Diferencia entre revisiones de «Liturgia (Antigua Grecia)»

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[[Archivo:EPMA-13262-AM66(1941)218-219-Halai honorific decree-2.JPG|thumb|Decreto honorífico del [[demo (Grecia)|demo]] de Aixone conmemorando a los dos [[coregía|coregos]], Auteas y Filoxénides, [[312 a. C.|312]]-[[313 a. C.|313 a. C.]], [[Museo epigráfico de Atenas]].]]

La '''liturgia''', del [[griego antiguo]] λειτουργία, leitourgía, de λαός / laós, «el pueblo» y de la raíz ἐργο ergo, «hacer, cumplir»,<ref>{Pierre Chantraine, ''Dictionnaire étymologique de la langue grecque'', Klincksieck, París, 1999, ISBN 2-252-03277-4 en el artículo λαός.)</ref> era en la [[Antigua Grecia]] un servicio público por el que la [[polis]] obligaba a los ciudadanos o [[meteco]]s más ricos a cumplirlo, con mejor o peor voluntad; financiaban y gestionaban la ciudad con su fortuna personal: así el cargo de [[gimnasiarquía|gimnasiarca]] (intendente del [[gimnasio]]), de [[coregía|corego]] (pago a los miembros del [[coro (teatro)|coro]] del [[Teatro de la Grecia Antigua|teatro]]) o del [[trierarca]] (construcción y mantenimiento de un [[trirreme]]). Había dos clases litúrgicas oficiales: «los Mil Doscientos» y el grupo restringido de «los Trescientos». El [[arconte|arconte epónimo]] designaba entre ellos al que sería obligado a una liturgia.

Una liturgia representaba una carga financiera importante. Por esta razón, era frecuente que los ricos intentaron escapar de ella. La ''antidosis'' (en [[griego antiguo]] ἁντιδοσις, «intercambio») era uno de los medios. El ''liturgo'', fríamente tenía la posibilidad de denunciar a otro ciudadano que juzgara más rico que él. Este último tenía la opción de aceptar la liturgia, o poner en marcha un proceso. Al término de este último, el perdedor debía o bien asumir la liturgia, o bien aceptar un intercambio de fortunas.

[[Demóstenes]] describe una antidosis en el ''Contra Fenipo'', y el célebre discurso ''Sobre el intercambio'' de [[Isócrates]] fue compuesto con ocasión de uno de estos asuntos.

La liturgia encuentra su legitimidad en la idea de que «la riqueza personal no se poseía más que por delegación de la ciudad».<ref>Michel Austin, [[Pierre Vidal-Naquet]], ''Économies et sociétés en Grèce ancienne'', Armand Colin, 2007, p. 347</ref> Véase a [[Sócrates]] con el rico [[Critobulo]] en el ''[[Económico (Jenofonte)|Económico]]'' de [[Jenofonte]]:
{{cita|Además, veo que la ciduad te ha impuesto ya grandes contribuciones: el mantenimiento de un caballo, la coregía, la gimnasiarquía y la aceptación de presidencias: en caso de declarase una guerra estoy seguro de que te impondrían los gastos de una trierarquía y unos gravámenes tan grandes que no podrías soportarlos fácilmente. Y en caso de que parezca que has quedado pro debajo de las espectativas de los atenienses no te impondrían un castigo menor que si te huberian sorprendido robándoles su dinero|Jenofonte, ''op. cit.'' ii.6}}

El sistema litúrgico se remonta a los primeros tiempos de la [[democracia ateniense]], y cayó progresivamente en desuso a finales del [[siglo IV a. C.|&nbsp;a.&nbsp;C.]]<ref name="C148">{{harvsp|id=CHR|Christ|1990|p=148}}</ref> y en la [[época heleniística]] frente al desarrollo del [[evergetismo]].

== Principio y tipología ==

La liturgia era uno de los modos de financiación privilegiaado de la ciudad griega, en la medida que permitía hacer correponder a cadas gasto público un ingreso fácilmente accessible. Esta flexibilidad hacía que fuera especialmente adecuado para la imprevisión presupuestaria de la época. Así se explica el caracter extendido de su uso, hasta en las ciudadees no democráticas, como por ejemplo [[Rodas (ciudad)|Rodas]]. Sin embargo, no está constadada ninuna uniformidad estricta en las modalidades específicas de estas liturgias, tanto en el espacio geográfico (de una ciudad a otra) como en el hilo del tiempo (según las épocas y las circunstancias más o menos difíciles a las que se enfrentaban las ciudades griegas).<ref name="BAS341342">{{harvsp|id=BAS|Baslez (dir.)|2007|p=341-342}}</ref>

[[Archivo:Peplos scene BM EastV cropped.JPG|thumb|left|upright=1.1|La arreforía, una de las liturgias civiles (bloque V del [[friso]] este del [[Partenón]]).]]

No obstante, se pueden clasificar las liturgias en dos grandes categorías.<ref name="D33">{{harvsp|id=DAV|Davies|1967|p=33}}</ref> Las ''liturgias civiles'' o ''[[agón|agonísticas]]'' (relacionadas con los concursos deportivos y relgiosos) eran principalmente la [[gimnasiarquía]] (griego antiguo γυμνασιαρχία), es decir, la gestión y financiación del [[gimnasio]], y la [[coregía]] (χορηγία), el entrenamiento de los miembros del [[coro (teatro)|coro]] en el [[teatro de la Antigua Grecia|teatro]] para los concursos [[tragedia griega|trágicos]], [[comedia griega|cómicos]] o [[ditirambo|ditirámbicos]]. Existieron otras muchas liturgias menores, como la ''hestiasis'' (ἑστίασις) que consistía en financiar el [[simposio (Grecia)|banquete]] público de la [[tribu (Antigua Grecia)|tribu]] a la que se pertenecía;<ref>Demóstenes XX = ''Contra Leptines'' 21 y [[escolio]] de Patmos; Demóstenes XXI = ''Contra Midias'' 156 y Ateneos, V, 185c</ref> la arquiteoría (ἀρχιθεωρία), que se trataba de conducir a las delegaciones sagradas a los cuatro juegos panhelénicos;<ref name="L21-5">Lisias XXI = 'Defensa de un anónimo'' 5.</ref>,<ref>Andócides, I = ''Sobre los Misterios'' 132</ref> la arreforía (ἀρρηφορία) para cubrir los gastos de las [[arréfora]]s, de la alta sociedad ateniense, que en número de cuatro, en las [[Panateneas]], aportaban el peplo de [[Atenea]], le ofrecían pasteles y le consgraban las blancas ropas adornadas con oro que ellas llevaban, etc.<ref name="L21-5" /> La creatividad era grande en materia de liturgias, y «con el [[empirismo]] que caracterizaba su postura en la materia, las ciudades eran capaces de crear nuevas liturgias en función de sus necesidades, o de suprimirlas, temporal o definitivamente.»<ref name="BAS341342" /> Todas estas liturgias se inscribían en el marco de una fiesta religiosa<ref name="D33" /> y eran recurrentes.<ref name="D20-21">{ἐγκύκλιοι, ''enkúklioi''); [[Demóstenes]] XX = ''Contra Leptines'' [http://ugo.bratelli.free.fr/Demosthene/Discours_Judiciaires/Demosthene-Discours_contre_Leptine.htm ''Contra Leptines''21]</ref>

Al contrario, no se recurre a la liturgias militares más que en caso de necesidad. La principal era la [[trierarca|trieraquía]], que consisitía en el equipamiento y mantenimiento de un [[trirreme]] y de su tripulación durante un año. El trierarca, además tenía que asumir el mando del barco bao las órdenes de los [[stratego|estrategos]], salvo que eligiese, a cambio de una remuneración, confiarlo a un especialista, en cuyo caso su cargo devenía puramente finaciero (o económico). La ''[[proeisphora]]'', más tardía, consistía en asumir por un grupo fiscal ([[simmoría]]) la carga de la ''[[eisphora]]'', la contribución excepional recaudada a los ricos para subvenr a lo gastos de las guerras. Se ha propuesto añadir a estos liturgos, la hipotrofia (πποτροφία), el mantenimiento de los cababallos de la caballería ateniense, liturgia posterior a la época de las [[Guerras Médicas]]; aunque no se puede precisar que esta liturgia existiese.<ref>L.J. Worley, ''Hippeis. The Cavalry of Ancient Greece'', Westview, 1994, p. 63-74</ref>

En [[355 a. C.|355]]-[[354|354&nbsp;a.&nbsp;C.]], [[Demóstenes]] estima en una sesentena el número de liturgias civiles anuales en Atenas.<ref name="D20-21" /> La cifra está muy infravalorada. Las Dionisias exigián sólo paar ellas de 23 a 32 coregos, según la época,<ref>{{harvsp|id=DAV|Davies|1967|p=33-34}}</ref> a los que les ayudaban diez ''hestiatores''. Las [[Panateneas]] requerían al menos 19 liturgos por año<ref>{{harvsp|id=DAV|Davies|1967|p=37}}</ref> contra lo 30 (o 40, según el recuento) para las Grandes Panateneas, que tenían lugar cada cuatro años.<ref>{{harvsp|id=DAV|Davies|1967|p=36-37}}</ref> Las [[Leneas]] precisaban 5 coregos anuales y 10 las [[Targelias]].<ref>{{harvsp|id=DAV|Davies|1967|p=34-35}}</ref> Los liturgos eran también requeridos para las otras fiestas religiosas, a las que había que sumar los [[teoro]]s para los [[Juegos Panhelénicos]] y el [[oráculo de Delfos]]. Un cálculo prudente estaría alrededor de 97 liturgos civiles anuales en Atenas, y al menos 118 los años en que se celebraban las Grandes Panateneas.<ref>{{harvsp|id=DAV|Davies|1967|p=40}}</ref>

== Coste y funcionamiento ==
=== Liturgo: modo de designación ===
[[Archivo:Demosthenes orator Louvre.jpg|thumb|upright=0.8|Demóstenes, liturgo repetidas veces y una de las fuentes principales sobre la liturgia, [[Museo del Louvre]].]]

El liturgo (λειτουργός/''leitourgós''), es decir, la persona encargada de una liturgia, era designada por los [[magistrados de la Antigua Grecia|magistrados]]. Estos comenzaban por pedir voluntarios, después nombraban los que les parecián más idóneos para asumir el cargo.<ref>{{harvsp|id=CHR|Christ|1990|p=149}}</ref> En Atenas, en la época de [[Aristóteles]], corespondía al [[arconte|arconte epónimo]] designar los coregos para las festividades religiosas,<ref name="A56-3">Aristóteles, ''[[Constitución de los atenienses]]'' lvi.2</ref> exceptuando el certamen de la [[Comedia griega|comedia]] de las [[Leneas]], cuya competencia correspondía al arconte rey.<ref>Aristóteles, ''[[Constitución de los atenienses]]'', lvii.1</ref> Los trierarcas eran elegidos por el estratego encargado de las [[simmoria]]. Los ''hestiatores'', encargados de organizar la comida común de su [[tribu (Antigua Grecia)|tribu]], eran nombrados por aquél.<ref>Demóstenes, xxxix = ''Contra Beotos'' 7.</ref>. Con la excepción de la trieraquía, los metecos, contibuían en la misma medida que los ciudadanos, aunque su participación fuera relativamente marginal.<ref>Demóstenes XX = ''Contra Leptines'', 20 ; D. Whitehead, ''The Ideology of the Athenian Metic'', Cambridge, 1977, pp. 80-82.</ref>

La elección de los liturgos se fundaba en la estimación de la fortuna de cada uno de ellos, conjuntamente pero no formalmente, pro la ciudad y los liturgos. Parece que exisitió un «censo litúrgico», del umbral precisamente fijado correspondiene a una fortuna declarada oficialmente por el liturgo, más allá de lo cual, todo individudo sería obligado a asumir una liturgia. Inversamente, los ciudadanos con fortunas relativemente modestas podían encargarse de algunas liturgias poco onerosas. De hecho, el establecimiento de un umbral habría transformado en «obligación» un gasto del que el liturgo debía encargarse por su propia iniciativa, sin competer, a nivel práctico, a la ciudad las dificultades que tal gasto le habría entrañado en valor absoluto en caso de empobrecimiento generalizado de sus miembros individualizados.<ref>Ouhlen, p. 326</ref>

Sin embargo, los gastos informales a los que un individuo no podía sustraerse eran regularmente contemplados en los alegatos judiciales: era tan evidente que en Atenas en el siglo IV&nbsp;a.&nbsp;C. un patrimonio de 10 [[talento (moneda)|talentos]] hacía necesariamente de su titular un miembro de la «clase litúrgica»,<ref>[[Patrice Brun (historiador)|Patrice Brun]], ''Eisphora, syntaxis, stratiotika: recherches sur les finances militaires d'Athènes au siecle IV av. J.-C.'', Belles Lettres/Annales littéraires de l'université de Besançon, [[Besanzón]], 1983, p. 18</ref>{{cita web |lurl=http://ista.univ-fcomte.fr/iso_album/83_brun_i.pdf |idioma= en francés}}. Consultado el 26 de mayo de 2010</ref> po elo parece ser que un ciudadano que dispusiera de una fortuna de tres talentos, de un día para otro ya formaba parte.<ref>Ouhlen, p. 326</ref>. Ocurrió, incluso que de las litugias poco costosas se hicerian cargo individuos menos ricos, para beneficiarse del prestigio que tal función les aseguraba: «la ideología del gasto (''megaloprepeia'') y de la ambición (''philotimia'') que animaba el ideal litúrgico de ocuparse a fondo, se hallaba en las estrategias individuales que permitían a cada uno, en función de sus disponibilidades financieras y de sus prioridades sociales tomar el cargo, de manera más o menos brillante, de las liturgias más o menos pesadas».<ref>Ouhlen, p. 325</ref>.

De hecho, el nivel de fortuna de la parte {{cara|ponctionnée}} en el capital de cada uno era muy variable,<ref>Su número por lo demás pudo evolucionar en función de las necesidades de financiación de la ciudad. {{harvsp|id=BAS|Baslez (dir.)|2007|p=344}}</ref> como los efectivos de esta «clase litúrgica» socialmente poco homogénea. Esto últimos pueden estimarse, en la Atenas clásica, con un cifra de 300<ref> Parece que estos «Trescientos» liturgos disponían, en general, de fortunas netamente más elevadas que los otros 900 y asumían de hecho los cargos más pesados. Ouhlen, p. 328-329</ref> y 1200 individuos,<ref name="C150">{{harvsp|id=CHR|Christ|1990|p=150}}</ref>, e incluso 1500 o hasta 2000, si se tiene en cuenta la necesidad de no confundir el número de personas necesarias para el funcionamiento del sistema y el contingente de aquellos que asumían efectivamente las liturgias: el número de individuos concernidos en el trascurso de su vida era necesariamente superior al número total de liturgias por el hecho de las exenciones provisionales y de la dimensión agonística del sistema litúrgico.<ref name="Ouhlen328-9">Ouhlen, p. 328-329</ref> Por estas razones por una parte, del hecho de las variaciones de fortuna (que estaban relacionadas con la vida económica o por la división herditaria de los patrimonios) de los individuos; por otra parte, esta «clase litúrgica» no puede ser considerada como un grupo cerrado:<ref name="Ouhlen328-9" /> se renovaba permanentemente, aunque marginalmente, por la adición de «nuevos ricos» y el descenso social de algunas familias que la componían.

El carácter empírico del modo de designación de los liturgos, fundado en un cierto consenso social integrado por los propios ricos, se apoyaba en «una ideología agonística y suntuaria de origen “aristocrático”, desarrollado en la [[Época Arcaica]], y mantenido en su beneficio por la ciudad democrática: [...] los liturgos, lejos de ser meros engranajes pasivos en una "estructura administrativa" que les obligaba a pagar, son actores de un sistema que opera en su beneficio meros engranajes pasivo en una "estructura administrativa" obligándoles a pagar, son actores de un sistema que operaba en su beneficio»<ref>Ouhlen, p. 325</ref>. Concretamente, el sistema reposaba esencialmente en la voluntariedad y la [[reprodución social]]: la mayor parte de estos atenienses eran inscritos en la lista de los trierarcas<ref group=nota>La inscripción se hacía al nivel del [[demo (Grecia)|demo]].</ref> ya lo hubieran sido antes, o fueran descendientes de antiguos trierarcas,<ref group=nota>Los cargos de liturgos se transmitían frrcuentemente de padres a hijos, como se señala en varios discursos de [[Iseo]]: ''Sobre la sucesión de Nicóstrato'' 27, ''Sobre la sucesión de Diceógenès'' 41, ''Sobre la sucesión de Apolodoro'' 35-40</ref> tradición que implicaba una relativa estabilidad del grupo de trierarcas.<ref>Ouhlen, p. 326</ref> Para las liturgias civiles, sobre todo para la [[coregía]], no parece que existiese una lista equivalente: los más ricos la asumían voluntariamente,<ref>Ouhlen, p. 324</ref> bajo la presión de al mirada del resto de ciudadanos, y de conformidad con las estrategias individuales a adquirir un reconocimiento social acorde con sus fortunas. Por otra parte, su libertad era a menudo limitada: a los ciudadanos o a los ricos [[meteco]]s que sentían la tentación de ocultar sus activos para escapar a su cargo, la amenaza de una demanda de intercambio de fortunas ''[[antidosis]]'') les disuadía, así como, y más fundamentalmente, la fuerte presión social y la imagen detestable que tal reticencia de contribuir al bien público les aseguraba su ciudad.

=== Asumir una liturgia: peso financiero ===
=== Asumir una liturgia: peso financiero ===
[[Archivo:ACMA Relief Lenormant.jpg|thumb|left|Equipamiento de un [[trirreme]], la más costosa de las trierarquías (relieve Lenormant, hacia 410-400&nbsp;a.&nbsp;C., [[Museo de la Acrópolis de Atenas]]).]]
[[Archivo:ACMA Relief Lenormant.jpg|thumb|left|Equipamiento de un [[trirreme]], la más csotosa de las trierarquías (relieve Lenormant, hacia 410-400&nbsp;a.&nbsp;C., [[Museo de la Acrópolis de Atenas]]).]]


Si la obligación de la asunción del cargo estaba reservada a los más ricos, el coste de cada una variaba considerablemente en función de su contenido y del fasto que a su función le quisiera proporcionar el liturgo.<ref name="BAS346">{{harvsp|id=BAS|Baslez (dir.)|2007|p=346}}</ref>. La menos costosa era la ''eutaxia'' (en griego antiguo εὐταξία), conocida por una única mención,<ref>''[[Inscriptiones Graecae]]'' I² 417.</ref> la cual no representaba más que 50 [[Dracma griega|dracmas]]. Se ignora su naturaleza, concernía quizá a las festividades ''Anfiareas'' de [[Oropo]]<ref>{{harvsp|id=DAV|Davies|1967|p=39}}</ref> y no duraba probablemente mucho tiempo.<ref name="DAVI9">{{harvsp|id=DAVI|Davies|1981|p=9}}</ref> Un [[coro (teatro)|coro]] [[ditirambo|ditirámbico]] en las [[Panateneas]] costaba 300 dracmas.<ref name="L21">Lisias, XXI = ''Defensa de un anónimo'' 2.</ref> En cambio, la inversión de un corego en las [[Dionisias]] podía representar hasta 3000 dracmas,<ref name="C148" /> o, «contando la consagración del [[trípode]], 5000 dracmas».<ref name="L21" />
Si la obligación de la asunción del cargo estaba reservada a los más ricos, el coste de cada una variaba considerablemente en función de su contenido y del fasto que a su función le quisiera proporcionar el liturgo.<ref name="BAS346">{{harvsp|id=BAS|Baslez (dir.)|2007|p=346}}</ref>. La menos costosa era la ''eutaxia'' (en griego antiguo εὐταξία), conocida por una única mención,<ref>''[[Inscriptiones Graecae]]'' I² 417.</ref> la cual no representaba más que 50 [[Dracma griega|dracmas]]. Se ignora su naturaleza, concernía quizá a las festividades ''Anfiareas'' de [[Oropo]]<ref>{{harvsp|id=DAV|Davies|1967|p=39}}</ref> y no duraba probablemente mucho tiempo.<ref name="DAVI9">{{harvsp|id=DAVI|Davies|1981|p=9}}</ref> Un [[coro (teatro)|coro]] [[ditirambo|ditirámbico]] en las [[Panateneas]] costaba 300 dracmas.<ref name="L21">Lisias, XXI = ''Defensa de un anónimo'' 2.</ref> En cambio, la inversión de un corego en las [[Dionisias]] podía representar hasta 3000 dracmas,<ref name="C148" /> o, «contando la consagración del [[trípode]], 5000 dracmas».<ref name="L21" />


El gasto era aún más importante para la trierarquía, aunque podía variar dependiendo de la generosidad del trierarca por un lado, y de la duración de la campaña militar y del estado inicial del buque confiado por otro lado.<ref>Ouhlen, p. 324</ref> La suma invertida, que podía oscilar entre 2000 y 3000 dracmas, se establecía a menudo próxima a la cifra de 4000 a 6000 dracmas:<ref name="C148" /> un pleiteador defendido por Lisias declaró haber desembolsado seis talento (moneda)|talentos en siete años de trierarquía,<ref name="L21" /> y Demóstenes dice que «un talento eran los gastos de los trierarcas en el desempeño de su liturgia».<ref>Demóstenes, XXI = ''Contra Midias'' (155).</ref> La onerosidad de esta liturgia explica la aparición de la sintrierarquía, que permitió repartir la carga financiera entre dos personas,<ref>Demóstenes, XXI = ''Contra Midias'' 154, Demóstenes, XLVII = ''Contra Evergo y Mnesibulo' 22.</ref> y, en el año 357&nbsp;a.&nbsp;C., la aplicación de Atenas, por Periandro, de 20 [[sinmoría]]s de 60 contribuyentes: ampliando los sujetos a la trierarquía de 300 a 1200 individuos, buscando disminuir el peso económico a los trierarcas.<ref group=nota>La ley de Periandro fue derogada en la víspera de la [[Batalla de Queronea]], a propuesta de Demóstenes, habida cuenta de que el sistema de las sinmorías beneficiaba a los más ricos y era una pesada carga para los contribuyentes más modestos. [[Claude Mossé]], ''Le monde grec et l'orient, tome II : le IVe siècle et l'époque hellénistique'', PUF, 1975, p.143.</ref> Tal ampliación, no obstante relativa (representó solamente el 2,5 % del conjunto de la población masculina ateniense), tanto más necesaria que la reforma de la ''[[eisphora]]'' en 378-377&nbsp;a.&nbsp;C., consistió en una nueva liturgia, la ''[[proeisphora]]'', que se impuso a los más ricos de los atenienses, encargados de anticipar la suma asignada al grupo de ciudadanos (sinmoría) unidos a ella, y que habían de encargarse ellos mismos del reembolso de la parte adeudada por los otros miembros de la sinmoría.<ref>Mogens Herman Hansen, ''La démocratie athénienne à l'époque de Démosthène'', Les Belles Lettres, 1993, p. 143.</ref>, lo que tampoco era siempre posible.<ref>Demóstenes, L = ''Contra Policles'' 9.</ref>
El gasto era aún más importante para la trierarquía, aunque podía variar dependiendo de la generosidad del trierarca por un lado, y de la duración de la campaña militar y del estado inicial del buque confiado por otro lado.<ref>Ouhlen, p. 324</ref> La suma invertida, que podía oscilar entre 2000 y 3000 dracmas, se establecía a menudo próxima a la cifra de 4000 a 6000 dracmas:<ref name="C148" /> un pleiteador defendido por Lisias declaró haber desembolsado seis talento (moneda)|talentos en siete años de trierarquía,<ref name="L21" /> y Demóstenes dice que «un talento eran los gastos de los trierarcas en el desempeño de su liturgia».<ref>Demóstenes, XXI = ''Contra Midias'' (155).</ref> La onerosidad de esta liturgia explica la aparición de la sintrierarquía, que permitió repartir la carga financiera entre dos personas,<ref>Demóstenes, XXI = ''Contra Midias'' 154, Demóstenes, XLVII = ''Contra Evergo y Mnesibulo' 22.</ref> y, en el año 357&nbsp;a.&nbsp;C., la aplicación de Atenas, por Periandro, de 20 [[sinmoría]]s de 60 contribuyentes: ampliando los sujetos a la trierarquía de 300 a 1200 individuos, buscando disminuir el peso económico a los trierarcas.<ref group=nota>La ley de Periandro fue derogada en la víspera de la [[Batalla de Queronea]], a propuesta de Demóstenes, habida cuenta de que el sistema de las sinmorías beneficiaba a los más ricos y era una pesada carga para los contribuyentes más modestos. [[Claude Mossé]], ''Le monde grec et l'orient, tome II : le IVe siècle et l'époque hellénistique'', PUF, 1975, p.143.</ref> Tal ampliación, no obstante relativa (representó solamente el 2,5 % del conjunto de la población masculina ateniense), tanto más necesaria que la reforma de la ''[[eisphora]]'' en 378-377&nbsp;a.&nbsp;C., fue una nueva liturgia, la ''[[proeisphora]]'', que se impuso a los más ricos de los atenienses, encargados de anticipar la suma asignada al grupo de ciudadanos (sinmmoría) unidos a ella, y que habían de encargarse ellos mismos del reemboloso de la parte adeudada por los otros miembros de la sinmoría.<ref>Mogens Herman Hansen, ''La démocratie athénienne à l'époque de Démosthène'', Les Belles Lettres, 1993, p. 143.</ref>, lo que tampoco era siempre posible<ref>Demóstenes, L = ''Contra Policles'' 9.</ref>.

== Véase también ==
* Liturgias: [[coregía]], [[gimnasiarquía]], ''[[proeisphora]]'', [[trierarca|trierarquía]]
* Impuestos y taxas: ''[[eisphora]]''
* [[Evergetismo]]

== Notas ==
<references group=nota/>

== Referencias ==
{{listaref|2}}


{{destacado|fr}}

[[Categoría:Atenas (Edad Antigua)]]
[[Categoría:Economía en la Antigua Grecia]]


[[fr:Liturgie (Grèce antique)]]
Dichas sumas eran cuantiosas incluso para los más ricos:<ref group=nota>Para mostrar hasta qué punto los ricos soportaban numerosas cargas fiscales sobre sus fortunas, si no en valor relativo al menos en valor absoluto, [[Jenofonte]] en su ''Económico'' (II, 2-6) hace defender a [[Sócrates]] la paradoja según la cual, a pesar de su aparente pobreza, viviría más tranquilo que el rico Critóbulo, abrumado con las obligaciones que su fortuna le imponía con respecto a sus conciudadanos.</ref> con una tasa del rendimiento de la tierra del 8 %, los más pobres de los liturgos, los que, por ejemplo, disponían como Demóstenes de un [[patrimonio]] de diez talentos en 360/59&nbsp;a.&nbsp;C., veían la integridad de sus rentas absorbidas por una trierarquía.<ref name="BAS346" /> de ahí el recurso regular al préstamo para pagar las liturgias de las que eran deudores.<ref>Demóstenes, L = ''Contra Policles'' 7, 13, 23.</ref> En un discurso de Lisias, un litigante declara: «mi padre a lo largo de toda su vida ha gastado más para la ciudad que para sí mismo y para su familia: el doble de lo que ahora tenemos, como él calculó a menudo delante de mí.»<ref>Lisias, XIX = ''Sobre los bienes de Aristófanes'', XIX.9. Extracto de la traducción de [[Louis Gernet]] y Marcel Bizos.</ref> A título de comparación, la liturgia menos costosa, un coregía de las Panateneas, representaba casi un año de [[salario]] de un obrero cualificado del siglo V&nbsp;a.&nbsp;C.; y las más costosas más del triple del censo hoplítico, es decir, el umbral a partir del que un ciudadano ateniense debía servir como [[hoplita]] en la [[falange]].<ref name="DAVI9" />

Revisión del 13:45 19 jun 2010

Decreto honorífico del demo de Aixone conmemorando a los dos coregos, Auteas y Filoxénides, 312-313 a. C., Museo epigráfico de Atenas.

La liturgia, del griego antiguo λειτουργία, leitourgía, de λαός / laós, «el pueblo» y de la raíz ἐργο ergo, «hacer, cumplir»,[1]​ era en la Antigua Grecia un servicio público por el que la polis obligaba a los ciudadanos o metecos más ricos a cumplirlo, con mejor o peor voluntad; financiaban y gestionaban la ciudad con su fortuna personal: así el cargo de gimnasiarca (intendente del gimnasio), de corego (pago a los miembros del coro del teatro) o del trierarca (construcción y mantenimiento de un trirreme). Había dos clases litúrgicas oficiales: «los Mil Doscientos» y el grupo restringido de «los Trescientos». El arconte epónimo designaba entre ellos al que sería obligado a una liturgia.

Una liturgia representaba una carga financiera importante. Por esta razón, era frecuente que los ricos intentaron escapar de ella. La antidosis (en griego antiguo ἁντιδοσις, «intercambio») era uno de los medios. El liturgo, fríamente tenía la posibilidad de denunciar a otro ciudadano que juzgara más rico que él. Este último tenía la opción de aceptar la liturgia, o poner en marcha un proceso. Al término de este último, el perdedor debía o bien asumir la liturgia, o bien aceptar un intercambio de fortunas.

Demóstenes describe una antidosis en el Contra Fenipo, y el célebre discurso Sobre el intercambio de Isócrates fue compuesto con ocasión de uno de estos asuntos.

La liturgia encuentra su legitimidad en la idea de que «la riqueza personal no se poseía más que por delegación de la ciudad».[2]​ Véase a Sócrates con el rico Critobulo en el Económico de Jenofonte:

Además, veo que la ciduad te ha impuesto ya grandes contribuciones: el mantenimiento de un caballo, la coregía, la gimnasiarquía y la aceptación de presidencias: en caso de declarase una guerra estoy seguro de que te impondrían los gastos de una trierarquía y unos gravámenes tan grandes que no podrías soportarlos fácilmente. Y en caso de que parezca que has quedado pro debajo de las espectativas de los atenienses no te impondrían un castigo menor que si te huberian sorprendido robándoles su dinero
Jenofonte, op. cit. ii.6

El sistema litúrgico se remonta a los primeros tiempos de la democracia ateniense, y cayó progresivamente en desuso a finales del  a. C.[3]​ y en la época heleniística frente al desarrollo del evergetismo.

Principio y tipología

La liturgia era uno de los modos de financiación privilegiaado de la ciudad griega, en la medida que permitía hacer correponder a cadas gasto público un ingreso fácilmente accessible. Esta flexibilidad hacía que fuera especialmente adecuado para la imprevisión presupuestaria de la época. Así se explica el caracter extendido de su uso, hasta en las ciudadees no democráticas, como por ejemplo Rodas. Sin embargo, no está constadada ninuna uniformidad estricta en las modalidades específicas de estas liturgias, tanto en el espacio geográfico (de una ciudad a otra) como en el hilo del tiempo (según las épocas y las circunstancias más o menos difíciles a las que se enfrentaban las ciudades griegas).[4]

La arreforía, una de las liturgias civiles (bloque V del friso este del Partenón).

No obstante, se pueden clasificar las liturgias en dos grandes categorías.[5]​ Las liturgias civiles o agonísticas (relacionadas con los concursos deportivos y relgiosos) eran principalmente la gimnasiarquía (griego antiguo γυμνασιαρχία), es decir, la gestión y financiación del gimnasio, y la coregía (χορηγία), el entrenamiento de los miembros del coro en el teatro para los concursos trágicos, cómicos o ditirámbicos. Existieron otras muchas liturgias menores, como la hestiasis (ἑστίασις) que consistía en financiar el banquete público de la tribu a la que se pertenecía;[6]​ la arquiteoría (ἀρχιθεωρία), que se trataba de conducir a las delegaciones sagradas a los cuatro juegos panhelénicos;[7]​,[8]​ la arreforía (ἀρρηφορία) para cubrir los gastos de las arréforas, de la alta sociedad ateniense, que en número de cuatro, en las Panateneas, aportaban el peplo de Atenea, le ofrecían pasteles y le consgraban las blancas ropas adornadas con oro que ellas llevaban, etc.[7]​ La creatividad era grande en materia de liturgias, y «con el empirismo que caracterizaba su postura en la materia, las ciudades eran capaces de crear nuevas liturgias en función de sus necesidades, o de suprimirlas, temporal o definitivamente.»[4]​ Todas estas liturgias se inscribían en el marco de una fiesta religiosa[5]​ y eran recurrentes.[9]

Al contrario, no se recurre a la liturgias militares más que en caso de necesidad. La principal era la trieraquía, que consisitía en el equipamiento y mantenimiento de un trirreme y de su tripulación durante un año. El trierarca, además tenía que asumir el mando del barco bao las órdenes de los estrategos, salvo que eligiese, a cambio de una remuneración, confiarlo a un especialista, en cuyo caso su cargo devenía puramente finaciero (o económico). La proeisphora, más tardía, consistía en asumir por un grupo fiscal (simmoría) la carga de la eisphora, la contribución excepional recaudada a los ricos para subvenr a lo gastos de las guerras. Se ha propuesto añadir a estos liturgos, la hipotrofia (πποτροφία), el mantenimiento de los cababallos de la caballería ateniense, liturgia posterior a la época de las Guerras Médicas; aunque no se puede precisar que esta liturgia existiese.[10]

En 355-354 a. C., Demóstenes estima en una sesentena el número de liturgias civiles anuales en Atenas.[9]​ La cifra está muy infravalorada. Las Dionisias exigián sólo paar ellas de 23 a 32 coregos, según la época,[11]​ a los que les ayudaban diez hestiatores. Las Panateneas requerían al menos 19 liturgos por año[12]​ contra lo 30 (o 40, según el recuento) para las Grandes Panateneas, que tenían lugar cada cuatro años.[13]​ Las Leneas precisaban 5 coregos anuales y 10 las Targelias.[14]​ Los liturgos eran también requeridos para las otras fiestas religiosas, a las que había que sumar los teoros para los Juegos Panhelénicos y el oráculo de Delfos. Un cálculo prudente estaría alrededor de 97 liturgos civiles anuales en Atenas, y al menos 118 los años en que se celebraban las Grandes Panateneas.[15]

Coste y funcionamiento

Liturgo: modo de designación

Demóstenes, liturgo repetidas veces y una de las fuentes principales sobre la liturgia, Museo del Louvre.

El liturgo (λειτουργός/leitourgós), es decir, la persona encargada de una liturgia, era designada por los magistrados. Estos comenzaban por pedir voluntarios, después nombraban los que les parecián más idóneos para asumir el cargo.[16]​ En Atenas, en la época de Aristóteles, corespondía al arconte epónimo designar los coregos para las festividades religiosas,[17]​ exceptuando el certamen de la comedia de las Leneas, cuya competencia correspondía al arconte rey.[18]​ Los trierarcas eran elegidos por el estratego encargado de las simmoria. Los hestiatores, encargados de organizar la comida común de su tribu, eran nombrados por aquél.[19]​. Con la excepción de la trieraquía, los metecos, contibuían en la misma medida que los ciudadanos, aunque su participación fuera relativamente marginal.[20]

La elección de los liturgos se fundaba en la estimación de la fortuna de cada uno de ellos, conjuntamente pero no formalmente, pro la ciudad y los liturgos. Parece que exisitió un «censo litúrgico», del umbral precisamente fijado correspondiene a una fortuna declarada oficialmente por el liturgo, más allá de lo cual, todo individudo sería obligado a asumir una liturgia. Inversamente, los ciudadanos con fortunas relativemente modestas podían encargarse de algunas liturgias poco onerosas. De hecho, el establecimiento de un umbral habría transformado en «obligación» un gasto del que el liturgo debía encargarse por su propia iniciativa, sin competer, a nivel práctico, a la ciudad las dificultades que tal gasto le habría entrañado en valor absoluto en caso de empobrecimiento generalizado de sus miembros individualizados.[21]

Sin embargo, los gastos informales a los que un individuo no podía sustraerse eran regularmente contemplados en los alegatos judiciales: era tan evidente que en Atenas en el siglo IV a. C. un patrimonio de 10 talentos hacía necesariamente de su titular un miembro de la «clase litúrgica»,[22]Referencia vacía (ayuda) . Consultado el 26 de mayo de 2010</ref> po elo parece ser que un ciudadano que dispusiera de una fortuna de tres talentos, de un día para otro ya formaba parte.[23]​. Ocurrió, incluso que de las litugias poco costosas se hicerian cargo individuos menos ricos, para beneficiarse del prestigio que tal función les aseguraba: «la ideología del gasto (megaloprepeia) y de la ambición (philotimia) que animaba el ideal litúrgico de ocuparse a fondo, se hallaba en las estrategias individuales que permitían a cada uno, en función de sus disponibilidades financieras y de sus prioridades sociales tomar el cargo, de manera más o menos brillante, de las liturgias más o menos pesadas».[24]​.

De hecho, el nivel de fortuna de la parte ponctionnée en el capital de cada uno era muy variable,[25]​ como los efectivos de esta «clase litúrgica» socialmente poco homogénea. Esto últimos pueden estimarse, en la Atenas clásica, con un cifra de 300[26]​ y 1200 individuos,[27]​, e incluso 1500 o hasta 2000, si se tiene en cuenta la necesidad de no confundir el número de personas necesarias para el funcionamiento del sistema y el contingente de aquellos que asumían efectivamente las liturgias: el número de individuos concernidos en el trascurso de su vida era necesariamente superior al número total de liturgias por el hecho de las exenciones provisionales y de la dimensión agonística del sistema litúrgico.[28]​ Por estas razones por una parte, del hecho de las variaciones de fortuna (que estaban relacionadas con la vida económica o por la división herditaria de los patrimonios) de los individuos; por otra parte, esta «clase litúrgica» no puede ser considerada como un grupo cerrado:[28]​ se renovaba permanentemente, aunque marginalmente, por la adición de «nuevos ricos» y el descenso social de algunas familias que la componían.

El carácter empírico del modo de designación de los liturgos, fundado en un cierto consenso social integrado por los propios ricos, se apoyaba en «una ideología agonística y suntuaria de origen “aristocrático”, desarrollado en la Época Arcaica, y mantenido en su beneficio por la ciudad democrática: [...] los liturgos, lejos de ser meros engranajes pasivos en una "estructura administrativa" que les obligaba a pagar, son actores de un sistema que opera en su beneficio meros engranajes pasivo en una "estructura administrativa" obligándoles a pagar, son actores de un sistema que operaba en su beneficio»[29]​. Concretamente, el sistema reposaba esencialmente en la voluntariedad y la reprodución social: la mayor parte de estos atenienses eran inscritos en la lista de los trierarcas[nota 1]​ ya lo hubieran sido antes, o fueran descendientes de antiguos trierarcas,[nota 2]​ tradición que implicaba una relativa estabilidad del grupo de trierarcas.[30]​ Para las liturgias civiles, sobre todo para la coregía, no parece que existiese una lista equivalente: los más ricos la asumían voluntariamente,[31]​ bajo la presión de al mirada del resto de ciudadanos, y de conformidad con las estrategias individuales a adquirir un reconocimiento social acorde con sus fortunas. Por otra parte, su libertad era a menudo limitada: a los ciudadanos o a los ricos metecos que sentían la tentación de ocultar sus activos para escapar a su cargo, la amenaza de una demanda de intercambio de fortunas antidosis) les disuadía, así como, y más fundamentalmente, la fuerte presión social y la imagen detestable que tal reticencia de contribuir al bien público les aseguraba su ciudad.

Asumir una liturgia: peso financiero

Equipamiento de un trirreme, la más csotosa de las trierarquías (relieve Lenormant, hacia 410-400 a. C., Museo de la Acrópolis de Atenas).

Si la obligación de la asunción del cargo estaba reservada a los más ricos, el coste de cada una variaba considerablemente en función de su contenido y del fasto que a su función le quisiera proporcionar el liturgo.[32]​. La menos costosa era la eutaxia (en griego antiguo εὐταξία), conocida por una única mención,[33]​ la cual no representaba más que 50 dracmas. Se ignora su naturaleza, concernía quizá a las festividades Anfiareas de Oropo[34]​ y no duraba probablemente mucho tiempo.[35]​ Un coro ditirámbico en las Panateneas costaba 300 dracmas.[36]​ En cambio, la inversión de un corego en las Dionisias podía representar hasta 3000 dracmas,[3]​ o, «contando la consagración del trípode, 5000 dracmas».[36]

El gasto era aún más importante para la trierarquía, aunque podía variar dependiendo de la generosidad del trierarca por un lado, y de la duración de la campaña militar y del estado inicial del buque confiado por otro lado.[37]​ La suma invertida, que podía oscilar entre 2000 y 3000 dracmas, se establecía a menudo próxima a la cifra de 4000 a 6000 dracmas:[3]​ un pleiteador defendido por Lisias declaró haber desembolsado seis talento (moneda)|talentos en siete años de trierarquía,[36]​ y Demóstenes dice que «un talento eran los gastos de los trierarcas en el desempeño de su liturgia».[38]​ La onerosidad de esta liturgia explica la aparición de la sintrierarquía, que permitió repartir la carga financiera entre dos personas,[39]​ y, en el año 357 a. C., la aplicación de Atenas, por Periandro, de 20 sinmorías de 60 contribuyentes: ampliando los sujetos a la trierarquía de 300 a 1200 individuos, buscando disminuir el peso económico a los trierarcas.[nota 3]​ Tal ampliación, no obstante relativa (representó solamente el 2,5 % del conjunto de la población masculina ateniense), tanto más necesaria que la reforma de la eisphora en 378-377 a. C., fue una nueva liturgia, la proeisphora, que se impuso a los más ricos de los atenienses, encargados de anticipar la suma asignada al grupo de ciudadanos (sinmmoría) unidos a ella, y que habían de encargarse ellos mismos del reemboloso de la parte adeudada por los otros miembros de la sinmoría.[40]​, lo que tampoco era siempre posible[41]​.

Véase también

Notas

  1. La inscripción se hacía al nivel del demo.
  2. Los cargos de liturgos se transmitían frrcuentemente de padres a hijos, como se señala en varios discursos de Iseo: Sobre la sucesión de Nicóstrato 27, Sobre la sucesión de Diceógenès 41, Sobre la sucesión de Apolodoro 35-40
  3. La ley de Periandro fue derogada en la víspera de la Batalla de Queronea, a propuesta de Demóstenes, habida cuenta de que el sistema de las sinmorías beneficiaba a los más ricos y era una pesada carga para los contribuyentes más modestos. Claude Mossé, Le monde grec et l'orient, tome II : le IVe siècle et l'époque hellénistique, PUF, 1975, p.143.

Referencias

  1. {Pierre Chantraine, Dictionnaire étymologique de la langue grecque, Klincksieck, París, 1999, ISBN 2-252-03277-4 en el artículo λαός.)
  2. Michel Austin, Pierre Vidal-Naquet, Économies et sociétés en Grèce ancienne, Armand Colin, 2007, p. 347
  3. a b c Christ, 1990, p. 148
  4. a b Baslez (dir.), 2007, p. 341-342
  5. a b Davies, 1967, p. 33
  6. Demóstenes XX = Contra Leptines 21 y escolio de Patmos; Demóstenes XXI = Contra Midias 156 y Ateneos, V, 185c
  7. a b Lisias XXI = 'Defensa de un anónimo 5.
  8. Andócides, I = Sobre los Misterios 132
  9. a b {ἐγκύκλιοι, enkúklioi); Demóstenes XX = Contra Leptines Contra Leptines21
  10. L.J. Worley, Hippeis. The Cavalry of Ancient Greece, Westview, 1994, p. 63-74
  11. Davies, 1967, p. 33-34
  12. Davies, 1967, p. 37
  13. Davies, 1967, p. 36-37
  14. Davies, 1967, p. 34-35
  15. Davies, 1967, p. 40
  16. Christ, 1990, p. 149
  17. Aristóteles, Constitución de los atenienses lvi.2
  18. Aristóteles, Constitución de los atenienses, lvii.1
  19. Demóstenes, xxxix = Contra Beotos 7.
  20. Demóstenes XX = Contra Leptines, 20 ; D. Whitehead, The Ideology of the Athenian Metic, Cambridge, 1977, pp. 80-82.
  21. Ouhlen, p. 326
  22. Patrice Brun, Eisphora, syntaxis, stratiotika: recherches sur les finances militaires d'Athènes au siecle IV av. J.-C., Belles Lettres/Annales littéraires de l'université de Besançon, Besanzón, 1983, p. 18
  23. Ouhlen, p. 326
  24. Ouhlen, p. 325
  25. Su número por lo demás pudo evolucionar en función de las necesidades de financiación de la ciudad. Baslez (dir.), 2007, p. 344
  26. Parece que estos «Trescientos» liturgos disponían, en general, de fortunas netamente más elevadas que los otros 900 y asumían de hecho los cargos más pesados. Ouhlen, p. 328-329
  27. Christ, 1990, p. 150
  28. a b Ouhlen, p. 328-329
  29. Ouhlen, p. 325
  30. Ouhlen, p. 326
  31. Ouhlen, p. 324
  32. Baslez (dir.), 2007, p. 346
  33. Inscriptiones Graecae I² 417.
  34. Davies, 1967, p. 39
  35. Davies, 1981, p. 9
  36. a b c Lisias, XXI = Defensa de un anónimo 2.
  37. Ouhlen, p. 324
  38. Demóstenes, XXI = Contra Midias (155).
  39. Demóstenes, XXI = Contra Midias 154, Demóstenes, XLVII = Contra Evergo y Mnesibulo' 22.
  40. Mogens Herman Hansen, La démocratie athénienne à l'époque de Démosthène, Les Belles Lettres, 1993, p. 143.
  41. Demóstenes, L = Contra Policles 9.