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* José Vázquez Sánchez (n. 1902, Benaguacil, Valencia), fue un farmacéutico integral que destacó tanto en Química Orgánica Farmacéutica como en Botánica (fue profesor ayudante de Antonio Medinaveitia Tabuyo).
* José Vázquez Sánchez (n. 1902, Benaguacil, Valencia), fue un farmacéutico integral que destacó tanto en Química Orgánica Farmacéutica como en Botánica (fue profesor ayudante de Antonio Medinaveitia Tabuyo).
* Juan Medinaveitia Jungerson (n. 1929, Madrid), fue ayudante de su padre y en el exilio se formó en Inglaterra. Tuvo una brillante carrera en la poderosa industria farmacéutica británica. Investigó sobre la hialuronidasa.
* Juan Medinaveitia Jungerson (n. 1929, Madrid), fue ayudante de su padre y en el exilio se formó en Inglaterra. Tuvo una brillante carrera en la poderosa industria farmacéutica británica. Investigó sobre la hialuronidasa.
* Enrique Moles Ormella (n. 1883, Gracia, Barcelona) fue doctor en Farmacia que se dedicó a la Química Inorgánica con excelente formación en Química-Física. Se formó con premio nobel W. Ostwald en Alemania y en Suiza. Fue catedrático de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid y director del Instituto Nacional de Física y Química. Su producción científica fue excelente. Encarcelado al intentar volver a España tras la guerra civil fue condenado a muerte y luego a cadena perpetúa de la que salió en libertad en 1943. Se refugió en la industria farmacéutica (laboratorios IBYS) hasta su muerte donde fue asesor técnico de la sección de química farmacéutica.
* Enrique Moles Ormella (n. 1883, Gracia, Barcelona) fue doctor en Farmacia que se dedicó a la Química Inorgánica. Se formó con premio nobel W. Ostwald en Alemania y en Suiza. Fue catedrático de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid y director del Instituto Nacional de Física y Química (Fundación Rockefeller de Estados Unidos). Su producción científica fue excelente. Encarcelado al intentar volver a España tras la guerra civil fue condenado a muerte y luego a cadena perpetúa de la que salió en libertad en 1943. Se refugió en la industria farmacéutica (laboratorios IBYS) hasta su muerte.


Farmacéuticos dedicados a la Farmacia Galénica:
Farmacéuticos dedicados a la Farmacia Galénica:
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Durante el franquismo la industria farmacéutica tuvo un desarrollo muy importante, aunque fundamentalmente de tipo cuantitativo en parte debido a la falta de control sanitario de los medicamentos. Tanto las grandes empresas farmacéuticas (esta época es la de mayor esplendor de las multinacionales como centros de producción masiva de medicamentos) como las nacionales (originadas en su mayoría por farmacéuticos emprendedores) empleaban a farmacéuticos como responsables de la producción y desarrollo de medicamentos. La oficina de farmacia pasa a convertirse en una pequeño comercio donde prima la venta sobre la asistencia del farmacéutico. Ello ha llegado a evidenciar una desproporción enorme entre la capacitacón y formación científica del farmacéutico y su actividad oficinal (era frecuente escuchar que los farmacéuticos estaban siendo desaprovechados desde un punto de vista profesional). En 1944 hubo una reestructuración de los planes de estudio de Farmacia dando lugar a un plan de seis años (al igual que los licenciados en Medicina). Algunos profesores de Farmacia se jactan de recordar que aquel plan era el más científico que ha tenido nunca la carrera de Farmacia (otros le veían cierta desorientación). Este plan de seis años fue modificado en 1965 a otro de cinco años). Mención especial merece la inclusión de materias como la Microbiología y la Higiene (ya antes de la guerra civil) y el desarrollo de asignaturas como la Química Farmacéutica (diferenciada de la Química Orgánica de los primeros cursos). Ante tal situación de crisis profesional, originada por la dicotomía oficina de Farmacia e Industria Farmacéutica, de la Farmacia los colegios oficiales de farmacéuticos ejercieron y ejercen una presión en conseguir que la oficina de farmacia sea considerada como un elemento clave en la cadena de valor del medicamentos (y efectivamente así es percibido por la sociedad en general). Los años de postguerra y la década de los 50 fueron años de franca crisis de la Farmacia y la Ciencia en general. Sin embargo, la recuperación económica en los años 60 motivo una época de gloria para la industria farmacéutica nacional (política proteccionista del estado) y la internacional por la oportunidad de mercado que España suponía. La política farmacéutica marcada por la Administración Sanitaria del régimen, la influencia de Farmaindustria (la patronal del sector creada en la década de los 50) y los acuerdos con los colegios oficiales de farmacéuticos hicieron que despegara una numerosa industria farmacéutica nacional e internacional con cierta actividad investigadora (destacan varios nombres de directores técnicos y empresarios farmacéuticos como Gallego, Del Pozo, Esteve, Uriach, etc...) muchos de ellos impulsores de la revista ''Industria Farmacéutica'' que pretendía también influir en la política farmacéutica del país. La oficina de farmacia se convertía en una fructífera actividad comercial que alcanzaba en los setenta la la cantidad de 10.410 oficinas de farmacia integradas en una red de colegios oficiales provinviales coordinados por un Consejo General. Hubo una explosión de laboratorios farmacéuticos (incluidas empresas internacionales) que hizo que España fuese el sexto mercado mundial en la década de los setenta. Un factor que influyó, añadido a la influencia de crecimiento planificado y esfuerzo investigador que promulgaba Farmaindustria, fue el sistema de patentes que protegía el proceso pero no el producto por lo que incentivaba el desarrollo de nuevas formas farmacéuticas y diferentes procesos de producción inundando el mercado de especialidades farmacéuticas con el mismo principio activo.
Durante el franquismo la industria farmacéutica tuvo un desarrollo muy importante, aunque fundamentalmente de tipo cuantitativo en parte debido a la falta de control sanitario de los medicamentos. Tanto las grandes empresas farmacéuticas (esta época es la de mayor esplendor de las multinacionales como centros de producción masiva de medicamentos) como las nacionales (originadas en su mayoría por farmacéuticos emprendedores) empleaban a farmacéuticos como responsables de la producción y desarrollo de medicamentos. La oficina de farmacia pasa a convertirse en una pequeño comercio donde prima la venta sobre la asistencia del farmacéutico. Ello ha llegado a evidenciar una desproporción enorme entre la capacitacón y formación científica del farmacéutico y su actividad oficinal (era frecuente escuchar que los farmacéuticos estaban siendo desaprovechados desde un punto de vista profesional). En 1944 hubo una reestructuración de los planes de estudio de Farmacia dando lugar a un plan de seis años (al igual que los licenciados en Medicina). Algunos profesores de Farmacia se jactan de recordar que aquel plan era el más científico que ha tenido nunca la carrera de Farmacia. Ante tal situación de crisis profesional de la Farmacia los colegios oficiales de farmacéuticos ejercieron y ejercen una presión en conseguir que la oficina de farmacia sea considerada como un elemento clave en la cadena de valor del medicamentos (y efectivamente así es percibido por la sociedad en general). Posteriormente, se ha regulado más el carácter asistencial del farmacéutico de oficina de farmacia y hoy en día ha conseguido unos estándares aceptables, en parte por el desarrollo de la Atención Farmacéutica (importada de los Servicios de Farmacia Hospitalaria).


== Disciplinas de la Farmacia ==
== Disciplinas de la Farmacia ==

Revisión del 22:13 31 ago 2009

La Farmacia, (del griego φάρμακον /fármakon/, 'medicamento'), es la ciencia y práctica de la preparación, conservación, presentación y dispensación de medicamentos; también el lugar donde se preparan los productos medicinales y el lugar donde se dispensan, pero al espacio físico es mejor llamarlo oficina de farmacia (antiguamente llamado botica) para distinguir el concepto de ciencia y prática con el concepto de lugar. Esta definición es la más universal y clásica que se solapa con el concepto de Farmacia Galénica (Galeno fue un médico romano del siglo II experto en preparar medicamentos).[1]​ A partir del siglo XX la gran preparadora de medicamentos es la industria farmacéutica y no ya los farmacéuticos a nivel individual (por supuesto los farmacéuticos coordinan e investigan la formulación y preparación de medicamentos en las grandes empresas farmacéuticas). Es decir, si antes todo farmacéutico era galénico por definición actualmente ya no es así. Hoy en día, la farmacia es un área de las ciencias de la salud, que estudia la procedencia, naturaleza, propiedades y técnicas de preparación de medicamentos para su correcto aprovechamiento terapéutico así como el efecto del organismo sobre los medicamentos y el de los medicamentos sobre el organismo (es decir tiene una triple componente, química-biológica-clínica). Recientemente se considera también práctica de la farmacia aconsejar al paciente en lo que se refiere a su medicación y asesorar a los médicos u otros profesionales sobre los medicamentos y su utilización (farmacia clínica y atención farmacéutica).[2]

Los farmacéuticos colaboran con los químicos, los bioquímicos y los farmacólogos para descubrir y desarrollar compuestos químicos (y biológicos) con valor terapéutico. Además, cada vez con más frecuencia se solicita consejo a la comunidad de farmacéuticos en materia de higiene y salud pública.

Cartel de una apotecaria hecho con baldosas

Historia de la Farmacia

Siglo XX

Los farmacéuticos en la primera mitad del siglo XX que enseñaban Farmacia en las facultades solían tener dobles licenciaturas: Farmacia-Ciencias Naturales (botánica), Farmacia-Ciencias Químicas (esta era la más frecuente por el alto contenido de materias comunes) aunque también habían farmacéuticos dedicados a la galénica. Estos farmacéuticos estudiaron con el plan de 1886 (que duró 50 años). La licenciatura constaba de cinco cursos: el preparatorio que se cursaba en una Facultad de Ciencias y se estudiaba Ampliación de Física, Mineralogía y Botánica, Química general y Zoología.

  • Primer curso de Farmacia.- Instrumentos y aparatos de Física aplicados a la Farmacia, Mineralogía Aplicada, y Zoología Aplicada.
  • Segundo Curso de Farmacia.- Botánica descriptiva y determinación de plantas medicinales, Química Inorgánica aplicada a Farmacia.
  • Tercer Curso de Farmacia.- Materia farmacéutica vegetal, y Química Orgánica aplicada a la Farmacia.
  • Cuarto Curso de Farmacia.- Análisis Químico y en particular de los alimentos, medicamentos y venenos, y Farmacia práctica o galénica, Legislación relativa a la Farmacia, y Prácticas de Materia animal, mineral y vegetal.
  • Curso de Doctorado.- Se estudiaba Química biológica con su análisis, e Historia crítica de la Farmacia y Bibliografía farmacéutica.[3]

Era obligatorio realizar prácticas y para el doctorado defender una tesis de investigación.

Los farmacéuticos de 1890 estaban perfectamente informados de todos los acontecimientos que revolucionaron a la ciencia de la Farmacia (el avance de la Química y la aparición de la Medicina Preventiva) con las aportaciones de científicos como Eduardo Jenner (padre de la microbiología e Inmunología que vivió en el siglo XIX), Louis Pasteur (que generalizó los experimentos de Jenner sobre vacunación). Químicos relevantes como Claudio Luis Berthollet (n. 1748, médico que se dedicó a la Química), Lavoisier (ordenó la Química para que pudiera desarrollarse), John Dalton y Juan Jacobo Berzelius (las dos grandes figuras de la Química Moderna) y el avanzado a su época Dimitri Ivanovitch Mendeleieff (autor del sistema periódico natural de los elementos químicos, la tabla periódica que sigue vigente en nuestros días).

En 1890 (el siglo XX comenzó en el siglo XIX en realidad) el farmacéutico avanzado tiene detrás del mostrador, no una rebotica amable y acogedora, capaz de albergar agradables tertulias más o menos científicas, sino un auténtico laboratorio químico-farmacéutico donde puede con toda solvencia preparar nuevos medicamentos. Otros farmacéuticos se salen de la oficina de farmacia para crear laboratorios independientes. Posteriormente será la industria farmacéutica la que prepare los nuevos medicamentos relegando la actividad galénica de los farmacéuticos de Oficina de Farmacia a una importante decadencia durante el siglo XX . La química era fundamentalmente química orgánica aplicada a la Farmacia y la botánica era una farmacognosia y fitoquímica. Tuvo un enorme impulso la Química Biológica por varios farmacéuticos que fueron pioneros en incorporarla y desarrollarla en sus planes de estudios como curso obligatorio de doctorado (antes que los químicos, biólogos e incluso médicos). En la España de la II república la Bioquímica fue protagonizada e impulsada por farmacéuticos y médicos españoles (incluso a nivel mundial).[4]

Médico y Farmacéutico

Farmacéuticos dedicados a la Botánica:

  • Pío Font Quer (n. Lérida, 1988) profesor de Botánica de la Universidad de Barcelona, farmacéutico que fue director del Instituto Botánico en el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, sufrió exilió interior tras la postguerra civil y produjó gran parte de su obra estando encarcelado. Al salir permaneción en España.
  • Jose Cuatrecasas Arrumi (n. 1903, Camprodón, Gerona) con una sólida formación alemana, y que fue profesor de farmacia práctica (farmacia galénica). Realizó una inmensa labor científica en el exilio y antes de la guerra fue director del Jardín Botánico de Madrid. Durante la guerra civil (1936-1939) fue farmacéutico jefe del Hospital de sangre instalado en el casino de Madrid por la república.
  • Alberto Chalmera Tomás que junto con el anterior modernizaron las enseñanzas en la Facultad de Farmacia de Madrid.
  • Alfredo Carabot de Porras, profesor ayudante de materia farmacéutica vegetal (farmacognosia) muy orientado a la fitoquímica que acabó exiliándose a Cuba y Venezuela donde fue profesor de botánica y farmacognosia en la faculta de farmacia de la Universidad de los Andes en Mérida, Venezuela.
  • Joan Solé i Plà (n. 1874 Barcelona) que se exilió a Colombia en 1939 donde fue director del laboratorio de fisiología y profesor de botánica en la Escuela de Farmacia de Barranquilla.

Farmacéuticos dedicados a la Bioquímica y Alimentos:

  • José Giral Pereira (n. 1879, Santiago de Cuba) en 1936 era catedrático de Química Biológica (Bioquímica) en la facultad de Farmacia de Madrid. Una asignatura obligatoria para el doctorado en Farmacia y además optativa para el doctorado en Ciencias Químicas, Ciencias Naturales y Medicina. Tuvo una intensa actividad académica y política junto a Manuel Azaña durante la II república española. Se formó en química orgánica en París. Realizón una fructífera carrera en México.

Farmacéuticos dedicados a la Química:

  • Antonio Madinaveitia Tabuyo, (n. 1890, Madrid), de formación química muy sólida, fue alumno de Richard Willstätter (premio nobel de química 1915) en Zurich y Berlín. Fue catedrático de química orgánica farmacéutica de la facultad de Farmacia de la Universidad de Madrid. Fue director del laboratorio de química de la Residencia de Estudiantes. Se exilió a México donde fundó el Instituto de Química de la UNAM.
  • Francisco Giral González, (n. 1911, Salamanca). Catedrático de química orgánica farmacéutica de la Universidad de Santiago de Compostela en 1936. Era licenciado y doctor en Farmacia y en Química. Formado con Antonio Madinaveitia Tabuyo y por su propio padre José Giral Pereria, se acabó formándose en Alemania bajo la tutela del que fuera premio nobel de química Richard Kuhn. Se exilió a México. Inició la cátedra de química heterocíclica que comenzó a funcionar en la carrera de Química- Farmacia-Biológica (equivalente a Farmacia). Innovó en aspectos académicos como el seminario inter-facultativo de medicamentos reuniéndose los grupos de Química Farmacéutica (Farmacia) con los de Farmacología (Medicina) dando excelentes resultados tanto docentes como de investigación.
  • José Vázquez Sánchez (n. 1902, Benaguacil, Valencia), fue un farmacéutico integral que destacó tanto en Química Orgánica Farmacéutica como en Botánica (fue profesor ayudante de Antonio Medinaveitia Tabuyo).
  • Juan Medinaveitia Jungerson (n. 1929, Madrid), fue ayudante de su padre y en el exilio se formó en Inglaterra. Tuvo una brillante carrera en la poderosa industria farmacéutica británica. Investigó sobre la hialuronidasa.
  • Enrique Moles Ormella (n. 1883, Gracia, Barcelona) fue doctor en Farmacia que se dedicó a la Química Inorgánica. Se formó con premio nobel W. Ostwald en Alemania y en Suiza. Fue catedrático de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid y director del Instituto Nacional de Física y Química (Fundación Rockefeller de Estados Unidos). Su producción científica fue excelente. Encarcelado al intentar volver a España tras la guerra civil fue condenado a muerte y luego a cadena perpetúa de la que salió en libertad en 1943. Se refugió en la industria farmacéutica (laboratorios IBYS) hasta su muerte.

Farmacéuticos dedicados a la Farmacia Galénica:

  • Cesar Pi Suñer Bayo (n. 1905, Rosas, Gerona), estudio Farmacia y se especializó en bioquímica en Alemania. Se exilió a México. Trabajó en laboratorios farmacéuticos en farmacia galénica. No pudo trabajar junto a su padre, Augusto Pi Suñer en el prestigioso Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona debido a la guerra civil.
  • Francisco Carreras Reura (n. 1896, Mahón, Menorca). Fue representante español de la comisión consultiva de opio y otras drogas en la sociedad de naciones de Ginebra. Se exilió a Colombia donde participó en el intento de los farmacéuticos republicanos españoles de controlar el problema de la coca a nivel mundial. En aquel momento era incipiente y luego adquiriría dimensiones catastróficas, aún sin solución.
  • Julio Colón Manrique, fue un alto cargo en la Farmacia Militar republicana. Se exilió a México. Activo colaborador del diccionario UTEHA.
  • Miguel de Garganta Fábrega (n. 1903, Olot, Gerona). Farmacéutico del Hospital Militar de Vallcarca, Barcelona. Se exilió a Colombia.
  • Ricardo Martín Serra, (n. 1907, Figueras, Gerona) fue un farmacéutico militar durante la guerra civil que emigró a República Dominicana donde trabajó en temas de farmacia galénica.
  • Juan Xirau Palau, (n. 10903, Figueras, Gerona), farmacéutico profesor de la Escuela Politécnica de Figueras. Tras el exilio fue a México donde trabajó en laboratorios farmacéuticos como galénico.
  • Antonio Madinaveitia Jungerson, (n. Madrid, 1913). Farmacéutico graduado en Madrid se trasladó a México en 1939 y trabajó como galénico en laboratorios mexicanos y suizos.
  • Jose Garreta Sabadell, farmacéutico catalán acogido como profesor de la Universidad de Panamá.
  • Ceferino Sánchez, creció en Cartagena y le reclamó su padre en el exilio en Pánama. Se formó en la facultad de farmacia de Panamá y se especializó en Estados Unidos en Farmacología. Hizo una gran labor docente e investigadora en la Facultad de Farmacia de Panamá. Es sin duda un caso singular.

Se puede ver que en la primera mitad del siglo XX los farmacéuticos españoles llegaron a alcanzar niveles muy elevados en campos como la Botánica y la Farmacognosia, la Bioquímica y la Nutrición, la Química Orgánica y la Farmacia Galénica. El máximo interés para los farmacéuticos españoles fue sin duda la Química Biológica (Bioquímica) donde fueron líderes en su implantación en los planes de estudio de Farmacia (y más tarde de Ciencias Químicas, Naturales y Medicina). Sin embargo, el golpe de estado militar y la posterior guerra civil española (1936-1939) truncaron con las posibilidades de desarrollo de la Farmacia Española. Muchos de los farmacéuticos exiliados contribuyeron a mejorar el nivel científico farmacéutico de no pocos países latinoamericanos. Los farmacéuticos españoles no se interesaron demasiado, durante la primera mitad del siglo XX, por disciplinas como la Farmacología Experimental, que de hecho era incipiente en aquella época. La farmacología sí que fue una disciplina que tuvo un gran desarrollo junto con la fisiología en las facultades de Medicina. Fue decisivo el impulso que le dio a la misma don Teófilo Hernando Ortega (n. 1881, Torreadrada, Segovia) catedrático de terapéutica de la facultad de Medicina de Madrid y Juan Negrín, fisiólogo de prestigio y personaje político de la II república y la guerra civil. Varios médicos farmacólogos brillantes se tuvieron que exiliar a otros países (Estados Unidos, México pej.) Se considera a Teófilo Hernando el padre de la farmacología clínica española. Se exilió a Francia pero volvió a España para ejercer la medicina clínica aunque nunca volvió a ejercer la docencia. La farmacia española no se recuperaría hasta bien entrada la década de los 1950-60 bien por el exilio exterior o el interior de sus protagonistas.


Durante el franquismo la industria farmacéutica tuvo un desarrollo muy importante, aunque fundamentalmente de tipo cuantitativo en parte debido a la falta de control sanitario de los medicamentos. Tanto las grandes empresas farmacéuticas (esta época es la de mayor esplendor de las multinacionales como centros de producción masiva de medicamentos) como las nacionales (originadas en su mayoría por farmacéuticos emprendedores) empleaban a farmacéuticos como responsables de la producción y desarrollo de medicamentos. La oficina de farmacia pasa a convertirse en una pequeño comercio donde prima la venta sobre la asistencia del farmacéutico. Ello ha llegado a evidenciar una desproporción enorme entre la capacitacón y formación científica del farmacéutico y su actividad oficinal (era frecuente escuchar que los farmacéuticos estaban siendo desaprovechados desde un punto de vista profesional). En 1944 hubo una reestructuración de los planes de estudio de Farmacia dando lugar a un plan de seis años (al igual que los licenciados en Medicina). Algunos profesores de Farmacia se jactan de recordar que aquel plan era el más científico que ha tenido nunca la carrera de Farmacia. Ante tal situación de crisis profesional de la Farmacia los colegios oficiales de farmacéuticos ejercieron y ejercen una presión en conseguir que la oficina de farmacia sea considerada como un elemento clave en la cadena de valor del medicamentos (y efectivamente así es percibido por la sociedad en general). Posteriormente, se ha regulado más el carácter asistencial del farmacéutico de oficina de farmacia y hoy en día ha conseguido unos estándares aceptables, en parte por el desarrollo de la Atención Farmacéutica (importada de los Servicios de Farmacia Hospitalaria).

Disciplinas de la Farmacia

La Farmacia se ha desarrollado a partir de varias ciencias como la Química Orgánica, la Bioquímica, la Fisiología, la Botánica, la Biología Celular y la Biología Molecular. En sus orígenes la práctica médica y la farmacéutica estaban fusionadas. Luego se separaron y divergieron. Actualmente son complementarias, no se entiende una medicina sin farmacia y no tiene sentido una farmacia sin medicina. Así, la Farmacia es, en verdad, una reunión de múltiples disciplinas de la ciencia, y se puede dividir en dos ramas principales: Ciencias Farmacéuticas y Práctica Farmacéutica.

La farmacología y toxicología, en algunos entornos y quizás por razones históricas, se consideran como ciencias separadas de las ciencias farmacéuticas, en cualquier caso actualmente son básicas en la formación de los graduados en Farmacia. Las facultades de Medicina suelen tener también programas de farmacología en la formación de sus graduados. La farmacología clínica es, en algunos países (USA y Holanda son excepciones), una disciplina exclusiva para graduados en Medicina, sin embargo la farmacocinética clínica es una disciplina donde los graduados en Farmacia en algunos casos han contribuido a la misma de forma importante en términos académicos y en su aplicación industrial[6]​y en otros supone una parte de la práctica habitual de la Farmacia Hospitalaria.

En los últimos años también se habla del uso de Terapia génica como otra forma de remedio contra muchas nuevas enfermedades por lo cual también cobra interés entre los farmacéuticos todo lo relacionado con la Biotecnología farmacéutica.

Contenido de los estudios de farmacia en España (directiva europea):

El Real Decreto 1464/1990, de 26 de octubre establece el título universitario oficial de Licenciado en Farmacia y las directrices generales propias de los planes de estudios conducentes a su obtención. Según establece el Real Decreto 1464/1990, las Directrices generales propias de los planes de estudios conducentes a la obtención del título oficial de Licenciado en Farmacia son:

    • Un conocimiento adecuado de los medicamentos y de las sustancias utilizadas para la fabricación de los mismos
    • Un conocimiento adecuado de la tecnología farmacéutica y del control físico, químico, biológico y microbiológico de los medicamentos
    • Un conocimiento adecuado del metabolismo y de los efectos de los medicamentos y de la acción de los tóxicos, así como de la utilización de aquéllos.
    • Un conocimiento adecuado que permita evaluar los datos científicos relativos a los medicamentos para poder proporcionar, sobre esta base, información apropiada
    • Un conocimiento adecuado de las condiciones legales y otras en materia de ejercicio de las actividades farmacéuticas

Asimismo, se proporcionarán los conocimientos de salud pública, educación sanitaria y de los análisis clínicos, y relacionados con la salud pública, necesarios en materia de ejercicio de las actividades farmacéuticas.

Las asignaturas obligatorias del plan de estudios (desde 2000-actualidad) de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid son:[7]

  • Primer curso: Química Orgánica I, Anatomía humana, Química Inorgánica, Bioestadística, Física y Química-Física I, Geología aplicada, Fisiología vegetal e Historia de la Farmacia.
  • Segundo curso: Física y Química-Física II, Fisiología humana, Bioquímica, Botánica aplicada, Química Orgánica II, Técnicas Instrumentales Analíticas, Química Analítica y Química Farmacéutica I.
  • Tercer curso: Química Farmacéutica II, Farmacología I, Microbiología, Fisiopatología humana, Parasitología, Biología molecular y Farmacognosia I.
  • Cuarto curso: Farmacología II, Farmacognosia II, Tecnología Farmacéutica I, Biofarmacia y Farmacocinética, Nutrición y Bromatología y Análisis clínicos.
  • Quinto curso: Farmacia clínica, Gestión farmacéutica, Tecnología Farmacéutica II, Epidemiología clínica, Toxicología, Inmunología, Legislación farmacéutica y Estancias de prácticas tuteladas (Servicios de Farmacia Hospitalaria u Oficinas de Farmacia acreditadas).

Existen asignaturas opcionales para las siguientes especialidades intracurriculares: Asistencial, Industrial, Biotecnológica, Sanidad Ambiental, Analítico-Clínica, y Alimentación y Dietética.

Las asignaturas del plan de estudios desde 1973 hasta 1999, orientación sanitaria, de Farmacia de la Universidad de Valencia eran (muchos farmacéuticos actuales se han formado con este plan):

  • Primer curso: Química General, Citología e Histología, Cálculo y Álgebra lineal, Física General, y Geología.
  • Segundo curso: Química-Física, Botánica, Química Orgánica, Química Inorgánica, y Parasitología.
  • Tercer curso: Bioquímica general, Fisiología humana, Microbiología general, Química Analítica, y Técnicas Analíticas Instrumentales.
  • Cuarto curso: Farmacología, Química Farmacéutica, Tecnología Farmacéutica, Bromatología, Toxicología, y Bioquímica especial y clínica.
  • Quinto curso: Farmacognosia, Biofarmacia y Farmacocinética, Medicina preventiva y social, Legislación e Historia de la Farmacia, Microbiología clínica, y Fisiopatología humana.

Existían otras 3 orientaciones: Bioquímica, Industrial y Ecológica.

Una vez obtenido el título de licenciado en Farmacia (necesario para colegiarse y ejercer la profesión de farmacéutico) existen vías de formación postgraduada como el título de doctorado en cualquiera de las ciencias farmacéuticas o biomédicas que configuran la carrera, así como la formación especializada (a través del sistema MIR-FIR de residencia en centros hospitalarios) en diversas áreas como farmacia hospitalaria, análisis clínicos, radiofarmacia, farmacia galénica e industrial (las dos primeras de cuatro años adicionales y las dos últimas de dos años adicionales de residencia). Así pues, por ejemplo, un farmacéutico de hospital, en España ha cursado 9 años y medio de formación teórico-práctica. A continuación de detallan varias salidas profesionales de los estudios de Farmacia en España: Archivo:Farmacia salidas imagen.jpg

Oficina de farmacia

La oficina de farmacia es el lugar o establecimiento donde un farmacéutico ejerce la farmacia comunitaria, o sea, proporciona servicio sanitario a un paciente ofreciéndole consejo, dispensándole medicamentos fruto de este consejo o por receta del médico y otros productos de parafarmacia como productos de cosmética, alimentos especiales, productos de higiene personal, ortopedia, etc. Popularmente a la oficina de farmacia se le suele llamar simplemente farmacia y tradicionalmente se le llama botica. Una oficina de farmacia puede albergar un laboratorio de análisis clínicos o uno de elaboración de productos medicinales mediante las fórmulas magistrales o preparados oficinales.

Personal de oficina de farmacia

La oficina de farmacia es el lugar donde el farmacéutico desenvuelve su labor profesional. Las oficinas de farmacia pueden ser propiedad de un farmacéutico, o en algunos países propiedad de una cadena de farmacias o empresarios. En cualquier caso, en una oficina de farmacia siempre ha de haber un farmacéutico titulado en todo momento, bien titular o empleado, pero también se encuentra personal auxiliar, que ayudan al farmacéutico en la dispensación y recepción de pedidos. Poco a poco se van introduciendo los técnicos en farmacia.

Estanterías de una oficina de farmacia

El personal cumple las siguientes funciones:

  • Diligenciar y controlar los productos.
  • Facturación e información en establecimientos de farmacia.
  • Dispensar medicamentos y productos de parafarmacia.
  • Informar a los clientes sobre su utilización.
  • Determinar parámetros anatómico-fisiológicos sencillos y fomentar hábitos saludables en los clientes.
  • Elaborar preparados medicamentosos, dietéticos y cosméticos, bajo protocolos establecidos y supervisión del facultativo.
  • Realizar análisis clínicos elementales y normalizados, bajo la supervisión del facultativo.

En Latinoamérica la farmacia no puede existir sin el químico farmacéutico, quien debe preparar medicamentos, controlar y supervisar la dispensación de medicamentos, no siempre atiende público, el que atiende público es un idóneo o técnico en farmacia.

Pero en la actualidad la mayoría de los medicamentos son Especialidades Farmacéuticas , las cuales son preparados masivamente dentro de una industria, aplicándose Tecnología Farmacéutica más sofisticada como tanques, mezcladores y más instalaciones industriales para elaborar enormes lotes de distintas formas farmacéuticas , sin mencionar el uso de sistemas de Control de calidad y nociones de administración que permitan hacer medicamentos en serie de mejor calidad y económicamente viables.

Labor de concienciación sanitaria y medioambiental del farmacéutico

Las farmacias españolas suelen contar con contenedores específicos, denominados Puntos SIGRE, en los que los ciudadanos pueden depositar los envases vacíos y los restos de medicamentos, bien al finalizar un tratamiento o cada vez que se revise el botiquín para retirar aquellos que estén caducados, en mal estado de conservación o ya no se necesiten.

De esta manera, el farmacéutico desempeña una importante labor de asesoramiento con los pacientes en todo lo referente al correcto cierre del ciclo de vida de los medicamentos, aconsejando sobre la adecuada manera de desprenderse de los mismos, sin dañar al medio ambiente y evitando la automedicación incontrolada.

El farmacéutico, mediante su custodia del contenedor, también garantiza que los restos de medicamentos o envases depositados en el Punto SIGRE no puedan ser extraídos ni manipulados, con el consiguiente riesgo que esto entrañaría.

Simbología farmacéutica

La farmacia está representada por muchos símbolos. Los más comunes en Argentina, España y Francia son la Copa de Higía, la cruz griega verde o la cruz pateada, éste último especialmente en los luminosos de las oficinas de farmacia. También existen otros como el mortero y la maza, el carácter de receta, (recipere), medidas cónicas, caduceos, Vara de Esculapio o una A roja gótica y estilizada en el caso de Alemania. La A proviene de Apotheke, vocablo germano de Farmacia.


Servicios de Farmacia Hospitalaria

Los servicios de farmacia hospitalaria, en España, son, por ley, servicios generales clínicos. Sus funciones fueron descritas por la legislación. [8]​ Jerárquicamente suelen depender de la dirección médica del hospital al igual que los servicios de Análisis Clínicos, Microbiología o Medicina Nuclear entre otros. En resumen, son responsables de la adquisición, conservación, dispensación y elaboración de medicamentos así como de la selección y evaluación de medicamentos, la información farmacoterapéutica, las actividades de farmacocinética clínica, de farmacovigilancia, el control de productos en fase de investigación clínica y la realización de estudios de utilización de medicamentos. Son responsables de coordinar las comisiones de farmacia y terapéutica de los hospitales y de elaborar y mantener las guías o formularios farmacoterapéuticos. Es decir, cumplen funciones de gestión, logísticas, y clínicas tanto con fines asistenciales, docentes como de investigación.

Recientemente destaca su involucración en el seguimiento y control de tratamientos farmacológicos tanto de pacientes hospitalizados como ambulatorios (atención farmacéutica), la elaboración y control de preparaciones parenterales (antineoplásicos, antibióticos y nutriciones parenterales) y la automatización de los procesos de dispensación individualizada de los medicamentos a los pacientes ingresados (distribución en dosis unitarias).

Personal de los servicios de farmacia hospitalaria

Para trabajar en los servicios de farmacia hospitalaria, en España y en muchos países europeos, se exige al licenciado en farmacia además un postgrado que es el título de especialista en farmacia hospitalaria. Este título oficial se consigue superando una prueba nacional de selección para elegir hospital y cuatro años de residencia remunerada (es conocido como el FIR, farmacéutico interno residente). Durante los cuatro años de residencia el farmacéutico adquiere todos los conocimientos y habilidades para ejercer la especialidad (es un periodo de formación pero ejerciendo la profesión al igual que los médicos especialistas). En España el sistema MIR-FIR surgió como adaptación del sistema americano de formación de médicos en los años 60-70 y uno de los hospitales pioneros fue el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander. Hoy en día nadie duda de las bondades de dicho sistema de formación por la calidad y excelencia de la misma.

Existen farmacéuticos especialistas en farmacia hospitalaria que además han conseguido diplomas acreditativos de superespecializaciones en Oncología farmacéutica, Farmacocinética Clínica, Farmacoeconomía y Nutrición Parenteral y Enteral (no oficiales en España pero avalados por instituciones académicas norteamericanas y españolas). Además, muchos farmacéuticos especialistas trabajan a tiempo completo en actividades como farmacocinética clínica, atención farmacéutica en distintas especialidades médicas, seguimiento nutricional, información y documentación farmacoterapéutica, farmacovigilancia y farmacoepidemiología, y educación e información a pacientes ambulatorios entre otras.

En un servicio de farmacia de un hospital de nivel terciario de unas 600 camas, típicamente hay unos 5-6 farmacéuticos especialistas y unos 4-8 farmacéuticos residentes. Además, suele haber estudiantes de 5º de farmacia realizando su estancia de prácticas tuteladas. Aparte de técnicos y/o enfermeras y personal auxiliar. En algunos grandes hospitales (más de 1500 camas) el número de farmacéuticos especialistas puede ser entorno a 15.


Véase también

Referencias

  1. A. Le Hir. Farmacia Galénica. Ed Masson. 1995
  2. E T Herindal, DR Gourley and L LLoyd Hart. Clinical Pharmacy and Therapeutics 5ed. Williams and Wilkins. 1992.
  3. Jose Luis Gómez Caamaño. Páginas de Historia de la Farmacia. Sociedad Nestlé AEPA. 1986.
  4. Francisco Giral. Ciencia Española en el exilio (1939-1989). El exilio de los científicos españoles. Ed. Anthropos. 1994.
  5. http://www.sefh.es
  6. JM Plá Delfina, A del Pozo Ojeda. Manual de iniciación a la Biofarmacia (Farmacocinética aplicada). Ed Romargraf. 1974.
  7. http://www.ucm.es/info/farmacia/
  8. Ley 25/1990, de 20 de diciembre, del Medicamento.

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