemos que en un futuro cercano de entre 15 y 25 años podremos reducir el coste a entre 7 y 10 centavos por kilovatio/hora. … Ofrecemos una gran ventaja. No se necesitan cables, tubos o hilos. Se puede enviar como si fuera una llamada al celular – donde se quiera y cuando se quiera, en tiempo real." [6]

Futuro

Entre 1995 y 1997, la NASA emprendió un esfuerzo investigador utilizando equipos de trabajo del gobierno, de la academia y de la industria para desarrollar conceptos de transporte en el espacio de un coste de 200 dólares o menos por libra de carga enviada a la órbita baja terrestre.[7]​ El coste del transporte de materiales para la construcción de futuros paneles solares espaciales se puede reducir de forma significativa [8]​ mediante el uso de un sistema de lanzamiento reutilizable[9]​ como el propuesto Mag Lifter o el Star tram. Estos sistemas de lanzamiento harían uso de propulsión y levitación magnética superconductora para propulsar sistemas de lanzamiento reutilizables en órbita. El Maglifter podría reducir los costes de lanzamiento por libra (1 libra = 0.454 Kg) de carga a la décima parte de las lanzaderas espaciales (alrededor de 10,000 dólares). El Star Tram podría llegar a costes de sólo 100 dólares por libra. El Mag Lifter eliminaría el peso de la primera fase del vehiculo usando una propulsión magnética basada en el suelo de forma permanente para alcanzar una velocidad de 550 millas/hora, para usar después sistemas de propulsión propios para alcanzar la aceleración necesaria para llegar a la órbita. El sistema Star Tram aceleraría (usando gigavatios de energía eléctrica en energía magnética superconductora) a 8 km/segundo en 5,3 minutos en un tubo evacuado de 1000 millas de longitud colocado en el suelo en las 800 millas iniciales y con el resto levitando magnéticamente sobre el suelo de forma tangencial a la Tierra llegando a alcanzar un altura de 72,000 pies donde la nave abandonaría el tubo. [10]

Proveer materiales de la luna es más de 10 veces más fácil que propulsar materiales fuera de la gravedad de la tierra, de forma que la luna podría ser el proveedor de fuentes de energía para aplicaciones comerciales en orbitas geosíncronas o incluso orbitas bajas terrestres. Mas tarde, la base solar podría proveer paneles solares para satélites, misiones a Marte (planeta), asteroides que se aproximen a la tierra y demás.[11]

La National Security Space Office (NSSO) (Oficina Nacional de Seguridad Espacial) del pentágono publicó un informe[12]​ el 10 Octubre 2007 según el cual se pretende adquirir energía solar espacial para ayudar en la relación de los EEUU con el medio oriente y en la guerra por el petróleo. La energía solar es una fuente limpia de energía sin impacto para el medio ambiente. La Estación Espacial Internacional (ISS) será probablemente el primer campo de pruebas para esta nueva idea, a pesar de estar en una órbita baja terrestre.

El ejército también se podría beneficiar de esta tecnología ya que (en 2007) pagaron una cantidad de 1 dólar por kilovatio/hora. En principio transmitiendo energía allí donde se necesite eliminaría la necesidad de tener que proveer de combustible al campo de batalla. El gobierno americano esta tratando de involucrar al sector privado en este proyecto ofreciendo incentivos fiscales y políticos.

Células de energía solar

Aunque productos disponibles en el mercado son de menor coste, las células solares utilizadas en el espacio pueden tener diferentes características que las células utilizadas hasta ahora. Debido a los altos costes de transporte al espacio un factor muy importante es la energía eléctrica específica (es decir, la energía generada por unidad de masa).

La masa total del sistema de generación eléctrica (excluyendo el almacenamiento) en los sistemas actuales puede describirse de esta forma: El peso del manto fotovoltaico es solo un cuarto del total. La estructura del panel y los sistemas de control y distribución representan los restantes tres cuartos. Incluyendo el sistema para la conversión y transmisión de energía eléctrica en microondas a la tierra u otros receptores se incrementaría el peso total así como el ratio de tres cuartos.

Las células solares extrafinas disponen de una gran flexibilidad y son mas adecuadas para la construcción de paneles flexibles o semiflexibles capaces de desenrollarse y/o inflarse, para reducir así espacio y peso. En los años 80 se dedicó mucho esfuerzo al desarrollo y comercialización de células fotovoltaicas extrafinas para su uso terrestre. Laminas finas de material fotovoltaico se depositan en un substrato. Este método tiene ratios de eficiencia de conversión menores pero gracias a la baja cantidad de material activo usado dispone de una energía eléctrica especifica mas alta.

Además de una masa reducida, se espera que las células fotovoltaicas extrafinas sean de un coste sensiblemente menor, debido a la reducida cantidad de material necesario y a que los costes de elaboración son menores. Una opción sería el uso de una capa de material extrafino fotovoltaico depositado en un substrato flexible.

Se han alcanzado eficiencias de más del 10% con tres materiales extrafinos diferentes: silicio amorfo (a-Si), diselenido de cobre e indio (CuInSe2), y telurido de cadmio (CdTe). Sin embargo, este campo de investigación no se esta explotando ya que la mayor parte de la aplicación es para energía solar terrestre, en la que el peso no es un factor crítico. El desarrollo de esta tecnología es por ello una asignatura pendiente. Células fotovoltaicas extrafinas aun no se han probado en el espacio.[13]

Sistemas de concentración

Otra alternativa es el uso de un sistema concentrador que enfoque la luz en pequeñas células solares de alta eficiencia. Esta alternativa se ha ensayado en el espacio pero solo en experimentos a pequeña escala. Usando concentradores se ha llegado a cifras de eficiencia en torno al 30%. Como curiosidad cabe mencionar, que esta solución no es adecuada para planetas como Marte ya que en casos extremos la mayor parte de la luz solar es difusa y el sistema concentrador solo puede enfocar el componente directo de la radiación solar.

Satélites de energía solar

los satélites de energía solar serian enormes sistemas para la producción de energía eléctrica a gran escala a partir del sol. La energía obtenida podría ser convertida en microondas y radiada a una antena rectificadora, que recibiría y convertiría las microondas de nuevo en energía eléctrica. Según cálculos [14]​ realizados en 1996 para la producción de 5.000 millones de vatios (el equivalente a cinco centrales nucleares de gran tamaño) se necesitarían varios kilómetros cuadrados de paneles solares (de un peso aproximado de 5.000 toneladas) y una antena terrestre de 5 millas de diámetro.

Energía solar terrestre

Se puede recibir una media aproximada de entre 0,1 y 0,2 kW/m² de energía solar en la superficie de la tierra. La energía solar (insolación total global) que llega a la superficie de la tierra se compone de dos componentes, directa y difusa (la luz difusa puede dividirse a su vez en varias categorías).[15]​ Debido a la influencia de la atmósfera (reflexión, absorción, dispersión), incluyendo gases y particular originadas por el ser humano solo entre un 10% y un 13% del total de la energía que llega a la Tierra puede ser aprovechada.

Energía solar extraterrestre

Es aquella que se adquiere fuera de la atmosfera de la tierra. No hay pérdidas en la atmósfera durante la transmisión de energía en microondas y tampoco una contribución al problema del calentamiento global por la adicción de CO2. Además, seleccionando la órbita puede conseguirse luz solar aproximadamente el 96% del tiempo. En el espacio cercano a la tierra la media de energía que puede adquirirse (~1 to 2 kW/m²) es aproximadamente diez veces superior a la que puede recibirse en la tierra (la órbita de la Tierra es la causa de un S flux variable de entre 1329 y 1421 W/m². 1370 W/m² es la constante solar, es decir, flux perpendicular al rayo solar en el espacio exterior a la distancia media entre la Tierra y el sol.[16]​) Sin considerar los gases atmosféricos o formaciones de nubes, los paneles fotovoltaicos en una orbita terrestre geoestacionaria (a una altitud de 22.300 millas) recibirían de media ocho veces mas luz que en la superficie de la Tierra. [17]​ Además de no verse afectados por la fase nocturna de la Tierra.

Posible impacto medioambiental

La idea de energia solar proveniente del espacio se ha tratado desde finales de los años 60, pero se ha hecho poco para llevar a cabo este concepto revolucionario. El posible beneficio medioambiental es enorme. La gran ventaja de esta idea es la utilización de la orbita terrestre para conseguir hasta ocho veces mas energía, aunque la obtención de energía solar del espacio no esta libre de crítica, debido a sus altos costes y gran complejidad. Para poder abastecer a la creciente población del planeta se necesita una fuente limpia e inagotable de energía. Las microondas provenientes del espacio podrían calentar la atmósfera ligeramente (suposición sin base científica) pero la ausencia de emisiones dañinas compensa con creces esa desventaja. Los paneles solares terrestres usan recursos terrestres pero los satélites de energía solar podrían construirse exclusivamente con materiales lunares. Únicamente las antenas receptoras estarían hechas de materiales terrestres.

La energía solar espacial eliminaría la necesidad de complejas redes intercontinentales y reduciría también la cantidad de apagones, ya que una interrupción de una emisión de microondas es muy improbable. Otra ventaja es el hecho de que la fuente de energía se encontraría a una distancia de 22.300 millas, descartándolo como objetivo terrorista. El sistema permitiría también intercambiar con facilidad una fuente transmisora por otra y reanudar el abastecimiento de forma inmediata.

Avances recientes han contribuido a hacer esta tecnología factible, como por ejemplo avances en señales microondas y menores costes de producción para paneles solares más eficientes. Aun estamos lejos de llegar al equilibrio entre el beneficio y los costes de esta tecnología, pero la Nacional Security Space Office (NSSO) (Oficina Nacional de Seguridad Espacial) pronostica comenzar con pruebas en los próximos 20 años.

Otra posibilidad abierta seria colocar estaciones generadoras en la luna, denominado LSP, Lunar Solar Power (Energia Solar Lunar). Colocando estaciones en caras opuestas de la luna se emitiria una corriente constante de energia hacia la tierra para cubrir asi la creciente demanda energética de la Tierra.

Aunque esta tecnología no llegará hasta dentro de muchos años, sus beneficios son tales que es una alternativa en la que hay que trabajar. El positivo impacto ambiental supera con creces los enormes costes iniciales.

SERT

En 1999 el programa Space ‘’Solar Power Exploratory Research and Technology program’’ (SERT) (programa exploratorio de investigación y tecnología sobre energía solar espacial) fue iniciado por la NASA con los siguientes propósitos:

  • Realizar estudios de diseño de determinados conceptos de demostración de vuelo.
  • Evaluar estudios sobre la viabilidad, diseño y requerimientos.
  • Crear diseños conceptuales de subsistemas que harían uso de esta tecnología para la mejora de futuras aplicaciones terrestres y espaciales.
  • Crear un plan preliminar de acción para los EEUU (y socios internacionales) para acometer una iniciativa tecnológica agresiva.
  • Crear hojas de ruta para el desarrollo tecnológico así como ensayos para elementos críticos de la energía solar espacial.

Se creó para desarrollar un concepto de satélite de energía solar para futuros sistemas espaciales de gigavatios para proveer a la Tierra de energía eléctrica adquirida de la energía solar espacial. Se creó también para proveer una serie de soluciones a las arquitecturas actuales de energía solar espacial. Pendiente de estudio, se ha propuesto una estructura textil hinchable fotovoltaica con lentes concentradoras o motores dinámicos solares para convertir el flux solar en electricidad. Se supone que los sistemas colectores estarán en una orbita eliosincronica.

Algunas de las conclusiones del SERT son las siguientes:

  • La creciente demanda global de energía continuará durante muchas décadas dando lugar a la construcción de numerosas centrales eléctricas.
  • El impacto medioambiental de esas centrales por construir así como su impacto en el abastecimiento mundial de energía y las relaciones geopolíticas puede ser problemático.
  • Las energías renovables son una alternativa convincente desde el punto de vista filosófico así como tecnológico.
  • Muchas fuentes de energía renovables son limitadas a la hora de cubrir las necesidades del desarrollo industrial global y de la prosperidad por llevar consigo necesidad de agua o tierra.
  • Basado en un estudio de definición conceptual, el concepto de energía solar espacial esta preparado para volver a discutirse.
  • Los satélites de energía solar no deben de ser vistos como una enorme inversión inicial en infraestructura antes de que la creación de centrales eléctricas pueda empezar.
  • Esta tecnología parece poseer muchas ventajas desde el punto de vista medioambiental en comparación con otras soluciones alternativas.
  • La viabilidad económica de sistemas de energía solar espacial depende de muchos factores y del desarrollo de varias tecnologías nuevas (especialmente la disponibilidad de acceso al espacio con un coste reducido). De todas formas, lo mismo puede afirmarse sobre muchas otras tecnologías energéticas avanzadas.
  • La energía solar espacial puede ser una de los opciones series para cubrir la demanda energética del siglo XXI.[18]

Radiación de energía por láser

Ensayos de radiación de energía a gran escala son imprescindibles para el desarrollo de satélites de energía solar. Para algunos científicos de la NASA este área representa uno de los grandes retos para la industrialización del espacio.

En los años 80 investigadores de la NASA trabajaron con la posibilidad de usar láseres para la radiación de energía entre dos puntos del espacio, concentrándose en el desarrollo de láseres basados en energía solar. En 1989 se sugirió que la radiación de energía de la tierra al espacio también sería de utilidad. En 1991 se inició el proyecto SELENE, ‘’SpacE Laser ENErgy’’ (energía láser espacial), que comprendía, entre otras cosas, un estudio de radiación de energía por láser a una base lunar.

En 1988 Grant Logan propuso el uso de un láser colocado en la tierra para proveer de energía a un rotor director para la propulsión espacial, proveyendo una serie de detalles técnicos en 1989. Pero su propuesta fue algo optimista en lo referente a la tecnología (propuso el uso de células solares de diamantes operando a 600 grados para convertir la luz láser ultravioleta, una tecnología que aun no ha podido ser demostrada en un laboratorio, y a una longitud de onda que encontrara problemas para atravesar la atmósfera). Sus ideas fueron adoptadas pero con una tecnología mas cercana a la práctica.

El proyecto SELENE fue un serio esfuerzo investigador durante dos años, pero los costes de implementación eran bastante elevados y el proyecto concluyó de forma oficial en 1993 sin cumplir con la meta de probar la tecnología en el espacio. Sin embargo, la investigación sigue en pie y hay esperanzas de que se desarrolle un ensayo con una aeronave con energía recibida por láser.[19]

Energía en inviernos globales

La energía solar espacial podría ser la única forma de adquirir energía solar directa para complementar los combustibles fósiles o energía nuclear bajo las condiciones mas extremas en caso de un invierno volcánico (o de forma similar de un invierno nuclear). Pudiendo apartar los enormes incrementos de energía necesarios para los cultivos y los requerimientos de calefacción bajo condiciones de glaciación. Los cuales podrían originarse tras un supervolcán riolítico en uno de las pocas docenas de puntos calientes. Uno de ellos en el lago Toba en Indonesia causó hace 75.000 años la glaciación milenaria que duraría 1000 años y acabaría con el 60% de la población global. Erupciones a tal escala podrían ocurrir también en la caldera de Yellowstone, la cual despidió hace 640.000 años (otra ocurrió también hace 2,2 millones de años) 800 veces más materia que la despedida en 1980 en el monte Saint Helens (la erupción de la caldera de Yellowstone fue aun así la tercera parte de la del lago de Toba y la quinta parte de la mayor erupción conocida en la caldera Garita en las montañas San Juan en Colorado).[20]

Inteligencia extraterrestre

El sol es el generador ideal de energía nuclear (fusión) para la Tierra. Utiliza un tipo de nucleosíntesis estelar propia de su tipo espectral (las estrellas del tipo G tiene la característica del sol de ser de color amarillo incluyendo estrellas tales como Capella y Alfa Centauri A). La energía solar espacial puede valerse de diferentes métodos para hacer uso de la energía de la luz del sol, algunos de los cuales aun no son posibles. Casi el 100% de la energía radiada por el sol se “pierde” en direcciones mas allá del corte seccional de la tierra. Quizás sea posible en un futuro lejano aprovechar de alguna forma tan basta fuente de energía que se pierde en el oscuro universo. Se especula con que precisamente este tipo de tecnología podría ayudar en la búsqueda de vida extraterrestre, ya que se supone que una civilización avanzada seria capaz de hacer uso de una proporción importante de esta energía “perdida” por los cuerpos solares. Es muy difícil identificar planetas fuera del sistema solar capaces de albergar vida inteligente, pero identificando estrellas con luz modificada para aplicaciones de energía solar espacial a gran escala por una civilización podria proveer una pista sobre la existencia de vida extraterrestre (véase: la esfera de Dyson).

Véase también

Enlaces Externos

Enlaces Externos(Artículos de la NASA)

Referencias

  1. "Electricidad fotovoltaica para la luna"
  2. "Posibilidades de electricidad fotovoltaica para Marte"
  3. Concentradores refractivos secundarios para la energía solar espacial, sistemas termo-dinámicos de la NASA Centro Glenn de investigación de la NASA
  4. Vista general del desarrollo de energía solar para satélites en el centro de investigación de Glenn James E. Dudenhoefer y Patrick J. George
  5. Declaración de John C. Mankins U.S. House Subcommittee on Space and Aeronautics Committee on Science, 7 Sep, 2000
  6. Beam it Down, Scotty! Marzo, 2001 de Science@NASA
  7. Conceptos y tecnologías para trasporte espacial de alta reutilización
  8. NASA KSC Next Gen Site
  9. principal de transporte espacial de alta reutilización NASA
  10. Estudio sobre la visión del concepto de puerto de naves espaciales de Octubre 2002
  11. op cit: "Energía fotovoltaica para la luna"
  12. National Security Space Office Interim Assessment Phase 0 Architecture Feasibility Study, October 10, 2007
  13. op cit: "Opciones de energía eléctrica fotovoltaica para Marte"
  14. NASA: Tango III : Diseño de un asentamiento espacial
  15. "Origen básico de la energía solar y la influencia atmosférica" 1997 Bartlo, Joseph
  16. op cit: Bartlo, Joseph
  17. Electric Power Research Institute (EPRI) Journal, Abril 2000
  18. Información general sobre el desarrollo de energía solar espacial en el centro de investigación de Glenn James E. Dudenhoefer y Patrick J. George, Centro de de investigación Glenn de la NASA en Cleveland, Ohio
  19. Información general sobre la implicación de Glenn en radiación de energía por láser Centro Glenn de investigación de la NASA
  20. Caldera volcánica