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c) Su incidencia es creciente a lo largo del tiempo y con carácter universal.
c) Su incidencia es creciente a lo largo del tiempo y con carácter universal.


Las armas de fuego son responsables de las lesiones contra las personas en el 2´32% de los casos conocidos en España (1996). De modo general se puede decir que en nuestro país se produce un episodio al día en el que se desencadenan lesiones por arma de fuego. A su vez, tienen una incidencia algo inferior al 10% entre los mecanismos de producción de suicidios.


En este tema nos ocupamos del conjunto de lesiones producidas en el organismo como consecuencia del efecto de los elementos que integran el disparo en las armas de fuego, así como de las cuestiones médico-legales que han de resolverse.


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 22:20 20 ago 2010

Herida por arma de fuego

Una herida por arma de fuego es un tipo de traumatismo causado por agresión con disparo de un arma de fuego, tales como armas ligeras, incluyendo pistolas, subfusiles y ametralladoras. En términos de salud pública, se estima que ocurren más de 500.000 lesiones cada año por el uso de armas de fuego. La Organización Mundial de la Salud estimó en 2001 que esas heridas representaron aproximadamente un cuarto de las 2,3 millones de muertes violentas: 42% de ellas por suicidios, 38% homicidios y 26% relacionados con guerras y otros conflictos armados.[1]

Herida de entrada

El punto donde una bala hace contacto y penetración contusiva crea, por lo general, una herida por bala. Es posible que la bala se fragmente antes de chocar con el cuerpo o bien puede atravesar más de una extremidad en su trayectoria, causando una bala varios orificios.

Orificio de entrada

Corazón de un sujeto masculino de 26 años de edad atravesado por una bala, disparo atribuido a un homicidio.

La forma característica de una herida de bala es ovalada o redondeada. Los orificios causados por disparos de corta distancia o de contacto suelen dejar un orificio de forma estrellada, mientras que los disparos más distantes tornan los orificios de entrada en forma de ojal.[2]​ El grado de elasticidad del tejido que contacta la bala condiciona el tamaño del orificio de entrada, de tal manera que éste puede ser del mismo tamaño, menor o mayor que la bala misma.[3]

Trayecto

La dirección que toma la bala dentro del cuerpo se conoce como trayecto, mientras que el pasaje de la bala fuera del cuerpo se conoce como trayectoria. Diversas desviaciones pueden causar una herida sin orificio de salida, mientras que en muchos casos el trayecto conlleva a un orificio de salida.[2]

Consecuencias

Las características de una herida por arma de fuego a la entrada y a la salida, así como la extensión de la lesión dependen de un gran número de variables, como el tipo de arma usada, el calibre de la bala, la distancia al cuerpo y su trayectoria.[4]​ Las lesiones penetrantes del tórax por proyectil suelen causar fracturas de las costillas con fragmentos óseos que terminan incrustados en el parénquima pulmonar.[5]​ Los disparos a quemarropa tienden a cursar con una mayor tasa bruta de mortalidad.


El estudio de las lesiones por arma de fuego forma parte de uno de los temas clásicos, constantes y fundamentales en todos los tratados de Medicina Legal a lo largo de su historia. Ello obedece a tres cuestiones básicas:


a) Todos los médicos deben conocer sus manifestaciones para su correcta interpretación desde la óptica de la Patología Quirúrgica y de la Patología Forense.


b) Su producción exige siempre la investigación judicial por lo que la participación especializada desde la Medicina Legal es imprescindible para la resolución del caso.


c) Su incidencia es creciente a lo largo del tiempo y con carácter universal.


Las armas de fuego son responsables de las lesiones contra las personas en el 2´32% de los casos conocidos en España (1996). De modo general se puede decir que en nuestro país se produce un episodio al día en el que se desencadenan lesiones por arma de fuego. A su vez, tienen una incidencia algo inferior al 10% entre los mecanismos de producción de suicidios.


En este tema nos ocupamos del conjunto de lesiones producidas en el organismo como consecuencia del efecto de los elementos que integran el disparo en las armas de fuego, así como de las cuestiones médico-legales que han de resolverse.

Referencias

  1. Organización Mundial de la Salud (agosto de 2001). Small arms and global health (artículo completo disponible en inglés). ISBN 92 4 159027 0. Último acceso 28 de enero de 2008.
  2. Peter Rosen, John Marx, Robert S. Hockberger, Ron M. Walls Rosen Medicina de Urgencias (en inglés). Publicado por Elsevier España, 2003; pág 829. ISBN 84-8174-637-1
  3. Vinay Kumar, Abul K. Abbas, Nelson Fausto Robbins & Cotran Patologia humana con CD e acceso a Student Consult: Con CD Acceso a Student Consult (en español). Publicado por Elsevier España, 2005; pág 448. ISBN 84-8174-841-2
  4. Frank H Netter y col. [http://books.google.es/books?id=SA5BRN-zBiUC Colección Netter de ilustraciones médicas. Publicado por Elsevier España, 1987; pág 238. ISBN 84-458-0220-8

Bibliografía

  1. Mahoney, P. F. , Ryan, J., Brooks, A. J., Schwab, C. W. (2004) Ballistic Trauma - A practical guide 2nd ed. Springer:Leonard Cheshire
  2. Krug E. E., ed. World Report on Violence and Health. Geneva: World Health Organization; 2002.