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Diferencia entre revisiones de «Tranvía de Lima»

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== El vagón del recuerdo ==
== El vagón del recuerdo ==


Este proyecto fue realizado por el ''Museo de la Electricidad'' en coordinación con la Municipalidad de [[Barranco]]. Desde la creación del Museo se consideró al tranvía como un motivo evocador para los limeños que tuvieron la oportunidad de utilizarlo como medio de transporte. La rehabilitación del Tranvía del recuerdo fue obra de un grupo de profesionales que trabajaron para concretar este proyecto. El [[vagón]] italiano, marca BREDA, llegó al [[Perú]] en [[1956]] y transitó por las calles limeñas hasta el [[17 de septiembre]] de [[1965]]. Fue ubicado en [[Manchay]], camino a [[Cieneguilla]], en la afueras de la ciudad de [[Lima]]. El [[vagón]] carecía de “truque” y se encontraba en un estado de deterioro avanzado. Inmediatamente el [[tranvía]] inició un circuito de reconstrucción. El primer paso fue trasladarlo a los talleres de la central hidroeléctrica de Moyopampa en [[Chosica]], donde se desarmaron las partes inservibles y se realizó un arenado a la estructura de fierro, para rescatar el chasis y también limpiar las vigas de madera. La etapa de carpintería fue encomendada a la firma ''Moblo S.A.'', que se encargó de restaurar la madera y enchapar el vagón con cedro machimbrado, respetando en todo momento su diseño original y la imagen de “salón” del [[tranvía]]. Este fue un trabajo hecho con sumo ciudado. También fue necesario conseguirle un “truque”, ya que al momento de encontrarlo carecía de esta parte. El truque (“truck” en idioma inglés) es la base de fierro que contiene las ruedas y el soporte.
Este proyecto fue realizado por el ''Museo de la Electricidad'' en coordinación con la Municipalidad de [[Barranco]]. Desde la creación del Museo se consideró al tranvía como un motivo evocador para los limeños que tuvieron la oportunidad de utilizarlo como medio de transporte. La rehabilitación del Tranvía del recuerdo fue obra de un grupo de profesionales que trabajaron para concretar este proyecto. El [[vagón]] marca BREDA, italiano, llegó al [[Perú]] en [[1956]] y transitó por las calles limeñas hasta el [[17 de septiembre]] de [[1965]]. Fue ubicado en [[Manchay]], camino a [[Cieneguilla]], en la afueras de la ciudad de Lima y desde ese momento pasó por varios lugares antes de llegar a la ''Avenida Pedro de Osma'' donde actualmente circula desde la noche del [[22 de agosto]] de [[1997]]. Los trabajos de restauración se iniciaron en un local frente a la Central de Moyopampa en [[Chosica]], después fue trasladado a [[Ventanilla]] para continuar con los trabajos de carpintería metálica y finalmente fue llevado a las instalaciones del [[SENATI]] en el [[distrito de Los Olivos]] donde se concluyó la obra mecánico-eléctrica, la carrocería y los acabados.


Los objetivos de esta obra están enmarcados dentro de un amplio proyecto el cual comprende diversos conceptos tales como la recuperación de valores tradicionales, la urbanidad y la educación cívica, entre otros, el aprovechamiento de la electricidad como un recurso para el transporte que no contamina y va acorde con las nuevas tendencias de desarrollo sostenible y ahorro de energía.
Luego de la desactivación de los tranvías de [[Lima]] en [[1965]], los “truques” de estos fueron separados de los vagones y vendidos como chatarra lo que originó la total desaparición de estos, por lo que en el proceso se adaptó al [[tranvía]] del recuerdo un “truque” de [[ferrocarril]]. Posteriormente el [[tranvía]] fue trasladado a los talleres de una firma de carrocerías en [[Ventanilla]], donde se realizó este trabajo y se recubrió el armazón de madera con láminas de metal y se realizó el pintado para darle el acabado original de los antiguos tranvías. Finalmente el [[tranvía]] fue trasladado a las instalaciones del SENATI (Servicio Nacional de Aprendizaje en Trabajo Industrial) en el [[distrito de Los Olivos]], donde se concluyó la obra mecánica eléctrica, la carrocería y los acabados. Mientras tanto en [[Barranco]], se finalizaban las obras de rehabilitación de la línea férrea y la instalación de la línea [[catenaria]] a lo largo de la ''Avenida Pedro de Osma'', por donde recorrería el tranvía. Esta avenida, en sus vías auxiliares había mantenido a la vista los antiguos rieles por donde circularon los tranvías interurbanos [[Lima]] - [[Chorrillos]]. Solo fue necesario realizar la nivelación de la línea con el cambio de los durmientes, casi todos deshechos por el tiempo.

Parte importante de este proyecto fue la convocatoria a los ex – tranviarios (motoristas y conductores de la desaparecida CNT) que sobrepasaban los setenta años de edad y que aportaron con sus testimonios, historias, donaciones de objetos y fotografías y recomendaciones al proyecto. El museo tuvo especial interés en recoger de esta manera la historia oral de los tranvías eléctricos de [[Lima]], ya que la historia contada por los propios protagonistas es una fuente de trascendental valor en la reconstrucción histórica.
En las instalaciones del SENATI, el tranvía fue visitado por estos antiguos trabajadores, que con mucha emoción, se informaron del proceso de reconstrucción y colaboraron con los ingenieros con algunos datos sobre las disposiciones del interior y el funcionamiento del tranvía.

Los tranvías recibían la electricidad a través de [[trolley]]s o [[pantógrafo]]s. Este último era un dispositivo flexible que hacía contacto con el cable a través de una plantilla de metal. El tranvía del recuerdo fue dotado de un [[pantógrafo]] diseñado especialmente para este proyecto y su colocación marcó el inicio de la última etapa del proceso de reconstrucción y puesta en funcionamiento del [[tranvía]].

Luego de instalar la iluminación interior, los asientos, avisos, mamparas, agarraderas de cuero y los objetos de bronce, y realizar las pruebas respectivas del motor y los mandos, el vagón fue cubierto y trasladado, separado del “truque”, a su destino final: la avenida Pedro de Osma, en la cual ya se había culminado de plantar los postes, tender la línea eléctrica y rehabilitar la línea férrea.

El Tranvía Eléctrico del Museo de la Electricidad fue inaugurado el [[22 de agosto]] de [[1997]] y a partir de allí tomó el nombre de “Vagón del Recuerdo”. Con su rehabilitación se logró hacer realidad la preservación y revaloración de un testimonio del patrimonio industrial peruano. Además, el proyecto promovió la sensibilización en la población, en torno al uso de la electricidad como energía no contaminante para el transporte público y la educación a nuestras generaciones presentes y futuras en el uso sostenible de los recursos nacionales.


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 19:24 3 dic 2009

El tranvía de Lima fue un medio de transporte masivo inaugurado en 1878 y clausurado en 1965.

En 1826 el gobierno peruano facilitó la construcción de una red ferroviaria convirtiéndose en el primer país en Sudamérica con ese tipo de transporte. Años más tarde el ferrocarril a vapor, que inició sus actividades en 1851, entre Lima y el Callao fue el segundo en Sudamérica, luego del de Guyana, construido en 1848.

Historia

El Tranvía de sangre

Tranvia de Sangre frente a la Puerta de Neptuno en el Parque de la Exposición (donde actualmente esta el sector denominado parque Neptuno) de la Ciudad de Lima - Perú, según una fotografía tomada en el siglo XIX

La primera propuesta, para dotar a la ciudad de Lima de un sistema de tranvías a tracción animal, fue presentada, por don Manuel Magán y Santiago Coloy, en octubre de 1862, la cual fue rechazada porque ambos solicitaban el privilegio exclusivo.

El 29 de septiembre de 1876 se aprobó una nueva propuesta presentada por don Mariano Antonio Borda, quien, ese mismo año, firmó un contrato con el Municipio de Lima, para la construcción de un tranvía de sangre. Lima contaba, en aquel tiempo, con cien mil habitantes aproximadamente.

Borda organizó para tal fin, la Empresa del Tranvía de Lima conocida como la Tramways, cuya gerencia desempeñó hasta 1898, e inició inmediatamente los trabajos para la construcción del tranvía urbano que estuvieron bajo la dirección técnica y supervisión de don Manuel T. Marca como ingeniero de tráfico y líneas (a quien se le considera el introductor de los tranvías en el Perú), quien trabajó en esta empresa desde su origen hasta 1905.

En los primeros meses de 1877 se importaron los carros a la firma John Stephenson Company, de Nueva York, y se adquirieron las bestias que darían tracción a los tranvías.

El tranvía era un coche hipomóvil sobre rieles y el 7 de febrero de 1878 se realizó el primer viaje (de ensayo) por la línea que partía del Paseo de Aguas, en el distrito del Rimac.

El 24 de marzo de 1878 tuvo lugar la inauguración oficial del tranvía urbano de Lima (con tracción animal), con la presencia del Presidente de la República, General don Mariano Ignacio Prado y todo su gabinete ministerial.

Ese día, dos coches partieron a las cuatro de la tarde desde la calle Pescadería e hicieron un recorrido de ida y vuelta hasta el Palacio de la Exposición y en los días siguientes la Tramways concedió al público viajes gratuitos para que este pierda el escepticismo que sentía respecto a aquella novedad.

El parque tranviario lo componían mas de 20 carros distribuidos en las cuatro rutas que los tranvías llegaron a servir hacía fines del siglo XIX. Estas rutas fueron:

  • Descalzos - Exposición
  • Matienzo – Santa Clara
  • Monserrate - Cercado
  • Pampilla – San Cristóbal

Para la capital peruana de aquella época este nuevo sistema de transporte era más que puntual, cómodo y seguro.

En los años 1881-1884 la Tramways se vio gravemente afectada a causa de la ocupación de Lima por tropas foráneas.

Después de la Guerra del guano y del salitre, las comunicaciones con el Callao y los Balnearios eran atendidas por el Ferrocarril Inglés de Lima, Callao y Chorrillos y por el Ferrocarril de la Magdalena que ofrecían cinco viajes diarios al Callao, siete a Chorrillos y cuatro a la Magdalena, dos de estos en coches abiertos. En aquella época se utilizaban locomotoras a vapor.

En 1890 la Tramways tenía tres líneas que atravesaban la ciudad, el servicio que prestaba su línea principal (Exposición – Descalzos), después de una década, era deficiente, debido a la falta de una cantidad adecuada de carros.

En 1897, solo 18 carros funcionaban, los demás estaban dañados o irreparables y se hallaban en los talleres y almacenes que guardaban los materiales inservibles o deficientes.

Borda intentó reflotar el tranvía pero no tuvo el éxito esperado y traspasó la empresa, el 14 de diciembre 1898, a la nueva Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima Limitada (FCUL), constituida, para tal fin y cuyos propietarios, unieron capitales para incrementar las líneas e introducir mejoras.

La Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima Ltda. se creó con un capital de de 50,000 libras peruanas de la época, se hizo cargo del tranvía desde el 2 de enero de 1899 y empezó la explotación, ensanche y mejoramiento del servicio tranviario de Lima, cerrando un capítulo de la historia del transporte de la ciudad y abriendo otro, que fue la preparación del transporte público para el siglo XX. Esta empresa entró al siglo XX incrementando paulatinamente sus usuarios y sus carros; estos últimos sumaban 45 en enero de 1900 y 67 en diciembre de ese mismo año. Todos los coches estaban numerados, excepto tres de ellos que llevaban por nombres; "Lima", "Callao" y "Colón". Además se contaba con 339 bestias para el servicio de transporte.

El FCUL a inicios del siglo XX contaba con cuatro líneas:

  • Descalzos - Exposición
  • Monserrate - Cercado
  • Camal - Acequia de Islas
  • Malambito - Santa Rosa

La Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima Limitada procuró contactarse con las empresas que organizaban los tranvías eléctricos a Chorrillos y al Callao para celebrar acuerdos de apoyo recíproco y había conseguido, desde febrero de 1902, una primera concesión otorgada por el Concejo Municipal de Lima para el cambio, de sus cuatro rutas, a la tracción eléctrica, debiendo solo esperar obtenerla por parte del gobierno central. El cambio de la tracción animal por la eléctrica había comenzado.

El Tranvía eléctrico

El Ferrocarril Urbano de Lima (FCUL) inauguró la primera línea de tranvías eléctricos (la ruta urbana Alameda de los Descalzos-Parque de la Exposición) la noche del Viernes 1 de Junio de 1906. La Foto muestra a los Ejecutivos y Personal del FCUL durante la inauguración de su sistema eléctrico
Tranvia eléctrico circulando en el Jirón de la Unión (calle Mercaderes) de la Ciudad de Lima - Perú según una foto de los años 10 del siglo XX
Vista del antiguo Palacio de Gobierno a mediados de la década del 20 del siglo XX. Pueden verse dos tranvías eléctricos italianos marca Breda de las líneas que unían el Rimac con la Exposición
Archivo:Tranvialima05.jpg
Perspectiva de la Plaza Bolognesi donde se ve el monumento a Bolognesi, obra de Agustín Querol, en 1954 fue reemplazada la estatua por otra de Artemio Ocaña por disposición de Odría. Puede verse uno de los tranvías interurbanos de la línea Lima - San Miguel circundando la plaza en dirección a Magdalena
Archivo:Tranvialima03.JPG
Tranvía eléctrico urbanito de la línea Nº 3 “Cinco Esquinas - Plaza 2 de mayo” recorriendo el Jirón Miro Quesada -en dirección a Cinco Esquinas- frente al Diario El Comercio de Lima, según una foto de los años 60 del siglo XX

El transporte público de Lima se fue modernizando aceleradamente a inicios del siglo XX. Entre 1902 y 1906 el tranvía de Lima (que se había inaugurado en 1878 con tracción animal) inició su conversión a la tracción eléctrica y fueron construidas dos nuevas líneas de tranvía eléctrico interurbano (“ferrocarril eléctrico” como lo llamaban popularmente): la de Lima a Chorrillos, y la de Lima al Callao.

El Tranvía eléctrico interurbano LimaChorrillos, inaugurado por El presidente Manuel Candamo el 17 de febrero de 1904, para esa oportunidad la Empresa Eléctrica de Santa Rosa habilitó una planta térmica exclusiva en Limatambo, fue el primer tranvía eléctrico del Perú, su construcción fue iniciada en 1903 y culminada en 1904. Inicialmente sólo llegaba hasta Barranco, habiéndose, el 3 de marzo de 1904, el servicio extendido hasta Chorrillos. En 1906 la empresa del Tranvía eléctrico LimaChorrillos tenía un total de 26 kilómetros de vías férreas. En esta línea, a tres días de su inauguración, ocurrió el primer accidente tranviario del Perú, del cual informaba el diario "El Comercio" de Lima , en su edición del domingo 21 de febrero de 1904, con profusión de detalles:

Poco más o menos a las 10 ½ de la noche de ayer tuvo lugar el primer accidente del tranvía eléctrico de Lima a Chorrillos.

Felizmente, por esta vez, no hay que considerar desgracias de consideración; pero de todas maneras, lo que ha ocurrido anoche debe ser para la novísima empresa enseñanza provechosa para lo porvenir, pues de haberse tomado, desde el día de la inauguración, las medidas precautorias que esta clase de líneas exigen, el accidente no hubiera ocurrido. Se nos había dicho, en efecto, que a pequeños trechos en la vía existían teléfonos destinados a comunicar a todas las estaciones cualquiera interrupción que tuviera lugar en él tráfico; y si la existencia de esos teléfonos fuera una realidad, el choque de anoche se hubiera evitado, noticiando a la oficina central de Miraflores lo acaecido al carro origen del accidente.

He aquí, según la relación de los pasajeros de ambos vehículos, lo que sucedió,

Veinte minutos antes de la hora ya indicada, partió de la estación de Lima el carro Nº 2 del eléctrico, ocupados todos sus asientos, y llevando además algunos pasajeros en sus plataformas.

Hizo el viaje hasta Miraflores sin novedad alguna, y se dirigía al Barranco, cuando poco antes de llegar al lugar conocido con el nombre de Quebrada de Armendáriz, en el poste 289, escapase el trolley por el cual toma el carro la electricidad del alambre conductor, deteniéndose, por consiguiente, y quedando a oscuras por completo.

Esto produjo, como es natural, cierto recelo entre los pasajeros, entre los que se encontraban no pocas señoritas, resolviendo, algunos, descender del carro para investigar lo que pasaba.

Ocupabanse el motorista y el conductor en adaptar el trolley, cuando los señores Tomas Segundo Lama, Guillermo Rey y uno de los hermanos Trou, dieron la voz de alarma indicando que a poca distancia venia, por la misma línea, otro carro del eléctrico.

Era el Nº 6 que descendía rápidamente, por la curva más peligrosa y la gradiente mas fuerte de toda la línea. El conductor del Nº 2, Jorge del Mar, se hallaba en el techo de su carro, en esos momentos, arreglando el desperfecto, y cuando noto el peligro, ya no tuvo tiempo para evitarlo.

El Nº 6 se acercaba a toda velocidad, pues como en el carro detenido no había luz alguna no podía darse cuenta el que lo manejaba de la presencia de otro carro en la vía que él creía libre. Por ventura, a las voces de los pasajeros del Nº 2, el motorista del Nº 6 corto la corriente e hizo uso del freno, pero ya sin poder impedir el choque.

Los pasajeros del carro detenido que en ese momento descendían de el, fueron lanzados a tierra violentamente, originando lo imprevisto del accidente, una escena de consternación y espanto indescriptible. Los vidrios de las ventanillas saltaron en pedazos, y los balcones de ambos carros, así como la parte interior del Nº 2 quedaron en gran parte destruidos.

Muchas de las personas echaronse a correr locamente por el camino, sin saber lo que hacían, casi todos sin sombreros y algunos llamando a su familia.

Pasados los primeros momentos de confusión se dirigió uno de los empleados del tranvía a Miraflores, y dio parte de lo que ocurría. Se expidió de Lima otro carro, y en el embarcose el señor Emilio Godoy, subgerente o algo por el estilo de la mencionada empresa.

En ese carro se trajo a parte de los pasajeros que sufrieron el accidente, pues otros, teniendo por demasiado dura la lección recibida, prefirieron recorrer un kilómetro o poco más y venir a la capital por el tren ingles.

En el carro Nº 2 detenido en la línea, iban, entre otras las siguientes personas: señores Puente y familia, Riofrío, Carlos Benavides, los hermanos Trou, Guillermo Rey y Lama, Sbarbaro, Pedro Cáceres Sarriá y su hermano, Valladares e hijas, etc. En el que iba a Barranco, los Señores Isaac Alzamora, Carlos López Aldana y familia, Segui y familia, White, etc, etc, aparte de los pasajeros de segunda en ambos tranvías.

Han resultado con lesiones los señores: Sbarbaro, en la mano derecha de la que manaba abundante sangre; López Aldana en un brazo; Puente en el pie, una dislocación, la señorita Zoila Larrabure que presentaba en la mejilla una cortadura hecha por un trozo de vidrio. Esta demás decir, por supuesto, que todos sin excepción han sufrido el golpe consiguiente a tan inesperado accidente.

Al recibirse en Lima, como en Miraflores y Barranco, la noticia del accidente se agrupo en las estaciones una gran muchedumbre de curiosos que interrogaba, sin resultado alguno, a los discretísimos empleados del Eléctrico. Esta discreción producía efecto contraproducente, pues todo el mundo se inclinaba a dar el accidente de la Quebrada de Armendáriz, mayores proporciones que las que realmente ha tenido.

En la estación de Lima, la muchedumbre era mayor, y dio un verdadero asalto, en demanda de detalles, a los pasajeros de los carros colisionados, y a los que era fácil conocer por lo empolvado de sus vestiduras, y porque algunos llevaban descubierta la cabeza, a causa de haber perdido el sombrero, en la confusión justificada que originara el choque.

En vista de este accidente debe pues, la empresa, tomar las medidas mejores para impedir una repetición que pudiera, otra vez, ser fatal y no tan feliz, relativamente, como esta.

No falto, como es de suponerse, un incidente cómico: uno de los pasajeros de 2º da, Neptalí Martínez, indignado por el choque y atribuyendo su realización a torpeza del motorista, arremetió contra este, propinándole algunos sonoros cachetes que el atontado mecánico no acertó a contestar. Intervinieron los otros pasajeros, y la cosa no paso a mayores. (SIC).
Diario “El Comercio”- Domingo 21 de febrero de 1904. Reproducido en: El siglo XX en el Perú a través de El Comercio - tomo I - 1901-1910 - Lima – Perú 1991 - Ediciones El Comercio.

En marzo de 1904 la Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima se fusionó con la Empresa Eléctrica de Santa Rosa, preparándose de esta manera el camino para la llegada de los tranvías eléctricos, ese mismo año la Empresa Eléctrica de Santa Rosa obtenía la concesión para la instalación de una línea de tranvías eléctricos interurbanos de Lima al Callao el cual fue inaugurado el 27 de julio de 1904, cinco meses después de la inauguración del Tranvía Eléctrico interurbano de Lima a Chorrillos.

En 1904 la Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima (FCUL) suscribió un contrato con el Municipio de Lima para electrificar el tranvía urbano mediante el sistema trolley y, al igual que en los trabajos de la construcción de los tranvías de sangre, la dirección técnica de los trabajos de electrificación de los tranvías, estuvo, también, a cargo del ingeniero Manuel T. Marca. La primera línea de tranvías urbanos de tracción eléctrica (Descalzos - Exposición) fue puesta en servicio el 1 de junio de 1906, en ese año la Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima tenía un total de 26 kilómetros de vías férreas y las otras líneas de tranvías urbanos fueron electrificadas sucesivamente.

El 1 de agosto de 1906, la Empresa Eléctrica de Santa Rosa logró fusionar en torno a ella a la Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima, a la Compañía del Ferrocarril Eléctrico Lima -Callao y a la Compañía del Tranvía Eléctrico Lima -Chorrillos, formando de esta manera la histórica y tradicional Empresas Eléctricas Asociadas, la que dedicó su atención en dos ramos: uno para el servicio de fuerza y luz y otro para el servicio tranviario.

En 1918 la extensión total de la red de tranvías urbanos de tracción eléctrica era de 39 kilómetros.

A lo largo de las décadas del 10 y del 20 del siglo XX el servicio de tranvías eléctricos se constituyó en cuatro líneas: la urbana de Lima y las interurbanas del Callao, Chorrillos y Magdalena. En 1923 el conjunto de estas líneas hacía un total de 166 km.

El plan de expansión aprobado en 1922 consideraba la reforma del servicio tranviario, se construyeron nuevos tramos y se renovaron los otros tramos además del parque tranviario. Una innovación en aquellos años fue el tendido de rieles y durmientes sobre un material llamado balasto, que era de piedra chancada elaborada en una planta construida especialmente por la empresa.

Sin embargo, y a pesar de esas mejoras, desde 1925 la operación de los tranvías se vio seriamente afectada por la competencia de los nuevos autobuses introducidos. Un hecho que afectó el servicio tranviario fue la suspensión del servicio eléctrico durante varios días seguidos, en el verano de 1925, a causa de las inundaciones y huaicos que inutilizaron temporalmente las centrales eléctricas de Chosica y Yanacota. Durante los días de suspensión del suministro eléctrico los tranvías dejaron de circular ocasionando la aparición del, todavía incipiente, servicio público de autobuses que empezó a satisfacer la demanda de transporte que no pudo ser satisfecha por los tranvías. Pero lo cierto era que el servicio tranviario tenía una estructura de costos diferente y desventajosa respecto a la de los autobuses evidenciándose de esta manera una competencia desigual ya que los tranvías debían pagar, además del mantenimiento de sus vagones, por sus talleres e instalaciones así como por la conservación de sus rieles, mientras que los autobuses utilizaban, sin pago alguno al Estado, las vías, que eran mantenidas con dinero del tesoro público, y solamente pagaban sus reparaciones las cuales eran hechas en talleres particulares o en la vía pública. Los autobuses aumentaron en número y cada día le causaban al tranvía una disminución, en cantidades significativas, de su número de usuarios.

Como consecuencia de esta competencia desigual las operaciones de los tranvías, desde fines de la década del veinte del siglo XX, comenzaron a ser deficitarias con la consiguiente disminución de su cantidad de usuarios.

Ante esta situación la empresa debió rebajar sus tarifas, gracias a lo cual en 1933 el número de pasajeros se incrementó a casi 27 millones. Sin embargo, esa recuperación fue insuficiente para el logro de un superávit en el ejercicio económico tranviario.

Además el mal estado de algunos coches producían accidentes y el subsidio de energía para los tranvías significaba un costo oneroso para la empresa.

Por ese motivo, para solucionar la problemática presentada, en 1934 la empresa decidió transferir las líneas de tranvías y dedicarse exclusivamente a la generación y distribución de energía eléctrica. La operación de transferencia de los tranvías fue aprobada en la junta extraordinaria del 28 de abril de 1934. El nombre en inglés de las Empresas Eléctricas Asociadas, que era Lima Light, Power & Tramway Co., pasó a ser Lima Light & Power Co..

De esta manera nace la Compañía Nacional de Tranvías (CNT), que, desde el 28 de abril de 1934, se hizo cargo de los coches, de las líneas, de las servidumbres, del personal, de los talleres, de los activos y de los pasivos, habiéndose mantenido activa durante tres décadas.

La CNT contaba, en Lima, con las siguientes líneas:

Urbanas:

  • Línea Nº 1 Descalzos – Paseo de la República
  • Línea Nº 2 Francisco Pizarro - Paseo de la República
  • Línea Nº 3 Cinco Esquinas – Plaza 2 de Mayo

Interurbanas:

  • Lima – San Miguel
  • Lima - Chorrillos
  • Lima – Callao

En el Puerto del Callao la CNT contaba con el urbanito La Punta - Callao - Chucuito.

Para su desplazamiento los tranvías de Lima contaban con 100,000 metros de rieles.

La migración del campo a la ciudad, que ocurrió en Lima durante la década de los 40 del siglo XX, origina no solo que la población de la capital peruana se triplique sino que, obviamente, el servicio tranviario incremente su cantidad de usuarios, los tranvías acoplados a Chorrillos estaban con su capacidad al máximo, los tranvías urbanitos recogían escolares a mas y mejor y los motoristas aguzaban la vista ante la presencia de nuevos gorreros.

Fin del servicio

Debido a que la CNT era una empresa pública y una de las poquísimas que existían en aquella época en el Perú, a mediados del siglo XX, el diario La Prensa de Lima, vocero del neoliberalismo económico, realiza una campaña periodística nada favorable a ella y que influiría en su liquidación.

El incumplimiento, por parte de la CNT, del pago de obligaciones como sueldos y salarios, servicios, y energía eléctrica, también debilitó al sistema tranviario. En 1961, por ejemplo, la CNT debía 112 millones de soles antiguos al Seguro Social Obrero y del Empleado, además los cambios en la infraestructura urbana en la ciudad de Lima, como la construcción de nuevas pistas, tales como la moderna Vía Expresa del Paseo de la República, cuya construcción precisaba de la supresión del tranvía de Lima a Chorrillos, incidieron en la clausura del servicio de tranvías. También fueron causas de la clausura del servicio tranviario los onerosos costos de su mantenimiento y la falta de repuestos en el mercado.

La crisis se acentuó y se evidenció en la cantidad de tranvías que circulaban en las calles de Lima. Si en 1956 operaban 70 tranvías, en 1961 el numero disminuye a 50, en 1963 se redujo el número a 30 y, en 1965 solo funcionaban 24 tranvías, la antigua Compañía Nacional de Tranvías colapsaba.

A las 06.00 horas del 18 de septiembre de 1965 comienza la huelga general de operarios y empleados tranviarios y como consecuencia de la crisis tranviaria la CNT claudicó y se formó una comisión tripartita. La situación financiera se tornó insostenible. Operaban pocas unidades.

La Cámara de Diputados del Congreso de la República, durante el primer gobierno del Arquitecto Fernando Belaunde Terry, decide liquidar la CNT y se promulga la ley Nº 15786 de octubre de 1965 que acabaría definitivamente con este sistema de transporte en la capital peruana. La CNT tenía cuantiosas deudas y sus máquinas malogradas terminaron, en los talleres, enmohecidas y como chatarra.

Ante la declaración oficial de cierre, el 19 de octubre de ese año, el diario "El Comercio" de Lima anunciaba: “No volverán a circular más los tranvías en Lima”. El transporte tranviario, después de 61 años, había finalizado con 15 unidades.

El vagón del recuerdo

Este proyecto fue realizado por el Museo de la Electricidad en coordinación con la Municipalidad de Barranco. Desde la creación del Museo se consideró al tranvía como un motivo evocador para los limeños que tuvieron la oportunidad de utilizarlo como medio de transporte. La rehabilitación del Tranvía del recuerdo fue obra de un grupo de profesionales que trabajaron para concretar este proyecto. El vagón marca BREDA, italiano, llegó al Perú en 1956 y transitó por las calles limeñas hasta el 17 de septiembre de 1965. Fue ubicado en Manchay, camino a Cieneguilla, en la afueras de la ciudad de Lima y desde ese momento pasó por varios lugares antes de llegar a la Avenida Pedro de Osma donde actualmente circula desde la noche del 22 de agosto de 1997. Los trabajos de restauración se iniciaron en un local frente a la Central de Moyopampa en Chosica, después fue trasladado a Ventanilla para continuar con los trabajos de carpintería metálica y finalmente fue llevado a las instalaciones del SENATI en el distrito de Los Olivos donde se concluyó la obra mecánico-eléctrica, la carrocería y los acabados.

Los objetivos de esta obra están enmarcados dentro de un amplio proyecto el cual comprende diversos conceptos tales como la recuperación de valores tradicionales, la urbanidad y la educación cívica, entre otros, el aprovechamiento de la electricidad como un recurso para el transporte que no contamina y va acorde con las nuevas tendencias de desarrollo sostenible y ahorro de energía.

Véase también

Bibliografía

  • Gran Colección/Los grandes inventos de Lima, editado por el Diario "Liberación" de Lima, fasciculo 2, Simón Bolívar: Pionero del ferrocarril en América del sur.
  • Diario "El Comercio" de Lima del 19 de septiembre de 1965, TRANVIARIOS INICIAN PARO, Personal tranviario impago, se declara en huelga, página 1.
  • Diario "El Comercio" de Lima del 4 de octubre de 1965, TRANVIAS VENDIDOS COMO CHATARRA NO CUBRIRAN DEUDA AL PERSONAL, Amplia información sobre el problema de la CNT, página 5.
  • Diario "El Comercio" de Lima del 20 de octubre de 1965, NO VOLVERAN A CIRCULAR MAS LOS TRANVIAS EN LIMA, Anuncio oficial de que el sistema tranviario llega a su fin, página 1.
  • Diario "El Comercio" de Lima del 22 de octubre de 1965, DESPEDIDA AL TRANVIA, Editorial, por Hermann Buse de la Guerra, página 2.
  • Diario "La Prensa" de Lima del 22 de octubre de 1965, TRANVIAS NO VOLVERAN A CIRCULAR EN LIMA, Amplia información en la página principal, página 1.
  • Diario "La Prensa" de Lima del 23 de octubre de 1965, TRANVIAS CONDENADOS A MUERTE, página 10.
  • Diario "El Comercio" de Lima del martes 10 de noviembre de 1992, Sección D, METROPOLITANA, artículo: VISION HISTORICA DE LIMA. Transporte, el de antes.
  • Diario "El Comercio" de Lima del martes 10 de septiembre de 1996, ESPECIAL, artículo: DINOSAURIOS DE HIERRO, Un recuerdo llamado tranvía, página A10.

Enlaces externos