Eduardo Serrano (músico)
Eduardo Serrano | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Eduardo Valentín Serrano Torres | |
Nacimiento |
14 de febrero de 1911 Caracas, Venezuela | |
Fallecimiento |
13 de octubre de 2008 (97 años) Caracas, Venezuela | |
Nacionalidad | Venezolana | |
Información profesional | ||
Ocupación | compositor, director, arreglista | |
Género | Música venezolana | |
Instrumentos | saxofón, percusión, violín | |
Eduardo Valentín Serrano Torres (Caracas, 14 de febrero de 1911 – Caracas, 13 de octubre de 2008) fue un músico venezolano. Compositor, director de orquesta, musicalizador y arreglista del género tradicional.[1]
Biografía
[editar]Eduardo Serrano nace en la Parroquia San Juan de la ciudad de Caracas en 1911. Realiza estudios en la Escuela de Música y Declamación de Caracas con Vicente Emilio Sojo. Se especializó en violín, saxofón y en la percusión.
Su nombre ha recorrido diversos aspectos de música venezolana: compositor, director de orquesta, musicalizador de radio y televisión, arreglista de música, popular, infantil, y coral y precursor en el campo de la musicalización del cine venezolano. Formó parte de cuarteto Los Cantores del Trópico junto a Marco Tulio Maristani, Manuel Enrique Pérez Díaz y Antonio Lauro. Numerosas producciones cinematográficas de Venezuela han contado con su participación. Ejemplo de ello, la música para la coproducción argentino-venezolana La balandra Isabel llegó esta tarde (1950), en la que destaca la canción Esperanza. También destacan las comedias Yo quiero una mujer así y El demonio es un ángel, ambas de 1950.
Internacionalmente, su composición más conocida es el merengue Barlovento. Su labor creativa ha dado empuje a nuestras organizaciones musicales y a la labor pedagógica dentro de este campo.
Camurí, Frente al mar, Arpa, San Juan to’ lo tiene, Tardes de Naiguatá y Barlovento [[2]], son parte del variado legado musical de Eduardo Serrano. Fallece la madrugada del lunes 13 de octubre de 2008, a los 97 años.
Véase también
[editar]«Cada canción es un momento espiritual, cada canción pertenece a aún estado del alma» - Eduardo Serrano[1]
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