Diferencia entre revisiones de «Maquiavelismo»

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==Elementos del maquiavelismo==
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ser el [[caudillo]] que logre la unidad e independencia de Italia, víctima de numerosas intrusiones exteriores y divisiones internas en múltiples repúblicas que luchan celosamente entre sí. Propone, de hecho, la figura de [[Fernando el Católico]] a causa de su astucia.
En esta obra, y en otras (como los ''Discursos sobre las décadas de Tito Livio''), propone Maquiavelo cuál ha de ser el príncipe o gobernante ideal, fundándose en su experiencia política como secretario de príncipes y en sus múltiples lecturas como historiador. Le obsesiona sobre todo cómo ha de ser el [[caudillo]] que logre la unidad e independencia de Italia, víctima de numerosas intrusiones exteriores y divisiones internas en múltiples repúblicas que luchan celosamente entre sí. Propone, de hecho, la figura de [[Fernando el Católico]] a causa de su astucia.


La contribución del maquiavelismo y que resultó fundamental para la doctrina política europea, fue la separación de la [[ciencia política]] de la [[moral]] y la [[religión]]. Maquiavelo establece que la conducta práctica del político se ha de desarrollar al margen de consideraciones teóricas fuera de la realidad. La obsesiva persecución del [[poder]] y del prestigio costara lo que costara, con independencia de consideraciones [[ética]]s que se posponen a ese fin, ya que el fin importa más que los medios. Dicha concepción tiene antecedentes antiguos, especialmente griegos, en las ideas de [[Anacarsis]] el escita y de [[Trasímaco]]. El político, para gobernar a los hombres, ha de disciplinarlos. Para ello debe conseguir prestigio y autoridad mediante el uso la fuerza, lo que exige prescindir de consideraciones éticas y usarlas solamente como apariencia, de forma que se establece como principio supremo la [[razón de estado]]: el objetivo del Estado es su propia supervivencia, y ésta puede llegar a legitimar un mal menor a costa de evitar un mal mayor. Eso viene a suponer que la [[mentira]] es la conducta política menos mala y que el asesinato político queda autorizado si es encubierto y con ello se logra que un número mayor de personas no muera:
La contribución del maquiavelismo y que resultó fundamental para la doctrina política europea, fue la separación de la [[ciencia política]] de la [[moral]] y la [[religión]]. Maquiavelo establece que la conducta práctica del político se ha de desarrollar al margen de consideraciones teóricas fuera de la realidad. La obsesiva persecución del [[poder]] y del prestigio costara lo que costara, con independencia de consideraciones [[ética]]s que se posponen a ese fin, ya que el fin importa más que los medios. Dicha concepción tiene antecedentes antiguos, especialmente griegos, en las ideas de [[Anacarsis]] el escita y de [[Trasímaco]]. El político, para gobernar a los hombres, ha de disciplinarlos. Para ello debe conseguir prestigio y autoridad mediante el uso la fuerza, lo que exige prescindir de consideraciones éticas y usarlas solamente como apariencia, de forma que se establece como principio supremo la [[razón de estado]]: el objetivo del Estado es su propia supervivencia, y ésta puede llegar a legitimar un mal menor a costa de evitar un mal mayor. Eso viene a suponer que la [[mentira]] es la conducta política menos mala y que el asesinato político queda autorizado si es encubierto y con ello se logra que un número mayor de personas no muera:

Revisión del 18:49 28 ago 2009

Detalle de un retrato de Maquiavelo con las insignias de oficial público florentino. 1500, la pintura es obra de Santi di Tito

Se denomina maquiavelismo a la doctrina política emanada del libro El Príncipe, escrito por el humanista e historiador florentino Nicolás Maquiavelo en 1513.

Elementos del maquiavelismo

En esta obra, y en otras (como los Discursos sobre las décadas de Tito Livio), propone Maquiavelo cuál ha de ser el príncipe o gobernante ideal, fundándose en su experiencia política como secretario de príncipes y en sus múltiples lecturas como historiador. Le obsesiona sobre todo cómo ha de ser el caudillo que logre la unidad e independencia de Italia, víctima de numerosas intrusiones exteriores y divisiones internas en múltiples repúblicas que luchan celosamente entre sí. Propone, de hecho, la figura de Fernando el Católico a causa de su astucia.

La contribución del maquiavelismo y que resultó fundamental para la doctrina política europea, fue la separación de la ciencia política de la moral y la religión. Maquiavelo establece que la conducta práctica del político se ha de desarrollar al margen de consideraciones teóricas fuera de la realidad. La obsesiva persecución del poder y del prestigio costara lo que costara, con independencia de consideraciones éticas que se posponen a ese fin, ya que el fin importa más que los medios. Dicha concepción tiene antecedentes antiguos, especialmente griegos, en las ideas de Anacarsis el escita y de Trasímaco. El político, para gobernar a los hombres, ha de disciplinarlos. Para ello debe conseguir prestigio y autoridad mediante el uso la fuerza, lo que exige prescindir de consideraciones éticas y usarlas solamente como apariencia, de forma que se establece como principio supremo la razón de estado: el objetivo del Estado es su propia supervivencia, y ésta puede llegar a legitimar un mal menor a costa de evitar un mal mayor. Eso viene a suponer que la mentira es la conducta política menos mala y que el asesinato político queda autorizado si es encubierto y con ello se logra que un número mayor de personas no muera:

Cuando un príncipe dotado de prudencia ve que su fidelidad en las promesas se convierte en perjuicio suyo y que las ocasiones que le determinaron a hacerlas no existen ya, no puede y aun no debe guardarlas, a no ser que él consienta en perderse. Obsérvese bien que si todos los hombres fueran buenos este precepto sería malísimo; pero como ellos son malos y que no observarían su fe con respecto a ti si se presentara la ocasión de ello, no estás obligado ya a guardarles la tuya, cuando ello te es forzado.

Hay dos tipos de príncipes para Maquiavelo: los que escuchan y los que no escuchan. Si el príncipe es débil, debe recurrir a la astucia mejor que a la fuerza y no ser esclavo de su palabra, sino de su conveniencia. Afirmó, pues, que "la fuerza es justa cuando es necesaria" y que "si puedes matar a tu enemigo, hazlo; si no, hazte amigo suyo".

Recepción del maquiavelismo

Las doctrinas de Maquiavelo fueron universalmente reprobadas por todo tipo de monarquías y se escribieron numerosos tratados para rebatirla. Pero fueron leídas y practicadas de forma unánime, siguiendo el principio hipócrita que propugnaba el mismo Maquiavelo, quien para componer su libro se fundó solamente en lo que había visto en vez de precocinar vanas especulaciones moralizantes. La crueldad inteligente, para Maquiavelo, puede ser un atributo del buen gobierno cuando el monarca necesita asentar su autoridad, a fin de evitar el mal mayor del desgobierno. Goethe lo expresó con una famosa máxima: "Prefiero la injusticia al desorden".

Curiosidades

Se ha pretendido que el maquiavelismo se condensa en la afirmación "el fin justifica los medios", pero esa sentencia no aparece en ninguna obra de Maquiavelo, sino que es sólo una interpretación destinada a hacer parecer su obra como la inspiración de dictadores y despóticos. Sin embargo, en varios pasajes de "El Príncipe", el italiano da a entender que es posible obrar mal, o cruelmente, si es para prevenir un mal mayor, lo que indicaría que el fin, según su debido contexto, sí justifica los medios, aunque nunca lo haya escrito literalmente.

La sentencia "el fin justifica los medios" aparece en un comentario de Napoleón Bonaparte en "El Príncipe" de Maquiavelo. En el capítulo VIII "De los que han llegado al principado mediante delitos", Maquiavelo cita : Se trata cuando se alcanza el principado por un camino delictuoso y nefasto y Napoleón comenta : La expresión es duramente improbativa. ¿ Qué importa el camino, con tal que se llegue? Maquiavelo comete una falta en hacer de moralista sobre semejante materia.

La afirmación, por tanto, pertenece a Napoleón y no a Maquiavelo.

Fuente "El príncipe" de Nicolás Maquiavelo 1513 (edición original), edición comentada por Napoleón Bonaparte (Primera edición 20-6-1939)

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