Diferencia entre revisiones de «Educación infantil en España»

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Revisión del 17:03 10 mar 2008

Dentro de los predecesores de esta etapa educativa se encuentran los denominados Kindergarten o jardines de infancia. Kindergarten (por Hugo Oehmichen)

La Educación Infantil es el primer nivel educativo en el sistema español.[1]​ Precede a la educación primaria (también conocida como educación básica) y no tiene carácter obligatorio. Actualmente el Real Decreto 1630/06 de 29 de diciembre (a partir de la LOE) regula sus enseñanzas mínimas en todo el Estado.[2]​ Surgió en la década de 1990, cuando las nuevas reformas de la LOGSE establecieron la necesidad de ampliar la educación formal a la población de hasta seis años de edad. Para ello se sustentó en las teorías psicodegágogicas del constructivismo[3]​ y de autores como Jean Piaget, Lev Vygotsky y la Línea de Desarrollo Curricular o en la pedagogía progresista de autores como Célestin Freinet[4]​ u Ovide Decroly[5]​ conocida como Escuela Nueva. Su objetivo principal es "Contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños" (LOE Art. 12.2) y parte de una serie de principios elementales:

  • El enfoque globalizador.[6]
  • El juego como motor de desarrollo humano.
  • El principio de actividad.[7]
  • Los espacios y tiempos dentro del escenario educativo.
  • Promover aprendizajes significativos en el alumnado y partiendo de las ideas que ya poseen.
  • La importancia de la atención a la diversidad y la coordinación con las familias.

Fundamentación

La Educación Infantil considera al niño como un ser con características especiales, propias, en un estadio particular de desarrollo (o siguiendo a Piaget dos estadios: el sensoriomotor primero y el preoperacional después), y que han de conocerse. Así lo ponen en valor como un ser unitario biológica, psíquica y socialmente, diferente e irrepetible, que está en veloz y continuo desarrollo, que dentro de su desarrollo construye de manera activa y que es sexuado. Todo ello contrasta con las consideraciones tradicionales que se hacían del niño pequeño. Para explicar este desarrollo infantil se apoya en dos teorías constructivistas del desarrollo que se consideran complementarias en la actualidad:[8]​ las teorías genético-cognitivas de Piaget[9]​ y las genético-dialécticas de Vygotsky.[10]​ Es decir, el niño construye y se desarrolla gracias a:

  • La actividad o las actividades autoestructurantes (según Piaget), mediante las cuales incide en sus propias estructuras internas o esquemas de acción.
  • La interacción con el medio sociocultural de manera activa. Es lo que Vygotsky denomina paso del nivel intersicológico al intrasicológico.

Estas teorías psicopedagógicas que sustentan los postulados de la Educación Infantil también resaltan la importancia de:

  • El desarrollo socioafectivo. Sobre todo del apego, el desarrollo socio-moral, la autonomía y la individualización.
  • El desarrollo psicomotor del niño.
  • El desarrollo del lenguaje verbal y no verbal.

Estructura

Rincón de la asamblea. A inicios del día el alumnado se reúne en este espacio para tomar decisiones y trabajar diferentes rutinas.

De carácter gratuito pero no obligatoria, está formada por dos ciclos educativos de tres cursos académicos cada uno, que se denominan:

  • Primer ciclo (0-3 años), y que aún no es ofertada por el MEC por la dificultad de su implantación en centros ordinarios.[11]
  • Segundo ciclo (3-6 años), ofertada de manera gratuita por el MEC y las diferentes Comunidades Autónomas españolas.

El enfoque globalizador por la que opta implica que no se estructure por disciplinas o materias sino por los denominados "Ámbitos de experiencia", que son, a su vez, tres:

  • Identidad y autonomía personal.
  • Medio físico y social.
  • Lenguajes: Comunicación y representación.

Objetivos

Los objetivos marcados tanto en la LOE como en el RD 1630/06 se enmarcan en el denominado primer nivel de concreción curricular; esto es, son objetivos base desde los que partir y que sirven de guía para poder ser desarrollados en el segundo, tercer e incluso cuarto nivel de concreción (centro, aula y alumno en particular).

El Real Decreto 1630/06 establece como su objetivo principal el “Lograr un desarrollo integral y armónico de la persona en los distintos planos: físico, motórico, emocional, afectivo, social y cognitivo y procurar los aprendizajes que contribuyen y hacen posible dicho desarrollo”.[12]​ Esta caracterización de los objetivos los convierten en guía y medio orientador para conseguir los aprendizajes del alumnado: los objetivos no son cerrados, definitivos u observables sino las intenciones pedagógicas y las capacidades que se espera que el alumnado desarrolle al final de esta etapa. Por ello son abiertos y flexibles y, por tanto, concretables a cualquier realidad y contexto educativo, desde el Estado al mismo aula o alumno.

Los objetivos generales que establece este Real Decreto (artículo 3) son:

a) Conocer su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias.

b) Observar y explorar su entorno familiar, natural y social.

c) Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales.

d) Desarrollar sus capacidades afectivas.

e) Relacionarse con los demás y adquirir progresivamente pautas elementales de convivencia y relación social, así como ejercitarse en la resolución pacífica de conflictos.

f) Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.

g) Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lectoescritura y en el movimiento, el gesto y el ritmo.

Renovación

Su fundamentación psicopedagógica ofrece una nueva visión del niño y de sus potencialidades educativas. Para ello esta reforma reformó considerablemente la educación con la introducción en el currículo de aspectos como el trabajo por rincones y por talleres o la selección de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales.

Rincones y talleres

Rincón de la cocinita. Se suele trabajar como un espacio de educación no sexista.

La etapa de Educación Infantil trabaja con disposiciones organizativas diferentes a las de otras etapas de enseñanza (quizá solo ésta y educación primaria trabajen de esta manera). Dos de ellas son la organización del aula por rincones de juego y el trabajo por talleres.

  • Los Rincones:[13]​ el trabajo por rincones en el aula es una forma de organización que permite en el alumnado el desarrollo de hábitos elementales de trabajo, el establecimiento y cumplimiento de normas y -ante todo- el desarrollo de su autonomía. Para ello el aula se divide en varios espacios de trabajo preorganizados por el maestro y que los niños administran. Ejemplos de rincones comunes pueden ser: la cocinita, la tienda, las construcciones, biblioteca, asamblea, lógica-matemática, observación, inventor... .
  • Los Talleres:[14]​ es otra forma de organización en la que prima el trabajo colectivo y dinamizado por adultos o niños mayores. Periódicamente se dedican tiempos en el aula para la realización de talleres en el que se van a poner en práctica diversas técnicas con la ayuda del profesorado, familias, especialistas o alumnado de mayor edad. La colaboración, entonces, es esencial en este tipo de organización. Los talleres podrán ser: nivelares (alumnado de la misma edad) o internivelares (mezclando diferentes edades en cada grupo) y fijos o rotativos en el tiempo. Ejemplos de talleres típicos en la programación pueden ser: taller de cocina, de música, de construcción con material reciclado, de decoración...

El juego

La importancia de las rutinas en esta etapa. "Doña Semanita", actividad rutinaria diaria para trabajar los conceptos de tiempo ordinario y climatológico en el aula.

El juego es una actividad esencial para los distintos tipos de desarrollo humano y se le considera como una función adaptativa en la persona. Para Jerome Bruner el juego aparece ligado a las primeras etapas de desarrollo y permite resistir la frustración de no ser capaz de obtener un resultado que es importante cuando se aprende. Es una actividad con un fin en sí misma que va a ayudar a la preparación para toda actividad posterior.

Por lo tanto, en la etapa de Educación Infantil, se considera al juego como un motor de desarrollo que posibilitará al niño adaptarse a las distintas realidades en las que vive: social, moral, física... Será el juego simbólico[15]​ o dramático (protagonizando papeles sociales sobre sí mismo) el modelo de juego esencial a lo largo de esta etapa educativa.

Rincones de juego simbólico en el aula son los que representan actividades propias y motivadoras del adulto en la vida diaria y que casi de manera espontánea consiguen el interés del niño. La casita, la tienda o la cocinita son ejemplo de ellos si están educativamente planificados dentro del aula.

Los temas transversales

Además de los conocimientos de diversas disciplinas clásicas hay ciertas cuestiones en la época actual que reclaman una atención prioritaria como la violencia, las desigualdades, los valores éticos, el medio ambiente o hábitos de salud. En el curriculum de Educación Infantil (además de en Primaria y Secundaria) se acuñó el nombre de ejes o temas transversales para tratar estos temas de una forma nueva, que impregnasen todo el complejo proceso educativo. Los denominados generalmente como "Temas transversales" pueden variar de una a otra Comunidad Autónoma,[16]​ pero el Ministerio de Educación y Ciencia propone los siguientes:

  • Educación ambiental.
  • Educación para la paz.
  • Educación del consumidor y usuario.
  • Educación vial.
  • Educación para la igualdad de oportunidades entre sexos o coeducación y educación sexual (en esta etapa aparecen integrados en un único eje).
  • Educación para la salud.
  • Educación moral y cívica.
  • Cultura local de cada comunidad autónoma.

Formación y expectativas

Profesora en un aula de infantil.

El maestro o maestra especialista en educación infantil (segundo ciclo) debe poseer la Diplomatura en Magisterio homologada por el MEC o las Comunidades Autónomas. Para el primer ciclo solo es necesario el título de técnico en puericultura o Jardín de Infancia. Además de ello la formación continua del profesorado es esencial para garantizar la especialización en una etapa educativa muy sensible a todos los cambios sociales.

Aunque aún es corriente la percepción familiar que la confunde con la antigua etapa educativa española de preescolar (en la que las capacidades asistenciales del profesorado primaban sobre las educativas) las familias de hoy demandan un mayor componente educativo en la educación de sus hijos. Esto se debe a que la sociedad es ya más sensible a las capacidades educativas del alumnado de entre tres y seis años, a las posibilidades de los nuevos métodos puestos en práctica en los últimos años y a la inclusión de esta etapa en los centros que también imparten la Educación Primaria Obligatoria.

El niño de la etapa de educación infantil

La complejidad de esta etapa queda patente si se tiene en cuenta que el alumnado de estas edades es el que más cambios de todo tipo experimenta. Es común a muchos autores la definición de niño como “una unidad, es decir, un ser que constituye una unidad biológica, psíquica y social, que es diferente e irrepetible, dinámica, que se encuentra en un proceso de continuo desarrollo, que construye y sexuado”. Esta unidad de diferentes factores se presenta de manera integrada en la vida del niño dentro y fuera de la escuela. Lo esencial de esta etapa es la integración de dos aspectos: el maduracional y la estimulación. Los primeros meses de vida se caracterizan por lo reflejos y la progresiva maduración física y mental. Esta maduración va a permitir poco a poco la interacción con los adultos y –como proceso constructivo- al aprendizaje y a las acciones educativas de familia, centro escolar e incluso sus iguales.

El despege del niño suele producirse en torno a los tres años de edad, con el frecuente ingreso en el segundo ciclo de la escuela de Educación Infantil. Así, se producen avances en la mayor parte de aspectos mentales del niño (lenguaje sobre todo, pero también expresión, autonomía general, psicomotricidad, imagen corporal, aptitudes relacionales…) que comenzarán a afianzarse con el trato igualitario con los compañeros de clase y una intervención pedagógica adecuada. Por lo tanto, la función principal del centro de Educación Infantil será la de estimular este desarrollo del niño en todas sus potencialidades, tanto las capacidades, como la moral autónoma y los hábitos.

Relaciones con las familias

CEIP Virgen del Carmen de Punta Umbría (Huelva). El patio de recreo se considera un espacio educativo más.

Las relaciones entre la familia del niño y el profesorado de Educación Infantil son esenciales a lo largo de toda esta etapa. Por ello, la legislación prevé como esencial la programación y planificación de este tipo de relaciones. Desde los planteamientos pedagógicos de esta etapa educativa se propone avanzar hacia una educación compartida o conjunta entre el profesorado y la familia del alumno.[17]​ Ambas instituciones, escuela y familia, no deben ser agentes estancos e incomunicados que solo interactúan en ocasiones muy especiales (periodo de adaptación, reuniones, fiestas, entrega de boletines...) Por ello el centro escolar debe potenciar la participación activa de la familia en la educación escolar del niño, haciéndole sentir responsable a través de los diferentes medios pedagógicos que se programen a nivel de centro. Pero no solo dentro del centro, la educación en casa debe ser consensuada entre ambos, ofreciendo el profesorado pautas científicas y utilizando a la familia como principal medio de información sobre cómo se está produciendo el desarrollo del niño fuera del centro.

Algunos de los medios de participación más comunes son: las AMPAS (Asociación de madres y padres de alumnos), las Escuela de padres y madres, las reuniones (tanto formales como no formales) o la participación en diferentes actividades escolares como pueden ser los talleres o día del alumno (protagonista de la semana).

Referencias

Bibliografía

  • Ibáñez Sandín, C. "El proyecto de Educación Infantil y su práctica en el aula". La Muralla 1992. ISBN 84-7133-601-4
  • Palacios, Marchesi y Coll. "Desarrollo psicológico y educación 1. Alianza Editorial". Madrid 1990.
  • Pérez, A y Gimeno Sacristán. "Comprender y transformar la enseñanza", Morata, 1993.
  • Pedro Saénz-López Buñuel "E.F. y su Didáctica I". Universidad de Huelva.

Enlaces externos