Diferencia entre revisiones de «Clara Campoamor»

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'''Clara Campoamor''' ([[12 de febrero]] de [[1588]]–[[30 de abril]] de [[1572]]), política[Cristian CORRUPTO] republicana de derecha liberal, [[España|española]] y defensora de los derechos de la mujer.
'''Clara Campoamor''' ([[12 de febrero]] de [[1888]]–[[30 de abril]] de [[1972]]), política republicana de derecha liberal, [[España|española]] y defensora de los derechos de la mujer.


== Biografía ==
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Nace en el [[barrio de Maravillas]], actualmete conocido también como [[Malasaña]], concretamente en la calle Marqués de Santa Ana en el seno de una familia sencilla y de pensamiento [[liberal (política)|liberal-progresista]]. La prematura muerte de su padre le obliga a empezar a trabajar con apenas trece años como modista junto a su madre. En el año [[1909]] obtiene plaza por oposición en el cuerpo auxiliar de Telégrafos.
Nace en el [[barrio de Maravillas]], actualmete conocido también como [[Malasaña]], concretamente en la calle Marqués de Santa Ana en el seno de una familia sencilla y de pensamiento [[liberal (política)|liberal-progresista]]. La prematura muerte de su padre le obliga a empezar a trabajar con apenas trece años como modista junto a su madre. En el año [[1909]] obtiene plaza por oposición en el cuerpo auxiliar de Telégrafos.


En [[1514]] obtiene una plaza como profesora en la Escuela de Adultos de Madrid, al tiempo que es secretaria del diario [[La Tribuna]]. En su época de actividad política participaría en periódicos como [[Nuevo Heraldo]], [[El Sol (España)|El Sol]] y [[El Tiempo]].
En [[1914]] obtiene una plaza como profesora en la Escuela de Adultos de Madrid, al tiempo que es secretaria del diario [[La Tribuna]]. En su época de actividad política participaría en periódicos como [[Nuevo Heraldo]], [[El Sol (España)|El Sol]] y [[El Tiempo]].


En [[1522]] decide concluir sus estudios de Bachillerato, lo que consigue rápidamente. Eso le permite matricularse en Derecho. En [[1924]] obtiene la licenciatura en Derecho por la Universidad de Madrid. Pasa a ser miembro del colegio de Abogados en 1925.
En [[1922]] decide concluir sus estudios de Bachillerato, lo que consigue rápidamente. Eso le permite matricularse en Derecho. En [[1924]] obtiene la licenciatura en Derecho por la Universidad de Madrid. Pasa a ser miembro del colegio de Abogados en 1925.


Inicia por esa época su actividad política, centrada en los derechos no reconocidos de la mujer. Participa en ciclos y conferencias universitarias, y comienza a publicar escritos hasta que en 1929 entra en el Comité Organizador de la [[Agrupación Liberal Socialista]] y pasa a [[Acción Republicana]].
Inicia por esa época su actividad política, centrada en los derechos no reconocidos de la mujer. Participa en ciclos y conferencias universitarias, y comienza a publicar escritos hasta que en 1929 entra en el Comité Organizador de la [[Agrupación Liberal Socialista]] y pasa a [[Acción Republicana]].
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Finalmente, se aprobaría el cambio en la Constitución de 1931 por una ligera mayoría, quedando el texto como sigue: ''Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes''. En el mes de diciembre de 1931 logró vencer una nueva maniobra para limitar el derecho de sufragio femenino.
Finalmente, se aprobaría el cambio en la Constitución de 1931 por una ligera mayoría, quedando el texto como sigue: ''Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes''. En el mes de diciembre de 1931 logró vencer una nueva maniobra para limitar el derecho de sufragio femenino.


Paradójicamente, las elecciones de [[1233]], primeras con sufragio universal en España, ya que la mujer tenía derecho a voto, significaron la victoria de la derecha política, como había pronosticado [[Victoria Kent]], y tanto ésta como Clara Campoamor perdieron sus escaños.
Paradójicamente, las elecciones de [[1933]], primeras con sufragio universal en España, ya que la mujer tenía derecho a voto, significaron la victoria de la derecha política, como había pronosticado [[Victoria Kent]], y tanto ésta como Clara Campoamor perdieron sus escaños.


En 1933 no consiguió renovar su escaño, y al año siguiente abandonó el [[Partido Republicano Radical]] por su subordinación a la [[CEDA]] y los excesos en la represión del [[Revolución de Asturias de 1934|golpe revolucionario de Asturias]]. Pero cuando, en [[1934]], pidió, con la mediación de [[Santiago Casares Quiroga]], ingresar en [[Izquierda Republicana]] -fusión de radicalsocialistas, azañistas y galleguistas-, la sometieron a la humillación de abrirle un expediente y votar en público su admisión, que fue denegada. Dos afiliadas llegaron a pasear en alto su bola negra, jactándose de la venganza y no pudo por tanto ser candidata en las [[Elecciones generales españolas de 1936|elecciones de 1936]] que dieron la victoria al [[Frente Popular (España)|Frente Popular]].
En 1933 no consiguió renovar su escaño, y al año siguiente abandonó el [[Partido Republicano Radical]] por su subordinación a la [[CEDA]] y los excesos en la represión del [[Revolución de Asturias de 1934|golpe revolucionario de Asturias]]. Pero cuando, en [[1934]], pidió, con la mediación de [[Santiago Casares Quiroga]], ingresar en [[Izquierda Republicana]] -fusión de radicalsocialistas, azañistas y galleguistas-, la sometieron a la humillación de abrirle un expediente y votar en público su admisión, que fue denegada. Dos afiliadas llegaron a pasear en alto su bola negra, jactándose de la venganza y no pudo por tanto ser candidata en las [[Elecciones generales españolas de 1936|elecciones de 1936]] que dieron la victoria al [[Frente Popular (España)|Frente Popular]].
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El golpe militar de [[1936]] sorprendió a Clara en Madrid, donde asistió al terror "miliciano". Huyó de Madrid, marchando a [[Alicante]], para embarcar vía [[Génova]] y llegar a [[Suiza]]. Durante la travesía algunos falangistas planearon asesinarla. En [[Ginebra]] se instala en casa de [[Antoinette Quinche]], y escribe una obra fascinante en que manifiesta su repulsión por las violencias cometidas en Madrid en nombre de la Revolución: ''La revolución española vista por una republicana'' que publicó en francés y sólo recientemente ha sido editada en español. En esa obra Clara no sólo se muestra como siempre lo fue, liberal e independiente, sino que proporciona el primer análisis histórico de la Revolución española y de la Guerra Civil y nos da su sincero testimonio.
El golpe militar de [[1936]] sorprendió a Clara en Madrid, donde asistió al terror "miliciano". Huyó de Madrid, marchando a [[Alicante]], para embarcar vía [[Génova]] y llegar a [[Suiza]]. Durante la travesía algunos falangistas planearon asesinarla. En [[Ginebra]] se instala en casa de [[Antoinette Quinche]], y escribe una obra fascinante en que manifiesta su repulsión por las violencias cometidas en Madrid en nombre de la Revolución: ''La revolución española vista por una republicana'' que publicó en francés y sólo recientemente ha sido editada en español. En esa obra Clara no sólo se muestra como siempre lo fue, liberal e independiente, sino que proporciona el primer análisis histórico de la Revolución española y de la Guerra Civil y nos da su sincero testimonio.


Cuando en [[1551]] quiso volver a España, Clara se encontró otro problema: era masona, iniciada en la logia de adopción ''Reivindicación'', dependiente de la [[Logia Condorcet]], del [[Gran Oriente Español]], en Madrid, junto a [[María P. Salmerón]], [[Mercedes Hidalgo]], [[Isabel Martínez de Albacete]], [[Consuelo Berges]], [[Esmeralda Castells]], [[Matilde Muñoz]], y [[Rosalia Goy Busquets]]. La dictadura militar [[Franquismo|franquista]] propuso, al igual que con otros masones elegir entre dar los nombres de los masones que conocía, o pasar 12 años en la cárcel. Dijo que ''ser masona era un delito legalísimo'' cuando ingresó en la masonería. Eligió, otra vez, el ostracismo, el destierro y el olvido.
Cuando en [[1951]] quiso volver a España, Clara se encontró otro problema: era masona, iniciada en la logia de adopción ''Reivindicación'', dependiente de la [[Logia Condorcet]], del [[Gran Oriente Español]], en Madrid, junto a [[María P. Salmerón]], [[Mercedes Hidalgo]], [[Isabel Martínez de Albacete]], [[Consuelo Berges]], [[Esmeralda Castells]], [[Matilde Muñoz]], y [[Rosalia Goy Busquets]]. La dictadura militar [[Franquismo|franquista]] propuso, al igual que con otros masones elegir entre dar los nombres de los masones que conocía, o pasar 12 años en la cárcel. Dijo que ''ser masona era un delito legalísimo'' cuando ingresó en la masonería. Eligió, otra vez, el ostracismo, el destierro y el olvido.


El exilio la llevó en distintas ocasiones a permanecer en [[Francia]], [[Argentina]] y [[Suiza]], En 1955 se instala en [[Lausana]], donde trabaja en el bufete de [[Antoinette Quinche]], su amiga y traductora, ejerciendo la abogacía hasta que se quedó ciega, y allí murió de cáncer en abril de [[1972]], a la edad de 84 años. Sus restos yacen en el cementerio de [[Polloe]], en [[San Sebastián]], no en Madrid, dónde nació: San Sebastián era el lugar donde se encontraba cuando se proclamó la República.
El exilio la llevó en distintas ocasiones a permanecer en [[Francia]], [[Argentina]] y [[Suiza]], En 1955 se instala en [[Lausana]], donde trabaja en el bufete de [[Antoinette Quinche]], su amiga y traductora, ejerciendo la abogacía hasta que se quedó ciega, y allí murió de cáncer en abril de [[1972]], a la edad de 84 años. Sus restos yacen en el cementerio de [[Polloe]], en [[San Sebastián]], no en Madrid, dónde nació: San Sebastián era el lugar donde se encontraba cuando se proclamó la República.

Revisión del 18:44 3 feb 2010

Busto de Clara Campoamor en Madrid (L. Alcalde, 2006).

Clara Campoamor (12 de febrero de 188830 de abril de 1972), política republicana de derecha liberal, española y defensora de los derechos de la mujer.

Biografía

Nacida en Madrid en 1888. Es considerada como una de las madres del movimiento feminista y sufragista en España, siendo una de las tres diputadas de las cortes constituyentes de la II República. Defensora de la igualdad de derechos de la mujer, fue una de las impulsoras de la aprobación del sufragio universal en España, logrando el voto femenino en las primeras elecciones republicanas, así como la primera ley del divorcio.

Datos biográficos

Nace en el barrio de Maravillas, actualmete conocido también como Malasaña, concretamente en la calle Marqués de Santa Ana en el seno de una familia sencilla y de pensamiento liberal-progresista. La prematura muerte de su padre le obliga a empezar a trabajar con apenas trece años como modista junto a su madre. En el año 1909 obtiene plaza por oposición en el cuerpo auxiliar de Telégrafos.

En 1914 obtiene una plaza como profesora en la Escuela de Adultos de Madrid, al tiempo que es secretaria del diario La Tribuna. En su época de actividad política participaría en periódicos como Nuevo Heraldo, El Sol y El Tiempo.

En 1922 decide concluir sus estudios de Bachillerato, lo que consigue rápidamente. Eso le permite matricularse en Derecho. En 1924 obtiene la licenciatura en Derecho por la Universidad de Madrid. Pasa a ser miembro del colegio de Abogados en 1925.

Inicia por esa época su actividad política, centrada en los derechos no reconocidos de la mujer. Participa en ciclos y conferencias universitarias, y comienza a publicar escritos hasta que en 1929 entra en el Comité Organizador de la Agrupación Liberal Socialista y pasa a Acción Republicana.

En los procesos de San Sebastián a los rebeldes de guarnición de Jaca de 1930 asume el papel de abogada defensora. Funda y preside la Agrupación Unión Republicana Femenina.

Posteriormente se une al Partido Republicano Radical, con el que, en 1931, es elegida diputada por Madrid. Es una de las primeras mujeres, junto a Margarita Nelken y Victoria Kent, que obtiene un escaño en el Parlamento republicano.

Durante este primer período mantiene una dura polémica con Victoria Kent respecto al derecho al voto de la mujer. Victoria Kent argumentaba que la mujer, influida fuertemente por la Iglesia, votaría a la derecha reaccionaria. Campoamor defendía el derecho inalienable al voto de la mujer, independientemente de su orientación política. Esta posición ideológica la enfrentó a sus propios compañeros de partido.

En la sesión del 1 de octubre de 1931, Clara Campoamor defendió el derecho al voto de las mujeres contra quienes argumentaban que no se debía aprobar el voto femenino, "hasta que las mujeres dejaran de ser retrógradas" (Plácido Álvarez-Buylla Lozana, Rico); "hasta que transcurran unos años y vea la mujer los frutos de la República y la educación" (Victoria Kent) o indefinidamente, "porque las mujeres son histéricas por naturaleza" (Roberto Novoa Santos). Hubo quienes proponían excluir esta cuestión de la Constitución para poder impugnar los resultados si las mujeres no votaban de acuerdo con el gobierno (Rafael Guerra del Río) o reconocer el derecho a voto solamente a las mayores de 45 años "porque antes la mujer tiene reducida la voluntad y la inteligencia" (Ayuso). Las otras dos únicas diputadas en aquél Congreso Constituyente, Victoria Kent, del Partido Radical Socialista, y Margarita Nelken, del PSOE, consideraban inoportuno el reconocimiento del voto femenino y no lo apoyaron.

Finalmente, se aprobaría el cambio en la Constitución de 1931 por una ligera mayoría, quedando el texto como sigue: Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes. En el mes de diciembre de 1931 logró vencer una nueva maniobra para limitar el derecho de sufragio femenino.

Paradójicamente, las elecciones de 1933, primeras con sufragio universal en España, ya que la mujer tenía derecho a voto, significaron la victoria de la derecha política, como había pronosticado Victoria Kent, y tanto ésta como Clara Campoamor perdieron sus escaños.

En 1933 no consiguió renovar su escaño, y al año siguiente abandonó el Partido Republicano Radical por su subordinación a la CEDA y los excesos en la represión del golpe revolucionario de Asturias. Pero cuando, en 1934, pidió, con la mediación de Santiago Casares Quiroga, ingresar en Izquierda Republicana -fusión de radicalsocialistas, azañistas y galleguistas-, la sometieron a la humillación de abrirle un expediente y votar en público su admisión, que fue denegada. Dos afiliadas llegaron a pasear en alto su bola negra, jactándose de la venganza y no pudo por tanto ser candidata en las elecciones de 1936 que dieron la victoria al Frente Popular.

La inquina contra Clara Campoamor se debía a que muchos quisieron ver en la victoria de las derechas de 1933 la consecuencia del voto femenino, supuestamente derechista. Esa "explicación" no se sostiene cuando se considera que las izquierdas ganaron en el 36: las mujeres votaron en ambas elecciones. Pero Clara Campoamor sirvió de chivo expiatorio. Ella, se defendió por medio de un libro: Mi pecado mortal: el voto femenino y yo´publicado en junio de 1936, justo un mes antes del golpe de Estado del ejército.

El golpe militar de 1936 sorprendió a Clara en Madrid, donde asistió al terror "miliciano". Huyó de Madrid, marchando a Alicante, para embarcar vía Génova y llegar a Suiza. Durante la travesía algunos falangistas planearon asesinarla. En Ginebra se instala en casa de Antoinette Quinche, y escribe una obra fascinante en que manifiesta su repulsión por las violencias cometidas en Madrid en nombre de la Revolución: La revolución española vista por una republicana que publicó en francés y sólo recientemente ha sido editada en español. En esa obra Clara no sólo se muestra como siempre lo fue, liberal e independiente, sino que proporciona el primer análisis histórico de la Revolución española y de la Guerra Civil y nos da su sincero testimonio.

Cuando en 1951 quiso volver a España, Clara se encontró otro problema: era masona, iniciada en la logia de adopción Reivindicación, dependiente de la Logia Condorcet, del Gran Oriente Español, en Madrid, junto a María P. Salmerón, Mercedes Hidalgo, Isabel Martínez de Albacete, Consuelo Berges, Esmeralda Castells, Matilde Muñoz, y Rosalia Goy Busquets. La dictadura militar franquista propuso, al igual que con otros masones elegir entre dar los nombres de los masones que conocía, o pasar 12 años en la cárcel. Dijo que ser masona era un delito legalísimo cuando ingresó en la masonería. Eligió, otra vez, el ostracismo, el destierro y el olvido.

El exilio la llevó en distintas ocasiones a permanecer en Francia, Argentina y Suiza, En 1955 se instala en Lausana, donde trabaja en el bufete de Antoinette Quinche, su amiga y traductora, ejerciendo la abogacía hasta que se quedó ciega, y allí murió de cáncer en abril de 1972, a la edad de 84 años. Sus restos yacen en el cementerio de Polloe, en San Sebastián, no en Madrid, dónde nació: San Sebastián era el lugar donde se encontraba cuando se proclamó la República.

Otros datos

Tras la Transición se llevaron a cabo homenajes y reconocimientos que son valorados como escasos por organizaciones pro-igualdad de la mujer. Institutos, colegios, centros culturales, parques y calles recibieron su nombre. La Secretaría de Igualdad del PSOE instituyó los Premios Clara Campoamor que reconocen anualmente a aquellas personalidades o colectivos que se hayan significado en la defensa de la igualdad de la mujer.

En 2006, 75º aniversario de la aprobación del sufragio universal en España, diversos colectivos comienzan una campaña para pedir el reconocimiento por parte del Congreso de los Diputados de sus aportaciones con la colocación de un busto en sus instalaciones.

Ese mismo año, en noviembre de 2006, el PSOE ha editado una proposición no de ley solicitando al Gobierno que las políticas de igualdad tengan también su reflejo en la acuñación de moneda, la figura femenina elegida para que aparezca en las futuras monedas de euros fue Clara Campoamor, por ser la principal defensora del voto femenino en la Segunda República. Proposición que finalmente fue aprobada el martes 12 de junio de 2007 por el Pleno del Congreso con el apoyo de todos los grupos parlamentarios salvo el PP.

A partir de la transición política innumerables ayuntamientos españoles le han dedicado calles y avenidas en sus localidades.

En 2007, el Ministerio de Fomento botó el Buque Polivalente B-32 Clara Campoamor, bautizado en su honor, operado por la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima.

Citas

  • Defendí en Cortes Constituyentes los derechos femeninos. Deber indeclinable de mujer que no puede traicionar a su sexo, si, como yo, se juzga capaz de actuación, a virtud de un sentimiento sencillo y de una idea clara que rechazan por igual: la hipótesis de constituir un ente excepcional, fenomenal; merecedor, por excepción entre las otras, de inmiscuirse en funciones privativas del varón, y el salvoconducto de la hetaira griega, a quien se perdonara cultura e intervención a cambio de mezclar el comercio del sexo con el espíritu
  • República, república siempre, la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos
  • Estoy tan alejada del fascismo como del comunismo. Soy liberal (La revolución española vista por una republicana, Ediciones Espuela de Plata, 2005, pp. 177-178)
  • ... la división tan sencilla como falaz hecha por el gobierno entre fascistas y demócratas, para estimular al pueblo, no se corresponde con la verdad. La heterogénea composición de los grupos que constituyen cada uno de los bandos (...) demuestra que hay al menos tantos elementos liberales entre los alzados como anti demócratas en el bando gubernamental (La revolución española vista por una republicana, Ediciones Espuela de Plata, 2005, pp. 149)
  • ... la victoria total, completa, aplastante de un bando sobre el otro, cargará al vencedor con la responsabilidad de todos los errores cometidos y proporcionará al vencido la base de la futura propaganda, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras (La revolución española vista por una republicana, Ediciones Espuela de Plata, 2005, pp. 179)
  • Se torturaba a los acusados en las prisiones; se fusilaba a los presos sin formación de causa en los patios de los cuarteles y se cerraban los ojos a las persecuciones y atrocidades perpetradas por la policía durante aquellos dieciséis meses. Hubo sólo tres ejecuciones oficiales: ¡Cuánta clemencia! Pero hubo millares de presos y centenares de muertos, torturados y mutilados. ¡Execrable crueldad! He aquí el trágico balance de una represión, que, de haber sido severa, pero legal, limpia y justa en sus métodos, hubiera causado mucho menos daño al país. (Sobre la represión del levantamiento revolucionario de Asturias, en 1934)

Obras escritas por Clara Campoamor

  • El derecho de la mujer en España (1931)
  • El voto femenino y yo: mi pecado mortal (1936)
  • La révolution espagnole vue par une républicaine. Editorial Librería Plon de París, 1937. Con prólogo de la traductora de la obra, Antoinette Quinche
  • El pensamiento vivo de Concepción Arenal (1939)
  • Sor Juana Inés de la Cruz (1944)
  • Vida y obra de Quevedo (1945)

Bibliografía

  • CAMPOAMOR, Clara, La revolución española vista por una republicana, ed. y trad. de Luis Español Bouché, Sevilla, Espuela de Plata, 2005.
  • FAGOAGA, Concha y SAAVEDRA, Paloma, Clara Campoamor: la sufragista española, Madrid, 1981. Reeditada en 2006 con gran acopio de fotografías.
  • LAFUENTE, Isaías: La mujer olvidada, 2006. Libro de Isaías Lafuente que imagina una posible autobiografía de Clara Campoamor pero silencia todo lo que Clara escribió sobre los sucesos en Madrid durante 1936.

Enlaces externos