Discusión:Blas Cabrera

Contenido de la página no disponible en otros idiomas.
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Plagio en el Boletín Oficial del Parlamento de Canarias[editar]

El texto del artículo, versión 43595480 ha sido copiado tal cual sin citar fuentes en el Boletín Oficial del Parlamento de Canarias num. 38 de la VII Legislatura (de 31 de enero de 2011), en una proposición no de ley cuya autoría se atribuye la portavoz del grupo Popular, María Australia Navarro de Paz. Se puede consultar aquí. Lo digo para que quede registrado que el artículo se creó antes de lo aparecido en el boletín, para que no haya dudas sobre sus autores originales. 87.222.27.167 (discusión) 15:03 11 feb 2011 (UTC)[responder]

Gracias, tienes razón, toda una curiosidad. Petronas (discusión) 19:01 11 feb 2011 (UTC)[responder]

Enlaces externos modificados[editar]

Hola,

Acabo de modificar 1 enlaces externos en Blas Cabrera. Por favor tomaos un momento para revisar mi edición. Si tenéis alguna pregunta o necesitáis que el bot ignore los enlaces o toda la página en su conjunto, por favor visitad esta simple guía para ver información adicional. He realizado los siguientes cambios:

Por favor acudid a la guía anteriormente enlazada para más información sobre cómo corregir los errores que el bot pueda cometer.

Saludos.—InternetArchiveBot (Reportar un error) 19:26 14 jun 2018 (UTC)[responder]

Expulsión de la cátedra por la Republica[editar]

Fue sancionado por el gobierno de la República, al parecer por autoexiliarse, al no comparecer a sus obligaciones docentes: Gaceta de Madrid 2 de diciembre de 1937 (punblicada 4/12/1937) Gaceta de la república num 338 pág 304 https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1937/338/B00902-00905.pdf Blas Cabrera y Felipe, fue sancionado en las depuraciones republicana y franquista. La situación que se encontró Blas Cabrera, al volver a Madrid, fue muy complicada: “Para frenar a los militares golpistas, el Gobierno prácticamente había delegado en los sindicatos y milicias de los partidos del Frente Popular la defensa de la España republicana; se habían constituido Comités obreros para controlar todos los centros del Ministerio, en particular, el INFQ; se había producido un intento de incautación de la JAE; se ampliaba la persecución de algunos intelectuales cuyos nombres aparecían en listas de ‘señalados’, e, incluso, se producían los temidos ‘paseíllos’, como el que sufrió el propio Secretario de la Junta, José Castillejo” (GAMERO MERINO, Carmela, José Castillejo, un modelo europeo de renovación pedagógica, Madrid: CSIC-Instituto de Estudios Manchegos, 1988, pp. 281-282). En este contexto preparó su salida de la zona republicana. Viajó a París en avión el 6 de octubre de 1936, con la excusa de una reunión del Comité Internacional de Pesas y Medidas. Se alojó en el Colegio de España, en cuya inauguración había participado, al depender de la Junta de Relaciones Culturales del Ministerio de Estado, presidida por Cabrera. Se separaban, él y su mujer, de sus tres hijos en España: Blas (el mayor, médico fisiólogo) en Valencia, hombre de confianza en el gabinete de su maestro Juan Negrín; Luis (el mediano, arquitecto) en el bando nacional; y Nicolás (el pequeño, físico, colaborador de su padre) en Madrid, sin movilizar, investigando en el Instituto. Con sus hijos distribuidos en las tres Españas (Nicolás se reuniría con ellos en París), permaneció “equidistante” en el conflicto, en continuo contacto con Julio Palacios, quintacolumnista y agente del SIMP franquista en Madrid, a través de las cartas de las esposas de ambos. Convivió en el Colegio con Pérez de Ayala, Azorín, Baroja, García Morente, Pittaluga y Teófilo Hernando. Se distanció de la Juventudes Socialistas Unificadas al rechazar la Presidencia de su Congreso Nacional. Expulsado del Colegio por las autoridades republicanas, se trasladó a una casa en un suburbio de París. Tras la pérdida de las provincias del Norte con la caída de Asturias y el anunciado asedio a la capital, el 6 de septiembre de 1937 se publicó una nueva orden de evacuación de Madrid de los funcionarios: “los catedráticos que tengan residencia en Madrid se presentarán ante el Delegado del Ministerio”. Tras más de un año fuera de España, por OM de 2 de diciembre de 1937 fue sancionado, junto con otros catedráticos de la Universidad de Madrid, como incurso en el artículo 171 de la Ley Moyano. Las relaciones con el bando republicano quedaron rotas definitivamente. En 1937, el presidente de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, Pieter Zeeman, lo nombró secretario de la Oficina, cargo que ocuparía entre 1937 y 1941, yéndose a vivir a París.

Exilio y depuración republicana[editar]

Cabrera continuó en París, aunque desde noviembre de 1937, sospechó que su actuación en la UIV, sería la causa de su sanción en la depuración franquista. No conocía la versión que sobre su actuación en la UIV publicó Eduardo Hernández Pacheco, validada por su hijo Francisco Hernández-Pacheco, que le hacía, junto con Gaos, responsable de los alumnos asesinados en Santander, y exoneraba de responsabilidades al profesor de griego y canónigo de la Catedral de Madrid, Daniel García Hughes, al rector de Valladolid, Isidoro de la Villa y Sanz, al Profesor Auxiliar, Anselmo Romero y a Francisco Hernández-Pacheco. Este último contó esta aventura en un artículo titulado “Desde Santander a Pamplona; Viva España” publicado en el Diario de Navarra, del 12 de septiembre de 1936. La depuración republicana separó a los dos Hernández Pacheco, padre e hijo, al primero el 29 septiembre de 1936, al separarse de la expedición de la UIV hacia Madrid, y al hijo, por OM de 11 de marzo de 1938. Validó su versión ante las autoridades franquistas. Con estas informaciones en la depuración franquista, Blas Cabrera, fue separado del servicio sin formación de expediente por OM del 4 de febrero de 1939, firmada por Pedro Sainz Rodríguez, que afectó además a quince catedráticos de Universidad . Depuración franquista Fue depurado como catedrático por el bando franquista, sin lugar a proceso contradictorio alguno, mediante Orden Ministerial en febrero de 1939, junto a otros catedráticos:

... se separa definitivamente por ser pública y notoria la desafección de los catedráticos universitarios que se mencionarán al nuevo régimen implantado en España, no solamente por sus actuaciones en las zonas que han sufrido y en las que sufren la dominación marxista, sino también por su pertinaz política antinacionalista y antiespañola en los tiempos precedentes al Glorioso Movimiento Nacional. La evidencia de sus conductas perniciosas para el país hace totalmente inútiles las garantías procesales que, en otro caso constituyen la condición fundamental en todo enjuiciamiento, y por ello, este Ministerio ha resuelto separar definitivamente del servicio y dar de baja en sus respectivos escalafones a los señores: Luis Jiménez de Asúa, Fernando de los Ríos Urruti, Felipe Sánchez Román y José Castillejo Duarte, catedráticos de Derecho; José Giral Pereira, catedrático de Farmacia; Gustavo Pittaluga Fattorini y Juan Negrín López, catedráticos de Medicina; Blas Cabrera Felipe, catedrático de Ciencias; Julián Besteiro Fernández, José Gaos González Pola y Domingo Barnés Salinas, catedráticos de Filosofía y Letras, todos ellos de la Universidad de Madrid. Pablo Azcárate Flórez, Demófilo de Buen Lozano, Mariano Gómez González y Wenceslao Roces Suárez, catedráticos excedentes de Derecho
Orden del 4 de febrero de 1939, Ministerio de Educación Nacional.[1][2]

Conoció la sanción a través de Elena Caleya, esposa de Palacios, y de su hermano Juan, discípulo de Julio Palacios y Catedrático de Física en Zaragoza. Su situación se complicó todavía más, con la promulgación de la Ley de 10 de febrero de 1939 que fijó las normas para la depuración de funcionarios públicos. El 11 de abril de 1939, tras contactos verbales en París con el embajador de España, José F. Lequerica, le envió una carta junto con una nota, en la que solicitaba la anulación de la sanción. Desde París en un escrito dirigido en enero de 1940 al Ministro de Educación Nacional, José Ibáñez Martín, mientras hacía gestiones para volver a España, reconocía: “Nunca formé parte de agrupaciones políticas, cuya actividad consideré incompatible con la plena dedicación al trabajo cien-tífico. Sólo me acerqué a estas actividades en el período de existencia de la Asamblea Nacional, para la que fui expresamente designado por el General Primo de Rivera por mi condición de hombre apolítico. Dicha actuación confirmó mi punto de vista. Así, sólo he aceptado cargos universitarios como el Rectorado de la Universidad, o puramente científicos, como la presidencia de la Academia de Ciencias” (Carta de Blas Cabrera a José Ibáñez Martín, París, 2 de enero de 1940. Archivo de Julio Palacios. Caja D1). Opinión acorde con la carta de María Sánchez del Real, esposa de Cabrera, escrita desde París el 10 de noviembre de 1938 a Elena Caleya, esposa de Julio Palacios que pasó la contienda en Lisboa: “Querida Elenita: [...] Ahora que yo comprendo que después de tanto muerto España necesita un régimen que nadie mejor que Franco lo puede representar. Piensan en que vuelva Don Alfonso, yo creo que al fin pondrán la mo-narquía que será lo mejor. España no está para la República, siempre lo dijo Blas y acertó”. Estas visiones personales y concretas de Blas Cabrera y su esposa, alrededor de la guerra civil, contrastan con la que, por ejemplo, acerca de la actuación de Blas Cabrera durante la guerra civil, reconoció años después Francisco Giral (GIRAL, Francisco, Ciencia española en el exilio (1939-1989): el exilio de los científicos españoles), hijo de José Giral y él mismo Catedrático de Santiago, durante la Segunda República: “Instalado en París mientras se desarrollaba la contienda [Blas Cabrera] siempre estuvo correctamente adherido a la legitimidad republicana, como prueba su jefatura de las delegaciones oficiales de la República a dos congresos científicos con motivo de la Exposición Internacional de 1937, en París, aquella que se inauguró con el «Guernica» de Picasso” (Las cartas y las referencias bibliográficas en FERNÁNDEZ TERÁN, R. E. y GONZÁLEZ REDONDO, F. A. “Blas Cabrera y la Física en España durante la Segunda República”. Llull. Revista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, Vol. 30, 2007, pp. 66-67; FERNÁNDEZ TERÁN, Rosario Estíbaliz, El profesorado del "Instituto Nacional de Física y Química" ante la Guerra Civil, el proceso de depuración y el drama del exilio, Tesis doctoral dirigida por Julio Ruiz Berrio y Sara Ramos Zamora (dir. tes.). Universidad Complutense de Madrid, 2014, pp. 715-732, en internet https://eprints.ucm.es/24949/1/T35285.pdf, consultado el 21 de octubre de 2019). La única representación que tuvo fue la que le concedió la Orden del 7 de octubre de 1936 (GM del 8) que dispuso a expedir un libramiento a justificar por la cantidad de 2.561 pesetas con 40 céntimos a favor de D. Blas Cabrera Felipe para la asistencia de dicho señor, en representación de España, a las reuniones que el Comité administrativo de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas celebrará en el Pabellón de Breteuil (Sévres-Francia). Desconoce o no informa sobre la expulsión del Colegio de España y separación de la docencia por el gobierno republicano de Blas Cabrera. En 1941 fue desposeído de los reconocimientos que le había otorgado la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, junto a otros cinco científicos vinculados a la Segunda República. --88.3.49.116 (discusión) 08:39 21 oct 2019 (UTC) Gregorio González Roldán, 21 de octubre de 2019[responder]

  1. Luis Enrique Otero Carvajal: La destrucción de la ciencia en España : depuración universitaria en el franquismo. Universidad Complutense de Madrid, Editorial Complutense, 2006 ISBN 84-7491-808-1, pps 74 y ss.
  2. «Orden separando definitivamente del servicio a varios Catedráticos de Universidad.». Gaceta de Madrid (Madrid) (48): 932. 17 de febrero de 1939. Consultado el 12 de octubre de 2017.