Diferencia entre revisiones de «Hombre Caimán»

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Saúl disfrutó de algún tiempo de su ingenio, pero en una ocasión, el amigo que le echaba la pócima que lo volvía humano no pudo acompañarlo, y en su lugar fue otro que se asustó al ver el caimán y, creyendo que era uno verdadero, del susto dejó caer la botella blanca con el preciado líquido. Antes de derramarse completamente, algunas gotas del líquido salpicaron la cabeza de Saúl, quedándole el resto del cuerpo de caimán. Desde entonces se convirtió en el terror de las mujeres, que no volvieron a bañarse en el río.
Saúl disfrutó de algún tiempo de su ingenio, pero en una ocasión, el amigo que le echaba la pócima que lo volvía humano no pudo acompañarlo, y en su lugar fue otro que se asustó al ver el caimán y, creyendo que era uno verdadero, del susto dejó caer la botella blanca con el preciado líquido. Antes de derramarse completamente, algunas gotas del líquido salpicaron la cabeza de Saúl, quedándole el resto del cuerpo de caimán. Desde entonces se convirtió en el terror de las mujeres, que no volvieron a bañarse en el río.


La única persona que se atrevió a acercársele después fue su madre, quien todas las noches lo visitaba en el río para consolarlo y llevarle su comida favorita: queso, yuca y pan pasados con ron. Tras la muerte de su madre, quien había muerto de tristeza pues no había podido conseguir al brujo que había elaborado las pócimas ya que había muerto, el hombre caimán, solo y sin nadie que lo cuidara, decidió dejarse arrastrar hasta el mar por el río hasta [[Bocas de Ceniza]], como se conoce la desembocadura del [[río Magdalena]] en el [[Mar Caribe]] a la altura de [[Barranquilla]]. Desde entonces los pescadores del Bajo Magdalena, desde Plato hasta Bocas de Ceniza, estuvieron pendientes para pescarlo en el río o cazarlo en los pantanos de las riberas.=]<ref>{{cita web |url= http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/R/rdcaiman/rdcaiman.asp|título= El "man" que se va para Barranquilla|fechaacceso= 14-07-2008|añoacceso= |autor= El Heraldo. Mauricio Marín|último= |primero= |enlaceautor= |coautores= |fecha= |año= |mes= |formato= |obra = |editorial= |páginas= |idioma= |doi= |urlarchivo= |fechaarchivo= |cita= }}</ref><ref>{{cita web |url= http://www.colegiosvirtuales.com/home/herramientas/foros/foros/mi_pais/mitos-y-leyendas-de-colombia?noCache=894,1173201431|título=Mitos y leyendas de Colombia. El Hombre Caimán. |fechaacceso= 14-07-2008|añoacceso= |autor= ColegiosVirtuales.com|último= |primero= |enlaceautor= |coautores= |fecha= |año= |mes= |formato= |obra = |editorial= |páginas= |idioma= |doi= |urlarchivo= |fechaarchivo= |cita= }}</ref>
La única persona que se atrevió a acercársele después fue su madre, quien todas las noches lo visitaba en el río para consolarlo y llevarle su comida favorita: queso, yuca y pan pasados con ron. Tras la muerte de su madre, quien había muerto de tristeza pues no había podido conseguir al brujo que había elaborado las pócimas ya que había muerto, el hombre caimán, solo y sin nadie que lo cuidara, decidió dejarse arrastrar hasta el mar por el río hasta [[Bocas de Ceniza]], como se conoce la desembocadura del [[río Magdalena]] en el [[Mar Caribe]] a la altura de [[Barranquilla]]. Desde entonces los pescadores del Bajo Magdalena, desde Plato hasta Bocas de Ceniza, estuvieron pendientes para pescarlo en el río o cazarlo en los pantanos de las riberas.<ref>{{cita web |url= http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/R/rdcaiman/rdcaiman.asp|título= El "man" que se va para Barranquilla|fechaacceso= 14-07-2008|añoacceso= |autor= El Heraldo. Mauricio Marín|último= |primero= |enlaceautor= |coautores= |fecha= |año= |mes= |formato= |obra = |editorial= |páginas= |idioma= |doi= |urlarchivo= |fechaarchivo= |cita= }}</ref><ref>{{cita web |url= http://www.colegiosvirtuales.com/home/herramientas/foros/foros/mi_pais/mitos-y-leyendas-de-colombia?noCache=894,1173201431|título=Mitos y leyendas de Colombia. El Hombre Caimán. |fechaacceso= 14-07-2008|añoacceso= |autor= ColegiosVirtuales.com|último= |primero= |enlaceautor= |coautores= |fecha= |año= |mes= |formato= |obra = |editorial= |páginas= |idioma= |doi= |urlarchivo= |fechaarchivo= |cita= }}</ref>


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 16:03 3 jul 2010

El Hombre Caimán es una leyenda de la Costa Caribe colombiana, más exactamente de la población ribereña de Plato, Magdalena, la cual relata la historia de un hombre cuya pasión por espiar mujeres desnudas lo condenó a convertirse en un ser con cuerpo de caimán y cabeza humana.[1]

En Plato se celebra anualmente el Festival del Hombre Caimán. También existen una plaza y un monumento en su honor, que son patrimonio cultural de la ciudad. La leyenda del Hombre Caimán quedó inmortalizada en la canción del barranquillero José María Peñaranda, "Se va el caimán".

Leyenda

La leyenda cuenta que hace mucho tiempo existió un pescador llamado Saúl Montenegro, muy mujeriego, quien tenía por afición espiar a las mujeres plateñas que se bañaban en las aguas del río Magdalena. Previendo que podía ser descubierto entre los arbustos, se desplazó a la Alta Guajira para que un brujo le preparara una pócima que lo convirtiera en caimán (animal habitual de la región), para así no despertar sospechas entre las bañantes y poderlas admirar a placer. Al cabo de su observación, otra pócima debía retornarlo a su estado humano. El brujo le preparó las dos pócimas, una roja que lo convertía en animal, y otra blanca que lo volvía hombre de nuevo.

Saúl disfrutó de algún tiempo de su ingenio, pero en una ocasión, el amigo que le echaba la pócima que lo volvía humano no pudo acompañarlo, y en su lugar fue otro que se asustó al ver el caimán y, creyendo que era uno verdadero, del susto dejó caer la botella blanca con el preciado líquido. Antes de derramarse completamente, algunas gotas del líquido salpicaron la cabeza de Saúl, quedándole el resto del cuerpo de caimán. Desde entonces se convirtió en el terror de las mujeres, que no volvieron a bañarse en el río.

La única persona que se atrevió a acercársele después fue su madre, quien todas las noches lo visitaba en el río para consolarlo y llevarle su comida favorita: queso, yuca y pan pasados con ron. Tras la muerte de su madre, quien había muerto de tristeza pues no había podido conseguir al brujo que había elaborado las pócimas ya que había muerto, el hombre caimán, solo y sin nadie que lo cuidara, decidió dejarse arrastrar hasta el mar por el río hasta Bocas de Ceniza, como se conoce la desembocadura del río Magdalena en el Mar Caribe a la altura de Barranquilla. Desde entonces los pescadores del Bajo Magdalena, desde Plato hasta Bocas de Ceniza, estuvieron pendientes para pescarlo en el río o cazarlo en los pantanos de las riberas.[2][3]

Véase también

Referencias

  1. HERRERA DE LEÓN, César A. (18 de febrero de 1999). César Herrera de León, ed. Plato, sus leyendas y relatos (1 edición). pp. 15-39. ISBN No tiene |isbn= incorrecto (ayuda). 
  2. El Heraldo. Mauricio Marín. «El "man" que se va para Barranquilla». Consultado el 14 de julio de 2008. 
  3. ColegiosVirtuales.com. «Mitos y leyendas de Colombia. El Hombre Caimán.». Consultado el 14 de julio de 2008.