Diferencia entre revisiones de «Día Internacional de los Trabajadores»

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'''Primero de Mayo''', '''Día de los Trabajadores''' es la fiesta, por antonomasia, del Movimiento Obrero Mundial. Desde su establecimiento en todos los países por acuerdo del [[Congreso Obrero Socialista]] celebrado en [[París]] en [[1889]] es una jornada de lucha revindicativa y de homenaje a los '''[[Martires de Chicago]]''' que fueron ajusticiados por su participación en las jornadas de lucha por consecución de la jornada laboral de ocho horas que culminaron el la huelga del 1º de mayo de [[1886]] en los [[Estados Unidos de América]], hecho que fue el origen de dicha celebración.
'''Primero de Mayo''', '''Día de los Trabajadores''' es la fiesta, por antonomasia, del Movimiento Obrero Mundial. Desde su establecimiento en todos los países por acuerdo del [[Congreso Obrero Socialista]] celebrado en [[París]] en [[1889]] es una jornada de lucha revindicativa y de homenaje a los '''[[Martires de Chicago]]''' que fueron ajusticiados por su participación en las jornadas de lucha por consecución de la jornada laboral de ocho horas que culminaron el la huelga del 1º de mayo de [[1886]] en los [[Estados Unidos de América]], hecho que fue el origen de dicha celebración.

[[Image:1 mayo 1.jpg|right|thumb|300px|Manifestación del Primero de Mayo en París (año 2000).]]
[[Image:1 mayo 1.jpg|right|thumb|300px|Manifestación del Primero de Mayo en París (año 2000).]]


Curiosamente en los Estadoe Unidos de América no se celebra esta conmemoración. Allí celebran la “Fiesta de los que trabajan” el primer lunes de septiembre que se viene celebrando desde 1882 a propuesta del dirigente Peter J. Mac Guire de la Central Labor Union. Esta celebración ha sido apoyada e impulsada por los patrones y gobierno para eclipsar sentido real del 1º de mayo.



==La lucha por la jornada laboral de 8 horas==
==La historia==

===Indroducción===


A fines del siglo XIX [[Chicago]] era la segunda ciudad de [[EE.UU.]] Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo [[XIX]].
A fines del siglo XIX [[Chicago]] era la segunda ciudad de [[EE.UU.]] Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo [[XIX]].

===La revindicación de la jornada laboral de 8 horas===


En [[1829]] se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de [[Nueva York]] la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, ''salvo caso de necesidad''. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 [[dólar]]es.
En [[1829]] se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de [[Nueva York]] la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, ''salvo caso de necesidad''. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 [[dólar]]es.


La mayoría de los obreros estaban afiliados a la ''[[Noble Orden de los Caballeros del Trabajo]]'', pero tenía más preponderancia la ''American Federation of Labor'' ([[Federacion Estadounidense del Trabajo]]), de origen [[Anarquismo|anarquista]]. En su cuarto congreso, realizado el [[17 de octubre]] de [[1884]], había resuelto que desde el [[1 de mayo]] de [[1886]] la duracion legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener respuesta a este reclamo, se iría a una [[huelga]]. Recomendaba a todas las uniones sindicales a tratar de hacer promulgar leyes con ese contenido en todas sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de todas las organizaciones, que veían que la jornada de ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de puestos de trabajo (menos desocupación). Esos dos años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acrecentó la combatibilidad de los trabajadores en general.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la ''[[Noble Orden de los Caballeros del Trabajo]]'', pero tenía más preponderancia la ''American Federation of Labor'' ([[Federacion Estadounidense del Trabajo]]), de origen [[Anarquismo|anarquista]]. En su cuarto congreso, realizado el [[17 de octubre]] de [[1884]], había resuelto que desde el [[1 de mayo]] de [[1886]] la duracion legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener respuesta a este reclamo, se iría a una [[huelga]]. Recomendaba a todas las uniones sindicales a tratar de hacer promulgar leyes con ese contenido en todas sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de todas las organizaciones, que veían que la jornada de ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de puestos de trabajo (menos desocupación). Esos dos años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acrecentó la combatibilidad de los trabajadores en general.

[[Image:1 mayo 2.jpg|right|thumb|300px|Manifestación del Primero de Mayo en París (año 2000).]]
[[Image:1 mayo 2.jpg|right|thumb|300px|Manifestación del Primero de Mayo en París (año 2000).]]



En 1886, el presidente de Estados Unidos [[Andrew Johnson]] promulgó la llamada ''Ley Ingersoll'', estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, 19 estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre 14 y 18 horas). Las condiciones de trabajo eran similares, y las condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.
En 1886, el presidente de Estados Unidos [[Andrew Johnson]] promulgó la llamada ''Ley Ingersoll'', estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, 19 estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre 14 y 18 horas). Las condiciones de trabajo eran similares, y las condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.

Los obreros debían levantarse a las cuatro de la madrugada, y regresaban después de las ocho de la noche, e incluso mas tarde, de manera que jamás veían a sus mujeres e hijos a la luz del día. Unos se acostaban en corredores y otros en chozas donde se hacinaban tres o cuatro familias. Muchos no tenían alojamiento y se les veía juntar restos de comida en los desperdicios.


Como la Ley Ingersoll no se cumplió las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como «''indignante e irrespetuoso''», «''delirio de lunáticos poco patriotas''», y manifestando que era «''lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo''».
Como la Ley Ingersoll no se cumplió las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como «''indignante e irrespetuoso''», «''delirio de lunáticos poco patriotas''», y manifestando que era «''lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo''».

===La convocatoria de huelga===


La Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (la principal organización de trabajadores en EE.UU.) remitió una circular a todas las organizaciones adheridas donde manifestaba: «''Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que no hemos dado ninguna orden al respecto''». Este comunicado fue rechazado de plano por todos los trabajadores de EE.UU. y [[Canadá]], quienes repudiaron a los dirigentes de la Noble Orden por traidores al movimiento obrero.
La Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (la principal organización de trabajadores en EE.UU.) remitió una circular a todas las organizaciones adheridas donde manifestaba: «''Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que no hemos dado ninguna orden al respecto''». Este comunicado fue rechazado de plano por todos los trabajadores de EE.UU. y [[Canadá]], quienes repudiaron a los dirigentes de la Noble Orden por traidores al movimiento obrero.
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El [[29 de abril]] de 1886 (un día antes de la huelga) la prensa decía: «''Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más locos anarco-socialistas''». El New York Times decía: «''Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo''». El Filadelfia Telegram decía: «''El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos en iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas''». El Indianápolis Journal decía: «''Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento''».
El [[29 de abril]] de 1886 (un día antes de la huelga) la prensa decía: «''Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más locos anarco-socialistas''». El New York Times decía: «''Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo''». El Filadelfia Telegram decía: «''El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos en iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas''». El Indianápolis Journal decía: «''Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento''».


===El día 1 de mayo, la huelga===
El 1° de mayo de 1886 200.000 trabajadores iniciaron la huelga, mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro. En Chicago los obreros habían consiguido un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket.

El 1° de mayo de 1886 200.000 trabajadores iniciaron la huelga, mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.

En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La unica fabrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estab en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. La producción se mantenia a base de [[esquirol|esquiroles]. El día 2 la polícia había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente sus puertas, cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los ''scabs'' (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos.

El redactor del ''Arbeiter Zeitung'' Fischer corrio a su periodico donde proclama (que luego se utilizaria como principal prueba acusaoria en el juicio que le llevo a la horca) imprimiendo 25.000 [[octavilla|octavillas]]. La prclama decía:

''Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!

''¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.

''Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.

''Es la necesidad lo que nos hace gritar: “¡A las armas!”.

''Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...

''¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

''¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!”.

La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el cuatro, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se consiguio un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket.


A las 21.30 el alcalde, quien estuvo presente en el acto para garantizar la seguridad de los obreros, dio por terminado el acto. Pero el mismo siguió con gran parte de la concurrencia (más de 20.000 personas). El inspector de la policía John Bonfield consideró que habiendo terminado el acto no debía permitir que los obreros siguieran en ese lugar, y junto a 180 policías uniformados avanzó hacia el parque y empezó a reprimirlos. De repente estalló entre los policías un artefacto explosivo que mató a un oficial de nombre Degan y produjo heridas en otros. La policía abrió fuego sobre la multitud, matando e hiriendo a un número desconocido de obreros. Se declaró el estado de sitio y el toque de queda, y en los días siguientes se detuvo a centenares de obreros, los cuales fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía. Se realizaron cantidad de allanamientos y se fabricaron descubrimientos de arsenales de armas, municiones, escondites secretos y hasta «un molde para fabricar torpedos navales».
A las 21.30 el alcalde, quien estuvo presente en el acto para garantizar la seguridad de los obreros, dio por terminado el acto. Pero el mismo siguió con gran parte de la concurrencia (más de 20.000 personas). El inspector de la policía John Bonfield consideró que habiendo terminado el acto no debía permitir que los obreros siguieran en ese lugar, y junto a 180 policías uniformados avanzó hacia el parque y empezó a reprimirlos. De repente estalló entre los policías un artefacto explosivo que mató a un oficial de nombre Degan y produjo heridas en otros. La policía abrió fuego sobre la multitud, matando e hiriendo a un número desconocido de obreros. Se declaró el estado de sitio y el toque de queda, y en los días siguientes se detuvo a centenares de obreros, los cuales fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía. Se realizaron cantidad de allanamientos y se fabricaron descubrimientos de arsenales de armas, municiones, escondites secretos y hasta «un molde para fabricar torpedos navales».


===La caza de brujas===


La prensa en general se plegó a esta caza de brujas: «''Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos [[comunismo|comunistas]], monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de [[Europa]] que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!''».
La prensa en general se plegó a esta caza de brujas: «''Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos [[comunismo|comunistas]], monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de [[Europa]] que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!''».
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[[Image:1 mayo 3.jpg|right|thumb|300px|Manifestación del Primero de Mayo en [[Eibar]], [[Guipúzcoa]] [[País Vasco]] ([[España]]) (año 1978).]]
[[Image:1 mayo 3.jpg|right|thumb|300px|Manifestación del Primero de Mayo en [[Eibar]], [[Guipúzcoa]] [[País Vasco]] ([[España]]) (año 1978).]]


La Prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la [[Corte Suprema]], y responsabilizando a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero. Se continuó con la detención de cientos de trabajadores en calidad de sospechosos.<br />El [[21 de junio]] de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, siendo luego reducido el número a 8. El juicio fue una farsa del principio al fin, violándose todas las normas procesales de forma y de fondo, mientras la prensa la apoyaba publicando sensacionalísticamente que todos los acusados había que ahorcar a los extranjeros. A pesar de no haberse probado nada en su contra, los ocho de Chicago fueron declarados culpables, acusados de ser enemigos de la sociedad y el orden establecido. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.
La Prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la [[Corte Suprema]], y responsabilizando a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero. Se continuó con la detención de cientos de trabajadores en calidad de sospechosos.
===El juicio===
El [[21 de junio]] de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, siendo luego reducido el número a 8. El juicio fue una farsa del principio al fin, violándose todas las normas procesales de forma y de fondo, mientras la prensa la apoyaba publicando sensacionalísticamente que todos los acusados había que ahorcar a los extranjeros. A pesar de no haberse probado nada en su contra, los ocho de Chicago fueron declarados culpables, acusados de ser enemigos de la sociedad y el orden establecido. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.


*'''Samuel Fielden''' ([[Inglaterra|inglés]], 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua).
*'''Samuel Fielden''' ([[Inglaterra|inglés]], 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua).

Revisión del 22:28 28 ene 2006

Primero de Mayo, Día de los Trabajadores es la fiesta, por antonomasia, del Movimiento Obrero Mundial. Desde su establecimiento en todos los países por acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado en París en 1889 es una jornada de lucha revindicativa y de homenaje a los Martires de Chicago que fueron ajusticiados por su participación en las jornadas de lucha por consecución de la jornada laboral de ocho horas que culminaron el la huelga del 1º de mayo de 1886 en los Estados Unidos de América, hecho que fue el origen de dicha celebración.

Manifestación del Primero de Mayo en París (año 2000).

Curiosamente en los Estadoe Unidos de América no se celebra esta conmemoración. Allí celebran la “Fiesta de los que trabajan” el primer lunes de septiembre que se viene celebrando desde 1882 a propuesta del dirigente Peter J. Mac Guire de la Central Labor Union. Esta celebración ha sido apoyada e impulsada por los patrones y gobierno para eclipsar sentido real del 1º de mayo.


La historia

Indroducción

A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad de EE.UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.

La revindicación de la jornada laboral de 8 horas

En 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.

La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federacion Estadounidense del Trabajo), de origen anarquista. En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duracion legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener respuesta a este reclamo, se iría a una huelga. Recomendaba a todas las uniones sindicales a tratar de hacer promulgar leyes con ese contenido en todas sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de todas las organizaciones, que veían que la jornada de ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de puestos de trabajo (menos desocupación). Esos dos años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acrecentó la combatibilidad de los trabajadores en general.

Manifestación del Primero de Mayo en París (año 2000).

En 1886, el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, 19 estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre 14 y 18 horas). Las condiciones de trabajo eran similares, y las condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.

Como la Ley Ingersoll no se cumplió las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».

La convocatoria de huelga

La Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (la principal organización de trabajadores en EE.UU.) remitió una circular a todas las organizaciones adheridas donde manifestaba: «Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que no hemos dado ninguna orden al respecto». Este comunicado fue rechazado de plano por todos los trabajadores de EE.UU. y Canadá, quienes repudiaron a los dirigentes de la Noble Orden por traidores al movimiento obrero.

El 29 de abril de 1886 (un día antes de la huelga) la prensa decía: «Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más locos anarco-socialistas». El New York Times decía: «Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo». El Filadelfia Telegram decía: «El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos en iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas». El Indianápolis Journal decía: «Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento».

El día 1 de mayo, la huelga

El 1° de mayo de 1886 200.000 trabajadores iniciaron la huelga, mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.

En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La unica fabrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estab en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. La producción se mantenia a base de [[esquirol|esquiroles]. El día 2 la polícia había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente sus puertas, cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos.

El redactor del Arbeiter Zeitung Fischer corrio a su periodico donde proclama (que luego se utilizaria como principal prueba acusaoria en el juicio que le llevo a la horca) imprimiendo 25.000 octavillas. La prclama decía:

Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!

¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.

Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.

Es la necesidad lo que nos hace gritar: “¡A las armas!”.

Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...

¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!”.

La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el cuatro, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se consiguio un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket.

A las 21.30 el alcalde, quien estuvo presente en el acto para garantizar la seguridad de los obreros, dio por terminado el acto. Pero el mismo siguió con gran parte de la concurrencia (más de 20.000 personas). El inspector de la policía John Bonfield consideró que habiendo terminado el acto no debía permitir que los obreros siguieran en ese lugar, y junto a 180 policías uniformados avanzó hacia el parque y empezó a reprimirlos. De repente estalló entre los policías un artefacto explosivo que mató a un oficial de nombre Degan y produjo heridas en otros. La policía abrió fuego sobre la multitud, matando e hiriendo a un número desconocido de obreros. Se declaró el estado de sitio y el toque de queda, y en los días siguientes se detuvo a centenares de obreros, los cuales fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía. Se realizaron cantidad de allanamientos y se fabricaron descubrimientos de arsenales de armas, municiones, escondites secretos y hasta «un molde para fabricar torpedos navales».


La caza de brujas

La prensa en general se plegó a esta caza de brujas: «Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos comunistas, monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de Europa que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!».

Manifestación del Primero de Mayo en Eibar, Guipúzcoa País Vasco (España) (año 1978).

La Prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la Corte Suprema, y responsabilizando a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero. Se continuó con la detención de cientos de trabajadores en calidad de sospechosos.

El juicio

El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, siendo luego reducido el número a 8. El juicio fue una farsa del principio al fin, violándose todas las normas procesales de forma y de fondo, mientras la prensa la apoyaba publicando sensacionalísticamente que todos los acusados había que ahorcar a los extranjeros. A pesar de no haberse probado nada en su contra, los ocho de Chicago fueron declarados culpables, acusados de ser enemigos de la sociedad y el orden establecido. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.

  • Samuel Fielden (inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua).
  • Oscar Neebe (estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados).
  • Michael Swabb (alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua): «Hablaré poco, y seguramente no despegaría los labios si mi silencio no pudiera interpretarse como un cobarde asentimiento a la comedia que se acaba de desarrollar. Lo que aquí se ha procesado es la anarquía, y la anarquía es una doctrina hostil opuesta a la fuerza bruta, al sistema de producción criminal y a la distribución injusta de la riqueza. Ustedes y sólo ustedes son los agitadores y los conspiradores».

El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de:

  • Georg Engel (alemán, 50 años, tipógrafo).
  • Adolf Fischer (alemán, 30 años, periodista): «Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno... pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida».
  • Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parsons aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente): "El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme".
  • Hessois Auguste Spies (alemán, 31 años, periodista): "Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia".
  • Louis Linng (alemán, 22 años, carpintero) para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda: «No, no es por un crimen por lo que nos condenan a muerte, es por lo que aquí se ha dicho en todos los tonos: nos condenan a muerte por la anarquía, y puesto que se nos condena por nuestros principios, yo grito bien fuerte: ¡soy anarquista! Los desprecio, desprecio su orden, sus leyes, su fuerza, su autoridad. ¡Ahórquenme!».

Relato de la ejecución por José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires): «...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable...».

El Crimen de Chicago costó la vida de muchos trabajadores y dirigentes sindicales; no existe un número exacto, pero fueron miles los despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados. La mayoría eran inmigrantes: italianos, españoles, alemanes, rusos, irlandeses, judíos, polacos y eslavos.

A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros. El éxito fue tal, que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras: «Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical».

Cuarenta años después, serían condenados otros dos inmigrantes: los italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, a quienes se les llamó los Mártires de Boston.

En 1954 el papa católico Pío XII apoyó tácitamente esta jornada de memoria colectiva al declararla como festividad de San José Obrero.

A lo largo del siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social. En la última década del siglo esos progresos retrocedieron bajo la influjo del neoliberalismo.

En la actualidad, todos los países democráticos rememoran el 1º de mayo como el origen de movimiento obrero moderno. Estados Unidos es el único país importante del mundo que no lo recuerda: a día de hoy no hay ninguna placa ni monumento que recuerde a los trabajadores en el parque Haymarket Square de Chicago. Sino todo lo contrario, hay un monumento que recuerda a los policías que reprimieron a los trabajadores aquel día.


Fuentes

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