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[[Archivo:Eristalis tenax 2005.06.27 09.54.31.jpg|thumb|right|200px|Mosca de las flores ([[Syrphidae]]), mimética de la [[Apis mellifera|abeja]]. Ejemplo de mimetismo batesiano]] |
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En muchas ocasiones coinciden mimetismo y [[aposematismo]]. Es el caso de animales inofensivos que imitan a otros peligrosos, como algunas orugas que presentan ocelos espectaculares, manchas pares concéntricas que imitan a un par de ojos abiertos. |
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[[Henry Walter Bates]] observó que en ocasiones una especie inofensiva se asemejaba a otra peligrosa o repugnante y que con esto conseguía eludir la acción de los depredadores. Se llama '''mimetismo batesiano''' a este fenómeno. Es el que observamos, por ejemplo, en el caso de las moscas (de las familias ''Syrphidae'' y ''Bombilidae'') cuyo aspecto emula el de abejas y avispas. En el grupo de los vertebrados existe un grupo de [[Serpiente de coral|serpientes de coral]], muy venenosas, imitadas en la composición de sus colores por una falsa coral totalmente inofensiva. |
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[[Fritz Müller]] por su parte hizo notar que los animales miméticos a menudo coinciden en la propiedad que los defiende frente a los depredadores, por ejemplo el mal sabor. La razón es que de esta manera comparten los costes de “educar” al depredador; puesto que éste no elude de manera innata a estas presas. Al ser semejantes, el depredador sólo debe probar una para aprender a rechazarlas a todas. Se llama '''mimetismo mülleriano''' a este fenómeno, y ''círculo mulleriano'' al conjunto de especies que comparten los mismos signos de reconocimiento. |
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[[Archivo:Ophrys speculum d.JPG|left|thumb|250px|''[[Ophrys speculum]]'' es una de las muchas especies mediterráneas de este género que imitan el aspecto de una [[abeja]] a los ojos de un macho. La mancha azul evoca el reflejo del cielo sobre las alas paralelas]] |
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=== Mimetismo y reproducción === |
=== Mimetismo y reproducción === |
Revisión del 21:07 30 jul 2009
El mimetismo (del gr. μιμητός, imitable) es un fenómeno que consiste en que un ser vivo utiliza esta habilidad para asemejarse a otros seres de su entorno, con los que no guarda relación, para obtener alguna ventaja funcional.
El objeto del mimetismo es engañar a los sentidos de los otros animales que conviven en el mismo hábitat, induciendo en ellos una determinada conducta. Los casos más conocidos afectan a la percepción visual, pero también hay ejemplos de mimetismo auditivo, olfativo o táctil.
Probablemente el ejemplo más popular es el del camaleón, cuyos colores de la piel cambian según el entorno donde se desplace. Aunque algunos científicos consideran que no es un verdadero mimetismo sino una coloración críptica.
Mimetismo y cripsis
El objeto del mimetismo puede ser la cripsis (camuflaje) pero, aunque muchos de los mejores ejemplos lo son a la vez de ambos fenómenos, no deben confundirse ambos conceptos. La diferencia radica en el mimetismo consiste en que un ser vivo se asemeja a otros de su entorno y la cripsis en que el ser vivo se asemeja al propio entorno donde vive para asegurar su supervivencia.
Muchos ortópteros (orden Orthoptera) y algunos fásmidos (orden Phasmatodea) tropicales parecen hojas, lo mismo que algunas mariposas; el aspecto típico de los Phasmatodea (insectos palo) es el de una ramita o paja. Las orugas de las mariposas de la familia geométridos se posan con el cuerpo rígido adoptando el aspecto de una pequeña rama o pecíolo foliar seco.
Mimetismo y aposematismo
En muchas ocasiones coinciden mimetismo y aposematismo. Es el caso de animales inofensivos que imitan a otros peligrosos, como algunas orugas que presentan ocelos espectaculares, manchas pares concéntricas que imitan a un par de ojos abiertos.
Henry Walter Bates observó que en ocasiones una especie inofensiva se asemejaba a otra peligrosa o repugnante y que con esto conseguía eludir la acción de los depredadores. Se llama mimetismo batesiano a este fenómeno. Es el que observamos, por ejemplo, en el caso de las moscas (de las familias Syrphidae y Bombilidae) cuyo aspecto emula el de abejas y avispas. En el grupo de los vertebrados existe un grupo de serpientes de coral, muy venenosas, imitadas en la composición de sus colores por una falsa coral totalmente inofensiva.
Fritz Müller por su parte hizo notar que los animales miméticos a menudo coinciden en la propiedad que los defiende frente a los depredadores, por ejemplo el mal sabor. La razón es que de esta manera comparten los costes de “educar” al depredador; puesto que éste no elude de manera innata a estas presas. Al ser semejantes, el depredador sólo debe probar una para aprender a rechazarlas a todas. Se llama mimetismo mülleriano a este fenómeno, y círculo mulleriano al conjunto de especies que comparten los mismos signos de reconocimiento.
Mimetismo y reproducción
En algunos casos aposematismo y mimetismo se combinan en plantas para atraer a agentes polinizadores, vectores del polen.
Los ejemplos más notables se dan en orquídeas donde el señuelo puede ser visual, olfativo o alguna combinación de ambos. La orquídea engaña al insecto, generalmente un himenóptero macho, adoptando el aspecto de una hembra y, en muchos casos, emitiendo sustancias olorosas que se asemejan a las feromonas en que se basa la aproximación sexual de esos insectos.
Mimetismo no visual
Siendo los seres humanos, y los primates en general, animales dependientes del sentido de la vista, los casos de mimetismo en otros campos sensoriales nos pasan fácilmente desapercibidos, sin ser por ello menos importantes. Un caso notable de mimetismo auditivo lo ofrece la lechuza terrestre o vizcachera (Athene cunicularia), que anida en cavidades del suelo, donde los pollos responden a la aproximación de potenciales enemigos emitiendo un sonido como el del cascabel de una serpiente. En cuanto a los sentidos químicos es conocido el caso de muchas orquídeas (V. imagen de Ophrys) que vierten al aire sustancias miméticas de las feromonas de ciertas avispas o abejas, engañando a los machos, que creen así acercarse a una hembra de su especie.
Véase también
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Mimetismo.